¿Qué es justo y equitativo?

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OPORTUNIDADES PARA PERSONAS CON DISCAPACIDADES

Dave Deuel, Marla Hale, Nathan John & Kiem Kiok Kwa

De un estimado de 8 mil millones de personas en el mundo actual, 1300 millones son personas con discapacidades. Un 80 % vive en el mundo mayoritario. Es decir, casi una de cada seis personas en el mundo tiene algún tipo de discapacidad.  Para abordar esta necesidad se necesita una estrategia de misión compleja para llegar e interactuar con las personas con discapacidades. Esta población no tiene barreras demográficas.  Están presentes en todos los grupos de personas, hablan todos los idiomas y habitan en todas las culturas. Incluso aquellos que viven en grupos étnicos ampliamente evangelizados siguen siendo considerablemente inaccesibles. ¿Qué es la discapacidad y cómo podemos alcanzar a las personas que se ven afectadas por ella?

Definir la discapacidad es algo desafiante porque el mismo término representa una idea amplia, compleja y diversa. Una persona puede tener una discapacidad física, sensorial, de desarrollo o intelectual, y aun así puede experimentar problemas de salud mental o combinaciones de discapacidades en distintos grados. Pensar en la discapacidad en términos de funcionalidad puede ser de ayuda, aunque se necesite reconocer, concordando con la definición de la OMS, que las barreras ambientales y sociales contribuyen con el deterioro de una discapacidad. Las personas con discapacidades pueden enfrentar segregación social, lo que conduce al aislamiento. Lamentablemente, el estigma y las barreras físicas —no la discapacidad en sí misma— son un obstáculo para que muchos asistan a la iglesia. ¿Cuán lejos llega el estigma en la creación de barreras sociales?

Apoyar a las personas con discapacidades y a sus familias para que participen en la iglesia tiene implicaciones en las misiones.

Algunas sociedades o culturas consideran que la discapacidad es vergonzosa porque creen que es el resultado de los errores personales o de los de sus progenitores, del karma o de la mala suerte. Como consecuencia, los familiares pueden resistirse a llevar a su ser querido con una discapacidad a las actividades de una iglesia. Pero la Iglesia es llamada a ser una comunidad amorosa que recibe a todos. Todas las personas necesitan oír y contar las buenas nuevas del amor de Dios y de la salvación que hay en Cristo.

Apoyar a las personas con discapacidades y a sus familias para que participen en la iglesia tiene implicaciones en las misiones. Ocuparse de ellos incluye expresiones tangibles del amor de Dios hacia quienes no asisten a la iglesia, hacia quienes se esconden de ella o son ignorados por ella. Las personas con discapacidades, quienes tienen una mayor concientización, visibilidad e inclusión, pueden volverse miembros activos y contribuir con el cuerpo de Cristo. En otros casos, esto podría dar esperanza y fortaleza para cuidar a los familiares agotados. De todas formas, mostramos y compartimos el amor de Cristo. 

Es alentador ver que las personas con discapacidades han progresado en la participación en la Iglesia durante las últimas décadas. Mientras que principalmente los tratábamos como receptores al ofrecerles cuidado, hemos reconocido cada vez más la necesidad de participar en la iglesia con ellos. Pasamos de ministerios especiales separados a una comunión eclesiástica total lado a lado. Hoy somos testigos de una conciencia cada vez mayor sobre las personas con discapacidad en todas las iglesias y en los roles de liderazgo de misión, recibiendo el ministerio por parte de ellos; más allá de la comunión a la participación compartida en el ministerio. Como dijo Joni Eareckson Tada: «El ministerio de discapacidad no funciona como tal a menos que las personas con discapacidad estén ministrando».1 

Las personas con discapacidades necesitan oír el evangelio y crecer espiritualmente. La iglesia debería incluirlos y aceptarlos, ellos también fueron creados a la imagen de Dios y tienen dignidad. Sin embargo, es más probable que estén expuestos a barreras físicas y sociales en lugar de a una inclusión y participación totales.  La iglesia debe alentarlos y apoyarlos para que participen de forma activa y para que sirvan como colaboradores en el cumplimiento de la gran comisión.

¿Qué se necesita para incluir a las personas con discapacidades completamente en la vida y misión de la iglesia? Para alcanzarlos e involucrarnos se necesitarán varias estrategias: todo, ¡desde capacitación bíblica sobre las discapacidades hasta rampas! La Escritura enseña que la iglesia debe llevar, edificar y enviar personas con discapacidades.

Llevar: incluir a personas con discapacidades

La parábola de Jesús en Lucas 14 contiene lo que suele conocerse como el mandato de discapacidad de Lucas 14 (14:15-24), el cual contempla a personas con discapacidades sentadas en el banquete. El mandato se hace eco del llamado de Jesús de ir y hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:18-20). Sin embargo, alcanzar a personas con discapacidades puede ser un desafío ya que, a menudo, son una población escondida, en especial en las sociedades en las que la discapacidad se considera una vergüenza para la persona y para su familia.

Necesitamos alcanzar a las personas con discapacidades con el amor y las buenas nuevas de Jesucristo y llevarlos a la iglesia. Las formas y los métodos deben ser tan variados como las personas y sus familias, aunque, en su corazón, sea el derramamiento del amor y la compasión cristianas. Ese alcance compasivo ha sido parte de nuestra tradición cristiana durante los últimos dos milenios. Los cristianos deben ser conscientes e involucrarse cada vez más en tales ministerios compasivos.

Por lo tanto, se necesita contextualizar las formas en que ministramos a las personas. Por ejemplo, en los lugares en los que casi no hay cuidado y servicios para las personas con discapacidades, la iglesia puede brindar esos servicios. En otros contextos en donde ya hay cuidado y servicio para las personas con discapacidad, las iglesias pueden buscar construir amistades significativas con personas con discapacidades en su comunidad. 

Sin embargo, muchas personas con discapacidades —y sus familias y cuidadores— viven aislados de la sociedad en general. A veces, la discapacidad implica que no puedan ir a la iglesia personalmente. Por lo tanto, que el pueblo de Dios les lleve la iglesia a ellos puede ayudar a cerrar esa brecha. Por ejemplo, una forma de llevarles la iglesia es por medio de cuidadores profesionales de la salud, de la educación y de los servicios sociales que estén en contacto regular con las personas con discapacidades. Estos cuidadores pueden estar equipados para brindar el cuidado espiritual necesario.

Recibir a las personas con discapacidades y a sus familias en la iglesia es solo un precursor del gran banquete en donde «los pobres, los lisiados, los ciegos y los cojos» (Lucas 14:15-24) somos «nosotros». ¡No nosotros y ellos! Esto hará crecer a la iglesia porque el ministerio para todos, incluyendo a quienes tienen una discapacidad, ayuda al cumplimiento de la gran comisión.

Qué diferencia haría en nuestro mundo si las personas con discapacidades que están escondidas o marginadas encontraran la esperanza eterna en Cristo. Como nosotros, ellos escucharían sobre Jesús y recibirían el cuidado espiritual que todos anhelamos y necesitamos. Esto significaría cumplir una parte importante del evangelio de ir hasta los confines de la tierra.

Edificar: involucrar de forma activa a las personas con discapacidades en la iglesia

Aunque algunas iglesias y agencias cristianas han llegado a las personas con discapacidades, no siempre han tenido éxito en edificar comunidades e iglesias inclusivas en las que las personas con discapacidades estén involucradas activamente en la vida y ministerio de la iglesia. Necesitamos aspirar a una iglesia en la que podamos hablar de «nosotros» y de «nuestro» ministerio: personas con y sin discapacidades siendo uno en Cristo.

Recibir y cuidar sus dones

Se estima que entre un 10 % y un 24 %de la población tiene una discapacidad. Sin embargo, encuestas de iglesias de Estados Unidos y de Australia indican que el porcentaje de personas con discapacidades en la iglesia es mucho menor.2 Está claro que cuando las personas con discapacidad no están incluidas en la comunidad de fe, las iglesias son representaciones incompletas del cuerpo de Cristo y no tienen los dones espirituales con los que estos creyentes podrían contribuir. Con esta medida, ¡la iglesia misma tiene una discapacidad! Por lo tanto, no es solo una cuestión de alcanzar a las personas con discapacidades con el evangelio, sino también de incluirlos en la iglesia, edificarlos en el discipulado y brindarles las oportunidades de que se involucren activamente en la vida del cuerpo de Cristo.

El papel de la iglesia es responder a las necesidades espirituales de las personas con discapacidades. Así como la iglesia brinda cuidado espiritual y discipulado para cualquier persona, también debería discipular a las personas con discapacidades y a sus familias, apoyándolos, equipándolos y empoderándolos para usar sus dones.

Las personas con discapacidades tienen experiencias y perspectivas únicas que pueden enriquecer el entendimiento de Dios, del reino y de las buenas nuevas por parte de la iglesia. Por lo tanto, su presencia activa fortalecerá a la comunidad eclesiástica. Al incluir a personas con discapacidades, la iglesia:

  • Crea una comunidad de fe más diversa y dinámica que valora y celebra los dones únicos de todos sus miembros, en donde a «los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial» (1 Co 12:12-31).
  • Será una voz profética en las sociedades que a veces sacan su fuerza del poder y del prestigio.
  • Presenta un entorno más ameno e inclusivo para otros tipos de diferencias como la etnia y las clases, y alcanza a una diversidad de personas en la sociedad.
  • Completa el alcance de la gran comisión incluyendo a todas las personas.

Barreras en la iglesia

Aunque muchas iglesias avanzaron e incluyeron a personas con discapacidades, lamentablemente todavía hay muchas iglesias que, quizás sin intención, las excluyen. Una razón es que sus instalaciones y programas son inaccesibles. Pero no solo puede haber barreras físicas, también puede haber barreras de actitud que hacen que sea difícil para las personas con discapacidad experimentar la pertenencia a la iglesia. Por eso el desafío en curso es despertar una conciencia sobre la discapacidad en las iglesias locales y equiparlas para aceptar a las personas con discapacidad, como lo harían con cualquier otra. Explorando activamente cómo hacerlo, pueden crear un entorno en la iglesia que sea más accesible y ameno para todos.

Si bien involucrarse con las personas con discapacidad puede comenzar con la compasión, las iglesias también necesitan conocer las bases bíblicas y teológicas para ese ministerio. Además, necesitan habilidades ministeriales prácticas para alcanzar de forma apropiada a las personas con discapacidades variadas o específicas, así como también habilidades de liderazgo para edificar la iglesia en los ministerios de discapacidad. Adicionalmente, se necesita consejería pastoral, capacitación y cuidado para los familiares y los cuidadores de las personas con discapacidades. 

Por consiguiente, para equipar la iglesia para edificar a las personas con discapacidades, necesitamos educación teológica y capacitación firmes. De a poco hay disponibilidad de cursos sobre teología de la discapacidad, misionología y ministerio, pero esta área todavía se está desarrollando en muchas partes del mundo. En este caso se pueden desarrollar asociaciones. Las iglesias y los individuos con mayores recursos —personal, programas de capacitación, finanzas o habilidades especiales— pueden asociarse con los que tienen menos. Algunas iglesias pueden tener las finanzas, pero no el personal; otras pueden tener programas de capacitación adecuados que se pueden contextualizar para otros lugares. Muchos ministerios están posicionados de forma única como plataformas en donde se pueden dar a conocer las necesidades y los recursos de varias comunidades del mundo, se pueden compartir los recursos y forjar sociedades. Los líderes conectados dentro de sus comunidades o regiones se encuentran en una buena posición para hacer esto. Estas asociaciones podrían apoyar el evangelio saliendo con personas con discapacidades y edificándolos para un crecimiento espiritual individual y una participación en el ministerio. 

Enviar: permitir que las personas con discapacidades sean parte de la misión de Dios

Todos deberían tener un papel en el ministerio y en la misión, incluso las personas con discapacidades.3 La gran comisión incluye a personas con discapacidades, porque todos deben responder al llamado de «ir y hacer discípulos». Después de todo, se los encomienda, llama y se les da dones. Pero las personas con discapacidades a veces son menospreciadas en las misiones a pesar de tener dones, experiencias y perspectivas únicas que enriquecen el testimonio cristiano y que ayudan a cumplir la gran comisión. ¿Por qué es tan importante permitir que las personas con discapacidades sean parte del ministerio de la iglesia local y de las misiones?

Demasiado importante para ignorar

En primer lugar, incluir a personas con discapacidades en todos los aspectos del ministerio cristiano es un testimonio poderoso para el mundo no creyente. Ver el amor y la inclusión de la iglesia demuestra que la iglesia vive lo que enseña. Por ejemplo, incluir a personas con discapacidades en la misión puede derribar las barreras culturales, de clase y sociales que impiden que otras personas oigan el mensaje del evangelio.

En segundo lugar, incluir a personas con discapacidades en la misión ayuda a que compartamos el amor de Cristo a otras personas que pueden sentirse excluidas o ignoradas, tales como refugiados, migrantes o personas de escasos recursos. La experiencia común de ser marginado de la sociedad, pero encontrar su identidad en Cristo ante la discapacidad, puede hablar poderosamente a todos los que experimentan estigma por otras razones.

 incluir a personas con discapacidades en todos los aspectos del ministerio cristiano es un testimonio poderoso para el mundo no creyente.

En tercer lugar, las personas con discapacidades pueden generar conciencia de forma eficaz y hacerles frente a las barreras que enfrentan para acceder al evangelio, tales como las limitaciones físicas o sensoriales. Las personas con discapacidades involucradas en la misión nos ayudan a asegurarnos de que usemos medios creativos y alternativos para comunicar el mensaje a aquellos que son sordos, ciegos, no verbales o que tienen una discapacidad física o intelectual.   Esto hace que el mensaje del evangelio sea más accesible para todos. Por ejemplo, una persona de 80 años promedio puede tener algunas dificultades para oír, pero se beneficiará de las adaptaciones que se hicieron para los sordos. Cuando adaptamos los medios —a través de presentaciones visuales, multimedia o de presentaciones del evangelio simplificadas— aumenta el acceso al evangelio para todos. El evangelio puede ir hasta los confines de la tierra más efectivamente.

Hacer que el evangelio sea más accesible de formas creativas también puede facilitar la comunicación del evangelio más allá de las diferencias de idioma y étnicas. La tecnología actual puede ser una gran aliada. Se pueden compartir en línea muchos tipos de recursos para que las comunidades que pueden tener menos recursos puedan beneficiarse también. Por otra parte, las comunidades del mundo mayoritario, que pueden tener dinámicas honor-vergüenza similares, pueden compartir sus proyectos entre sí y así edificar sus ministerios. Por ejemplo, los programas para pasar de voz a texto pueden ayudar a adaptar mensajes para que los que tienen impedimentos auditivos los puedan ver. Ahora se pueden crear y compartir videos de capacitación fácilmente y a bajo costo usando un celular. Podemos usar también de forma creativa y sabia estas herramientas tecnológicas para que algunas personas puedan oír el mensaje (1 Co 9:22-23).

Por último, las personas con discapacidades se sitúan de forma única para alcanzar a otros con discapacidades. Ellos a veces tienen redes y comunidades que no son alcanzadas por los métodos tradicionales. Al incluir a las personas con discapacidades en el ministerio y la misión cristianas podemos tener un mayor alcance de personas y podemos difundir el mensaje del evangelio a otros que quizás hayan sido menospreciados.

Desafíos constantes

Todos, con o sin discapacidades, debemos tener un papel activo en la misión. Estamos avanzando en facilitar el llamado a las misiones de las personas con discapacidades. Sin embargo, un desafío constante para muchas organizaciones de misiones e iglesias es que no se sienten equipadas para enviar a personas con discapacidades. Les preocupa el riego personal que implica que una persona con discapacidad salga en misión o que no se sientan equipados para apoyar sus necesidades adicionales. Hasta puede que sientan que han fallado en la misión debido a las barreras de la discapacidad. ¿Cómo podemos equipar a las organizaciones de misiones para que envíen y apoyen a obreros del evangelio con discapacidades?

Necesitamos ayudar a los líderes organizativos de la misión a que confíen más en la discapacidad. Los primeros pasos significativos pueden ser aumentar la conciencia de la accesibilidad física y digital en las organizaciones, apoyar a los líderes para que desarrollen políticas o guías para la inclusión de la discapacidad y capacitarlos en cómo asistir de forma práctica a los obreros con discapacidades en el campo misionero.4

El camino por seguir

Alcanzar a las personas con discapacidades para Cristo, edificarlas en el cuerpo de Cristo y enviarlas como obreros misioneros tiene un potencial importante para cumplir con la gran comisión. Se necesita un esfuerzo colectivo de las iglesias locales, de las organizaciones misioneras y de los obreros vocacionales, pero, lo más importante, de las personas con discapacidades para que tengan un papel importante en ayudar a la iglesia y las organizaciones misioneras a comprender cómo apoyarlos y ministrar junto a ellos. Además, necesitamos reconocer su potencial de liderazgo en la iglesia local y en organizaciones cristianas que pueden requerir de un desarrollo de liderazgo enfocado.

Solamente juntos podemos continuar con la gran comisión. Mientras la iglesia mundial logra un mejor entendimiento de las necesidades y recursos disponibles para las personas con discapacidades, se puede desarrollar una red de colaboración. La iglesia necesita estas asociaciones para esta obra.

La autoridad de Jesús y su presencia, mediadas a través de su Palabra y Espíritu, son nuestros recursos principales. La iglesia es el canal para alcanzar, edificar y enviar. La comunidad cristiana, ya sea la iglesia o grupos de comunión, tanto locales como —si la tecnología lo permite— internacionales, son centrales.

Si nosotros (con o sin discapacidades) trabajamos juntos, podemos cerrar la brecha de la misión en la que aquellos con discapacidades que sean alcanzados luego alcancen a otros en los siguientes 26 años (hasta el 2050). Creemos que la iglesia puede alcanzar a los 1300 millones de personas con discapacidades, incluirlas totalmente en su comunidad, aunque sea de forma remota y enviarlas a servir. Este informe sobre el estado de la gran comisión es nuestra cápsula del tiempo que se deberá abrir en el 2050. Que al mirar a nuestro informe del 2024 se pregunten: «¿Por qué hablan de ‘nosotros’ y ‘ellos’? ¡Simplemente es ‘nosotros’!». Los resultados dependen de todos nosotros en la iglesia de Jesús.

Recursos

  • Anon, (septiembre de 2014). Mission to the Disabled and Mission of the Disabled (Misiones para las personas con discapacidad y misiones de las personas con discapacidad). Luke’s Journal 19, nro. 2, 24-26.
  • Benjamin T. Conner. (2018)  Disabling Mission, Enabling Witness: Exploring Missiology through the Lens of Disability Studies (Desactivar la misión, activar el testimonio). Downers Grove, IL: IVP Academic.
  • Brent Burdick. The Lausanne Global Classroom on Disability Concerns (La clase mundial de Lausanne sobre temas de discapacidad). The Lausanne Movement. https://lausanne.org/lausanne-global-classroom/disability-concerns-episode.
  • Dave Deuel (2 y 3 de septiembre de 2021). Developing Young Disability Ministry Leaders: The Story of the Lausanne Disability Concerns Network (Desarrollo de jóvenes líderes de ministerio con discapacidad: la historia de la Red de asuntos de discapacidad de Lausanne) [Artículo]. International Conference of Disability Studies and Intercultural Theology (Conferencia internacional de estudios sobre discapacidad y teología intercultural). Haus am Dom, Fráncfort, Alemania. When Heads Roll – Learning from the Experience Potential of the Others – Satires on Everyday Life in Church and Society (Cuando ruedan cabezas —Aprender de la experiencia potencial de otros— Sátiras de la vida diaria en la iglesia y la sociedad) (Próxima publicación).
  • Dave Deuel (enero de 2016). Developing Young Leaders with Disabilities: A Ministry Beyond Our Wildest Dreams (Desarrollo de jóvenes líderes con discapacidades: un ministerio más allá de las expectativas). Lausanne Global Analysis 5, nro. 1.  https://lausanne.org/content/lga/2016-01/developing-young-leaders-disabilities.
  • Dave Deuel. (julio de 2021). Inclusive Mission: God is Removing Obstacles and Calling Us to Join Him (Misión de inclusión: Dios quita obstáculos y nos llama a unirnos a él). Mission Mobilization Journal 1, nro. 2, 76-82. https://static1.squarespace.com/static/5a57c6678fd4d21c8fc7e568/t/60e49663112f326b813450fa/1625593463536/MMJ1_2.pdf.
  • Dave Deuel. (29 de septiembre de 2020). Let’s Ask the Right Questions about People with Disabilities in Missions (Hagamos las preguntas correctas sobre las personas con discapacidades en las misiones). Joni and Friends Blog (El blog de Jony y sus amigos). https://www.joniandfriends.org/lets-ask-the-right-questions-about-people-with-disabilities-in-mission/.
  • Dave Deuel. Spiritual Care (2 parts): Online Classes for Spiritual Care to People with Disabilities (Cuidado espiritual (dos partes): clases en línea para el cuidado espiritual de las personas con discapacidades). The Joni Eareckson Tada Disability Research Center at Joni and Friends (Centro de investigación sobre la discapacidad Joni Eareckson Tada, Joni y sus amigos). (Próximamente). courses.joniandfriends.org.
  • Dave Deuel. (marzo de 2023). Taking Church to People with Disabilities: A New Initiative for the Lausanne Disability Concerns Network (Acercar la iglesia a las personas con discapacidades: una nueva iniciativa de la Red de asuntos de discapacidad de Lausanne). Lausanne Global Analysis 12, nro. 2. https://lausanne.org/content/lga/2023-03/taking-church-to-people-with-disabilities. 
  • Dave Deuel y Nathan John (Ed.). (2019). Disability in Mission: The Church’s Hidden Treasures (La discapacidad en la misión: los secretos escondidos de la iglesia). Peabody, MA: Hendrickson Press.
  • Deanna Richey. (2019). Mission Possible: The Role of Member Care in Mobilizing Workers with Disabilities (Misión posible: el papel del cuidado de los miembros para movilizar a los obreros con discapacidades). Editado por Dave Duel y Nathan John. Peabody, MA: Hendrickson Press, 133-46.
  • Infografía del liderazgo del ministerio de discapacidades.  https://lausanne.org/content/disabilities-an-infographic.
  • Joni Eareckson Tada. (2012). Beyond Suffering: A Christian View on Disability Ministry (Más allá del sufrimiento: una mirada cristiana sobre el ministerio de discapacidad). Agoura Hills, CA: Joni and Friends (Joni y sus amigos). https://www.joniandfriends.org/ministries/christian-institute-on-disability/beyond-suffering/.
  • Joni Eareckson Tada. (2004). Ministry among People with Disabilities (Ministerio entre las personas con discapacidades). Lausanne Occasional Paper (Documento ocasional de Lausanne), nro. 35B.  https://lausanne.org/content/ministry-among-people-disabilities-lop-35b.
  • Nathan John y Dave Deul (Ed.) (2019). Ministries of People with Disabilities: “All In” (Ministerio de personas con discapacidades: todo incluido). Lausanne Occasional Paper (Documento ocasional de Lausanne), nro.9. https://lausanne.org/content/lop/disability-concerns-lop-69.Wen Pin Leow (Ed.) (2021). Enabling Hearts: A Primer for Disability-Inclusive Churches (Activar corazones: serie el ministerio de discapacidad en Asia). Singapur: Centro para la discapacidad, Asia.

Notas finales

  1. John, N., & Deuel, D. (Eds.). (s/f). Ministries of People with Disabilities: “All In” [Ministerio de personas con discapacidades: todo incluido]. Lausanne Occasional Paper #69. Recuperado de https://lausanne.org/content/lop/disability-concerns-lop-69.
  2. Annandale, N. H., & Carter, E. W. (2014). Disability and Theological Education: A North American Study [Discapacidad y educación teológica: Un estudio norteamericano]. Theological Education, 48(2), 83-102.
  3. John, N., & Deuel, D. (Eds.). (2019). Ministries of People with Disabilities: Regarding Specific Application to Mission [Ministerio de personas con discapacidades: respecto a la aplicación específica a la misión]. En D. Deuel & N. John (Eds.), Disability in Mission: The Church’s Hidden Treasure (pp. 133-146). Peabody, MA: Hendrickson Press.
  4. Para una descripción de cómo las personas con discapacidades y sus familias reciben apoyo en la misión, ver Richey, D. (2019). Mission Possible: The Role of Member Care in Mobilizing Workers with Disabilities [Misión posible: El papel del cuidado de los miembros en la movilización de trabajadores con discapacidades]. En D. Deuel & N. John (Eds.), Disability in Mission: The Church’s Hidden Treasure (pp. 133-146). Peabody, MA: Hendrickson Press.

Biografía del autor

Dave Deuel

Dave Deuel es catalizador de la Red de Asuntos de Discapacidad de Lausana y también es miembro del equipo directivo de la Comunidad de Mentores de la GLJ. También es investigador principal de política y publicaciones de Christian Institute on Disability y decano académico emérito de The Master’s Academy International. Recientemente ha coeditado y colaborado en el libro Disability in Mission: The Church’s Hidden Treasure.

Marla Hale

Marla Hale ha vivido y servido en Asia durante 20 años en los que disfrutó trabajar con personas con discapacidades y sus familias. Ha iniciado y encabezado varios proyectos y programas de apoyo para padres, educación inclusiva, cuidado temporal y capacitación para las iglesias y líderes de ministerios. Le apasiona la teología y ministerio de la discapacidad, involucrar y conectar con otros y la misión mundial.

Nathan John

Nathan John es un médico que trabajó en salud, desarrollo y discapacidad en Timor oriental, Papúa Nueva Guinea, Nepal e India. Ayudó a establecer una red de organizaciones e iglesias cristianas en el sur de Asia para promover la inclusión de la discapacidad en la iglesia. Nathan colidera la Red de Asuntos de Discapacidad. En lo personal, Nathan tiene una hermosa hija con una gran discapacidad.

Kiem Kiok Kwa

Kiem Kiok Kwa ha estado enseñando en seminarios en Singapur sobre los temas de misión, contextualización, ética y teología asiática. Considera el ministerio de la discapacidad como una forma importante de que la iglesia haga ministerio y se involucre en la sociedad.

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