Informe regional de Europa

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Reevangelizar Europa

A finales del siglo XIV, Lituania, la última nación pagana de Europa, finalmente se volvía al cristianismo. Dado que el presente informe busca «capturar el estado y la trayectoria actuales de la gran comisión», Europa se erige como un recordatorio de que nuestro estado y trayectoria actuales no establece con ninguna certeza el futuro de la Iglesia. Europa fue el primer continente en ser totalmente cristianizado, pero también fue el primer continente en ser sustancialmente descristianizado.

Los autores de este artículo han revisado los temas del informe que son clave a escala mundial, y han identificado cinco de particular importancia para Europa en la actualidad:

  1. El significado de la confianza/la verdad.
  2. El lugar de la comunidad. 
  3. Los desafíos y las oportunidades del mundo digital.
  4. El cuidado de la creación y la justicia climática. 
  5. Un cambio demográfico sin precedentes.

A estos cinco temas de impacto mundial, le hemos añadido otro: 

  1. Un cambio en la moralidad que afecta cómo «las buenas noticias» del evangelio son interpretadas por muchos europeos.

En tanto buscamos reevangelizar Europa, los pastores, los plantadores de Iglesias y los líderes cristianos en el mundo laboral no debemos ignorar estos seis temas que conforman parte del presente y del futuro de Europa, y que son parte constituyente del suelo en el que sembramos el evangelio. En cada una de las secciones que desarrollamos a continuación, exploraremos cómo estos temas afectan la sociedad y la Iglesia; también realizaremos algunas sugerencias de cómo podría responder la Iglesia o cómo ya lo está haciendo. Dado que muchos de estos temas también son importantes en otros lugares del mundo, ofrecemos nuestras reflexiones como una contribución a la conversación global sobre el estado de la gran comisión.

Reestablecer la verdad

El cambio radical en la mentalidad europea en un plazo relativamente corto es uno de los desafíos más grandes que enfrentamos a la hora de comunicar el evangelio en nuestro continente. La experiencia personal se ha vuelto clave para validar la verdad, lo que convierte las afirmaciones de verdades objetivas y abarcadoras en reivindicaciones de poder carentes de ética.

Dado esto, ha caído la confianza en la historia más amplia de, por ejemplo, las instituciones religiosas. En las sociedades europeas, esto ha contribuido a un aumento exponencial del individualismo. Como cada persona vive en su propia «isla de verdad»,1 y la distinción entre la persona y su opinión queda de lado, el debate y la crítica de posiciones se vuelven una amenaza contra el discurso democrático.

En la era de las redes sociales, el proyecto posmoderno que pretendía acabar con poder de las autoridades y las instituciones no ha hecho más que pasar el poder de manos a aquellos que expresan sus opiniones de forma más enérgica y polémica. Muchas personas se encuentran en una posición vulnerable y frágil, y necesitan construir su propia identidad de manera continua. Este podría ser uno de los factores que contribuyen al rápido aumento de los trastornos mentales y de la confusión de género, sobre todo entre los jóvenes.2

Como todas las personas, los europeos tienen una gran necesidad de orientación y de un sentido en la vida, por lo que las prácticas espirituales son apreciadas en distintos segmentos de la cultura. Sin embargo, parecen ser pocos los que buscan ayuda en la Iglesia. Para muchos europeos, las buenas noticias se han vuelto malas noticias: son moralmente corruptas, ingenuas a nivel intelectual e irrelevantes a nivel emocional. Con todo esto en mente, la principal pregunta que la Iglesia debería plantearse es: «¿Cómo podemos vivir y hablar del poder, la belleza y la verdad del evangelio para que los europeos puedan percibirlo como buenas noticias?».

A continuación, profundizaremos en algunas ideas:

  • Enviar a la Iglesia significa que esta debe estar presente en los asuntos públicos, lo que también abarca al universo digital. La Iglesia debe empoderar a los creyentes para ser testigos de Cristo en todas las esferas de la sociedad, por ejemplo, en las universidades, como comerciantes o como profesionales. Somos llamado a ayudar a los creyentes a desarrollar una mentalidad cristiana que supere la división entre lo sagrado y lo secular.
  • Por eso, debemos llevar nuestra fe cristiana a un nuevo diálogo con las preguntas apremiantes de la sociedad, la cultura, la política, la ciencia y la tecnología. Las iglesias necesitan hacer espacio de manera humilde para las preguntas críticas, para las dudas y para la conversación. En apologética, alentaremos el debate no solo sobre temas intelectuales complicados, sino también sobre preguntas más existenciales que competen a la vida de la gente común. 
  • La Iglesia debe identificar las necesidades de las personas en su comunidad local para poder alcanzarlas con un ministerio diaconal. La Iglesia debería ser reconocida por tener misericordia y defender la justicia cuando la gente sufre. Su misión incluye tanto la predicación como la acción social, pero el derecho a poder proclamar la verdad debe ser ganado viviendo el discipulado de manera tal que se construya la confianza.
  • El hogar cristiano tiene una capacidad enorme en tanto es un lugar donde se pueden construir relaciones cálidas a donde invitar a las personas. Hablamos de comunidades básicas que pueden adoptar el rol de ser «la Iglesia a la mesa», tanto para cristianos como para no cristianos, en una atmósfera de confianza.

Somos llamado a ayudar a los creyentes a desarrollar una mentalidad cristiana que supere la división entre lo sagrado y lo secular….Por eso, debemos llevar nuestra fe cristiana a un nuevo diálogo con las preguntas apremiantes de la sociedad, la cultura, la política, la ciencia y la tecnología.

La Iglesia en Europa necesita una comprensión fundamentalmente bíblica de la verdad, una que sea amplia y profunda a la vez, genuinamente racional y profundamente relacional. La racionalidad de la verdad se funda en la creencia en un Dios que creó de manera racional y ordenada. El aspecto relacional fluye de la revelación de Jesús como la Verdad personificada, quien se mostró a sí mismo como verdadero al ser digno de confianza. Por esto, la verdad bíblica también trata sobre en quién confiar.

Esta comprensión más amplia y profunda de la verdad trasciende el estrecho racionalismo de la Ilustración, a menudo llamado modernidad, y la oposición a la verdad objetiva que yace en el núcleo de la posmodernidad.

Remodelar la moralidad

Ya hemos descripto el gran cambio epistemológico en la manera en que se percibe la verdad en Europa. Entre las muchas consecuencias que esto acarrea, el cambio en la moralidad es quizás una de las más importantes, y que genera impactos muy particulares sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia europea.

En el pasado, la gente podría haber pensado que la ética cristiana era un estándar moral muy alto para siquiera intentar alcanzarlo. Hoy, en cambio, las personas ―sobre todo las instruidas, las que tienen influencia en la cultura y las generaciones más jóvenes— perciben que el cristianismo simboliza valores negativos y adversos al progreso humano. En contraposición a lo que muchos cristianos entienden como una degradación de los valores en Europa, la mayoría de los contemporáneos considera este cambio en la moralidad como un avance positivo que ayuda a que la sociedad trascienda el cristianismo.

Los desafíos para la Iglesia y para el avance de la gran comisión son inmensos. La misión es vista como inmoral porque impone la verdad de uno sobre otros, lo que se considera, por defecto, una pretensión de poder y una violación a los derechos de la otra persona. Además, esto ha contribuido a una mayor privatización de la fe: los creyentes son reacios a compartir su fe personal, y las organizaciones humanitarias cristianas no comunican su fundamento cristiano.

Especialmente para las generaciones europeas más jóvenes, los valores como la autenticidad, la justicia y el cuidado del medioambiente son de principal importancia; pero no ven que la Iglesia represente estos valores. Por eso, un gran número de jóvenes cristianos se deconstruyen y dejan la fe en la que fueron criados, incluso en las iglesias evangélicas.3

Para empeorar el escenario, en las últimas décadas han salido a la luz muchos casos de abuso sexual y de abuso de poder en las distintas denominaciones. Muchas veces, el enfoque para lidiar con estos casos pierde de vista a la víctima, lo que pone a la Iglesia en un lugar hipócrita y debilita fuertemente su testimonio.

Hoy más que nunca, la Iglesia en Europa debe seguir el llamado a la humildad y a renunciar a todo poder terrenal.

  • La Iglesia debe reconocer plenamente sus errores del pasado y del presente y disculparse por ellos; necesitamos demostrar, no solo con palabras sino también con obras, que nos importan más las personas que proteger nuestros sistemas de influencia y de poder.
  • Para esto, la Iglesia debería hacerse las siguientes preguntas: «¿Qué puede aprender la Iglesia de la crítica de la sociedad? ¿Quizás Dios esté usando las voces de la sociedad como un llamado profético para que la Iglesia europea se arrepienta y busque la integridad? ¿No será, por ejemplo, que la pasión por la justicia ―especialmente entre los jóvenes— en realidad refleja algo de la pasión de Jesús por la justicia que quizás a la Iglesia se le haya pasado por alto? Si fuera así, ¿cómo podría la Iglesia colaborar en este esfuerzo, resaltando lo bueno donde lo vemos y, al mismo tiempo, proclamando y viviendo de manera humilde la belleza y la verdad del evangelio?».
  • La Iglesia necesita ser un espacio seguro que dé la bienvenida a personas de distintas minorías, estilos de vida y procedencias. En una sociedad pluralista con distintas formas de vida, necesitamos tomar en serio que Jesús no les pedía a las personas que cambiaran antes de aceptar su amor; de hecho, era su amor el que cambiaba a las personas, a menudo gradualmente. En esto, será clave un discipulado paciente y amoroso, que esté preparado a hacer un poco más.

Los pensadores seculares comienzan a darse cuenta cuán profundamente enraizados a un marco cristiano están los valores europeos4 y cómo la dignidad y los derechos humanos presuponen una base moral objetiva que no se halla en el relativismo secular. Ha comenzado una nueva conversación sobre la orientación moral.5 Necesitamos participar de este diálogo con sabiduría y humildad, mostrando por qué el Jesús al que seguimos cuenta «una historia mejor»6 y cómo el evangelio es profundamente bueno para el desarrollo del individuo y de la sociedad como un todo. En vez de limitarnos a proclamar la verdad cristiana, debemos mostrar las estructuras de veracidad de nuestra fe.

Reconstruir la comunidad

Europa es tanto el destino principal de la migración de todo tipo y una de las poblaciones más urbanizadas del mundo, con 74,9 % de los europeos viviendo en las ciudades. Los distintos centros urbanos resultantes de esto están muy marcados por una mentalidad secular, con un vaivén de opiniones sobre la verdad y la moralidad, y un estilo de vida cada vez más digitalizado.

Mientras todas las regiones intentan comprender hacia dónde llevan las corrientes globales actuales, surgen oportunidades al observar el contexto europeo que durante décadas ha experimentado los efectos profundos de la globalización, la secularización, el materialismo y la digitalización. Las ciudades europeas están marcadas por una comunidad cuyos integrantes nunca han estado tan cerca y tan lejos los unos de los otros al mismo tiempo. En la búsqueda de libertad y autonomía, nos hemos vuelto nuestros propios enemigos, acarreándonos de distintas formas la destrucción de los valores de la familia y de la verdadera comunidad.

La mayoría de las veces, el evangelio no está disponible de manera claramente comprensible para el rápido urbanita europeo de mente secular. Nuestra cultura no busca las respuestas en la Iglesia, dado que esta a menudo es vista como una tradición muerta y vacía del pasado. Además, la vida en las ciudades europeas se ha vuelto ajetreada y está absorta con la atracción de un modo de vivir materialista, por lo que la mayoría no tiene tiempo para considerar los asuntos espirituales, mucho menos el mensaje del evangelio.

Pero quizás el desafío más grande para la comunidad europea sea la paradoja de la desconexión en una era digitalmente conectada, la soledad en la multitud de los densos y prósperos centros urbanos. EU-LS 2022, la primera encuesta sobre la soledad realizada a lo largo de la Unión Europea, arrojó que, en promedio, el 13 % de los encuestados indicó sentirse solo todo el tiempo o la mayor parte de este, en tanto que el 35 % informó sentirse solo al menos parte del tiempo.7 Una investigación similar con base en el Reino Unido reveló que uno de cada cuatro adultos en el Reino Unido dicen sentir soledad regularmente, y estos niveles son más altos en los jóvenes.8

De hecho, cuando se trata de las generaciones futuras, los mileniales y la generación Z están significativamente marcados por sentir dos carencias profundas: la falta de sentido y la soledad.9 Muchos llegan a Europa en busca de la promesa de un estilo de vida con alto poder adquisitivo, para toparse con que tenerlo todo no es suficiente. Los jóvenes de Europa quizás no tengan hambre física, pero ciertamente tienen hambre espiritual. Como lo dice un youtuber de Londres: «Nadie puede ofrecer una conexión significativa. Siento que no puedo participar… Quiero estar solo por costumbre y comodidad, pero me siento desesperadamente aislado y dejado de lado».10

De cara al futuro, el tema que necesita atención urgente de la Iglesia es la realidad de una creciente población urbana en todo el mundo que, como en Europa, se torna cada vez más desconectada, ausente y vacía de una comunidad significativa. La Iglesia está ahí, pero pasa desapercibida para la mayor parte de la población. Los europeos están creciendo solos, con una necesidad imperiosa de la comunidad de vida que representa la Iglesia de Jesús, pero sin poder hallarla ni relacionarse con ella.

Esto requiere un giro rotundo en nuestra estrategia evangelizadora. Durante décadas, hemos dependido demasiado del modelo «acércate», creyendo que si nuestras iglesias son lo suficientemente entretenidas o nuestros eventos son bien ruidosos, la gente se acercará. Sin embargo, los europeos no se acercan más a nosotros. Nosotros tenemos que acercarnos a ellos con un entusiasmo y una convicción renovados del llamado de Jesús: «Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes» (Juan 20:21 NVI).

Los jóvenes de Europa quizás no tengan hambre física, pero ciertamente tienen hambre espiritual.

Este llamado se hace eco en los oídos de las nuevas generaciones de misioneros, con historias emocionantes que surgen en todo el continente sobre el evangelio que de nuevo es proclamado en las calles y las plazas centrales de Europa. La misión Steiger11 alcanza a jóvenes seculares en su ambiente ―como discotecas o festivales de música—, comenzando por el armado de equipos de trabajo a largo plazo en las ciudades. Solo el año pasado, realizaron esfuerzos de alcance con acciones evangelísticas en 45 ciudades, compartiendo el evangelio con más de 40 000 jóvenes, y comenzando estudios bíblicos con los escépticos en sus casas, en cafés y en las universidades. La red FEUER12 realiza semanas misioneras en las universidades en casi todos los países europeos; y movimientos como Revive,13 The Send,14 y Circuit Riders se están movilizando y envían a miles de jóvenes europeos a alcanzar a su generación para Jesús.

Es ahora el momento para que la Iglesia europea dé un paso afuera de la zona de confort y salga a una comunidad que parece muy ocupada y aislada, pero que tiene mucha hambre espiritual.

Reconectar de modo digital

En la actualidad, estamos atravesando un cambio de paradigma, pasando de una cultura principalmente literaria hacia una cultura esencialmente digital. Como Iglesia, debemos adaptar nuestro pensamiento teológico, misiológico y eclesiástico a esta nueva realidad. Con Europa como uno de los principales continentes que lidera el camino hacia el uso de la web a nivel mundial, la Iglesia europea tiene la responsabilidad de marcar el camino.

Como con toda nueva tecnología, surgen nuevas oportunidades, desafíos e, incluso, peligros. La Iglesia tiene la responsabilidad de identificarlos y de lidiar con ellos de manera práctica y teológica. En última instancia, la tecnología afecta a las personas, y en la medida que estos peligros se manifiesten, la Iglesia debe pastorear a las personas en este nuevo entorno.

La colaboración es una de las oportunidades más grandes dentro del espacio Web 3.0.15 En tanto la Iglesia intenta alcanzar a los jóvenes y comprometer a los cristianos en su lugar de trabajo, la Web 3.0 brinda el punto perfecto de conexión.

Para los jóvenes de hoy, construir comunidad en línea es una extensión instintiva y natural de su comunidad física. En 2023, el 47 % de las personas con edades de entre 8 y 25 años en el Reino Unido jugaban en línea a juegos comunitarios. De esos, el 87 % lo hacía al menos 3 veces por semana.16 Los jóvenes de hoy pasan horas en línea jugando y haciendo amigos alrededor del mundo. En 2011, Daniel, de 11 años, decidió que compartiría a Cristo con sus nuevos amigos en línea, así que comenzó su propia iglesia en Roblox, un entorno de juego en línea. En un lapso de 7 años, Daniel tenía una iglesia con 15 000 jóvenes de distintos países. Hoy, ya cuenta con 54 000 miembros.17

Un preadolescente construyó una iglesia con miles de miembros jóvenes. Esto muestra a las claras que muchos jóvenes tienen interés en Cristo; en lo que no están interesados es en los modelos de iglesia tradicional. Así como Pablo utilizó el medio disponible en su época para orientar, enseñar e incluso discipular a la distancia, creemos que hay un lugar para nuevas expresiones de la Iglesia dentro del espacio Web 3.0. Sin alejarnos de los modelos tradicionales de iglesia, ¿se podría alentar un modelo de Iglesia híbrida, donde algunos se congreguen de modo virtual, y otros, en la vida real?

De igual manera, la innovación es posible cuando los líderes cristianos colaboran con los creyentes en su lugar de trabajo. En un esfuerzo por utilizar la tecnología y hacer la capacitación teológica más accesible, la Union School of Theology, en el Reino Unido, está construyendo el primer metacampus cristiano, en el que los estudiantes podrán reunirse con sus comunidades de aprendizaje dentro de la realidad virtual. Esto sirve para ayudar a aquellos alumnos que de otra manera no tendrían acceso a una educación teológica por dificultades geográficas o económicas. Esta nueva iniciativa requerirá de contratistas y diseñadores UI/UX, entre otros especialistas en el área, y es un gran ejemplo de cómo aprovechar las nuevas tecnologías para solucionar problemas viejos, como la necesidad de una educación teológica más difundida y fácilmente accesible.18

La descentralización es una ideología clave dentro de la Web 3.0. Esta descentralización significa que las iglesias pueden operar con menos control gubernamental, especialmente en contextos de persecución. Quizás esto no suene importante hoy; sin embargo, en 2018 el gobierno búlgaro intentó imponer una ley de confesiones religiosas (Religious Denominations Act) que hubiera restringido en gran manera a los grupos de fe minoritarios, como la Iglesia evangélica, limitando su financiamiento extranjero y la educación teológica.19 La ley no fue aprobada; sin embargo, el precedente que sentó es preocupante.

Necesitamos buenas teologías centradas en la intersección entre la fe y la tecnología para crear marcos dentro de los cuales la Iglesia pueda operar y que también sirvan para ayudar a los desarrolladores a repensar las implicancias teológicas de la nueva tecnología que crean. La tecnología digital todavía es un campo muy específico que intenta hacer pie dentro de las instituciones de capacitación teológica.20 Sin embargo, este es un tema que necesita afianzarse más a medida que la tecnología digital se transforma en una presencia cada vez más extendida en nuestras vidas y en nuestras iglesias.

Respetar la creación

«Y Dios consideró que esto era bueno» es una frase muy repetida en la primera historia de Génesis. Nuestro llamado como personas a tener dominio sobre la creación no debe ser mal utilizado bajo ninguna forma de explotación. En cambio, somos llamados a cuidar el jardín, a labrar la tierra y a cultivar el mundo en nombre de su Creador y dueño por derecho. En los últimos años, el principal tema con respecto al cuidado de la creación está relacionado con tomar en serio el cambio climático.

En el capítulo anterior de este informe se definió la sustentabilidad en el cuidado de la creación como un tema clave para tener en cuenta por parte del cuerpo evangélico.21 El pedido por la sustentabilidad conecta con muchos temas sociales. Tanto en la exorbitante deuda pública que aqueja a la mayoría de los países europeos, como en los síntomas del cambio climático que experimentamos en nuestro continente, subyace la ideología del consumismo. Toda la sociedad está basada en la idea del crecimiento constante del consumo y el bienestar. La fe en el crecimiento «sostenible» en todas las naciones, una idea dominante en las Naciones Unidas desde fines de 1980, ha sido demasiado optimista a favor del medio ambiente a expensas del mundo mayoritario. Sin embargo, este dogma ha sido difícil de desafiar. Debemos reintroducir la pregunta clave sobre qué es la sustentabilidad y cómo las voces del mundo mayoritario pueden ayudarnos a comprender esto en el contexto de la justicia climática.

Hasta acá, la inmigración a Europa por causas estrictamente relacionadas con el cambio climático ha sido limitada, aunque parte se esconde detrás de otros conflictos sociales ―detrás de la inestabilidad política y de las guerras, el cambio climático genera presión—. Aunque la Unión Europea lidera el mundo en las iniciativas contra el calentamiento global, el consumo occidental también es el factor principal detrás del desastre global. Por eso, nuestras naciones tienen una obligación moral más grande de enfrentar esta crisis. No hay un modo sustentable que no sea restringir nuestras demandas de bienes comunes.

¿Cómo responde la Iglesia a los grandes problemas de la amenaza a la sustentabilidad demostrada por el cambio climático? Desde una perspectiva bíblica, estos no son solo temas políticos. El consumismo fomenta la codicia y revela nuestra relación con lo que Jesús llama poder «mamón». Entonces, estos asuntos conectados son de naturaleza espiritual. ¿A quién o a qué adoramos? Una Iglesia misionera necesita preguntarse cómo esto afecta a la formación de la fe y al discipulado en Europa.

La Iglesia luterana libre (Free Lutheran Church) de Fredrikstad, Noruega, nos brinda un ejemplo de buena mayordomía. La inversión en células solares en combinación con el aislamiento y la regulación inteligente de la calefacción y la luz redujo sus costos de electricidad a un tercio de su gasto anual. Esta iglesia ganó el premio a la empresa con mayor ahorro energético de Noruega en 2023. Un ahorro de once mil euros en solo una iglesia local refleja el gran potencial que tienen la mayoría de las iglesias de Europa.

Desde un principio, fomentar un estilo de vida alternativo como discípulos de Jesús ha sido parte de nuestro movimiento. El Pacto de Lausana subraya la necesidad de que «aquellos de nosotros que vivimos en circunstancias acomodadas aceptemos nuestro deber de desarrollar un estilo de vida simple con el fin de contribuir más generosamente tanto a la ayuda como a la evangelización». 22 En el Compromiso de Ciudad del Cabo (The Cape Town Commitment) este pensamiento se afianzó como un llamado misionero. Dado que establece que tanto las personas como las sociedades y la creación «están quebrantadas y sufren a causa del pecado», proclama que «estas tres están incluidas en la misión y el amor redentores de Dios», y que por eso «deben ser parte de la misión global de Dios».23

Así como el cuidado de la salud ha sido una prioridad en la misión cristiana durante generaciones, ahora el cuidado de la salud de la creación es crucial en nuestras prioridades. Para profundizar en esta analogía, véase también el importante estudio posterior a la Consulta de Jamaica (Lausanne’s Jamaica Consultation).24 El llamado cristiano a la mayordomía mata dos pájaros de un tiro. Un estilo de vida simple marcado por la generosidad reduce las emisiones tóxicas y permite a la Iglesia asumir con seriedad su misión de llevar el evangelio tanto a judíos como a gentiles.

Aunque el mandato de la Iglesia para la acción política es limitado, es distinto para cada seguidor de Jesús. Nuestro llamado es recordarles a los gobiernos y a las personas sobre nuestra responsabilidad sobre la creación del Dios. La Iglesia debe animar a los cristianos en Europa a trabajar en pos de los cambios políticos necesarios. Junto con las iglesias del mundo mayoritario, necesitamos desarrollar teologías bíblicas sobre la creación, la naturaleza y la mayordomía que desafíen el paradigma de la Ilustración donde el ser humano domina y explota, y fomentar una mentalidad y un estilo de vida que busque una sustentabilidad redefinida en equilibrio con la naturaleza. La falta de teologías que integren el cuidado de la creación y la justicia climática es una barrera hacia el evangelio para las generaciones más jóvenes. 

Considerar la demografía

Europa está atravesando un cambio demográfico sin precedentes como resultado de tres dinámicas interrelacionadas: la caída de la tasa de natalidad, el envejecimiento de la población y la inmigración sostenida desde el mundo mayoritario. Estas tres dinámicas están transformando las sociedades europeas y también el contexto para la misión en Europa de cara al 2050.

La tasa de natalidad en toda Europa ha estado por debajo del nivel de reemplazo durante muchos años. Algunos países mediterráneos ahora tienen tasas de natalidad que están entre las más bajas del mundo (Tasa de natalidad total 2022: Malta: 1,08; España: 1,16; Albania: 1,21; Italia: 1,24; Polonia: 1,29).25 El impacto de este cambio se ha visto mitigado de alguna manera por la migración a los países del sur y el oeste de Europa; pero en muchas poblaciones del este de Europa, se espera que la natalidad caiga más del 20 % para el 2050.26

Hubo otros períodos de baja natalidad en la historia europea, pero el de ahora se combina con una segunda realidad: una mayor población de adultos mayores a quienes sostener. En Europa, la tasa de dependencia de la tercera edad ―número de personas mayores de 65 cada 100 personas en edad laboral— se espera que aumente de alrededor de 30 en 2015, a entre 50 y 60 para 2050 (para Italia y España, el aumento será de entre 70 y 80). Este es un desequilibrio demográfico sin precedentes, tendrá un alcance generalizado de implicancias profundas y un impacto duradero, y no hay modo de revertirlo.27

El descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población conducen inevitablemente a una reducción de la mano de obra, lo que ha atraído a millones de inmigrantes a Europa en los últimos cincuenta años. El número de inmigrantes internacionales que residen en Europa ha pasado de 64 millones en 2005 a 87 millones en 2020, superando a Asia y convirtiéndose en el mayor destino de migrantes internacionales del mundo.28

Muchos países europeos han intentado contrarrestar el descenso de la natalidad ofreciendo incentivos económicos a los futuros padres, pero estos esfuerzos han resultado inútiles en gran medida. Lo que anima a los padres a tener hijos no es la ayuda económica sino una sociedad que realmente valore la paternidad. Europa necesita de manera urgente una visión renovada y saludable del matrimonio, la paternidad y la familia. Esta es una oportunidad para la Iglesia. Esta debe hacer más que simplemente defender el núcleo de la familia tradicional, debe reflexionar profundamente sobre cómo la Iglesia local puede ser una familia para todos.

Lo que anima a los padres a tener hijos no es la ayuda económica sino una sociedad que realmente valore la paternidad. Europa necesita de manera urgente una visión renovada y saludable del matrimonio, la paternidad y la familia. Esta es una oportunidad para la Iglesia.

El envejecimiento de la población de Europa ya está planteando retos a muchas de sus sociedades. A medida que aumenten las tasas de dependencia de la tercera edad, el costo de mantener las pensiones y la asistencia sanitaria de los mayores será cada vez más problemático. La asistencia social ya está en crisis en muchos países. ¿Aprovecharán las iglesias la oportunidad de ser buenas noticias para los ciudadanos mayores de Europa buscando alcanzar a los que están solos, prestando atención a quienes la necesitan y contextualizando el evangelio para los europeos de la tercera edad, de modo que puedan predicar la esperanza, incluso en la muerte, a quienes nunca la han oído? A medida que aumentan las tensiones intergeneracionales ―se les pide a las generaciones más jóvenes que asuman la carga de la creciente generación de pensionados—, ¿proporcionará la Iglesia un modelo de comunidad verdaderamente intergeneracional, en la que el apoyo mutuo y la guía entre las distintas generaciones sean un ejemplo para el mundo de la nueva sociedad de Dios?

Pero quizá el mayor desafío y la mayor oportunidad para la Iglesia sea la inmigración. La inmigración en Europa, sobre todo de musulmanes, ha alimentado el nacionalismo populista en muchos países y, lamentablemente, algunos líderes cristianos se han puesto del lado de la extrema derecha en su retórica de «defensa de la Europa cristiana». Sin embargo, en silencio, muchos musulmanes europeos se están convirtiendo a Cristo. Además, millones de cristianos del mundo mayoritario viven, trabajan, rinden culto y dan testimonio en Europa. Hay iglesias africanas, asiáticas y latinoamericanas en todos los rincones del continente. El desafío consiste en animarlas a que no se limiten a llegar solamente a cristianos de sus propias naciones y etnias, sino que alcancen a los europeos interculturalmente.

Lamentablemente, el pensamiento poscolonial y nacionalista sigue influyendo en el ministerio hacia y desde las comunidades inmigrantes. Esto es especialmente significativo en la medida en que los recursos financieros y lingüísticos (una excesiva dependencia del idioma inglés en toda Europa) limitan los recursos culturales e intelectuales. Los emigrantes y los creyentes de las naciones de acogida deben aprender a servir codo a codo como iguales. El renacimiento de la Iglesia en Europa dependerá de cómo trabajen juntas las iglesias europeas y las del mundo mayoritario.

Conclusión

Hubo un tiempo en que Europa fue vista como el corazón de la cristiandad. Desde Europa se enviaban misioneros al resto del mundo para compartir las buenas noticias de Jesús. Hoy, en cambio, esto ha cambiado, y millones de misioneros del mundo mayoritario han sido movilizados por el Espíritu Santo para reevangelizar Europa. Sin embargo, ellos también tienen que luchar con los seis problemas que hemos señalado en este artículo.

En la actualidad, Europa parece estar muy secularizada. Pero, en silencio, se gesta una extraordinaria reevangelización del continente.29 Como se ilustra en este artículo, el contexto es ciertamente desafiante, pero Dios ya ha arado estos campos. En cumplimiento de la gran comisión, nuestra tarea es considerar el suelo en el que somos obreros y sembrar en abundancia, sin darnos por vencidos.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.

(Gálatas 6:9 NVI)

Notas

  1. Véase Heinz-Peter Hempelmann: «Faktisch, postfaktisch, postmodern? Kommunikation von Wahrheitsansprüchen in pluralistischen Gesellschaften als Problem und Herausforderung» [¿Hechos, pos-hechos, postmodernos? Comunicar afirmaciones de verdad en sociedades pluralistas como problemas y desafíos], en: Theologische Beiträge, 48, Feb. 2017, 6–23. 
  2. Hay numerosos estudios recientes sobre el aumento de los trastornos mentales entre adolescentes, relacionados con distintos temas como el impacto del COVID-19, la correlación con el uso de las redes sociales, el fenómeno que en Escandinavia llaman «la generación de los logros» y con temas de identidad de género. Un estudio danés reciente concluye que «el temor a no poder cumplir con estas demandas está asociado con la ansiedad, sobre todo entre las adolescentes. Además, estas explicaciones se dieron en general en relación con ser los únicos responsables de su propio destino, y con los efectos negativos de estos ideales, generalmente relacionados con la autocrítica y la introspección crítica»; Søren Christian Krogh y Ole Jacob Madsen (2024), «Diseccionando la generación de los logros: cómo los distintos grupos de adolescentes tempranos experimentan y navegan las demandas contemporáneas de logros», en Journal of Youth Studies, vol. 27(5), p.718. Para temas de identidad de género, los estudios muestran una correlación obvia entre la rápida aparición de la disforia de género, un aumento en el uso de internet y de las redes sociales, y los niveles de trastorno mental; véase como ejemplo el estudio de acceso abierto de Lisa Littman: «Corrección: informes de padres de adolescentes y jóvenes adultos que muestran señales de una aparición rápida de disforia de género», en PLoS One 14(3), 19/3/2019.
  3. Véase Oliver Rüegger: «Ich bin weg. Eine empirische Untersuchung, warum Jugendliche in der Schweiz ihre Freikirche verlassen», IGW (2017) , www.igw.edu/ch/ressourcen/downloads/abschlussarbeiten/Ich-bin-weg_Oliver-Ruegger_2017.php, (Consulta: 16/2/2024). 
  4. Véase Tom Holland: Dominion: the making of the Western mind [Dominio: cómo el cristianismo dio forma a occidente] (Londres: Little, Brown), 2019. 
  5. Véase Justin Brierley: The surprising rebirth of belief in God: why new atheism grew od and secular thinkers are considering Christianity again [El sorprendente renacer de la creencia en Dios: por qué el nuevo ateísmo se volvió viejo y los pensadores seculares están volviendo a considerar el cristianismo] (Tyndale Elevate), 2023. 
  6. La idea de «contar una historia mejor» se toma de Glynn Harrison: A better story: God, sex and human flourishing [Una historia mejor: Dios, el sexo y el florecer humano] (Londres: Inter-Varsity Press), 2016.
  7. «The EU loneliness survey, 2022» (Encuesta de soledad de la Unión Europea, 2022) https://joint-research-centre.ec.europa.eu/scientific-activities-z/loneliness/loneliness-prevalence-eu_en, (Consulta: 2/3/2024).
  8. Mental Health Foundation (Fundación de Salud Mental), 2020, https://www.mentalhealth.org.uk, (Consulta: 2/3/2024).
  9. Luke Greenwood: Global youth culture: the spiritual hunger of the largest unreached culture today [Cultura global juvenil: el hambre espiritual de la cultura no alcanzada más grande en la actualidad] (Steiger International), 2019.
  10. Kat Napiorkowska: The loneliness epidemic [La epidemia de la soledad] (cortometraje), Dic. 2020, https://www.youtube.com/watch?v=EadD-ybQ1ds, (Consulta: 14/3/2024).
  11. https://steiger.org/campaign-europe 
  12. https://feuer.network/ 
  13. https://reviveeurope.org/ 
  14. https://thesend.org/ 
  15. «La Web 1.0, también llamada Web Sintáctica, es la primera versión de internet (desde 1990 a2000 aproximadamente). Era contenido e información con predominio de websites estáticos. La Web 2.0, también llamada Web Social, es la segunda versión de internet y emergió alrededor del año 2000. Esta versión es aun el paradigma en el que operamos en la actualidad, y se trata de la comunidad, las redes sociales y el compartir. Twitter, Facebook y YouTube son ejemplos de la Web 2.0. La Web 3.0, también llamada Web Semántica, comenzó a emerger alrededor de 2010. Las tecnologías incluidas aquí son el aprendizaje automático que habilita contenidos a medida para los internautas; la inteligencia artificial, como Siri de Apple o Alexa de Amazon, así como experiencias en realidad virtual». J. Sewell: «Church and mission within virtual reality: an exploration» [La Iglesia y la misión dentro de la realidad virtual: exploración] (2023), https://www.academia.edu/116146078/Church_and_Mission_Within_Virtual_Reality_An_Exploration, (Consulta: 10/4/2024).
  16. T. Baynton: Data deep-dive: the impact of video gaming on the wellbeing of young people [Análisis profundo de datos: el impacto de los videojuegos en el bienestar de los jóvenes], Digital Youth Index (2023): https://digitalyouthindex.uk/the-impact-of-video-gaming-on-young-people/. (Consulta: 31/1/2024).
  17. BEME News: «Is virtual religion the new VR?» [¿La religión virtual es la nueva realidad virtual?] (2018), https://www.youtube.com/watch?v=N0IImB0gItI. (Consulta: 14/11/2022); TRCOnlineChurch, The Robloxian Christians, Roblox (2024), https://www.roblox.com/groups/477219/The-Robloxian-Christians, (Consulta: 10/4/2024).
  18. Union Foundation: Metaverse: the future of ministry training [Metaverso: el futuro de la capacitación para el ministerio], Union Theology (2024), https://uniontheology.org/metaverse-theological-education, (Consulta: 10/4/2024).
  19. Evangelical Focus: «Bulgarian evangelicals alarm about religion law ‘threatening rights and freedoms of churches’» [Los evangélicos en Bulgaria en alerta por ley religiosa que amenaza los derechos y las libertades de las iglesias], Evangelical Focus (2018), https://evangelicalfocus.com/europe/3983/bulgarian-evangelicals-alarm-about-religion-law-threatening-rights-and-freedoms-of-churches, [Consulta: 10/4/2024].
  20. J. Kurlberg: «Challenges facing digital theology today» [Los desafíos que enfrenta la teología digital en la actualidad], Medium (2022), https://medium.com/@jonas.kurlberg/challenges-facing-digital-theology-today-dd93d27e238, (Consulta: 10/4/2024).
  21. «What is sustainable?» [¿Qué es sustentable?], State of the Great Commission Report [Informe del estado de la gran comisión], 92–93.
  22. LC, IX.
  23. CTC, I-7a. 
  24. Colin Bell y Robert S. White (eds.): Creation care and the gospel. Reconsidering the mission of the Church [Cuidado de la creación y el evangelio. Reconsiderando la misión de la Iglesia] (Peabody, MA: Hendrickson Publishers), 2016, 48–50. 
  25. Eurostat: «How many children were born in the Eu in 2022?» [¿Cuántos niños nacieron en Europa en 2022?], 2024, https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/w/ddn-20240307, (Consulta: 4/5/2024).
  26. Eurostat: «Population projected to decline in two-thirds of EU regions» [Se proyecta un declive de dos tercios de la población en regiones de la Unión Europea] (2021), https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/-/ddn-20210430-2, (Consulta: 4/5/2024).
  27. Naciones Unidas: «EXECUTIVE SUMMARY of world population ageing 1950-2050» [Resumen ejecutivo sobre el envejecimiento de la población mundial 1950-2050] (2002), https://www.un.org/development/desa/pd/sites/www.un.org.development.desa.pd/files/files/documents/2021/Nov/undesa_pd_2002_wpa_1950-2050_web.pdf, (Consulta: 4/5/2024).
  28. IOM [Organización Internacional para las Migraciones] , World migration report 2022 [Informe de migración mundial 2022] (2021), 24, https://publications.iom.int/system/files/pdf/WMR-2022.pdf, (Consulta: 4/5/2024).
  29. Memory, Europe 2021: A missiological report [Informe misiológico] (2021), https://vistajournal.online/latest-articles/europe2021, (Consulta: 4/5/2024).

Biografía del autor

Julia Garschagen

Julia Garschagen es directora del Instituto Pontes para la Ciencia, la Cultura y la Fe. Es evangelista y apologista en la universidad y para sectores empresariales, y entre jóvenes en países de Europa de habla alemana y más allá. Cofundadora de una ONG que brinda educación a jóvenes en Perú, es también parte del directorio de International Justice Mission en Alemania, y de Christival, el mayor festival juvenil internacional de Alemania.

Luke Greenwood

Luke Greenwood es el director europeo para Steiger, una misión dedicada a alcanzar a la cultura juvenil global para Cristo, que en la actualidad promueve movimientos evangelistas en más de 40 ciudades de Europa. Luke es autor de Global youth culture: the spiritual hunger of the largest unreached culture today (2019).

Rolf Kjøde

Rolf Kjøde es profesor adjunto de Misiología en la universidad NLA University College, en Noruega. Ha sido líder de misiones a nivel nacional e internacional por muchos años, con una participación activa en el Movimiento Lausana.

Jim Memory

Jim Memory es director regional de Lausana Europa y director de Asociaciones Internacionales de European Christian Mission.

Usha Reifsnider

Usha Reifsnider es una seguidora de Cristo británica-surasiática de origen hindú. Ella y su esposo estadounidense, Matt, llevan más de tres décadas trabajando como colaboradores en la misión con inmigrantes, refugiados y la diáspora. Los intereses de investigación de Usha están en la intersección de la antropología cultural y la teología práctica. Sus diversas funciones en el ministerio incluyen la de directora del Centro de Misioneros del Mundo Mayoritario (CMMW), que forma a iglesias y agencias paraeclesiásticas en la misión hacia, a través de, desde y con grupos de la diáspora. Usha también imparte un módulo sobre marcos filosóficos y ética a nivel de posgrado en Waverley Abbey College. Usha y Matt tienen dos hijos adultos casados y dos “nietos” adolescentes recientemente adoptados.

Janet Sewell

Janet Sewell sirve en el equipo regional de Lausana Europa, así como en el equipo de operaciones del Movimiento Lausana. Pasó 14 años con misionera en Grecia. Tiene una maestría en Misiología Contemporánea, en la que se especializó en misiones y eclesiología dentro de la realidad virtual. Graduada del Oxford Centre for Christian Apologetics. Janet está casada con Mehran, juntos trabajan en la plantación de iglesias entre los iraníes en Londres.

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