Informe regional de Oceanía

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Panorama de la región

La región de Oceanía abarca una zona geográfica que se extiende por los hemisferios oriental y occidental e incluye más de 10 000 islas del Pacífico. Tiene quince Estados independientes (Australia, Estados Federados de Micronesia, Fiyi, Kiribati, Islas Marshall, Nauru, Nueva Zelanda, Palaos, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Islas Salomón, Timor Oriental, Tonga, Tuvalu y Vanuatu) y trece territorios asociados o no soberanos (Samoa Americana, Isla de Navidad, Islas Cocos Keeling, Islas Cook, Polinesia Francesa, Guam, Nueva Caledonia, Isla Norfolk, Islas Marianas del Norte, Niue, Islas Pitcairn, Tokelau y Wallis y Futuna). Existen cuatro subregiones en Oceanía: Australasia, Melanesia y Micronesia, y Polinesia. Las cuatro naciones con mayor población son Australia, Papúa Nueva Guinea, Nueva Zelanda y Fiyi. Debido a su lejanía del resto del mundo, la región presenta desafíos y oportunidades únicos en lo que se refiere al estado de la gran comisión.

El estado de la Iglesia en Oceanía

Las estadísticas más recientes de la región en su conjunto indican que Oceanía es predominantemente cristiana. Los misioneros de Europa y Estados Unidos llevaron el evangelio a las islas del Pacífico, creando una variedad de iglesias «históricas» o «tradicionales» que todavía prevalecen en las diversas islas de la región. El éxito de la actividad misionera a lo largo del siglo XX no tiene precedentes. En el lapso de 75 años, la gran mayoría de las islas del Pacífico pasaron a ser dominadas por la fe cristiana.1 

Sin embargo, el panorama del cristianismo en Australia y Nueva Zelanda es muy distinto. En estos países el número de personas que se identifican con el cristianismo se reduce a la mitad, y la asistencia a las iglesias es cada vez menor. Los resultados de los últimos censos y encuestas eclesiásticas clasifican a las iglesias australianas (protestantes) utilizando los términos «en crecimiento», «en reproducción» y «en multiplicación»:

  • En crecimiento: Alrededor del 20 % de las iglesias crecieron al menos un 10 % en asistencia semanal de 2017 a 2021.
  • En reproducción: Menos del 1 % de las iglesias se «reprodujeron» plantando una iglesia en Australia en 2019 (el año antes de que ocurriera la pandemia), pero no lo hicieron en otros años.
  • En multiplicación: Solo el 0,25 % de las iglesias, es decir, una cuarta parte de las iglesias plantadoras, plantaron iglesias en Australia en 2019 y lo hacen de manera recurrente.

Crecimiento y disminución de las iglesias

En Australia, se estima que alrededor del 20 % de las iglesias protestantes han crecido un 10 % o más desde 2016 hasta 2021, mientras que se calcula que casi el 70 % está disminuyendo un 10 % o más. Estos datos contrastan mucho con los de los años 2011 a 2016, cuando se estimaba que más del 30 % de las iglesias estaban en crecimiento, mientras que el 50 % en disminución.

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Se observan pequeñas diferencias entre las distintas localidades en cuanto a crecimiento y disminución de las iglesias entre 2016 y 2021, salvo en el caso de las ciudades rurales más pequeñas (ciudades con menos de 2000 habitantes). Las iglesias de las localidades más pequeñas registran niveles más bajos de disminución del número de iglesias. Además, el crecimiento es mayor en las ciudades pequeñas y puede que se deba al «cambio a la costa» o al «cambio al campo» que muchos habitantes de zonas urbanas buscaban durante y después de la pandemia.

Se observa claramente en toda Oceanía que la creación y el crecimiento de nuevas iglesias se está produciendo en detrimento de las iglesias históricas tradicionales. Han surgido redes cada vez más complejas de grupos e iglesias pentecostales, carismáticos y evangélicos transnacionales. Estas redes se han unido como un movimiento en el que los flujos de personas, de dinero y de ideas se propagan cada vez con mayor velocidad e intensidad. No cabe duda de que esta forma de iglesia resuena entre la gente, sobre todo en los Estados insulares.

Si se mantiene la misma tendencia de cambio en la afiliación religiosa, para 2050 la mayor parte de cristianos no pertenecerá a las iglesias protestante y católica romana, que en un momento dado representaban un asombroso 90 % de la población.

Las iglesias históricas tradicionales de las islas del Pacífico siguen cooperando a nivel regional a través de la Conferencia de Iglesias del Pacífico, y a nivel internacional a través del Consejo Mundial de Iglesias. Sin embargo, el compromiso y la contribución al movimiento ecuménico están disminuyendo drásticamente. Existe una tendencia cada vez mayor hacia el nacionalismo en detrimento de la cooperación ecuménica, lo que sitúa a las iglesias miembros de los organismos ecuménicos en una posición vulnerable de cara a futuros acontecimientos.

Plantación de iglesias

Aunque apenas existen diferencias de crecimiento o disminución entre los diversos grupos denominacionales, sí hay diferencias notables en lo que se refiere a plantación de iglesias. Las iglesias tradicionales registran el nivel más bajo de plantación de iglesias, con un 2,8 % en los últimos 5 años (véase la siguiente tabla). Esto quiere decir que la tasa anual de plantación de iglesias de las denominaciones tradicionales es ahora inferior al 1 %.

Otras denominaciones eclesiásticas no pentecostales registraron una cifra ligeramente mayor, pues el 3,8 % de sus iglesias plantaron otra iglesia y aproximadamente el 1,2 % de las iglesias de estas denominaciones plantaron una iglesia cada año. 

Las denominaciones pentecostales registraron una cifra mucho mayor, ya que el 14,5 % de sus iglesias señalaron que habían plantado una iglesia en los últimos 5 años, o alrededor del 4,6 % de las iglesias pentecostales plantaron otra iglesia por año.

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El ritmo de plantación de iglesias en Australia parece haber disminuido ligeramente en la última década. Gran parte de las iglesias que plantaron las iglesias pentecostales (quizá más del 40 %) se fundaron en el extranjero.

La pandemia del COVID-19 tuvo un profundo impacto en la vida de la Iglesia, ya que la gran mayoría de las iglesias experimentaron una disminución y una interrupción significativa de los esfuerzos de plantación de iglesias. Sin embargo, ya antes de la pandemia había importantes desafíos para la Iglesia en Australia.

De aquí a 2050: Principales tendencias que darán forma a la gran comisión

¿Cuáles son las nuevas tendencias demográficas?

La demografía de Oceanía muestra una región más multicultural y urbanizada, con una población de edad avanzada. En los últimos años, la región ha experimentado un aumento de la inmigración, lo que ha dado lugar a una diversidad mucho mayor en una sociedad cada vez más multicultural.

Uno de los cambios más importantes es el aumento del número de inmigrantes procedentes de países asiáticos. La inmigración asiática, sobre todo de China e India, ha venido en aumento constante, gracias a las oportunidades económicas y las posibilidades educativas. Como resultado, ciudades como Sídney, Melbourne y Auckland se han convertido en animados centros multiculturales. Esta tendencia no solo ha aportado diversidad a la región, sino que también ha influido en diversos aspectos de la sociedad, como la comida, la moda, el idioma y la religión.

Asimismo, Oceanía experimenta un aumento gradual de la esperanza de vida y una disminución significativa de la tasa de fecundidad, lo que ha dado lugar al envejecimiento de la población. El impacto del envejecimiento de la población ya puede apreciarse en la dinámica cambiante de la mano de obra y la presión que ejerce sobre los sistemas de salud. Los gobiernos de la región se esfuerzan cada vez más por encontrar estrategias para ayudar a la población de edad avanzada, por lo que la asistencia médica y la atención a la tercera edad de carácter religioso seguirán ofreciendo muchas oportunidades para proclamar el evangelio.

¿Cuál es la base de la confianza?

Puede que sea algo inevitable, o tal vez se deba a la velocidad de adopción, pero la tecnología y la vida digital están deteriorando la confianza. La tecnología, el auge de la inteligencia artificial, las filtraciones de datos a escala mundial, los influencers, el ciberanzuelo, los bots de chat y las noticias falsas han corrompido algunos de los indicadores de confianza más importantes de la región.

En Australia, la desinformación se considera el mayor problema de la sociedad, con un 94 % de los australianos que la sitúan en el primer lugar, por encima del coste de la vida, la salud mental, los asuntos internacionales y el cambio climático2.

El rápido auge de la inteligencia artificial, que ha absorbido gran parte del interés y la atención de Oceanía en los últimos 12-18 meses,3 puede ser desestabilizador. Ya no podemos utilizar la voz, las imágenes, las conversaciones o los videos como fuente fiable de la verdad, porque la inteligencia artificial es capaz de imitar con gran precisión al ser humano.

Por otra parte, los habitantes de Oceanía desconfían de los famosos y de los influencers, no se fían de sus opiniones, datos o pensamientos, ni tampoco se fían mucho de los líderes religiosos: el 74 % de los australianos indica que no confía en ellos4.

¿Qué es justo y equitativo?

Hombres y mujeres trabajando juntos

En Oceanía, las congregaciones cristianas están compuestas en su mayoría por mujeres, pero las dirigen principalmente hombres5. En algunos contextos de Oceanía, las normas de género suelen verse influidas por la interpretación de las Escrituras. Uno de los países con mayor igualdad de género es Papúa Nueva Guinea, en Melanesia6. En todas las islas del Pacífico, el marco relacional crea un entorno propicio para el abuso y la explotación7. El sufrimiento silencioso y los abusos espirituales y físicos son frecuentes en estos contextos8. En la sociedad australiana y neozelandesa en general, la igualdad de género es una empresa social, pero entre las culturas indígena, maorí y pacífica (así como en las comunidades de inmigrantes que crecen a un ritmo acelerado en toda Australia, incluidas las que emigran de las islas del Pacífico), la igualdad de género puede percibirse como una ideología occidental importada e incompatible o hasta inadmisible dentro de las estructuras sociales locales.9 En las culturas indígena, maorí y pacífica, el género se entiende y se expresa de forma diferente a los esquemas occidentales y se suele definir en función de las relaciones comunitarias y sociales y de las prácticas culturales locales.10 

Aunque es preciso seguir desarrollando una inteligencia cultural que valore la diversidad de sistemas y de estructuras familiares en toda la región11, en Oceanía existe una gran necesidad de abordar y poner fin a la violencia de género12, mejorar el acceso de las mujeres y las niñas a la educación y a los medios de vida y desarrollar las oportunidades que se ofrecen a las mujeres para ejercer el liderazgo en sus comunidades, profesiones e iglesias.

¿Qué es sostenible?

Salud mental

Las enfermedades mentales afectan cada vez más a los países de Oceanía, y las causas de este aumento son muy diversas.13 En algunas regiones de Oceanía aún no se ha investigado ni comprendido el considerable aumento de las enfermedades mentales. Debido a esta falta de información, no es posible establecer estadísticas precisas sobre la prevalencia de los trastornos mentales en la región. De los datos disponibles, Australia y Nueva Zelanda presentan algunas de las tasas de prevalencia de trastornos mentales más elevadas del mundo.14

Los niños, jóvenes y adultos de Oceanía sufren depresión y ansiedad. Un aumento significativo de los trastornos mentales en los jóvenes (depresión, ansiedad, consumo de drogas y suicidio) tiene repercusiones sociológicas cruciales, como el aumento de la delincuencia juvenil y el devastador impacto del suicidio. Las afecciones psiquiátricas también son más frecuentes, y los trastornos por consumo de drogas afectan en mayor medida a las poblaciones indígenas de Oceanía.15

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Los factores que impulsan el aumento de la prevalencia de los trastornos mentales son complejos y variados. En Oceanía, entre otros, se han identificado el COVID-19, los conflictos, el bajo nivel socioeconómico, el aumento del costo de vida, la violencia doméstica y familiar, el trauma infantil y la soledad. El impacto del cambio climático ha sido otro factor importante, especialmente en Micronesia, Melanesia y Polinesia.16

Entre los más afectados y vulnerables, con un acceso limitado a servicios equitativos, se encuentran con mayor frecuencia las mujeres y la población indígena.17 Ante el aumento de la demanda, los servicios de salud mental de los sectores público, privado y de las ONG tienen dificultades para satisfacer las necesidades de salud mental en toda la región. Según un informe mundial sobre salud mental, «las enfermedades mentales abundan en todo el mundo, no reciben el tratamiento adecuado y carecen de recursos suficientes». Se calcula que en Oceanía más del 90 % de las personas con problemas de salud mental no tienen acceso a tratamiento psicológico.18

Esta creciente necesidad de salud mental ofrece una oportunidad a la Iglesia cristiana. Aunque las enfermedades mentales son frecuentes en la comunidad eclesiástica, los líderes eclesiásticos y la comunidad apenas tienen conocimientos o formación al respecto. La OMS señaló que «la salud mental es tarea de todos», e identificó la necesidad de promover la conexión a fin de lograr el bienestar mental y la recuperación. Teniendo en cuenta que la soledad se considera una pandemia que afecta a la salud mental y la recuperación, la iglesia puede impartir educación y formación para reducir el estigma que rodea a las enfermedades mentales y crear un espacio que facilite la prevención, la conexión y la recuperación.19

Existe una necesidad acuciante de formar debidamente a los profesionales de la salud mental para que ofrezcan un tratamiento psicológico que sea competente desde el punto de vista cultural y esté integrado con la fe, a fin de colaborar con la comunidad eclesiástica20.

Cuidado de la creación

El año 2023 ha sido oficialmente el más caluroso que se ha registrado. Varios centros climáticos incluyen enero de 2024 en sus conjuntos de datos para demostrar que ya hemos superado el límite de 1,5 °C de aumento de temperatura respecto a los niveles preindustriales.21 Asimismo, la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero sigue aumentando, con un nivel de dióxido de carbono atmosférico de 422,80 partes por millón en enero de 2024, frente a las 418,13 partes por millón de enero de 2022.

Un informe del Panel Intergubernamental sobre el cambio climático de 201822 preveía que el umbral de 1,5 °C podría superarse entre 2030 y 2050. El cruce temprano de este umbral tiene graves consecuencias para la salud, el bienestar y el estilo de vida de los habitantes de Oceanía.  Aunque este umbral permite mayores oportunidades de adaptación que el de 2 °C, sigue habiendo repercusiones de gran magnitud, como el aumento de las precipitaciones debido a los ciclones tropicales y la subida del nivel del mar, que afectan en gran medida a las zonas costeras bajas y a los deltas.23

Además de los efectos sobre la temperatura terrestre, la pronta superación del umbral de 1,5 °C repercute en los océanos. El calentamiento de los mares, junto con el aumento de la acidez y la reducción de los niveles de oxígeno, afectará a la biodiversidad marina, la pesca y los ecosistemas (IPCC, 2018). Esto, a su vez, repercute en los servicios ecosistémicos y el turismo de la región.

Se recurrirá cada vez más a la migración como estrategia,24 pero su aumento podría afectar a las culturas y los valores y provocar reticencia a marcharse.25Aunque la teología sigue siendo un obstáculo para la aceptación de la ciencia del cambio climático y la disposición a adaptarse, la Iglesia seguirá teniendo un papel esencial en la región. Se necesitarán nuevos planteamientos teológicos, como el del Éxodo, para contrarrestar los discursos en torno al diluvio de Noé o los esquemas escatológicos inadecuados.26

¿Qué es el ministerio en la era digital?

Otro problema que afecta a esta región es el impacto de la distancia geográfica y, por tanto, el gran efecto de la aceleración digital. 

A nivel mundial, el COVID-19 alteró y aceleró cambios sociales que podrían haber tardado décadas o incluso generaciones en producirse.27 La transición a lo digital y la adopción de la tecnología en la fe y la vida espiritual es un ejemplo significativo. 

Nicky Gumbel se refirió a ello como «la mayor oportunidad evangelística de nuestra existencia».28

Para Oceanía, la adopción y aceptación de la tecnología digital en lo que se refiere a formas de iglesia, discipulado y proclamación ha significado:

  • Que más personas puedan explorar la fe en un formato que no sea conflictivo. Alpha Australia descubrió que la gente prefiere explorar el tema de la fe en línea.29
  • Que se puedan compartir recursos y difundirlos de una forma que nunca antes había sido posible. Esto significa que podemos tener un mayor alcance y un mayor impacto con una menor presión sobre los recursos limitados.30 
  • Que el contenido a demanda ocupe un lugar muy importante, y que la gente lo consuma en su tiempo libre. La Iglesia digital ofrece a la gente la oportunidad de explorar la fe, recibir formación y practicar el culto de una forma accesible. Se trata de algo fundamental para grupos como los trabajadores por turnos, los padres con niños pequeños, las personas que viajan, los enfermos o inmunodeprimidos, o los que no pueden asistir a un servicio de la iglesia por problemas de accesibilidad o de salud mental.31

Consideraciones regionales para la gran comisión

La voz de las naciones originarias

Existe una herida importante en la historia de los pueblos de las naciones originarias y la Iglesia de Australia y de Nueva Zelanda. Por supuesto, los misioneros de las generaciones anteriores han hecho mucho bien al compartir el evangelio y discipular, ofrecer servicios de salud, educación y apoyo social, entre otros. Pero esa historia también entraña dolor y consecuencias generacionales, como la pérdida de tradiciones y de identidad cultural, la separación forzosa de familias, la pérdida de su idioma y de sus tierras.32 En las islas del Pacífico, las culturas predominantemente cristianas han encontrado una forma de vivir la cultura y la fe.

Actitudes hacia la evangelización entre las generaciones jóvenes

Las generaciones emergentes de quienes viven en Oceanía están más abiertas a debatir sobre espiritualidad y recurren a los medios de comunicación (redes sociales y medios convencionales) para participar en diálogos sobre la fe y las creencias

En Oceanía, el estado de la gran comisión se verá muy afectado si se mantiene la misma actitud hacia la evangelización en las generaciones adultas emergentes: la Generación Y y la Generación Z. Estas generaciones no solo muestran menos afinidad hacia el cristianismo que otras regiones del mundo,33 sino que están abandonando la iglesia a un ritmo más acelerado que el promedio mundial.34 

Además, la investigación de Barna realizada en Estados Unidos demuestra que los milenials se oponen en mayor medida a la idea de la evangelización, pues el 47 % la considera «equivocada» 35, mientras que la mayor parte de los padres australianos no creen que sea importante transmitir la fe a sus hijos.36

Como nota positiva, el 36 % de los australianos está abierto a cambiar su punto de vista sobre la fe y su confianza y las asociaciones positivas hacia las personas cristianas se mantiene estable. Si se les invitara personalmente a ir a la iglesia, el 68 % de los australianos afirman que probablemente asistirían.37

Las generaciones emergentes de quienes viven en Oceanía están más abiertas a debatir sobre espiritualidad y recurren a los medios de comunicación (redes sociales y medios convencionales) para participar en diálogos sobre la fe y las creencias. El 64 % de los australianos cree que los medios de comunicación son el espacio más apropiado para los debates religiosos y espirituales.

El clima geopolítico de Oceanía

Oceanía se ve y se verá afectada por el interés y las ambiciones de China en un futuro próximo. La creciente población y las industrias en expansión de China requieren un suministro estable y sostenible de recursos naturales, algo que Oceanía puede ofrecer. Además, China considera esta región como un mercado sin explotar para sus bienes y servicios, dada la mayor disponibilidad de ingresos y el creciente mercado de consumo de la región. Mediante la inversión en proyectos de infraestructuras y la promoción de las relaciones comerciales con los países de Oceanía, China pretende intensificar su presencia económica y tal vez beneficiarse del potencial táctico de la región en el plano militar.

Esta zona se considera un elemento clave en la estrategia de la «primera cadena de islas» perseguida por China, que busca establecer un perímetro defensivo a lo largo de sus fronteras marítimas. Al estrechar sus lazos con los países de Oceanía, China pretende asegurarse su apoyo en los conflictos regionales y, posiblemente, obtener acceso estratégico a instalaciones militares en el Pacífico.

Cabe esperar que en las próximas tres décadas la inmigración china en toda la región se mantenga en niveles significativos, lo que tendrá un impacto no menos importante en los ministerios de evangelización y pastorales.

Oportunidades y desafíos para la gran comisión

A medida que el aumento de los problemas de salud mental, el cambio climático, los problemas de liderazgo, los cambios generacionales y la rápida adopción digital afectan a Oceanía, la iglesia se enfrenta al desafío de demostrar su relevancia y que es capaz de participar realmente en la gran comisión. Los cristianos tendrán que hacer frente a estos desafíos y aprovechar las oportunidades de manera que podamos ver que se hacen más discípulos y se mantienen de cara a 2050.

Desafíos

Confianza deteriorada

Esto supondrá un enorme desafío para la validez del evangelio y el impulso de la gran comisión. Tendremos que averiguar qué hace que el mensaje sea digno de confianza, fiable y pertinente para una comunidad en la que crece la desconfianza.

Mensaje mediatizado

Es probable que aumente la distancia entre el nuevo creyente y la iglesia, y que cada vez haya más cristianos fuera del entorno eclesiástico tradicional.

Si la evangelización y las conversaciones de fe migran principalmente a un entorno digital y mediatizado, la proclamación asumirá otra forma y lo mismo ocurrirá con las oportunidades de respuesta. Es probable que aumente la distancia entre el nuevo creyente y la iglesia, y que cada vez haya más cristianos fuera del entorno eclesiástico tradicional.

Oportunidades

Relevancia

La iglesia necesita mostrar relevancia siendo auténtica y transparente, para aprender cómo comprometer y conectar a los cristianos más allá de las diferencias; y específicamente, cómo relacionarse con la generación emergente y empoderarla. Cada vez se pide más a la Iglesia que intervenga en espacios de interés social para liderar, modelar el cambio y defender cuestiones cruciales que afectan a Oceanía, como la salud mental, el clima, la violencia de género, la reconciliación indígena y la transparencia.

Liderazgo indígena

El futuro de la gran comisión en Oceanía requiere un mayor desarrollo de la inteligencia cultural y un cambio de los esquemas occidentales dominantes que permitan aprender de los sistemas e ideas culturales indígenas, maoríes y pacíficos y darles cabida.

El futuro de la gran comisión requiere una imaginación creativa que siga la dirección y el consejo de los líderes cristianos indígenas, maoríes y pacíficos. Con paciencia, un horizonte generacional y una actitud generosa a la hora de compartir los cuantiosos recursos que existen, sobre todo en Australia y Nueva Zelanda, veremos una iglesia futura conformada por las voces y la presencia de los diversos pueblos indígenas de Oceanía.

El futuro de la gran comisión en Oceanía requiere un mayor desarrollo de la inteligencia cultural y un cambio de los esquemas occidentales dominantes que permitan aprender de los sistemas e ideas culturales indígenas, maoríes y pacíficos y darles cabida.  Para ello es necesaria una teología que interconecte a Dios, el culto, la vida en su conjunto, la ecología, la economía, la comunidad y la tierra. Australia y Nueva Zelanda cuentan con sólidas instituciones de educación teológica que gozan de una buena financiación y que son fundamentales para equipar a la próxima generación de líderes. Este desarrollo debe incluir las opiniones de las mujeres y de los líderes cristianos indígenas, maoríes y pacíficos a fin de dar forma a un futuro que acoja a la Iglesia oceánica e incluso la fundamente en una forma de discipulado y de vida que esté profundamente marcada por la cultura y las prácticas oceánicas.

Igualdad de género

Este es uno de los temas actuales en el Pacífico y el futuro de la gran comisión requiere que las iglesias de toda Oceanía aborden la cuestión del género a la luz de las enseñanzas de la Biblia. Esto supondrá empoderar a las mujeres independientemente de nuestra inclinación teológica particular; abordar los constructos sociales, las prácticas nocivas y las normas sociales injustas, y acabar con la discriminación y la violencia de género. En el caso de las iglesias de toda Oceanía, y con los ajustes culturales adecuados, ello implica cambiar de manera intencional la cultura de nuestras iglesias e instituciones de manera que se continúe con el largo trabajo de dar lugar a las mujeres, y abordar el sesgo de género de segunda generación que aún existe, incluso en espacios que acogen a las mujeres.

La iglesia tiene la oportunidad de equipar, formar y capacitar a hombres y mujeres en el contexto eclesiástico y comunitario a fin de acabar con las estructuras sociológicas e implícitas vigentes que impulsan la discriminación de género en Oceanía. La iglesia tiene la posibilidad de enfrentarse a las creencias teológicas y sociales que desempoderan a las mujeres y conducir a una verdadera inclusión y empoderamiento. Un movimiento de mujeres que rindan culto en iglesias seguras y empoderadas y que además las dirijan, lo mismo que al mercado, son parte integral de cualquier movimiento futuro del Espíritu en Oceanía.

Sostenibilidad

Con el aumento de las enfermedades mentales, las iglesias desempeñan un papel crucial a la hora de apoyar a las personas que las padecen, reducir el estigma que rodea a la salud mental y crear espacios inclusivos que favorezcan una conexión y una inclusión auténticas. Para lograrlo, las iglesias tienen la oportunidad —desde el nivel organizativo hasta el congregacional— de crear condiciones seguras, equiparse en materia de salud mental y crear una comunidad significativa. Dada la prevalencia de las enfermedades mentales en Oceanía, el futuro de la gran comisión consiste en acoger a las personas con enfermedades mentales y hacer de la iglesia un lugar de inclusión, sanidad y conexión social.

Generaciones emergentes

Si los jóvenes cristianos consiguen reavivar su pasión por el evangelio y por la gran comisión, y si son capaces de aprovechar el regalo de la tecnología y los medios de comunicación, es posible que la evangelización continúe. Los jóvenes quieren hablar de la fe y quieren hacerlo a través de los medios de comunicación. Con ello aumenta exponencialmente la oportunidad de predicar el evangelio «hasta los confines de la tierra».

Notas finales

  1. C.W. Forman, The Island Churches of the South Pacific: Emergence in the Twentieth Century (Wipf & Stock Publishers, 2022), 227. https://books.google.com.au/books?id=zyKcEAAAQBAJ.
  2. ‘Australia Talks’, ABC, n.d, accessed 1 December, 2023, https://australiatalks.abc.net.au/.
  3. ‘Google Trends’, Google, accessed 1 December 2023, https://trends.google.com/trends/explore?date=today%205-y&geo=AU&q=AI,Jesus&hl=en.
  4. «Australia Talks data shows we don’t trust Instagram influencers, but advertisers rely on them increasingly,» ABC, 2021, accessed 16 January 2024, https://www.abc.net.au/news/2021-05-27/australians-say-they-do-not-trust-influencers-but-do-they-really/100164654.
  5. Gina A. Zurlo, «Christianity in Oceania,» in Women in World Christianity (Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Ltd., 2023), 141.
  6. Zurlo, «Christianity and Gender-based Violence,» 269.
  7. Randall A. Prior, «Vanuatu,» in Christianity in Oceania (Edinburgh: Edinburgh University Press, 2021), 100-07.
  8. Zurlo, «Christianity and Gender-based Violence,» 265-83.
  9. Zurlo, «Christianity in Oceania,» 138.
  10. Victoria Kavafolau, «Gender,» in Christianity in Oceania, ed. Katalina Tahaafe-Williams Kenneth R. Ross, and Todd M. Johnson (Edinburgh: Edinbugh University Press, 2021), 275-91.
  11. Loïs Bastide and Denis Regnier, ed., Family, Violence, and social change in the Pacific Islands (New York: Routledge, 2023), 1-7, 179.
  12. Claudia Garcia-Moreno and LynnMarie Sadinha, Violence Against Women Prevalence Estimates, 2018 (World Health Organisation, 2021), 13.
  13. Fiona J Charlson and Holly E Erskine, «Burden of mental and substance use disorders in Indigenous Australians and Oceania,» Australasian Psychiatry 23, no. 6_suppl (2015), https://doi.org/10.1177/1039856215608295, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26634661/.
  14. «Mental Health,» Institute for Health Metrics and Evaluation, 2019, accessed 22 May 2024, https://www.healthdata.org/research-analysis/health-risks-issues/mental-health.
  15. Mental Disorders – Level 2 Cause, (Global Health Metrics, 17 October 2020), https://www.thelancet.com/pb-assets/Lancet/gbd/summaries/diseases/mental-disorders.pdf.; «Mental Health Atlas 2020 Country profile: Micronesia (Federated States Of),» World Health Organization (WHO), 2020, accessed 24 May 2024, https://www.who.int/publications/m/item/mental-health-atlas-fsm-2020-country-profile. ; Charlson and Erskine, «Burden of mental and substance use disorders in Indigenous Australians and Oceania.»; «Australia’s mental health system – Mental health – AIHW,» Australian Institute of Health and Welfare, 2024, accessed 24 May 2024, https://www.aihw.gov.au/mental-health/overview/australias-mental-health-services. ; World Mental Health Report: Transforming Mental Health for All, (Geneva: World Health Organisation (WHO), 2022).
  16. Charlson and Erskine, «Burden of mental and substance use disorders in Indigenous Australians and Oceania.» ; «Federated States of Micronesia 2020 Mental Health National Outcome Measures (NOMS).», SAMHSA, 2020, accessed 22 May 2024, http://www.samhsa.gov/data/sites/default/files/reports/rpt35290/FederatedStatesofMicronesia.pdf. ; World Mental Health Report: Transforming Mental Health for All. ; «Summary – Mental health – AIHW,» Australian Institute of Health and Welfare, 2024, accessed 22 May 2024, https://www.aihw.gov.au/mental-health/topic-areas/summary. ; «The loneliness epidemic,» University of Sydney, 2023, accessed 22 May 2024, https://www.sydney.edu.au/engage/events-sponsorships/sydney-ideas/2023/loneliness-epidemic.html.
  17. World Mental Health Report: Transforming Mental Health for All.
  18. World Mental Health Report: Transforming Mental Health for All. ; Charlson and Erskine, «Burden of mental and substance use disorders in Indigenous Australians and Oceania.»
  19. Tamara White, Flourishing Spaces, 2023. ; World Mental Health Report: Transforming Mental Health for All.
  20. Mark McCrindle and Shannon Wherret, The Future of the Church in Australia (Norwest: McCrindle Research, 2020), https://mccrindle.com.au/app/uploads/reports/Future-of-the-Church-in-Australia-Report-2020.pdf. ; White, Flourishing Spaces.
  21. «Press Release: 2023 Was Warmest Year Since 1850,» news release, 12 January 2024, https://berkeleyearth.org/press-release-2023-was-the-warmest-year-on-recordpress-release/. ; «Copernicus: In 2024, the world experienced the warmest January on record,» news release, 8 February 2024, https://climate.copernicus.eu/copernicus-2024-world-experienced-warmest-january-record.
  22. Valérie Masson-Delmotte et al., eds., Global Warming of 1.5°C. An IPCC Special Report on the impacts of global warming of 1.5°C above pre-industrial levels and related global greenhouse gas emission pathways, in the context of strengthening the global response to the threat of climate change, sustainable development, and efforts to eradicate poverty (IPCC, 2018).
  23. «Summary for Policy Makers,» in Global Warming of 1.5°C. An IPCC Special Report on the impacts of global warming of 1.5°C above pre-industrial levels and related global greenhouse gas emission pathways, in the context of strengthening the global response to the threat of climate change, sustainable development, and efforts to eradicate poverty, ed. Valérie Masson-Delmotte et al. (IPCC, 2018).
  24. Robyn Battles, Evading High Tides: Analyzing the Challenges of Climate-Induced Migration in Oceania (Pearl Harbor: Center for Excellence in Disaster Management & Humanitarian Assistance: Texas A&M University, 2021).
  25. Stephanie Long and Janice Wormworth, «Tuvalu,» in Climate Change: Voices from Communities Affected by Climate Change ( Amsterdam, The Netherlands: Friends of the Earth, 2007), 34.
  26. T.A.J White, «Christianity and Climate Change Adaption: Sea-level Rise and Ritualising Village Relocation in Fiji,» Sites: A Journal of Social Anthropology and Cultural Studies 16, no. 1 (2019), https://doi.org/10.11157/sites-id431.
  27. McCrindle and Wherret, The Future of the Church in Australia.
  28. «Evangelism Finds a Way,» Alpha Australia, n.d., accessed 1 December 2023, 2023, https://www.alpha.org.au/post/evangelisation-finds-a-way.
  29. McCrindle and Wherret, The Future of the Church in Australia, 10.; Alpha Australia, «Evangelism Finds a Way.»
  30. McCrindle and Wherret, The Future of the Church in Australia, 28.
  31. McCrindle and Wherret, The Future of the Church in Australia, 27.
  32. ‘Productivity Commission, Closing the Gap Annual Data Compilation Report July 2023’, (Australian Government Productivity Commission, 2023), 25.
  33. ‘The Connected Generation: Australia/New Zealand Report’ Barna Group (Barna: 2019), 19.
  34. ‘The Connected Generation’, 22.
  35. «Reviving Evangelism,» Barna, 2019, accessed 15 April 2023, https://barna.gloo.us/reports/reviving-evangelism.
  36. ‘The Impact of Faith on Australian Society’, Mccrindle Research (Olive Tree Media, n.d.), 34.
  37. Mark McCrindle, Sophie Renton, and Jason Authers, The Changing Faith Landscape of Australia (Norwest: McCrindle Research, 2022), 19, 30, 45.

Biografía del autor

Rev Chris Edwards

El Rev. Chris Edwards es obispo de North Sydney y ejerce su ministerio desde 1994. Ha servido en muchas iglesias de Sídney y Adelaida y ha trabajado en diversas organizaciones cristianas sin fines de lucro, tanto en Australia como en Europa.

Ainsley Freeman

La Sra. Ainsley Freeman es asociada ministerial de Olive Tree Media y ha desempeñado funciones de liderazgo en diversas iglesias durante más de 15 años. Es escritora, oradora y comunicadora profesional y se esfuerza por aumentar el alcance y el impacto de las organizaciones.

Elliot Keane

El Rev. Elliot Keane es facilitador de desarrollo de liderazgo en las iglesias bautistas de Australia Meridional y del Territorio del Norte y trabaja para Baptist Mission Australia con indígenas australianos en contextos urbanos. Ha sido pastor principal y activista comunitario y ahora capacita a otras personas en las áreas de liderazgo pionero, misiones, compromiso comunitario y revitalización de iglesias.

Tammy White

La Dra. Tammy White es psicóloga clínica y ha trabajado en una amplia gama de entornos comunitarios y organizacionales promoviendo el bienestar psicológico. Es consultora organizativa, imparte clases de liderazgo, asesoramiento y consultoría. Además, es supervisora homologada, profesora adjunta e investigadora.

Mick Pope

Mick Pope se doctoró en meteorología en la Monash University y es profesor de meteorología y climatología. En la actualidad está coescribiendo un libro sobre el cambio climático que será publicado por Urban Neighbours of Hope con el título A Climate of Hope: Church and Mission in a Warming World.

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