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La necesidad

Recientemente he sido testigo transiciones en el liderazgo de algunas iglesias de Malasia. Estas transiciones se produjeron porque algunos pastores alcanzaron la edad de jubilación, mientras que otros abandonaron sus funciones abruptamente debido a problemas de salud. En muchos casos, la transición no estaba preparada, y no había un líder joven para sucederlos en el cargo. ¿No hemos tomado en cuenta Salmos 145:4 cuando se trata de encomendar las obras de Dios a otra generación? ¿No hemos educado a nuestras próximas generaciones para que cumplan la Gran Comisión? No lo creo. Encontramos ministerios juveniles vibrantes en todo el mundo. Se han desarrollado muchos recursos para formar y educar a las generaciones jóvenes. Sin embargo, parece haber una falta de involucramiento de los jóvenes en el ministerio de la iglesia.

parece haber una falta de involucramiento de los jóvenes en el ministerio de la iglesia. ¿Cómo deben relacionarse con ellos los líderes de iglesia?

En el informe “Analysis of Lausanne 4 Listening Calls” (Análisis de las llamadas de escucha de Lausana 4), elaborado por el Equipo de Escucha Mundial, se señala que “alcanzar a las generaciones jóvenes” es una de las brechas más significativas para cumplir la Gran Comisión. Cuando se pregunta sobre dónde se necesita más investigación, se destaca el tema “generación Z y jóvenes». El informe subraya constantemente que la iglesia mundial no ha involucrado suficientemente a las generaciones jóvenes. Existe una necesidad urgente de evangelizar y discipular a jóvenes, así como de involucrar a las generaciones jóvenes en las conversaciones sobre liderazgo.[1]

Este artículo busca reflexionar sobre la incorporación de jóvenes al ministerio y al liderazgo. ¿Cómo deben relacionarse con ellos los líderes de iglesia? ¿Cuál es la causa de la desconexión entre generaciones? Espero ofrecer una respuesta preliminar a estas preguntas. En aras de la claridad, las “generaciones jóvenes” en este artículo se refieren a los millennials (nacidos entre 1984 y 1998) y a la generación Z (nacidos entre 1999 y 2015).

Los datos

En 2019, Barna Group y Visión Mundial realizaron una encuesta mundial a 15.369 personas de 25 países. Elaboraron un informe mundial titulado “The Connected Generation: How Christian Leaders Around the World Can Strengthen Faith & Well-Being Among 18-35-Year-Olds” (La generación conectada: cómo líderes cristianos de todo el mundo pueden fortalecer la fe y el bienestar entre las personas de 18 a 35 años). He aquí algunas conclusiones interesantes del informe:

  • Las generaciones jóvenes están más conectadas globalmente que las anteriores. Sin embargo, tienden a sentirse solas y aisladas de su comunidad local.
  • La conciencia global afecta emocionalmente a las generaciones jóvenes, que luchan contra la ansiedad de un futuro incierto.



«The Connected Generation: How Christian Leaders Around the World Can Strengthen Faith & Well-Being Among 18-35-Year-Olds»

  • En general, las generaciones jóvenes están abiertas a involucramientos espirituales. Sin embargo, dudan del cristianismo debido a los problemas de hipocresía, sufrimiento, guerras y ciencia.
  • Las generaciones jóvenes de cristianos que están fuertemente conectadas con su comunidad local de fe tendrán más probabilidades de perseverar en su fe.
  • Las generaciones jóvenes de cristianos practicantes quieren honrar a Dios en su trabajo. Sin embargo, se encuentran con que la iglesia no les proporciona un discipulado vocacional que los capacite específicamente para honrar a Dios con sus trabajos.
  • Las generaciones jóvenes están muy preocupadas por las crisis mundiales, como la corrupción, el cambio climático y la pobreza. Quieren involucrarse, pero no saben por dónde empezar.
  • Las generaciones jóvenes coinciden en que hoy existe una crisis de liderazgo y creen que el reto más importante es: “Todo el mundo está demasiado ocupado y preocupado”. Consideran que faltan oportunidades de desarrollo y experimentación del liderazgo en sus iglesias locales.

El informe muestra que las generaciones jóvenes están más dispuestas a contribuir a las necesidades de la sociedad que lo que se ha supuesto, considerándolas erróneamente como egoístas, perezosas y siempre reclamando derechos. También señala que el desarrollo de la tecnología de redes y la globalización desempeñan un papel importante en la formación de la cosmovisión de las generaciones jóvenes. Si las nuevas generaciones quieren introducir cambios positivos en el mundo, la iglesia mundial debe apoyarlas. ¿Por qué no vemos el involucramiento intergeneracional que esperamos? Esto me lleva a mis observaciones en mi contexto local.

Las diferencias

Como millennial que sirve como líder cristiano nacional, tengo la oportunidad de interactuar con las generaciones mayores y jóvenes en las iglesias y organizaciones cristianas de Malasia. Observo que hay tres desconexiones entre las generaciones:

Existen expectativas desconectadas entre líderes mayores y los jóvenes, y viceversa.

1. Diferencias en las expectativas

Existen expectativas desconectadas entre líderes mayores y los jóvenes, y viceversa. A los líderes mayores les gustaría que los jóvenes sirvieran con tenacidad, lealtad y deseo de ampliar su capacidad de liderazgo mediante el trabajo duro. Los jóvenes, por su parte, esperan que los líderes mayores les dejen espacio para fracasar, intentar cosas nuevas y mantener un equilibrio saludable entre trabajo y vida privada. Mientras que algunos líderes mayores de la iglesia esperan que sus líderes jóvenes «ocupen» sus puestos con el tiempo, los líderes jóvenes esperan que sus líderes mayores los liberen para desempeñar ministerios nuevos y creativos. Muchos líderes mayores aspiran a construir organizaciones fuertes, grandes e influyentes. Muchos líderes jóvenes prefieren construir organizaciones pequeñas, íntimas y radicales.

2. Diferencias en los sistemas de valores

Las diferencias en las expectativas están relacionadas con las diferencias en los sistemas de valores. Los líderes mayores que han pasado por la Era Industrial, influidos por el capitalismo y el libre mercado, pueden valorar mucho la estabilidad, la competitividad, la productividad y el materialismo. Las generaciones jóvenes que crecieron con las bendiciones de la paz, la tecnología y la educación superior atribuirán más valor a la creatividad, la innovación, la comodidad y los recursos digitales. En general, las generaciones jóvenes no valoran la “gratificación diferida”. Prefieren cambiar rápidamente a otro trabajo mejor pago que tomarse tiempo para establecerse en un empleo específico. A los mayores les resulta incomprensible en general que un adulto no tenga un trabajo permanente.

3. Diferencias en el lenguaje

Las diferencias entre las generaciones mayores y jóvenes se hacen más evidentes en su lenguaje. Mientras que los líderes mayores suelen hablar de éxito, familia, independencia financiera y compromiso, los líderes jóvenes tienden a hablar de espacio personal, equilibrio entre vida laboral y personal, colaboración y época de vida. Mientras que los líderes mayores prefieren escribir correos electrónicos, a los más jóvenes les gusta tuitear o enviar mensajes cortos con acrónimos.

Estas diferencias me llevan a plantearme la posible solución al problema.

El enfoque

¿Hemos perdido a nuestras generaciones jóvenes? En 2019, presenté una encuesta en la Asamblea General de la Asociación Teológica de Asia. Más del 64 por ciento de las instituciones teológicas que respondieron a la encuesta indicaron una tendencia creciente de los millennials a unirse a sus instituciones.[2] Las generaciones jóvenes siguen siendo una fuerza de trabajo vital en la sociedad y también en la iglesia. Hay esperanza en involucrarse con las generaciones jóvenes.

Para que las generaciones se involucren entre sí, es necesaria una práctica intercultural. Las generaciones jóvenes suelen pasar unas tres horas al día en las redes sociales.[3] Se identifican a sí mismas como “internautas”. Aunque las generaciones mayores y jóvenes comparten un espacio vital común, se encuentran virtualmente en mundos diferentes. Los líderes mayores deben desarrollar una “inteligencia cultural” a la hora de relacionarse con las generaciones jóvenes.


Culturally Intelligent Leadership: Leading Through Intercultural Interactions by Mai Moua

Mai Moua, en su libro Culturally Intelligent Leadership: Leading Through Intercultural Interactions (Liderazgo culturalmente inteligente: liderar a través de interacciones interculturales), destaca cinco aspectos que los líderes deben aprender para superar las diferencias culturales.[4] Utilizaré sus indicaciones para reflexionar sobre la forma en que los líderes mayores se involucran con las generaciones jóvenes.

1. Entender e identificar las diferencias culturales de las generaciones jóvenes.

Los líderes toman la iniciativa de comprender que las generaciones jóvenes se forman en un contexto sociocultural diferente. La conciencia de las diferencias es el primer paso hacia el involucramiento.

2. Compartir los conocimientos culturales de las generaciones jóvenes.

Los líderes buscan oportunidades para aprender sobre la cultura de las generaciones jóvenes. Comparten lo que han aprendido con los demás para ganar claridad sobre sus diferencias culturales.

3. Ser conscientes de los prejuicios y suposiciones contra las generaciones jóvenes.

Los líderes reflexionan sobre sus suposiciones preconcebidas y prejuicios contra las generaciones jóvenes. Identificar las presunciones incorrectas ayuda a los líderes a superar los prejuicios y barreras innecesarias en la construcción de relaciones.

4. Perseverar en la resolución de conflictos culturales con las generaciones jóvenes.

Es difícil abordar los conflictos culturales, pero no es imposible superarlos. Requiere la voluntad y el compromiso tanto de las generaciones mayores como de las jóvenes.

5. Estar dispuesto a adaptarse y aprender a vivir y trabajar con culturas diferentes.

Los líderes mayores que estén dispuestos a adaptarse y acomodarse a la cultura de las generaciones jóvenes tendrán una mayor probabilidad de éxito al involucrarse con ellas. Los lídere jóvenes aprecian a los líderes mayores que están dispuestos a resolver las diferencias culturales atravesando los límites de la jerarquía.

Un modelo ejemplar

El pastor Kenneth Chin, fundador de Acts Church,[5] ha establecido un ministerio conocido por su involucramiento con pastores jóvenes. A la edad de 50 años, hizo una transición exitosa de la dirección ejecutiva de la iglesia a un pastor joven. Estos son algunos de los modelos y prácticas que lo han ayudado a involucrarse con las generaciones jóvenes:

Estos son algunos de los modelos y prácticas que lo han ayudado a involucrarse con las generaciones jóvenes

1. Del monólogo al diálogo

El pastor Chin encuentra que la generación mayor está acostumbrada al monólogo, pero las generaciones jóvenes prefieren el diálogo en la comunicación. Pasa mucho tiempo en comidas con pastores jóvenes en grupos pequeños. En su conversación con ellos, el pastor Chin hace hincapié en las preocupaciones de corazón de los pastores, en lugar de centrarse únicamente en las obras prácticas del ministerio.

2. Compromiso y desafío

El pastor Chin comenzó la iglesia con un grupo de jóvenes cristianos. A medida que se hicieron mayores, aprendió a ajustar sus expectativas y su estilo de comunicación en función de su edad. Dicho esto, afirma que cada creyente debe seguir sirviendo a pesar de la transición a una etapa diferente de la vida.

3. El sistema de “apiñamiento”

El pastor Chin desarrolla un sistema de mentoreo utilizando una terminología del fútbol americano, el “apiñamiento” (huddle). En el fútbol americano, el equipo se apiña (en inglés, huddle) en un círculo cerrado para elaborar estrategias, animar y/o celebrar. Mentoreó personalmente a 12 líderes en su “apiñamiento”. Se esfuerza por comprender sus necesidades, motivarlos en el ministerio y darles apoyo espiritual. A través de este sistema, una generación mentorea a otra. El pastor Chin no mentorea directamente a las generaciones jóvenes; espera que lo hagan los líderes de su “apiñamiento”.[6] No obstante, mantiene una puerta abierta a todos los grupos de edad, cada vez que alguien necesita su guía personal.

4. La carrera de relevos de 4 x 100 metros

El pastor Chin considera que el ministerio es una carrera de relevos, no un maratón. Hay un “espacio de 20 metros” para que el corredor pase el testigo al siguiente. Los líderes mayores tienen que discernir el momento de transición del liderazgo. Cuando los líderes mayores pierden la ventana de transición, ya sea pasando el testigo demasiado pronto o demasiado tarde,[7] los líderes jóvenes buscarán otra oportunidad en otro lugar. El pastor Chin afirma que las generaciones jóvenes tienen el deseo de asumir el liderazgo, y desean hacerlo respetando a sus líderes mayores. Pero cuando los líderes mayores no responden a los pastores jóvenes, el respeto de los jóvenes terminará por disminuir. Cuando la transición se hace bien, el líder mayor puede desempeñar el papel de animador para alentar al siguiente líder que ahora lleva el testigo.[8]

Como vemos, el pastor Chin cultiva la cultura de llegar a la siguiente generación influyendo primero en ella y capacitándola para que se involucre con las siguientes generaciones.

El llamado

Las generaciones jóvenes ya no son líderes del futuro. Muchas de ellas han empezado a recoger el testigo del liderazgo en el presente. Perseveremos en nuestros esfuerzos por involucrarnos con ellos y estemos dispuestos a confiarles el manto del liderazgo.[9]

Endnotes

  1. Nota del editor: Ver el artículo “Trabajo con la generación emergente de líderes misioneros globales”, por Nana Yaw Offei Awuku, en el número de noviembre 2016 del Análisis Mundial de Lausana,https://lausanne.org/es/contenido/aml/2016-11-es/trabajo-con-la-generacion-emergente-de-lideres-misioneros-globales
  2. See the results of the survey, ‘Theological Education and the Millennials’, https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeYcDniZBtywAdTRJaaJZdoKKtUPC9aC9Vg1F4e4VoI8S4Riw/viewanalytics.
  3. See https://www.gwi.com/hubfs/Downloads/Social-H2-2018-report.pdf.
  4. Mai Moua, Culturally Intelligent Leadership: Essential Concepts to Leading and Managing Intercultural Interactions, Illustrated edition (New York, NY: Business Expert Press, 2010), 7–9.
  5. https://actschurch.org/
  6. There are six levels of huddles in Pastor Chin’s church.
  7. Pastor Chin observes that in most cases, the senior leaders do not have a plan for transition. By the time these senior leaders need to pass the baton, it will be too late. He took ten years to plan for his transition.
  8. Pastor Chin is still active in the ministry, providing support to the current executive pastor.
  9. Nota del editor: Ver el artículo “El desarrollo de líderes jóvenes con discapacidad”, por Dave Deuel, en el número de enero 2016 del Análisis Mundial de Lausana, https://lausanne.org/es/contenido/aml/2016-01-es/el-desarrollo-de-lideres-jovenes-con-discapacidad

Victor Lee es presidente de Bible College of Malaysia desde enero de 2017. También es un miembro del consejo de las Asambleas de Dios de Malasia y miembro del consejo de la Fraternidad Cristiana Evangélica Nacional (National Evangelical Christian Fellowship, NECF) de Malasia. Tiene un doctorado en divinidad por la University of Aberdeen, Escocia. Actualmente se congrega en First Assembly of God, Kuala Lumpur, con su esposa Vicky Teng y sus dos hijos, Wallace y Wilma.