Si su ambición fuera ver un mayor número de árboles en este mundo, ¿por dónde empezaría? Seguramente su pasión, compromiso e inversión se dirigirían a los semilleros y a los plantones. Dedicaría tiempo a asegurar que los arbolitos tuvieran soportes mientras aún son flexibles y pueden ser enderezados.
Con esta imagen en mente, Stephen Mbogo, director regional de África de habla inglesa, portuguesa y española (EPSA) del Movimiento de Lausana y director general de African Enterprise, invitó a líderes jóvenes y en desarrollo a asistir a desayunos de oración nacionales. Mbogo promueve los desayunos nacionales de oración en toda África, y a través de la conexión de líderes jóvenes con líderes y políticos más experimentados en desayunos de oración, espera fomentar relaciones que puedan desarrollarse y madurar en los próximos años.
Jesús enseñó que el liderazgo no tenía que ver con un título, sino con servir a los demás, y Mbogo cree que, si se puede cultivar esta mentalidad hacia el liderazgo a una edad temprana, toda una generación de líderes y políticos puede ser influenciada.
El deseo de ver la oración en la política
El movimiento de desayunos de oración nacionales comenzó hace setenta años, cuando el noruego Abraham Vereide, junto con el expresidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower y el estadounidense Douglas Coe, vieron la necesidad de movilizar a líderes políticos a través de la oración. Juntos crearon el desayuno de oración nacional en Estados Unidos.
El desayuno de oración anual de EE.UU. permite a miembros del Congreso y a otros líderes influyentes conectarse y desarrollar relaciones, apoyarse mutuamente, recibir información cristiana pertinente y orar juntos.
“El desayuno de oración tiene tres vertientes: la persona de Jesús y sus enseñanzas, la amistad entre líderes e influenciadores mundiales, y la oración”, dice Carlton Deal, coordinador internacional del desayuno de oración europeo. “Lo que diferencia un desayuno de oración de cualquier desayuno de iglesia es la participación del parlamento».
La mayoría de los líderes que han asistido a desayunos de oración nacionales durante mucho tiempo dirían que la máxima prioridad del evento es que el nombre de Jesús sea elevado.
Aunque algunas personas pueden entrar en un desayuno de oración y pensar que se trata de una reunión interreligiosa, y eso puede ser cierto, no es en absoluto un encuentro «interreligioso». Por ejemplo, en un desayuno de oración, un judío llamado Arthur Burns oró: «Querido Dios, te pido que todos los judíos del mundo conozcan a Jesús. Querido Dios, te pido que todos los musulmanes del mundo conozcan a Jesús. Querido Dios, te pido que todos los cristianos del mundo conozcan a Jesús. Querido Dios, te ruego que todos los habitantes del mundo conozcan a Jesús».
Cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más importante, Jesús respondió: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39). Seguir estas dos instrucciones centrales dadas por Jesús es también lo que hace que el desayuno de oración sea tan difícil de manejar. ¿Cómo se puede dirigir de tal manera que las personas que asisten y que no se autodescriben como cristianas se sientan honradas, respetadas y capaces de participar, sin dejar de dar a Jesús el foco central del evento?
Inicio de los desayunos de oración en África
En 1996, tras el genocidio de Ruanda, el fundador de African Enterprise, Michael Cassidy, junto con el difunto arzobispo sudafricano Desmond Tutu, acudieron al país para dirigirse a la nación y reconfortarla. En el evento final, líderes del gobierno se reunieron y oraron por el país. Esto dio lugar al inicio del movimiento de desayunos de oración en Ruanda.
En la actualidad, Stephen Mbogo, que no solo es un líder cristiano sino que también tiene un doctorado en ciencias políticas, es el organizador y promotor del establecimiento de desayunos de oración nacionales en más países africanos.
Los desayunos de oración nacionales son una oportunidad para que laicos, empresarios y el clero se reúnan con miembros del parlamento para estimularse mutuamente en oración y elevar la vocación de liderazgo.
Stephen Mbogo (segundo desde la derecha) con líderes jóvenes y mayores de Zambia durante la celebración del 60 aniversario de African Enterprise de este año, que incluyó iniciativas misioneras en toda Lusaka.
“El objetivo es que los parlamentarios se acerquen a sus pares», explica Mbogo. “Cuando hablo con políticos pueden decir: ‘Bueno, es un predicador’, pero cuando oyen hablar a un par, un miembro del parlamento, se entusiasman, porque saben que comparten una experiencia similar».
En 2003, Kenia salía de un periodo en el que cierto partido político había gobernado el país durante casi cuarenta años. La libertad de expresión estaba muy limitada y muchos cristianos se preguntaban cómo podían hablar y ser una luz en la oscuridad.
“Y empezamos a preguntarnos: ¿cómo podemos llegar a nuestros líderes políticos? ¿Cómo empezamos a reunirlos para colaborar, para orar?”. Descubrieron que había un grupo dentro del parlamento que se hacía preguntas similares. De la unión de estos dos grupos nació el Desayuno de Oración Nacional de Kenia, que ha continuado anualmente durante casi veinte años. Sudán del Sur también ha experimentado los beneficios de un desayuno de oración anual, del mismo modo que otros países africanos.
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Más que un simple desayuno
La visión de Mbogo es ver a toda África impactada a través de líderes africanos. “Si influimos en los líderes, influiremos en naciones enteras», afirma.
Según Proverbios 29, «Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime». Asimismo, Mbogo dice que hay un dicho africano de Etiopía: «Cuando el líder salta, el pueblo empieza a saltar, imitando al líder».
Y continúa: «En Kenia decimos: ‘Cuando el pescado empieza a pudrirse, empieza por la cabeza’”. Los desayunos de oración nacionales se han convertido en una forma convincente de influir en los líderes del continente africano, de comprometerlos en la oración y de impactar de ese modo a naciones enteras.
Esto no solo ocurre a través de los desayunos de oración anuales, sino a través de estudios bíblicos continuos. “El objetivo es que los miembros del parlamento se reúnan durante la semana para estudiar la Biblia y dedicar tiempo a la oración. La visión es discipular a líderes africanos para que sean impulsados por valores bíblicos. Esa es mi carga, y la de muchos otros ministerios que trabajan en África en este momento», dice Mbogo.
Esta es la estrategia que han adoptado muchos países africanos, entre ellos Zambia, donde hace unas semanas se lanzó el desayuno de oración inaugural en Lusaka. Mbogo tuvo el privilegio de sentarse con miembros del parlamento zambiano, incluida la actual vicepresidenta, Mutale Nalumango. Nalumango se ha propuesto que el gabinete de Zambia se reúna regularmente para estudiar la Biblia, orar y celebrar encuentros anuales como el desayuno de oración. Está decidida a luchar por un liderazgo irreprochable.
Líderes dignos de emular
A través del énfasis de Stephen Mbogo con African Enterprise en el mentoreo de líderes jóvenes en escuelas y universidades, puede conectar a líderes jóvenes con líderes y políticos mayores invitándolos a asistir a desayunos de oración nacionales en África. Esto permite que líderes jóvenes en África vean que, a pesar de escuchar acerca de la corrupción abrumadora en el liderazgo, hay líderes en el sector empresarial y en el parlamento que vale la pena emular.
Esta iniciativa de mentoreo a largo plazo significa que, en diez o doce años, podremos ver a un joven o una joven, que estaba en la escuela primaria cuando comenzó el mentoreo, pasar por la escuela primaria, la escuela secundaria y, finalmente, llegar a una posición en la sociedad en la que sean impulsados por valores y adopten un liderazgo de servicio», dice Mbogo.
“Este es el sueño que tenemos, y veo que todo está vinculado al movimiento de desayunos de oración nacionales, en los que intentamos formar líderes impulsados por valores y con corazón de siervo”.
“En este momento, estamos trabajando con diez escuelas primarias, diez escuelas secundarias y grupos de estudiantes universitarios en Yuba, Sudán del Sur», dice Mbogo. “A través de esto y de los desayunos de oración nacionales, creemos que estamos dando pasos para ver el cambio implementado en el continente africano».
Los desayunos de oración en todo el mundo están desarrollando el mismo énfasis en el mentoreo y el equipamiento de la próxima generación, conectando a líderes jóvenes con líderes más experimentados y tratando de inspirarlos con valores nobles y un liderazgo centrado en la integridad.
Impactar a la sociedad con la próxima generación en mente
Los desayunos de oración nacionales están influyendo en políticos y líderes de la esfera pública de todo el mundo, y la iglesia mundial espera ansiosamente el impacto positivo que este movimiento tendrá en las generaciones jóvenes al convertirse en líderes e influenciadores a nivel mundial hoy y en el futuro.
Los líderes políticos pueden parecer muy alejados del ciudadano medio, pero estos individuos a menudo se sienten aislados, sin apoyo, y luchan con muchos de los mismos desafíos que enfrentan sus conciudadanos.
En 1 Timoteo 2:1-3, Pablo escribe: » Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador». El movimiento de desayunos nacionales de oración en África ofrece una oportunidad única para que líderes políticos reciban personalmente oración y oren por otros políticos, llevándolos a ellos y a su área de influencia ante el trono de la gracia de Dios.
El Movimiento de Lausana busca acelerar la misión mundial y ver la influencia del reino en cada esfera de la sociedad, con la próxima generación en mente. El movimiento de desayunos de oración en África pone de relieve una de las formas en que vemos que el ámbito político aprovecha las oportunidades y facilita la colaboración regional a la luz del año 2050, cuando la generación actual de menores de 20 años ocupará puestos clave de gobierno, liderazgo e influencia.