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En el clímax de la historia de la redención, cuando gente de cada tribu y nación venga a adorar al Señor en su monte santo, las personas con discapacidad estarán entre ellas,cantando alabanzas junto con los demás. Como preparación, nuestro Señor mismo hará que los ciegos vean y los sordos oigan. Posiblemente por primera vez, los que nopuedan hablar cantarán, y los que están inmóviles saltarán de alegría. Y enseñarán a los redimidos a alabar a Dios por las duras lecciones aprendidas del sufrimiento.

El desarrollo de líderes jóvenes es una estrategia de misiones bíblicamente sostenible[1]

En los años de cosecha del ministerio de John Stott, cuando la plenitud del servicio de la vida lo llevó a una seria reflexión, buscó una mejor forma de avanzar.[2] Stott llegó a la conclusión de que la capacitación de la próxima generación de líderes jóvenes debería recibir la máxima prioridad. Esto era más que un sentimiento de los años dorados. Llegó a entender que el desarrollo de líderes jóvenes sería uno de los esfuerzos más estratégicos en las misiones.[3] Después de todo, nuestra comisión del Cristo resucitado es evangelizar, discipular y plantar iglesias locales autóctonas. Un enfoque bíblicamente estratégico de todos los aspectos de la comisión de Jesús es capacitar a personas del lugar, especialmente líderes jóvenes.[4] Esta estrategia sería aún más efectiva si incluyera a líderes jóvenes con discapacidad, con el objetivo de alcanzar a los mil millones de personas con discapacidad en todo el mundo.[5]

¿Quiénes son personas con discapacidad? Aproximadamente una de cada siete personas en todo el mundo no puede ver, oír, desplazarse, hablar o pensar claramente.[6] Las personas con discapacidad se parecen mucho a todas las demás, con la excepción de que, por el designio de Dios, tienen impedimentos. La mayoría de nosotros experimentaremos una discapacidad en algún punto de nuestra vida, especialmente en nuestros últimos años. Habiendo dicho esto, los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad parecen en ocasiones insuperables. La Organización Mundial de la Salud indica “10 datos sobre la discapacidad” que tratan solo algunos de estas dificultades.[7] No es de extrañar que haya una cantidad tan decepcionantemente pequeña de líderes con discapacidad en las iglesias locales y en otras organizaciones cristianas. Los obstáculos parecen infranqueables. Sin embargo, hay esperanza.

Encarar el desafío

Podemos regocijarnos en el progreso que las personas con discapacidad han logrado:

  • Solo unas décadas atrás, hablábamos del ministerio a personas con discapacidad, donde eran vistas como meros receptores pasivos de nuestro cuidado.
  • En respuesta a la necesidad reconocida de la participación mutua en el ministerio, finalmente comenzamos a hablar del ministerio con personas con discapacidad.
  • Hoy, podríamos hablar cómodamente del ministerio por, aun bajo, pero especialmente desde líderes con discapacidad.

Nuestra elección de preposiciones —a, con y por— cuenta una hermosa historia que no ha terminado. Hemos recorrido un largo camino. Y seguimos avanzando.

El Movimiento de Lausana aborda este desafío. Con la fuerza de un credo, El Compromiso de Ciudad del Cabo afirma:

Alentamos a los líderes de la iglesia y de misiones a pensar no sólo en la misión entre las personas con discapacidades, sino a reconocer, afirmar y facilitar el llamado misional de los propios creyentes con discapacidades como parte del Cuerpo de Cristo.[8]

Por cierto, Lausana está dedicado a alentar y facilitar a las personas con discapacidad en papeles de liderazgo en los que puedan servir de acuerdo con sus llamados y sus dones.[9] La declaración de visión del Movimiento es:

El Movimiento de Lausana vincula a influenciadores e ideas para la misión mundial, con una visión del evangelio para cada persona, una iglesia evangélica para cada pueblo, líderes como Cristo para cada iglesia y la influencia del reino en cada esfera de la sociedad.[10]

Las personas con discapacidad pueden participar vinculando a influenciadores e ideas para la misión mundial, especialmente dentro de su esfera de influencia en la sociedad.[11]Sin embargo, hay otros beneficios.

Seleccionar a personas con discapacidad como líderes de iglesia fortalecerá a la iglesia sufriente

Hay por lo menos dos consideraciones que apuntan en esta dirección:

1. Donaes

Dios ha preparado y dado dones a algunas personas con discapacidad para papeles de liderazgo en iglesia locales y organizaciones cristianas. Sin duda, esto fortalecerá al cuerpo de Cristo, porque todas las partes del cuerpo de Cristo estarán sirviendo. Las escrituras dicen que cada miembro del cuerpo de Cristo tiene dones para hacer algún tipo de servicio. En consecuencia, si no alentamos el crecimiento espiritual y la efectividad en el ministerio para las personas con discapacidad, estamos “discapacitando” al cuerpo del Cristo.

Ya hay personas con discapacidad que sirven en papeles de liderazgo, pero son comparativamente pocas. Además, ellas se han convertido en líderes dentro de redes de discapacidad y en organizaciones de discapacidad. Hay personas con discapacidad que han iniciado sus propias organizaciones de manera exitosa. Hay señales de progreso, pero es infrecuente que sirvan como líderes de iglesias locales.

Este problema aqueja a la iglesia en cada país, incluyendo Estados Unidos. Podría ser un problema aún mayor en países donde los programas gubernamentales y no gubernamentales no están fácilmente disponibles para apoyar el acceso y otras formas de asistencia. Sin embargo, hasta tanto la iglesia mundial no reconozca el gran potencial que las personas con discapacidad ofrecen a nuestra evangelización, discipulado y servicio para los papeles de liderazgo en la iglesia local, seguirán pasando inadvertidas para los líderes.[12]

2. Aprendizaje

La iglesia necesita aprender de la sabiduría obtenida a través del sufrimiento que poseen las personas con discapacidad. Ellas pueden ofrecer perspectivas espirituales del sufrimiento físico, emocional y social que la iglesia necesita escuchar desesperadamente. Martín Lutero describió a estas perspectivas como dones al cuerpo de Cristo, sin los cuales la iglesia se volvería espiritualmente anémica. [13] El pastor Dietrich Bonhoeffer dijo una vez: “Debemos aprender a ver a las personas menos a la luz de lo que hacen o no hacen, y más a la luz de lo que sufren”.[14] El sufrimiento es la mayor dificultad en la vida de todos. ¿Qué debemos hacer, entonces?

La preparación de líderes jóvenes con discapacidad requiere que actúen los líderes de hoy

1. Quitar los obstáculos que retienen a los líderes jóvenes con discapacidad

Las escrituras nos pintan un cuadro hermoso de lo que significa ayudar a personas con discapacidad. En la ley de Israel, el Señor dice: “No . . . pongas tropiezo al ciego” (Lv 19:14). El pasaje describe a las personas con discapacidad como quienes avanzan por la senda de la vida. Las piedras de tropiezo o los obstáculos se interponen y las retienen. La ley llena de gracia de Dios nos llama a todos a quitarles esos obstáculos. Sin obstáculos que bloquean su camino, las personas con discapacidad pueden avanzar por el camino de la vida hacia el éxito, como todos los demás. Significativamente, el versículo también nos dice que ayudar es una forma en que los líderes cristianos tememos al Señor. Como dijo Job: “Para los ciegos fui sus ojos; para los tullidos, sus pies” (Job 29:15).

Si bien es cierto que los obstáculos pueden ser físicos, como la necesidad de una rampa o un riel, algunos de los obstáculos más tenaces son conceptuales. Incluyen malinterpretaciones bíblicas y malentendidos teológicos. Por ejemplo, hay quienes creen que aquel pasaje de Levítico (Lv 21:18) que prohíbe al pueblo de Dios tener sacerdotes con discapacidad significa que los líderes cristianos no pueden tener discapacidades. Sin embargo, el pasaje se aplica en realidad a las cualificaciones para la línea de sacerdotes aarónica de la nación de Israel en la adoración en el templo, no a los líderes en la iglesia.

Los malentendidos sociales son otro obstáculo. En algunas regiones del mundo, algunos creen que las personas con discapacidad son contagiosas, y deben estar aisladas. Otros creen que los demonios causan las discapacidades. En consecuencia, las personas con discapacidad deben recibir liberación espiritual a través de rituales dolorosos o debilitantes. Estos tabúes, y otros similares, destruyen las relaciones personales para un grupo de personas que podrían estar ya aisladas debido a la naturaleza de su discapacidad. La ceguera, la falta de audición o la incapacidad para hablar o desplazarse sin ayuda desconectan a las personas de las relaciones que necesitan.

Un tercer tipo de obstáculo es de naturaleza ideológica. Tiende a surgir de las culturas en las que vivimos. Debido a que está arraigado tan profundamente en nuestra cosmovisión —es decir, nuestras suposiciones acerca de la realidad—, es uno de los obstáculos más difíciles de reconocer. Puede ser aún más difícil de remover. Simplemente lo damos por hecho.

Una suposición ideológica dice que las personas con discapacidad no pueden cuidarse a sí mismas. Sin embargo, no solo es incorrecto, sino que impide que las personas con discapacidad tengan éxito, destruye su autoconfianza y las lleva a dudar de poder lograr alguna vez sus metas para la vida. Esta suposición impide que las personas con discapacidad se conviertan en líderes en iglesias locales. Lo máximo a lo que pueden aspirar es recibir caridad.

Lamentablemente, este pensamiento erróneo es difícil de corregir, porque los cuidadores encuentran satisfacción en su tarea. Los pastores y otras personas de la iglesia deben ser cautelosos en sus cuidados, porque pueden fácilmente minar la dignidad de las personas con discapacidad al fomentar una dependencia excesiva de los demás. Al cuidarlas, debemos esforzarnos por respetar las culturas de discapacidad, que son tan diversas y complejas como las que se encuentran en cualquier otro contexto de ministerio transcultural.[15]

2. Abrir puertas de oportunidad para líderes jóvenes con discapacidad

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¿Qué necesitan las personas con discapacidad para convertirse en líderes de la iglesia local y de organizaciones cristianas? Necesitan capacitación y experiencia para desarrollar sus dones espirituales, alguien que amplíe sus oportunidades, ayuda para extender su influencia y promoción de otros líderes.[16]
Entonces, aquellas personas con discapacidad que Dios ha llamado y a quienes ha dado dones podrán asumir los papeles de liderazgo que Dios les ha dado para evangelizar (Mt 28:18-20), equipar (Ef 4:10-12) y encomendar el evangelio (2Ti 2:1-2) en las manos de otros líderes cualificados, idealmente otros con discapacidad.

¿Quiénes guiarán el camino? ¿Quiénes quitarán los obstáculos que se interponen en el crecimiento del ministerio de personas con discapacidad y abrirán las puertas de la oportunidad, para que las personas que tienen los dones y el llamado adecuados puedan cumplir la misión que les ha dado Dios? Nosotros, los líderes actuales de las iglesias y las organizaciones, somos los únicos que podemos hacerlo. Solo nosotros podemos nutrir, capacitar e invitar a jóvenes con discapacidad a papeles de liderazgo y, en consecuencia, cambiar la cultura de la iglesia local y del liderazgo cristiano.

Este mensaje es para colegas de todo el mundo, que lideran la iglesia en esta era con una aptitud y compasión que les da Dios. Consideren por favor las siguientes sugerencias que ayudarán a abrir las puertas a jóvenes con discapacidad para que se conviertan en líderes de iglesia locales:

  • Aliente a un joven con discapacidad a usar sus dones en la iglesia y a que encuentre su llamado o vocación.
  • Invite a un joven con discapacidad a trabajar junto a usted en un papel de liderazgo, proveyendo mentoreo y ayuda cuando (y solo cuando) sea necesario.
  • Lidere el camino ubicando a personas con discapacidad con llamado, dones y capacitación en papeles de liderazgo en la iglesia local y en organizaciones cristianas.

Conclusión

¿Qué lograrán los líderes con discapacidad? Mucho más de lo que podríamos pensar. Al quitar obstáculos y abrir puertas de oportunidad para personas con discapacidad para que busquen papeles de liderazgo, la iglesia descubrirá que muchas de ellas son diáconos, maestros, pastores y misioneros talentosos.[17]

Es más, estas personas con discapacidad tendrán las perspectivas, la empatía, el acceso y las relaciones que son esenciales para llegar a las comunidades de discapacidad para evangelizar, equipar y capacitar a la próxima generación de líderes en la discapacidad efectivos.

Finalmente, otras personas con discapacidad verán a líderes con discapacidad en sus papeles reales, se verán alentadas y responderán, pasando de ser pasivos a activos, de servidos a servidores, de observadores a trabajadores, y tal vez aun de laico a líder de la iglesia. Abrir puertas a líderes jóvenes con discapacidad será un ministerio más allá de nuestros más osados, sueños y nos traerá una alegría irresistible.[18]

Endnotes

  1. Editor’s Note: See article by Michael Oh and Justin Schell entitled ‘Lausanne’s Renewed Engagement in Global Mission: the impact of Cape Town 2010’ in the November 2015 issue of Lausanne Global Analysis.
  2. Of John Stott’s desire, Alister Chapman says, ‘As he neared the end of his own life, his ambitions focused more and more on others, on making them more useful in the kingdom of God.’ Alister Chapman, Godly Ambition: John Stott and the Evangelical Movement (Oxford: Oxford University Press, 2012), 151.
  3. Former Lausanne Executive Chairman Doug Birdsall says, ‘Lausanne has a history of younger leader development. . . . That investment is producing very significant dividends for the cause of world evangelization as they have brought a surge of energy and creativity into the Movement.’ Doug Birdsall, ‘Lausanne Movement Leadership Transition Underway’, Lausanne Movement, 27 Nov 2012, https://lausanne.org/about/blog/lausanne-movement-leadership-transition-underway-2.
  4. ‘Leadership development is the crucial bottleneck to Church growth. . . . Those who accurately and effectively expound the Scriptures are few, especially in areas where the churches are growing rapidly. New methods and means of multiplying well-trained, godly, effective leaders must be developed.’ Jason Mandryk, Operation World: The Definitive Prayer Guide to Every Nation (Denver, Colorado: Biblica Publishing, 2010), 17. Equipping people with disabilities to reach their spheres of influence fulfills every detail of this proposal.
  5. The Lausanne Movement has committed to ‘encourage the development of emerging leaders within that focus area, especially younger leaders and women leaders, mentoring one or two for leadership within the network’ (Catalyst role description). This commitment includes people with disabilities.
  6. Some estimates are as high as 15%, although the number varies from one region to another. Laura M Stough and Donghyun Kang, ‘The Sendai Framework for Disaster Risk Reduction and Persons with Disabilities’, International Journal of Disaster Risk Science 6 (2015), 140. This group includes people with cognitive disabilities and mental illness.
  7. See sidebar for ‘10 facts on disability’ by the World Health Organization. Accessed at http://www.who.int/features/factfiles/disability/facts/en/.
  8. The Cape Town Commitment, II-B-4.
  9. Disability Concerns Issue Group, ‘Hidden and Forgotten People: Ministry among People with Disabilities: Lausanne Occasional Paper No 35-B’ (Pattaya, Thailand: Lausanne Movement, 2004). Accessible online at https://lausanne.org/wp-content/uploads/2007/06/LOP35B_IG6B.pdf.
  10. Lausanne Movement Editorial Style Guide, updated 16 December 2014, p 6.
  11. Regarding disability suffering, Michael Oh underscores suffering’s role in the proclamation of the gospel. Michael Oh, ‘The Individual’s Suffering and the Salvation of the World’, in God’s Love Compels Us: Taking the Gospel to the World, eds D A Carson and Kathleen Nielson (Wheaton, Illinois: Crossway, 2015), 113.
  12. Although people with disabilities do not fit the pattern of unreached people groups, Lausanne has proposed the more inclusive term ‘unengaged peoples’. Lars Dahle, ‘Missions in 3D: A Key Lausanne III Theme’, in The Lausanne Movement: A Range of Perspectives, Regnum Edinburgh Centenary Series #22, eds Lars Dahle, Margunn Serigstad Dahle, and Knud Jorgensen (Oxford: Regnum Books International, 2014), 373.
  13. See people with disabilities as teachers in Stefan Heuser, ‘The Human Condition as Seen from the Cross: Luther and Disability’, in Disability in the Christian Tradition: A Reader, eds Brian Brock and John Swinton (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 2012), 191-197.
  14. Dietrich Bonhoeffer, Letters and Papers from Prison (London: SCM Press Ltd, 1971), 10. Contextually Bonhoeffer is speaking more generally of what people have experienced in life.
  15. John Piper reminds us, ‘We don’t own culture, and we don’t rule it. We serve it with joy and mercy, for the good of man and the glory of Jesus Christ.’ John Piper, ‘Brokenhearted Joy’, World Magazine, 13 December 2003, 51.
  16. Chapman, Godly Ambition, 157.
  17. See the recent study conducted by Oliver Merz: ‘Inklusion Als Herausforderung: Eine Empirisch-Theologische Studie Zu Behinderung Und Leitungsverantwortung in Langes-Und Freikirchen Der Schweiz’ (‘The Challenge of Inclusion: An Empirical-Theological Study of Disability and Leadership in State and Free Churches in Switzerland’), a thesis presented in partial fulfillment of the requirement for the degree Doctor of Theology (ThD) for the University of South Africa, Pretoria, 2014.
  18. Joni Eareckson Tada has said, ‘Disability ministry is not disability ministry unless the disabled are ministering’ at Ministry Access: The Lausanne Consultation on Disability Concerns, conducted at the International Disability Center of Joni and Friends in Agoura Hills, California, on 21 February 2015. This event followed the 2015 Global Access Conference and served as preparation for the Lausanne Younger Leaders Conference (YLG2016) to be held in Jakarta, Indonesia, on 3-10 August 2016.

Photo Credits

  • First image ‘Luke 14 Banquet’ ©Hyatt Moore is used with permission. The dimensions of the original painting are 17 ft x 6.5 ft. It is owned by Joni and Friends and is featured centrally in their headquarters in California, USA.
  • Second image entitled ‘The Welcome Door’ ©Hyatt Moore is also used with permission. This painting illustrates the door of opportunity awaiting young leaders with disabilities called and gifted for local church leadership.
  • Hyatt Moore was also invited as an artist to the third Lausanne Congress held in Cape Town, South Africa, 2010, and painted during and for the Congress.