Comprobación de la realidad
Ya había sido un largo día. Una docena de ministerios estaban hablando de su asociación para compartir a Cristo con jóvenes aspirantes musulmanes de la región.
Algunas organizaciones eran grandes y su aporte a la asociación reflejaba su tamaño. Había ministerios más pequeños cuyo aporte era, en comparación, modesto. Pero todos reflejaban el mismo nivel de compromiso.
Algunos tenían una historia pentecostal, otros un trasfondo reformado. Por lo menos seis nacionalidades estaban representadas en el grupo. Había organizaciones occidentales internacionales. Otras eran organizaciones nacionales con líderes locales.
Habían estado trabajando juntos durante casi un año y estaban viendo respuestas alentadoras de musulmanes comunes, así como de líderes islámicos. Parecía que Dios estaba bendiciendo este esfuerzo conjunto. ¿El reto? Cada ministerio asociado tenía sus propios grupos que representaban, que pedían informes: los líderes administrativos directos, los que oraban por ellos y los que apoyaban financieramente su trabajo.
Entonces, ¿cómo compartir el crédito? La seguridad era un problema. ¿Qué decir a quiénes sobre asuntos críticos? Con tal diversidad en las inversiones, ¿qué era justo? ¿Cuál era una forma razonable de manejar el crédito por este éxito?
Hubo conversaciones y oraciones, seguidos de más conversaciones y oraciones. Al final, llegaron a la conclusión de que cada ministerio podía informar plenamente los éxitos a quienes representaban. Solo debían decir que estos resultados se estaban logrando mientras su ministerio trabajaba en asociación con otros. Debido a preocupaciones de seguridad no podían nombrar los otros ministerios. Pero necesitaban reconocer que eran parte de un esfuerzo conjunto.
El compromiso de Lausana
Desde su nacimiento en 1974, una de las cualidades distintivas del Movimiento de Lausana ha sido su enfoque en unir al pueblo de Dios. Mucho antes de que se tomara conciencia del poderoso papel del Sur Global en el cristianismo mundial, Lausana alentaba la colaboración en el reino. El Primer Congreso Internacional de Evangelización Mundial en 1974 congregó a 2.300 líderes de 150 países para reunirse, hablar, orar y fomentar la colaboración para la evangelización mundial.
Confianza: El elemento esencial para compartir el crédito
Hay diversas cuestiones que se interponen en el camino de compartir el crédito. Puede ser el ego, la tradición, la teología, el dinero, la personalidad, el estilo cultural o las suposiciones basadas en la ignorancia o el prejuicio. Consideremos la confianza.
Al pensar en la confianza en sus asociaciones, considere las observaciones de Jesús:
- Marcos 9:39-41: ¿Eran celos o cierto deseo de exclusividad lo que refleja la objeción de los discípulos a otros que hacían el bien en el nombre de Jesús? Recuerde la respuesta de Jesús: “El que no está contra nosotros está a favor de nosotros”.
- Marcos 10:35-45: Los propios discípulos buscaban una posición privilegiada. Jesús concluye que “ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”.
- Juan 4:35-38: Jesús deja claro que la evangelización es un proceso en el que diferentes personas juegan diferentes papeles. Enfatiza que deben celebrarse mutuamente y los resultados de su esfuerzo conjunto. Y el apóstol Pablo dice lo mismo en la controversia Apolos/Pablo en 1 Corintios 1.
- Génesis 2-3: El mensaje esencial de Satanás era: “No puedes confiar en Dios”. En la decisión de Adán y Eva, la confianza se rompió y, como resultado, las relaciones se destruyeron, y seguimos sufriendo las consecuencias de la pérdida de confianza.
Elementos esenciales simples pero vitales
Estas son tres preguntas que siempre puede hacer para generar confianza. Recuerde que nuestras promesas son tan buenas como nuestra acción.
- ¿Puede hacerlo? En algunas culturas, es difícil decir “no”. ¿Realmente queremos decir lo que decimos?
- ¿Lo hará? Nada es tan desalentador como saber que un individuo o un ministerio tenía la capacidad de cumplir la promesa, pero no lo hizo.
- ¿Seguirá haciéndolo? Recuerde el énfasis continuo de Jesús en la fidelidad más que en el éxito. Si la promesa lo requiere, ¿seguirá presentándose y cumpliendo?
Las relaciones transparentes son esenciales para confiar y compartir el crédito
Las relaciones de confianza creen que la otra persona tiene nuestros mejores intereses en el corazón. Lo fundamental es darse cuenta de que la transparencia, la honestidad y nuestra relación con los demás están en el corazón de nuestra relación con Dios. No podemos tener relaciones rotas en la tierra y esperar tener una relación abierta y de trabajo con Dios.
Considere la enseñanza de Jesús en:
- Mateo 5:23-24[1]: “Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda”.
- 1 Juan 4:20: “Si alguien afirma: ‘Yo amo a Dios’, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”.
Nadie es perfecto. Todos hemos tenido malos momentos, relaciones rotas y la necesidad de pedir perdón.
Pasos prácticos para compartir el crédito
Recuerde que, si un objetivo es tan grande que requiere una asociación o red, significa que el objetivo, por naturaleza, es complejo. Eso requiere tiempo junto con reflexión, planificación y ejecución en cada paso.
El siguiente cuadro describe los elementos esenciales y cómo podría funcionar esto cuando su asociación o red se reúne. Recuerde que cada paso se basa en el anterior. Es el proceso acumulativo el que aporta claridad y crea confianza.
Los retos complejos llevan tiempo
Un derrumbe frecuente que lleva a la ruptura de las esperanzas, las relaciones y cualquier posibilidad de compartir el crédito es tratar de hacer demasiado y demasiado rápido.
En particular, los líderes de organizaciones occidentales frecuentemente quieren “tener la reunión y seguir con el plan”. Esto a menudo significa que esperan que todos los asuntos y detalles se resuelvan en unas pocas horas. Pero la colaboración entre varios ministerios, por definición, no es simple.
La facilitación efectiva es vital. En algunas culturas, es aceptable que personas que no son el líder de una organización sirvan como facilitadores. Pueden tener los dones, las habilidades, y son creíbles; se sabe que tienen los mejores intereses de todos en el corazón. En otras culturas, con una tradición más jerárquica, tal vez tenga que facilitar un líder de mayor nivel.
He visto con frecuencia que el proceso sugerido en el cuadro anterior toma por lo menos dos o más días. ¡La eficiencia y la eficacia no son lo mismo! Intentar tomar atajos al principio es una receta para la desilusión, si no para el desastre; ¡probablemente elimine cualquier base razonable para compartir el crédito! Un enfoque más largo, de dos días, proporciona maravillosas oportunidades para comer, compartir e incluso pasar la noche informalmente en el mismo ámbito. No es costoso y contribuye en gran medida a crear confianza.
Como suele ocurrir, una asociación y el trabajo en red involucra a ministerios más grandes y más pequeños. Con demasiada frecuencia, los ministerios más grandes dominan en la práctica los procedimientos, aunque esto puede no ser intencional. A menos que los ministerios grandes y pequeños tengan las mismas oportunidades de compartir sus historias, como se sugiere en el primer paso del cuadro anterior, no hay esperanza de que haya igualdad de condiciones y una atmósfera que aliente a compartir el crédito.
Tenga en cuenta estas advertencias:
- Hechos 20:35: “Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: ‘Hay más dicha en dar que en recibir’”.
- Romanos 12:15-16: “Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben”.
- Filipenses 2:3: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos”.
Por último, estos son los elementos esenciales que crean confianza y establecen las bases para compartir eficazmente el crédito.
Propósito/Visión
¿Cumple el propósito con estos criterios?
- Algo que claramente Dios quiere que se haga, no un plan privado.
- Algo que es demasiado complejo para ser hecho por una sola organización.
- Aportará un valor añadido al trabajo/ministerio de cada socio.
- Puede ser evaluado/medido: objetivos específicos, limitados y alcanzables en un plazo razonable.
Persona
¿Muestran estas cualidades los líderes/facilitadores?
- Integridad absoluta; dicen lo que quieren decir y quieren decir lo que dicen.
- Oyentes activos; hacen buenas preguntas y están genuinamente interesados en las preocupaciones de cada individuo o ministerio.
- Saben mantener la confidencialidad cuando corresponde.
- Demuestran un compromiso con los mejores intereses de cada socio, no solo con la gran visión.
Proceso
¿Refleja la asociación o la red estas cualidades?
- Transparencia: todos saben cómo se toman las decisiones y se establecen las prioridades.
- Divulgación completa: las agendas se distribuyen, junto con cualquier material asociado, mucho antes de que se soliciten las reuniones y los aportes. Ayuda a que los participantes “estén en la misma página” lo antes posible.
- Procedimiento claro de incorporación: los nuevos miembros/participantes comprenden lo que hace la asociación y cómo pueden desempeñar un papel activo.
- Alto compromiso: demuestra el valor de la visión y el compromiso con esa visión al personal que asiste y que puede representar a la organización en la toma de decisiones.
- Plena participación: las reuniones de la asociación o red se caracterizan porque todos los asistentes participan en la conversación y toman parte activa en la evaluación, la toma de decisiones y la celebración.
Pensamientos finales
En la pandemia de COVID-19 hemos visto intensos niveles de colaboración entre muchos niveles que, anteriormente, no habían sido habituales. Pero la intensidad de las circunstancias aumenta la conciencia de la forma en que interactúan las relaciones y los sistemas. Ha sido reconfortante ver en qué medida varios elementos de la cadena de respuesta se han afirmado mutuamente, compartiendo el crédito. Cuanto más peligroso es el enemigo, más probable es que apreciemos a los colegas que luchan a nuestro lado, aunque su papel pueda ser muy diferente.
Por lo tanto, la capacidad de compartir el crédito es un buen indicador de la salud de cualquier asociación o red. Si nuestro esfuerzo es saludable, lo más probable es que sea efectivo y que logre las metas que nos hemos propuesto. La capacidad de compartir el crédito sugiere que respetamos a nuestros colegas y su aporte al esfuerzo conjunto. Sienta las bases para la celebración a medida que el grupo alcanza los objetivos que hemos establecido y realizado conjuntamente. Significa que nosotros, tanto individual como colectivamente en el esfuerzo conjunto, tenemos un nuevo sentido de libertad. Y, como siempre, con la libertad viene la alegría. Ambas son cualidades que deben y pueden marcar nuestra asociación o red, al afirmar la compartición del crédito con aquellos que trabajan junto a nosotros en el esfuerzo colectivo.[2]
Notas
- Scripture quotations from the Good News translation
- Nota del editor: Ver el artículo “¿Es efectiva nuestra colaboración para el reino?” de Phill Butler, en el número de enero de 2017 del Análisis Mundial de Lausana https://lausanne.org/es/contenido/aml/2017-01-es/es-efectiva-nuestra-colaboracion-para-el-reino