Análisis Mundial

La sucesión en el liderazgo y el futuro de la misión

dejar paso a la siguiente generación

Allen Yeh Nov 2024

Hace dos años murió la reina Isabel II. Su fallecimiento supuso el fin de una era y batió muchos récords. Con casi 71 años en el trono, ha sido la monarca más longeva de la historia británica. Aun así, en sus últimos años hubo pedidos continuos para que renunciara voluntariamente a la corona en favor de su hijo. Esto es comprensible: si la generación anterior no se despoja de las riendas del poder, puede que nunca llegue el momento de la siguiente. Cuando Carlos accedió finalmente al trono, también batió una marca, aunque desfavorable. Era el monarca británico de mayor edad en haber sido coronado jamás, con 73 años.

Sucesión generacional

Como pertenezco a la generación X (nacidos entre 1965-1980), me siento identificado. La generación anterior a la mía, los baby boomers, se llamaron así debido a una gran tasa de natalidad mundial entre los años 1946-1964 debido a un repunte del optimismo mundial de posguerra. Esto contrastaba con la generación siguiente, llamada «X», ¡que en realidad no significaba nada! Como éramos menos y se nos consideraba insignificantes, quedamos eclipsados por nuestros predecesores, y aún lo estamos. Los boomers viven más tiempo gracias a los avances médicos, pero la consecuencia es que se jubilan más tarde, lo que hace que la generación X se sienta como el príncipe Carlos, preguntándose si alguna vez llegará nuestro momento. Los boomers se convirtieron en líderes de la sociedad a una edad mucho más temprana que la generación X. Muchos de nosotros todavía estamos esperando nuestro turno.

Sin embargo, esto ha creado un efecto dominó. Los millennials (nacidos entre 1981 y 1995) y la generación Z (nacidos entre 1996 y 2015) también han sufrido el correspondiente retraso en su ascenso profesional. La generación Z tiene la carga añadida de enfrentarse a un mundo de recursos escasos (ya sean recursos naturales o puestos de trabajo o dinero). Quieren saltarse la universidad porque el privilegio de cursar cuatro años para obtener un título de artes liberales (y endeudarse mucho) les parece desorbitado, ¿y quién puede culparlos? Preferirían ir a una escuela de oficios de un año para aprender un oficio específico y entrar directamente en el mercado laboral. O trabajan con una mentalidad de «economía de trabajos eventuales». En lugar de permanecer en un trabajo durante toda su vida, como los boomers, o al menos hacer un trabajo a la vez, como la generación X, hacen varios trabajos a la vez (conductor de Uber, camarero de Starbucks, creador de contenidos de YouTube, cuidar niños) y así se ganan un sueldo.

La influencia de la crianza

Por supuesto, las pantallas también son una gran influencia, pero más en la generación Z que en los millennials, porque el iPhone se inventó en 2007 y la generación Z alcanzó la mayoría de edad con los smartphones. Esto produjo toda una generación que fue criada por pantallas. La generación X eran «niños solos» (nos criamos de forma independiente), los millennials tenían «padres helicóptero» (padres que sobrevolaban sobre los hombros de sus hijos), y la generación Z tienen «padres cortacésped/quitanieves» (padres que allanan el camino delante de sus hijos para eliminar todos los obstáculos para que los hijos no tengan que aprender a superarlos). Aunque Jean Twenge en su libro iGen[1] cita las pantallas como la influencia número uno en la generación Z, Jason Dorsey, de Center for Generational Kinetics, dice que la mayor influencia es en realidad la crianza.[2] La generación Z se ha convertido en la «generación ansiosa», ya que está recibiendo la doble fuerza de los padres cortacésped sumado a demasiado tiempo de pantalla. Están más protegidos del mundo físico, pero menos protegidos de los contenidos de Internet, lo que los lleva a una existencia virtual. Esto provoca retrasos en el desarrollo de hasta cinco años. Por ejemplo, la generación X generalmente sacaba su licencia de conducir cuando cumplía 16 años. La generación Z no necesita aprender a conducir porque sus padres cortacésped los protegen conduciendo por ellos (o, simplemente, pueden llamar a un Uber a través de su smartphone), por lo que generalmente no aprenden a conducir hasta bien entrados en la veintena. La mentalidad independiente de la generación X de «hacerlo todo nosotros mismos» por no tener padres contrasta con los padres de la generación Z, cuyos padres hacen todo por ellos. Lo primero no es necesariamente mejor que lo segundo, porque conlleva su propio conjunto de riesgos, como más accidentes de coche, más embarazos adolescentes y más abuso de alcohol/drogas. No obstante, no es de extrañar que los estudiantes universitarios de hoy en día experimenten tanta ansiedad y depresión (a pesar de estar más seguros que todas las generaciones anteriores). Si tienen un retraso en su desarrollo de cinco años, aún no tienen el conjunto de habilidades personales para ir a la universidad por su cuenta. Me viene a la mente el viejo proverbio de «dale un pez a un hombre y le darás de comer un día; enséñale a pescar y le darás de comer toda la vida». Tenemos que equilibrar la protección que les damos con enseñarles independencia.

La crianza lo es todo (y las pantallas son el síntoma, no el problema). ¿Por qué algunas generaciones jóvenes se sienten con derecho a todo? Porque sus padres les han enseñado que se lo merecen. ¿Por qué algunas generaciones jóvenes necesitan trofeos solo por participar? Porque sus padres son quienes se los dieron. ¿Por qué algunas generaciones jóvenes son adictas a las pantallas? Porque sus padres les dejan pasar demasiado tiempo frente a la pantalla. ¿Por qué algunas generaciones jóvenes se sienten angustiadas por el estado del mundo? Porque sus padres les dejaron un legado de cambio climático, desigualdad racial, matrículas universitarias inasequibles, polarización política, obsesión por el dinero y falta de confianza para hacer las cosas por sí mismos. ¿Por qué se acusa a algunas generaciones jóvenes de ser frágiles? Porque ven que las generaciones mayores son igual de frágiles (por ejemplo, discutiendo a la defensiva en las redes sociales o la cultura de cancelación a ambos lados del espectro político).

Lausana y los líderes jóvenes

¿Qué nos indica esto sobre el «cambio de guardia» en relación con el liderazgo en las misiones? Lausana siempre ha valorado a los líderes jóvenes, empezando por Singapur 1987, el primer Encuentro de Líderes Jóvenes (ELJ). Yo mismo asistí al ELJ ’06 en Malasia, y desde entonces ha habido un ELJ ’16 en Indonesia,[3] y otro que se celebrará en 2026 en algún lugar de América Latina. Cada uno de estos encuentros ha servido a distintas generaciones de jóvenes líderes en ascenso. Pero si la generación Z está más preocupada por el dinero que las generaciones anteriores —y con razón, ya que son la primera generación que gana menos dinero que sus padres—, las misiones no son algo hacia lo que se inclinen de forma natural, aunque lo consideren necesario para el mundo. Su preocupación por el retorno de la inversión los llevará a especializarse en negocios o en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), y no en artes liberales o humanidades, que generan poco dinero, y mucho menos en misiones, que requiere recaudar fondos. La conferencia trienal de misiones de Urbana (patrocinada por InterVarsity) ha visto caer la asistencia desde su apogeo de 18.000 a 5.000 en la actualidad.

Pero si la generación Z está más preocupada por el dinero que las generaciones anteriores —y con razón, ya que son la primera generación que gana menos dinero que sus padres—, las misiones no son algo hacia lo que se inclinen de forma natural, aunque lo consideren necesario para el mundo.

Sabiduría para una sucesión generacional eficaz

Los boomers no estarán aquí para siempre, y si no cultivamos ahora la próxima generación de líderes de misiones, pronto será demasiado tarde. A la luz de todo lo anterior, he aquí algunas sugerencias para la sucesión del liderazgo en las misiones hoy en día:

Compartir espacio y confiar en las generaciones jóvenes

Uno de los principales principios del buen liderazgo es la delegación. Pero la delegación debe hacerse no con una mentalidad paternalista («yo sigo al mando mientras tú buscas el café»), sino dándoles una responsabilidad compartida significativa que importe. Hacer que el objetivo final sea entregar las riendas del poder y quedarse sin trabajo.[4] Pablo hizo esto con Timoteo y lo exhortó diciéndole que la juventud no es un impedimento (1Ti 4:12). Hay muchas cosas que las generaciones jóvenes pueden hacer mejor que las mayores, como el hecho de ser nativos digitales y comprender y apreciar la diversidad. Dejemos que nos enseñen mientras nosotros les enseñamos a ellos. En Colosenses 3:21, Pablo instruye a los padres a no amargar (es decir, provocar/exasperar) a la generación más joven. Malcolm Gladwell dice que se necesitan 10.000 horas para convertirse en un verdadero experto en algo.[5] Dejemos que las generaciones jóvenes hagan sus horas.

Uno de los principales principios del buen liderazgo es la delegación. . . . una responsabilidad compartida significativa que importe.

Escuchar bien

No despreciemos las luchas de otros considerándolas inferiores. Reconozcamos que ellos han pasado por cosas difíciles que nosotros no hemos experimentado. Cada generación tiene que escuchar e intentar comprender lo que han pasado las demás, y ser comprensiva con los errores de todos. Jonathan Haidt[6] llama a poner fin al pensamiento dicotómico y el tribalismo a los que todos somos propensos. Aleksandr Solzhenitsyn lo dijo así: «La línea que separa el bien del mal pasa… justo a través de cada corazón humano».[7] En otras palabras, la idea de que «nosotros somos buenos y el otro lado es malo» no es bíblica. Más bien, Dios es bueno y todos los seres humanos están destituidos de su gloria. Tener gracia con el bien y el mal simultáneos de la gente permite que las personas aprendan. Necesitamos crear un espacio para que todos fracasen, y estas lecciones les permitirán fortalecerse para futuros éxitos. La cooperación intergeneracional[8] no es solo mentoreo (que puede ser otra forma de crianza), sino realmente permitir que las contribuciones de todos importen. Pablo habla de la analogía del cuerpo, donde nadie puede decir a otro «no te necesito» (1Co 12).

No encasillar la cooperación intergeneracional como un tema aparte.

Realmente debería ser un elemento de cada discusión. No es un ladrillo más, sino la argamasa entre los ladrillos. El año pasado, del 31 de mayo al 2 de junio de 2023, formé parte del Equipo de Programa para organizar la Conversación de Generaciones de Lausana (LGC23)[9] en Biola University. Los cinco principios derivados de esa conversación tenían la forma de una pirámide: «Visión bíblica y Llamado misional» son los bloques constructivos fundamentales; en el centro están «Amistad y Mutualidad»; y en la cúspide está «Colaboración».[10] El Cuarto Congreso de Lausana (L4) en Seúl, que se celebrará del 22 al 28 de septiembre de 2024, está construido en torno a la idea de Equipos de Acción Colaborativa.

Tenemos que acercarnos a las generaciones jóvenes con una visión cautivadora de la misión

Ellos aman la diversidad y odian el colonialismo. Esto concuerda con lo que vemos en Apocalipsis 7:9, donde «todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas» están adorando al Señor, lo que da gloria a Dios. Pero si las misiones se les presentan como «Occidente tiene razón y todos los demás están equivocados», no toma en cuenta que las misiones de hoy son policéntricas, «de todos a todas partes».[11] El evangelio también debe reformularse en tres dimensiones: no solo inocencia sobre culpabilidad (salvar almas), sino también honor sobre vergüenza (salvar el honor) y poder sobre temor (salvar cuerpos).[12] Esto añade incluso una dimensión más al Pacto de Lausana, que solo tenía dos dimensiones de misión integral en su formación original (evangelización y justicia social).[13]

El evangelio también debe reformularse en tres dimensiones: no solo inocencia sobre culpabilidad (salvar almas), sino también honor sobre vergüenza (salvar el honor) y poder sobre temor (salvar cuerpos).

Cuando pensamos en la sucesión del liderazgo en la misión hoy en día, Lausana va por buen camino. Tenemos que pasar el testigo adecuadamente a los próximos líderes misionales, para que el nombre de Dios siga siendo glorificado en toda la tierra y a través de todas las generaciones.

Notas de fin

  1. Jean M. Twenge, iGen: Why Today’s Super-Connected Kids Are Growing Up Less Rebellious, More Tolerant, Less Happy—and Completely Unprepared for Adulthood (New York: Atria, 2017).
  2. Jason Dorsey and Denise Villa, Zconomy: How Gen Z Will Change the Future of Business—and What to Do About It (New York: Harper Business, 2020).
  3. Nota del editor: Ver ‘Seis lecciones del ELJ2016 sobre el liderazgo’, por Sarah Breuel y Dave Benson, en Análisis Mundial de Lausana, noviembre 2016, https://lausanne.org/es/global-analysis/seis-lecciones-del-elj2016-sobre-el-liderazgo.
  4. Este fue el principio que impulsó la concepción de la “iglesia de las tres autonomías” de los misionólogos del siglo XIX Rufus Anderson y Henry Venn: dondequiera que vayan los misioneros occidentales, deben “trabajar para que no les quede trabajo” alentando a los nacionales a ser autónomos, autosuficientes y autopropagadores. Esto realmente ayuda a mitigar el paternalismo.
  5. Malcolm Gladwell, Outliers: The Story of Success (New York: Back Bay, 2011).
  6. Jonathan Haidt, The Coddling of the American Mind: How Good Intentions and Bad Ideas Are Setting Up a Generation for Failure (New York: Penguin, 2019).
  7. Aleksandr Solzhenitsyn, The Gulag Archipelago 1918–1956 (New York: Harper & Row, 1973).
  8. For intergenerational leadership, see Micaela Braithwaite, ‘El propósito de Dios en el liderazgo intergeneracional’ Lausanne blog, 5 July 2023, https://lausanne.org/es/acerca-de-nosotros/blog-es/el-proposito-de-dios-en-el-liderazgo-intergeneracional
  9. Esta Conversación de Generaciones de Lausana no se llamó intencionadamente «conferencia» porque no queríamos que las personas mayores se limitaran a hablar a los jóvenes, sino que se formaran grupos de mesa en los que tuvieran lugar conversaciones reales entre las distintas generaciones.
  10. Este es el desglose de los nueve principios de LGC23 derivados de los cinco bloques constructivos de la pirámide:
    • i) Visión bíblica y llamado misional (Hch 7:54-9:31): Los líderes experimentados pueden bendecir a los líderes emergentes animándolos, capacitándolos y abriéndoles puertas.
    • ii) Visión bíblica y llamado misional (Hch 14:8-16:5): La misión mundial de Dios se logra mejor a través de colaboraciones intergeneracionales, porque la misión se beneficia de lo que cada uno puede ofrecer.
    • iii) Amistad intergeneracional: Las amistades misionales son tanto de lado a lado como hacia afuera: desarrollando intencionalmente relaciones y participando en intereses comunes para objetivos comunes.
    • iv)Mutualidad intergeneracional: La mutualidad es posible cuando hay confianza, respeto, empatía y reconciliación.
    • v) Liderazgo colaborativo: Los líderes reconocen los dones de los demás y dejan espacio para su desarrollo.
    • vi) Liderazgo colaborativo: Los líderes empoderan delegando responsabilidad con la autoridad correspondiente.
    • vii) Liderazgo colaborativo: Los líderes empoderadores confían en Dios con relación a las personas que ellos están liderando.
    • viii) Comunicación en colaboración: Apreciar lo que las diferentes generaciones tienen para ofrecer fortalece la colaboración.
    • ix) Comunicación en colaboración: La escucha activa es fundamental para una colaboración eficaz
  11. Allen Yeh, Polycentric Missiology: 21st-Century Mission from Everyone to Everywhere (Downers Grove: IVP Academic, 2016).
  12. Jayson Georges, The 3D Gospel: Ministry in Guilt, Shame, and Fear Cultures (Timē Press, 2017).
  13. Mark Matlock, director de la conferencia trienal de misiones de Urbana, me encargó que formara un equipo de nueve misiólogos para redactar tres informes oficiales: Reformular las misiones más allá de los legados coloniales, Redefinir el envío misionero en una era conectada y Articular una teología del evangelio y la misión para el mundo actual. Estos tres documentos oficiales serán fundamentales para cautivar a las generaciones jóvenes para la misión.