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He tenido el privilegio de trabajar en proyectos de medios cristianos en todo el mundo. Lo que cubro en este breve artículo es aplicable en su esencia en cualquier área que sea hostil al mensaje cristiano, como los países de mayoría islámica, hindú, budista y China.

Mi interés particular se ha centrado en el Gran Oriente Medio; trabajé por primera vez en el norte de África en la década de 1970. Es a partir de este contexto que busco dar mis razones, un ejemplo de lo que creo que es una realidad mundial.

 la dinamización de comunidades locales existentes y emergentes como motores clave del crecimiento de la iglesia.

Por qué este artículo

El propósito de este breve artículo es sencillo. Está dirigido a profesionales de la comunicación, líderes o formuladores de políticas de agencias que tienen un importante componente de medios/comunicaciones y a quienes están involucrados en la financiación de tales iniciativas.

Sugiero que la dinamización de comunidades locales existentes y emergentes como motores clave del crecimiento de la iglesia y de nuevos «movimientos» puede, en última instancia, producir resultados que exceden las estrategias con un enfoque más tradicional basado en decisiones individuales.

Hipótesis subyacentes

Para el personal de medios de comunicación, muchas de las siguientes cuestiones son bien conocidas. Pero los repaso para que queden claros las hipótesis detrás de mis propuestas:

El diseño de Dios (Génesis 2-3) era que el hombre viviera en relación; con Dios, consigo mismo, con los demás, con el orden creado y con la eternidad. Nuestras relaciones, rotas por las decisiones de Adán y Eva, fueron restauradas a través de Jesús, como aparece expresamente en repetidas ocasiones en Juan 13-17. En Juan 17:21-23 Jesús dice que su credibilidad personal es afirmada o devaluada por nuestras relaciones como creyentes. Por lo tanto, las comunicaciones interpersonales, cuando son posibles, prevalecen sobre todas las demás formas de comunicación.[1]

El grueso de los “no alcanzados” se encuentra las culturas tradicionales y relacionalmente intensivas que se reflejan en el islam, el hinduismo, el budismo y las variantes regionales de China y África. Esto contrasta fuertemente con Occidente, donde se valora el individualismo, que a menudo determina las estrategias e inversiones en los medios de comunicación.

En las culturas tradicionales, el reto o los riesgos involucrados en la adopción de una innovación aumentan a medida que las implicaciones de la innovación propuesta se reflejan potencialmente en la familia, inmediata o extendida, y en la comunidad en la que vive el individuo o familia. En resumen, el contexto social desempeña un enorme papel en una decisión como la de seguir personalmente a Cristo.[2]

Aunque la comunicación estaba limitada a cartas interpersonales que viajaban lentamente, las investigaciones sobre el explosivo crecimiento de la iglesia primitiva hasta el año 300 d.C., aproximadamente, sugieren fuertemente que se debió a la evidente alternativa positiva que ofrecía la comunidad de creyentes. Los trabajos de Michael Green, Robert Banks y Rodney Stark afirman esta conclusión.[3] ¿Son tan diferentes las culturas tradicionales basadas en la comunidad hoy?

En estos contextos tradicionales, la investigación sugiere que la comunicación basada en los medios de comunicación en relación con decisiones de alto riesgo social tiene limitaciones. Por ejemplo, para una persona que está considerando a Cristo, los medios de comunicación tienen un importante potencial para concienciar y proporcionar información sobre las opciones respecto a la elección. Luego, esos medios pueden desempeñar un papel valioso en la afirmación y la educación de las personas después de la decisión. Pero, en el punto crítico de la toma de decisión, las relaciones interpersonales son vitales.[4]

La importancia de la proximidad en la comunicación ha sido ampliamente estudiada y, de nuevo, está atestiguada por múltiples pasajes de la Biblia. La confianza y la credibilidad son componentes clave cuando aumentan las implicaciones personales de la decisión que se está considerando. ¿Viene este mensaje de un desconocido a cierta distancia? ¿O de una fuente confiable con la que tengo una relación personal?[5]

El advenimiento y la adopción generalizada de las redes sociales han ampliado considerablemente las opciones para abordar cuestiones como la proximidad y la especificidad geográfica de los mensajes.

Identificar a las personas que están en una búsqueda y/o personas de paz que, a su vez, pueden convertirse en factores clave de los «movimientos» ha supuesto un reto para la comunidad misionera durante más de 50 años. ¿Cómo pueden las agencias de medios de comunicación galvanizar o apoyar eficazmente el papel del individuo en el desarrollo de las comunidades locales?

El espíritu altamente individualista del cristianismo occidental ha tenido un profundo efecto en la forma de evaluar la financiación de iniciativas relacionadas con los medios de comunicación. La financiación occidental ha favorecido en gran medida el equivalente digital de «¿cuántos levantaron la mano?» o «¿cuántos pasaron al frente?”. Pero no ha habido categorías ni indicadores diseñados para evaluar el crecimiento de la madurez de los creyentes o la salud de las comunidades locales.

Otra forma de resumir lo que sugiero es la siguiente: ¿puede al menos un elemento de nuestra estrategia de medios o de comunicación buscar fortalecer y empoderar a los creyentes locales existentes y a sus comunidades para que «hagan la evangelización» en lugar de que los medios busquen principalmente una relación directa con la persona que está en una búsqueda?

Experiencia sobre el terreno

En mi experiencia, los medios de comunicación y su relación con las cuestiones sobre el terreno fueron explorados seriamente por primera vez en 1986 por ocho agencias centradas en el norte de África. Tres de las ocho eran emisoras, los únicos medios de comunicación electrónicos involucrados en la evangelización en la región en aquel momento.

En estas reuniones en España, nos enteramos de que frecuentemente la misma persona se ponía en contacto con múltiples emisoras, a menudo pidiendo consejo, solicitando Biblias, etc. ¿El reto? Convertir a estas aparentes personas que están en una búsqueda en creyentes, discípulos y, en última instancia, verlas en las comunidades locales.[6]

A medida que proliferaban tanto los productores de contenidos como las formas de comunicación, los retos continuaban para las iniciativas basadas en medios de comunicación. Posteriormente, se emprendió con diligencia una iniciativa bien intencionada y multiinstitucional, GRMS, tratando de abordar los mismos retos. Es una historia que muchos conocen bien.

Desde aquellas reuniones en España en 1986, la «iglesia nacional» de los creyentes de trasfondo musulmán (MBB) en Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, a pesar de recibir poca atención explícita por parte de los medios de comunicación, ha logrado crecer lentamente. Una excepción ejemplar es un equipo de medios de comunicación con sede en Túnez que se ha centrado en el fortalecimiento de las comunidades locales y sus líderes.

La decisión de convertirse en un seguidor de Jesús en culturas tradicionales se produce en un contexto altamente personal y relacional sobre el que los medios de comunicación tienen poco o ningún control.

El contexto de la toma de decisiones

En última instancia, el reto es que la decisión de convertirse en un seguidor de Jesús en culturas tradicionales se produce en un contexto altamente personal y relacional sobre el que los medios de comunicación tienen poco o ningún control. Los sonidos y las imágenes de los medios de comunicación deben traducirse en carne y hueso.

Shalom Swartz, citado anteriormente, en su estudio sobre la cultura y la toma de decisiones destaca siete elementos clave de la cultura que afectan la toma de decisiones. Tres de ellos son el conservadurismo, la armonía y la jerarquía. Son características que se reflejan típicamente en las culturas en las que la religión desempeña un papel importante en la conformación del comportamiento cotidiano.

Un breve artículo de BBC News relata las implicaciones de que un musulmán se convierta al cristianismo en Londres.[7] Imagine las implicaciones para un converso en un pueblo de los montes Atlas en Marruecos. Las historias de circunstancias a menudo espantosas que rodean a los nuevos conversos están muy extendidas.

Las iniciativas y la experimentación que acompañan a los medios de comunicación social proliferan constantemente y, por supuesto, solo siguen siendo exploradas y reforzadas. Sin embargo, ¿no es razonable considerar la posibilidad de asignar al menos una parte de los recursos de los medios de comunicación específicamente a miembros y, en particular, a líderes de comunidades locales existentes en zonas «hostiles» como Oriente Medio y África del Norte?

El potencial de las comunidades locales

Con demasiada frecuencia, podemos suponer que las comunidades existentes y sus líderes están tan limitados por años de «supervivencia» que no tienen ningún potencial para la innovación y el cambio. La idea de un esfuerzo específico para involucrar y apoyar a estas comunidades y a sus líderes puede parecer un rodeo en la meta de crecimiento de la iglesia. Así que, en consecuencia, sentimos que debemos hacer una “carrera hacia la meta” buscando principalmente, si no exclusivamente, movimientos inspirados en los medios de comunicación. Y, normalmente, estas iniciativas se centran en decisiones individuales. Entonces, ¿cómo se integrarán eficazmente estas personas a las comunidades existentes, si es que existen? Y lo que es aún menos probable, ¿cómo se conectará la persona con otros creyentes nuevos o existentes para formar una comunidad completamente nueva? Si nos centramos en el fortalecimiento de las comunidades locales y sus líderes, la pregunta que he escuchado con más frecuencia es: «¿Cuál debería ser el contenido?”.

En una conferencia regional de evangelización en el norte de África en 2018,[8] los líderes sugirieron estas prioridades para el contenido de los medios:

Fortalecer la calidad de la vida espiritual personal de los líderes locales y sus habilidades de liderazgo.

Alertar y, en algunos casos, educar a las comunidades locales y a sus líderes con relación a las formas en que pueden proporcionar cobertura relacional y seguridad a personas que están en una búsqueda seria y a nuevos creyentes.

Crear una visión de cómo su comunidad puede pasar del temor al favor en su comunidad local, fortaleciendo su credibilidad y su impacto potencial.

Darles una visión de cómo su comunidad puede ser un motor de replicación, siendo un elemento clave en un «movimiento».

Compartir historias, historias de casos y testimonios de líderes y otras comunidades que han experimentado una verdadera bendición cuando su comunidad local se convierte en un elemento reproductor del plan de Dios. Los líderes locales necesitan el estímulo de ejemplos de personas reales que lideran otras comunidades.

Un buen comienzo sería una reunión de trabajo de los medios con líderes de ministerios en el terreno, centrada en estos temas.

Opciones para la acción

Un buen comienzo sería una reunión de trabajo de los medios con líderes de ministerios en el terreno, centrada en estos temas, ¡incluidos los que financian las iniciativas de los medios! Podrían diseñarse iniciativas experimentales con objetivos específicos e indicadores acordados para su evaluación.[9]

No estoy sugiriendo elegir una u otra opción. Más bien, ¿podríamos considerar un esfuerzo serio para experimentar, demostrar y evaluar el potencial de invertir en comunidades existentes y emergentes en estas áreas tradicionalmente hostiles al evangelio?

No es una cuestión de dinero o de capacidad técnica, en realidad. En última instancia, debemos enfrentar nuestra disposición para explorar seriamente cuestiones relacionadas con la mayordomía: la disposición a asumir riesgos y a afrontar honestamente las implicaciones de nuestros supuestos fundamentales. ¿Cómo empoderará el Espíritu Santo al pueblo de Dios para que pueda difundir la buena noticia de la manera más eficaz, para que todos puedan oír hablar de él, el dador de la vida?

Notas

  1. Relevant biblical references on the topic can be found in Hebrews 1:1-2, I John 1:1-2, etc.
  2. Shalom H Schwartz, ‘A Theory of Cultural Values and Some Implications for Work,’ Applied Psychology: An International Review, Vol. 48 (1999): 23-4, as quoted by Glazer and Karpati in their paper ‘The Role of Culture in Decision-making,’ Research Gate, September 2014.
  3. Michael Green, Evangelism in the Early Church (Grand Rapids: W. B. Eerdmans Publishing Co, 2004); Rodney Stark, Cities of God: The Real Story of How Christianity Became an Urban Movement and Conquered Rome (CA: Harper One, 2007); Robert Banks, Paul’s Idea of Community (MI: Baker Academic, 1994).
  4. ‘Media influence is greatest in informing people and creating initial attitudes; it is least effective in changing attitudes and ingrained behaviors’, writes Levi Zeleza Manda in ‘Role of mass media in development: which media; what approach?’, http://www.academia.edu/2530414/Role_of_media_in_development_which_media_what_approach.
  5. Amir Seyedi, Rachid Saadi, and Val´erie Issarny, ‘Proximity-Based Trust: Inference for Mobile Social Networking’,ARLES Project-Team, INRIA CRI Paris-Rocquencourt, France, https://link.springer.com/content/pdf/10.1007%2F978-3-642-22200-9_20.pdf.
  6. A YouTube video unpacks the complex but fascinating story in more detail, showing the basic challenge has not changed, https://www.youtube.com/watch?v=j7cmpxOnvvk&t=9s.
  7. ‘Converting from Islam to Christianity: One man’s story’, BBC News UK, 6 November 2018,https://www.bbc.com/news/av/uk-46102493
  8. The ‘Blue Med’ regional evangelism/discipling/church planting conference held annually in Malta.
  9. Nota del editor: Ver el artículo de Lars Dahle “Implicación en los medios”, en el número de enero 2014 del Análisis Mundial de Lausana https://lausanne.org/es/contenido/aml/2014-01-2/implicacion-en-los-medios-una-tarea-misionologica-global

Photo credits

Photo by Simon Berger on Unsplash

En los últimos 50 años, Phill Butler ha trabajado en más de 70 países. Ha escrito extensamente en el campo de las comunicaciones y las misiones, y es el autor del libro Well Connected: Releasing Power, Restoring Hope Through Kingdom Partnerships. Actualmente trabaja como Asesor Superior de Estrategia en visionSynergy, que fundó en 2004. Todos los trabajos recopilados de Phill sobre colaboración se pueden encontrar en su sitio web https://kingdom-resource.org