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Que la iglesia proclame y exhiba a Cristo juntos

Patrick Fung 19 Feb 2024

El Movimiento de Lausana desea ver un movimiento de misión mundial de la iglesia mundial que sea intercultural, intergeneracional, con diferentes trasfondos profesionales sin la división entre lo sagrado y lo secular, policéntrico y polifónico, con hombres y mujeres que sirven juntos para Cristo en unidad. Queremos que Cristo sea conocido cerca y lejos, levantado en honor y gloria. Esa es nuestra visión.

Con este objetivo, daremos la bienvenida a los participantes del Cuarto Congreso de Lausana para la Evangelización Mundial, que se celebrará en Incheon, Corea del Sur, en septiembre de este año. El tema del Congreso es «Que la iglesia proclame y exhiba a Cristo juntos».

Lecciones de Hechos

El Cuarto Congreso de Lausana se centrará en el libro de los Hechos. Exploraremos seis temas específicos del libro y buscaremos aplicar las lecciones de la iglesia primitiva a nuestro contexto contemporáneo.

La obra del Espíritu Santo

Examinaremos la poderosa presencia del Espíritu Santo en el libro de Hechos. Que el Espíritu de Dios traiga de nuevo su fuego de avivamiento a la iglesia mundial como lo hizo en el capítulo dos de Hechos. Consideraremos cómo el sorprendente movimiento de Dios continúa en el poder de su Espíritu para la misión y la evangelización mundiales en el siglo XXI.

Comunidad misional

Examinaremos nuevas expresiones de la iglesia. Cuando los primeros creyentes escuchaban las enseñanzas de los apóstoles, su fe aumentaba; al partir el pan, su esperanza se fortalecía; en la comunión y en la oración, su amor se profundizaba. Era una comunidad marcada por la santidad, la integridad y el temor del Señor.

Persecución y misión mundial

Examinaremos cómo respondió la iglesia primitiva a la dura persecución y cómo Dios abrió nuevas puertas como nunca antes se había visto en medio del sufrimiento. El poder pasó del centro a los márgenes.

Testimonio cristiano en el ámbito laboral

Hay numerosas referencias en el libro de Hechos que muestran cómo el evangelio avanzó en múltiples lugares de trabajo, desde centros provinciales de gobierno y academias filosóficas hasta niveles ordinarios de la existencia humana cotidiana. El impacto en las ciudades y fuera de ellas tiene hoy más pertinencia que nunca.

Liderazgo como servicio

Este es un tema esencial en el libro de Hechos, con su énfasis en la humildad, la compasión pastoral, la fidelidad, el sacrificio y morir al egoísmo. El libro de Hechos se centra en qué consiste el servicio a la luz de las enseñanzas y el ejemplo de Cristo y en cómo se ejemplifica en la vida de los apóstoles y las personas a las que se les confió la responsabilidad de la iglesia del Nuevo Testamento.

Cristo es Señor

Mientras navegamos hacia la tormenta de un futuro desconocido, reconocemos que Cristo es Señor. El evangelio debe ser proclamado hasta los confines del mundo, como Pablo predicó el evangelio con denuedo y sin obstáculos, incluso cuando estaba bajo arresto domiciliario (Hechos 28).

Que la iglesia

La nueva sociedad de Dios se caracteriza por la vida en lugar de la muerte, por la unidad y la reconciliación en lugar de la división y la alienación, por las sanas normas de la justicia en lugar de la corrupción de la maldad, por el amor y la paz en lugar del odio y la lucha, y por un conflicto sin tregua con el mal en lugar de un compromiso débil con él.

Queremos ver que el Cuarto Congreso de Lausana aporte un sentido de urgencia a la iglesia mundial y la necesidad de una colaboración más profunda y rica para dar testimonio de Jesucristo y de todas sus enseñanzas, en todas las naciones, en todas las esferas de la sociedad y en el ámbito de las ideas. En medio de los conflictos mundiales, las guerras y las plagas, existe un llamado urgente a la iglesia mundial para la evangelización mundial, de modo que el evangelio pueda llegar hasta los confines de la tierra, tal y como ordenó nuestro Señor Jesucristo.

La iglesia mundial debe ser un testimonio vivo para el mundo de que la paz se encuentra en Jesucristo. La nueva sociedad de Dios se caracteriza por la vida en lugar de la muerte, por la unidad y la reconciliación en lugar de la división y la alienación, por las sanas normas de la justicia en lugar de la corrupción de la maldad, por el amor y la paz en lugar del odio y la lucha, y por un conflicto sin tregua con el mal en lugar de un compromiso débil con él.[1]

A lo largo del Congreso, escucharemos las voces de la iglesia mundial. Mientras celebramos lo que Dios está haciendo en todo el mundo, buscamos la misericordia y la fortaleza de Dios en lugares de persecución y conflicto.

Creemos que Dios está invitando hoy a la iglesia mundial a trabajar juntos, dando forma a una acción sabia que sirva a los propósitos de Dios en nuestra generación. Las sesiones de trabajo vespertinas nos brindarán una oportunidad increíble para encarar de frente las principales «brechas en el cumplimiento de la Gran Comisión» y encontrar soluciones. Nos comprometemos a trabajar juntos para acelerar la misión mundial.

Proclame y exhiba a Cristo

Queremos que la iglesia mundial vuelva a ser impulsada a proclamar y exhibir a Cristo en el mundo. Tal vez nuestra reticencia sea uno de los mayores obstáculos para la evangelización mundial. Debemos superar nuestro silencio culpable cuando enfrentamos hostilidad hacia el evangelio. Pedro, un hombre cambiado con el poder del Espíritu Santo, declaró: «En ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Hch 4:12). Cuando se le ordenó a Pedro que no volviera a hablar en nombre de Jesús, Pedro y Juan replicaron: “¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos! Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch 4:19-20).

Lo que nos preocupa es la preeminencia de Cristo. Es una preocupación por su honor en el mundo, un deseo ardiente de que se cumpla nuestra oración: «La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros, sino para tu nombre» (Sal 115:1). Es un reconocimiento de que Dios Padre lo ha exaltado «muy por encima… de cualquier otro nombre que se invoque» (Ef 1:21) y, de hecho, «le otorgó el nombre que está sobre todo nombre” para que “se doble toda rodilla… y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor» (Fil 2:9-11).

Damos testimonio de la verdad de Cristo en un mundo globalizado y pluralista. Construimos la paz de Cristo en nuestro mundo dividido y roto. Vivimos el amor de Cristo entre personas de otras religiones. Discernimos la voluntad de Cristo para la evangelización del mundo. Nos asociamos en el cuerpo de Cristo para la unidad en la misión. Anhelamos que toda la iglesia mundial proclame y exhiba el evangelio de Jesucristo a todo el mundo. El evangelio es la buena noticia de Dios, a través de la cruz y la resurrección de Jesucristo, para personas individuales, la sociedad y la creación.

Demostramos el evangelio a través de nuestras vidas y lo predicamos con nuestras palabras. Buscamos proclamar y exhibir a Cristo en el mundo con expresiones creativas y multidimensionales. Toda nuestra misión debe reflejar la integración de la evangelización y el compromiso en el mundo. “Si hacemos caso omiso del mundo, traicionamos la palabra de Dios… Si hacemos caso omiso de la palabra de Dios, no tenemos nada que ofrecerle al mundo».[2]

En las sesiones plenarias del Cuarto Congreso de Lausana abordaremos cómo la iglesia mundial proclama y exhibe a Cristo en el contexto actual, que incluye, entre otras muchas cuestiones, los conflictos mundiales, el cuidado de la creación, las cuestiones de justicia, la sexualidad y el género, las persecuciones y los ministerios en el ámbito laboral.

Si hacemos caso omiso del mundo, traicionamos la palabra de Dios… Si hacemos caso omiso de la palabra de Dios, no tenemos nada que ofrecerle al mundo».

Juntos

Diez de las doce veces que aparece en el Nuevo Testamento homothumadon, una palabra griega única que significa «unánimes» o «juntos», se encuentran en el libro de Hechos. Señala la singularidad y unidad de la comunidad cristiana. En la primera reunión de oración registrada en Hechos, los primeros discípulos oraron unánimes (Hch 1:14). Cuando la iglesia se enfrentó a la persecución, todos juntos clamaron al Señor: «Soberano Señor…» La iglesia de Jerusalén decidió de común acuerdo, después de mucha discusión, enviar la carta a la iglesia gentil junto con Pablo y Bernabé para animarlos (Hch 15:25).

Pablo nos enseña que la unidad de los cristianos es creación de Dios, basada en nuestra reconciliación con Dios y entre nosotros. “Esta doble reconciliación ha sido lograda a través de la cruz”.[3]  En este próximo congreso, buscamos una unidad más profunda en nuestro compromiso con las acciones de colaboración basadas en las necesidades que surgieron del proceso de escucha de Lausana y del Informe Estado de la Gran Comisión (que se publicará durante el segundo trimestre de este año).

Estas acciones de colaboración se enmarcarán en siete categorías, aunque no son exhaustivas:

Alcanzar personas: ¿Cómo podemos alcanzar a los bloques de población emergentes, incluidas la diáspora, los discapacitados, la generación joven, los estudiantes internacionales, los ancianos, los pueblos tribales e indígenas y otros?

Ministerio en la era digital: incluidas las Escrituras, la capacitación y discipulado en iglesias, así como la evangelización en la era digital.

Comprensión de la condición humana: incluidas la inteligencia artificial, la sexualidad y el género, y la salud integral.

Misiones policéntricas: incluida la movilización policéntrica de recursos.

Misión y santidad: espiritualidad y misión, integridad y formación del carácter de líderes.

Dar testimonio en comunidades diferentes: explorar cómo los cristianos interactúan otros sistemas de creencias, tanto en el trabajo por el bien común como en la difusión del evangelio.

Interacción con la sociedad: explorar la dimensión social de la brecha y el impacto del reino, incluidas la educación, los medios de comunicación y el entretenimiento, la salud en general y la salud mental, el gobierno y la política, la ciencia, las cuestiones medioambientales, la tecnología y la innovación.

Requiere que toda la iglesia se involucre en la misión mundial de Dios. Esto incluirá a líderes de iglesia y de misión, personas del ámbito laboral y profesionales, individuos, a parejas y a familias, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, cristianos de diferentes orígenes étnicos y culturas. Solo estando juntos podremos avanzar. Que el Señor nos ayude a perseguir esta visión a través del Cuarto Congreso de Lausana. Que la iglesia proclame y exhiba a Cristo juntos.

Endnotes
  1. J. R. W. Stott, God’s New Society: The Message of Ephesians (Westmont, IL:InterVarsity Press, 1979), 8–10.
  2. El Compromiso de Ciudad del Cabo (PI-10).
  3. El Compromiso de Ciudad del Cabo (P2-F).