En el último número cubrimos el impacto multidimensional —histórico, social, político, económico, ambiental y teológico— de la pandemia del COVID-19. En este número, continuamos con un artículo adicional relacionado con la pandemia, en el que se analizan las abrumadoras necesidades médicas y la forma en que la iglesia podría contribuir a la superación de tanto dolor y sufrimiento en nuestro mundo.
La pandemia del COVID-19 ha expuesto muchas disparidades socioeconómicas entre las zonas ricas y pobres en recursos de todo el mundo. En su artículo «Oportunidades del reino para reducir las disparidades del COVID-19«, tres profesionales de la medicina, Stephen Ko, Paul Hudson y Jennifer Jao, sostienen que tales disparidades han dado lugar a «desigualdades fundamentales en los sistemas de atención de la salud, el acceso a los conocimientos y los determinantes psicosociales de la salud” que “influyen en la diferente morbilidad, mortalidad y secuelas a largo plazo del COVID-19 en diversas comunidades”. En estos tiempos, están convencidos de que la iglesia mundial tiene una oportunidad única de responder de manera integral y colaborativa al permanecer en la brecha, proporcionando atención de salud a los necesitados. Dentro de nuestros propios recursos limitados, considere sus útiles sugerencias creativas.
Hebert Palomino cree que Dios se preocupa por nuestro bienestar total, incluida nuestra salud mental. Una de sus bases bíblicas para esto está en 3 Juan 1:2, donde Juan escribe a Gayo «que goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente». Como profesional de la salud mental y profesor de Cuidado Pastoral y Asesoramiento, Hebert enfatiza, en «Construir un púlpito móvil para la salud mental«, la integridad de la vida diaria de los receptores. Mira a Jesús como el modelo a seguir y señala que “la predicación de Jesús ejercía una profunda, saludable y poderosa influencia en el bienestar integral de sus oyentes”. En muchas partes del mundo donde ha habido la amenaza de una crisis de salud mental, especialmente durante la pandemia del COVID-19, el autor desafía a la iglesia a jugar un papel significativo para la buena salud de todas las personas. Concluye con algunas ideas prácticas como cuidador.
¿Cómo podemos cuidar a las personas que experimentan la agitación de los conflictos políticos y las tensiones religiosas? El pueblo de Cachemira ha estado pasando por tal agitación, agravada por la reciente derogación del «artículo 370 de la Constitución de India que garantizaba un estatus autónomo especial a la Cachemira administrada por India», donde una pequeña minoría de cristianos vive entre los musulmanes mayoritarios. La resiliencia y la esperanza son los ingredientes clave que sostienen a los cachemires, como se revela en «Cachemira en la antesala de un nuevo amanecer» de Jacob Daniel, un orador, apologista y analista cultural internacional. Cuidar de ellos incluye apoyarlos en oración, proporcionar asesoramiento para los enfermos mentales y también levantar una voz por ellos. Apela a la iglesia mundial para que amplíe su voz y asegure a los creyentes cristianos “su apoyo inquebrantable… lamentablemente, los cristianos de otras partes del país y del mundo se muestran en gran medida indiferentes y silenciosos, y dudan en alzar su voz en solidaridad con sus hermanos creyentes en Cachemira”.
«¿Cuál sería el futuro de las ciudades en un mundo posterior al COVID?» es una pregunta que muchos se hacen hoy en día. Para las iglesias misionales mundiales, no debe subestimarse la importancia de las misiones para las comunidades de la diáspora que viven en ciudades con conexiones mundiales. «Los menos alcanzados del mundo están en nuestras calles» y podrían ser alcanzados a través de ellas en el siglo XXI, escribe Charles Rijnhart, que sirve en Nepal con Diaspora Missions Initiative. Una «deficiencia en la labor misional en las ciudades de acceso mundiales” que destaca Charles es la » falta de capacitación y colaboración con las iglesias urbanas locales en la extensión intercultural”, incluidas las iglesias de la diáspora. Aboga firmemente por que las iglesias misionales mundiales movilicen a «las iglesias locales para el ministerio intercultural colaborando con las iglesias de la diáspora dentro de la ciudad y proporcionando recursos financieros que den sostenibilidad a quienes buscan mantener una presencia a largo plazo”.
Un enfoque similar —movilizar y capacitar a las iglesias locales, utilizando métodos autóctonos para llegar a los locales— se recomienda encarecidamente en «Claves para la plantación contextualizada de iglesias en Tailandia” de D.J. Oden, un trabajador transcultural del sudeste asiático de Pioneers. La misión cristiana entre los budistas de Asia ha dado como resultado, en general, pocos conversos a pesar de los más de 200 años de duro trabajo y mucha oración. Un factor importante es la forma en que se ha comunicado el evangelio. En su artículo, Oden describe cómo un creciente movimiento hacia Cristo entre los budistas de Tailandia central está «encabezado por cristianos tailandeses que buscan alcanzar a su pueblo» a través de la evangelización contextualizada, la plantación de iglesias, el discipulado y el desarrollo de liderazgo. Con testimonios y análisis convincentes, nos ilumina para ver que «el Espíritu de Dios está obrando entre los tailandeses».
Esperamos que encuentre este número estimulante y también inspirador. Nuestro objetivo es ofrecer un análisis estratégico y creíble, información y perspicacia sobre las tendencias y desarrollos actuales y futuros para que usted como líder y su equipo estén mejor equipados para la tarea de la evangelización mundial. Puede suscribirse a este análisis mundial bimensual yendo al final de cualquier artículo, proporcionando su dirección de e-mail en la casilla que dice “Suscribirse a las alertas por e-mail” y haciendo clic en “suscribirse”. Y es gratis.
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