“Las tendencias misionales del siglo XXI han creado un contexto que hace del trabajo en red el camino deseable para la misión mundial», escribe Everton Jackson en la introducción de su artículo «Afirmar nuestro llamado común: interdependencia para una misión policéntrica«. ¿Cuál es este nuevo contexto de la misión con todos los cambios? ¿Cuál es la mejor manera de hacer misión en el siglo XXI?
El autor trata de responder a estas preguntas y propone utilizar la koinonía misional como marco para el trabajo en redes para la misión. “La koinonía misional connota la idea del pueblo de Dios en asociación con Dios y entre sí para la transformación integral de la creación de Dios que gime por su restauración». “Lucha por la complementariedad, no la competencia; la división del trabajo, no el monopolio; la misión compartida, no el propósito dividido; y la igualdad de estatus, no la desigualdad». Concluye con un consejo: «El florecimiento misionero que se está experimentando en el Mundo Mayoritario o en el Sur Global no debería verse como un privilegio misionero, sino como el posicionamiento de todo el pueblo de Dios para ser socios siervos. De esta forma, en lugar de preocuparnos por la noción de misión inversa, debemos centrarnos en la asociación, el trabajo en redes, la colaboración y la interdependencia».
Michael Prest aplica este principio a las agencias misioneras internacionales en «Colaboración, no control: repensar el modelo de agencia internacional en la búsqueda de colaboraciones mutuas de envío misionero con el mundo mayoritario«. “Por mucho que se hable de policentrismo en los círculos misioneros actuales», observa que «la organización puede ser internacional en personal, pero occidental en organización y estructuras”. Dado que el contexto de la misión ha cambiado radicalmente, desafía a las grandes agencias misioneras multinacionales a considerar una estructura alternativa: «Algo que conserve las ventajas de las relaciones internacionales pero que mantenga la toma de decisiones y los modelos adecuados de envío misioneros realmente en manos de quienes están sobre el terreno». Un ejemplo de su experiencia es el modelo de UFM Worldwide, que es «una red o comunidad de organizaciones e iglesias de envío misioneros que se asocian voluntariamente». Podemos aprender de este modelo que demuestra «un verdadero policentrismo en la confraternidad, con un aprendizaje compartido en cada dirección entre cada grupo constituyente».
No solo la estructura organizativa, sino también el tipo de liderazgo deben adaptarse a los cambios de nuestro complejo mundo actual. En «Liderazgo adaptativo: liderar en tiempos disruptivos y tormentosos«, Gideon Para-Mallam escribe: «El liderazgo adaptativo ayuda al líder a navegar la alta mar del cambio y la imprevisibilidad y a aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el cambio». Explica los componentes clave y los principios del liderazgo adaptativo. Los componentes clave son: justicia organizativa, cultura de desarrollo, carácter de calidad e inteligencia emocional. Poner en práctica el liderazgo adaptativo es la parte más difícil. A pesar de estos retos, el autor está convencido de que «el liderazgo adaptativo es una excelente manera de garantizar que una iglesia, agencia misionera u organización prospere por muy tempestuosos que sean los tiempos, caracterizados por realidades locales y mundiales».
Cuando los líderes se sienten amenazados por la posibilidad de que su poder y autoridad les sean arrebatados debido a cambios en las circunstancias, podrían volverse controladores con quienes trabajan. Esto puede ocurrir tanto en organizaciones occidentales como no occidentales. Esto equivaldría a un abuso o mal uso de poderes, incluso si se actúa de forma no intencionada o inconsciente, como se advierte en “Liderazgo abusivo: prevenir el abuso y el mal uso del poder en el ministerio cristiano”. La autora, Merethe Dahl Turner, aporta una nueva conciencia de lo que equivale a abuso y mal uso de poder y cómo prevenirlo en líderes cristianos. Destaca cuatro áreas importantes, tanto para impedir perpetradores deliberados como el abuso involuntario o la facilitación del abuso: educación y capacitación, políticas y procedimientos, cultura, y carácter y bienestar emocional.
¿Cómo elegiría usted actuar como líder cristiano: trabajando en asociación mutua o en relación desigual, siendo colaborativo o controlador, siendo adaptativo o abusivo?
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