El mayor movimiento musulmán del mundo está en crisis. Decenas de miles de seguidores de la vasta red internacional liderada por el teólogo y filósofo islámico Fetullah Gülen languidecen en cárceles de Turquía y otros países. Gülen mismo enfrenta la extradición a Turquía desde EE.UU. para enfrentar acusaciones de subversión, si Washington accede al pedido turco. Ankara está vinculando ahora la liberación del pastor estadounidense Andrew Brunson, encarcelado por cargos inventados de terrorismo y espionaje, con la extradición de Gülen.
La perspectiva de Gülen sobre la religión y la filosofía
Gülen nació en una zona rural del este de Turquía en 1941. Su educación temprana estuvo fuertemente influida por el sufismo, la corriente mística del islam. Pasó dos décadas trabajando como un imam del estado entre los 20 y 40 años de edad, en cuyo tiempo estableció una reputación como predicador carismático y talentoso maestro del Corán. La cantidad de sus seguidores en el este de Turquía se volvió una preocupación para varios gobiernos de la república secular, y él fue encarcelado por un tiempo luego de los golpes militares de 1971 y 1980.
Gülen estaba preocupado por la condición de los jóvenes turcos que, a su juicio, estaban perdiendo el camino y la fe bajo la república secular. Sin embargo, no se vio atraído por los llamados crecientes a establecer estados conservadores bajo la sharia en todo el mundo musulmán. Su mensaje a su base de seguidores en rápido crecimiento fue que debían integrar su fe islámica a la vida diaria e inculcarla en sus hijos a través de la educación, a fin de enfrentar los desafíos del mundo moderno y mantenerse fieles a la fe. A diferencia de muchos de sus contemporáneos islámicos más combativos, Gülen rehuyó la retórica antioccidental. Por cierto, tenía una profunda admiración por algunos pensadores occidentales, como Kant y Descartes. La mayor influencia sobre Gülen fue el gran teólogo reformista turco Bediuzzaman Said Nursi (1877 – 1960), quien había propiciado que los musulmanes y cristianos y, por cierto, personas de otras creencias, unieran fuerzas para resistir la influencia de filosofías ateas y materialistas que estaban trayendo un deterioro tan grande a las sociedades del siglo XX. Gülen desarrolló las ideas de Nursi para proponer una dicotomía entre el internalismo y el externalismo religiosos:
- El primero, claramente influenciado por su propia formación sufí, estaba interesado en la reforma moral basada en las consideraciones de fe.
- La perspectiva externa estaba centrada en los mecanismos institucionales y legales para dar forma a las personas y a la sociedad, especialmente la sharia.
Gülen sostenía que el futuro estaba en un estilo de vida basado en valores islámicos, en vez de un enfoque de arriba abajo impulsado por la sharia. Su remedio estaba construido sobre el concepto de temsil antes que tebligh, de presencia antes que proselitismo. Esta idea de presencia es similar a la idea cristiana de ministerio encarnacional, que se ha vuelto un rasgo tan importante del trabajo de socorro y desarrollo de agencias de ayuda cristianas en sociedades musulmanas, donde se posterga la predicación activa en favor de un testimonio sutil a través de la presencia cristiana.
El mensaje de Gülen atrajo fuertemente a la sociedad turca, que había experimentado medio siglo de dominio secular y varios golpes militares. Mientras desarrollaba su concepto de pietismo activo en sus prédicas alrededor de Anatolia en la década de 1970, se formó un movimiento alrededor de él que cobró impulso. Con el tiempo, su mensaje y llamado a la acción se materializó a través de la creación de la primera escuela de Gülen, en Izmir, seguida por otra en Estambul, a principios de la década de 1980.
Hizmet y la educación
Estas escuelas fueron las piedras basales para lo que se convirtió en el movimiento de Gülen, o Hizmet, posiblemente el mayor y más dinámico movimiento musulmán en todo el mundo hoy. En poco más de 30 años, una escuela se transformó en una importante red internacional de más de 700 instituciones primarias y secundarias, desplegándose desde Turquía hacia Asia Central, Asia Oriental y todo Occidente, con millones de seguidores en unos 150 países. Solo en EE.UU. hay unas 100 escuelas de este tipo. Además, se creó una red de universidades privadas de Gülen en Turquía que florecieron en la década de 1990 y en la primera década del siglo XXI.
El currículo de las escuelas de Gülen está construido sobre asignaturas modernas, como ocurre en otros sistemas escolares. El estudio independiente del islam no aparece en el plan de estudios de manera significativa, pero los valores islámicos que sostienen la filosofía de Gülen rigen las actividades escolares. Se espera de los maestros que sean un ejemplo moral, evitando el tabaco, el alcohol y el divorcio. Todo conocimiento se considera como dado por Dios y, como tal, la búsqueda de conocimiento “secular” es aceptada como parte de su cometido. Si bien las instituciones educativas representan su estandarte, el movimiento se encuentra muy activo de otras formas:
- Reconoce la importancia de los medios de comunicación para diseminar su mensaje moderno, basado en valores islámicos y, con este propósito, hay varias estaciones de televisión y de radio, además de periódicos y revistas, conectados con el movimiento.
- Gülen mismo, junto con muchas personas talentosas en todo el movimiento, escribe libros y artículos, presentando el mensaje central de la integración de la fe islámica con la vida moderna para producir comunidades saludables, moralmente rectas e impulsadas por propósitos.
- El movimiento es activo en redes de negocios en todo el mundo, además de actividades caritativas.
Hizmet y el diálogo
La otra columna fundamental de la actividad de Hizmet, junto con la educación, es el diálogo interreligioso e intercultural. El sitio web del movimiento de Gülen [1] lo destaca de manera específica como una meta principal. Existen siete principios del diálogo interreligioso, según lo expresa Gülen. Tres de estos principios especifican el enfoque amplio del diálogo, que apunta a una amplia gama de participantes en la interacción. Gülen subraya los valores piadosos inherentes a todas las religiones:
Aun cuando tal vez no tengamos terrenos comunes en algunos temas, todos vivimos en este mundo, y somos pasajeros del mismo barco. En este sentido, hay muchos puntos comunes que pueden ser discutidos y compartidos con personas de cada segmento de la sociedad.[2]
Uno de los principios está basado en la valoración de la diversidad, citando el versículo 48 del Corán, capítulo 5, que dice:
A cada uno os hemos dado una norma y una vía. Alá, si hubiera querido, habría hecho de vosotros una sola comunidad, pero quería probaros en lo que os dio. ¡Rivalizad en buenas obras!
Otros principios se centran en consideraciones éticas al participar en interacciones dialógicas, reclamando sinceridad en el diálogo, así como amabilidad y tolerancia. Gülen también llama al amor, como un elemento central en las interacciones humanas, mostrando claramente la influencia de su temprana formación educativa sufí.
Gülen mismo ha liderado el camino en la promoción del diálogo. Cuando se encontró con el fallecido papa Juan Pablo II en 1998, le propuso crear una Escuela de Teología conjunta en Urfa, Turquía, el lugar de nacimiento de Abraham según la tradición musulmana. Gülen se ha opuesto también a propuestas que consideró poco útiles, como un pedido en 2001 de Al-Azhar al papa de una disculpa oficial por las Cruzadas. Gülen sostenía que era importante dejar el pasado atrás al dar forma a mejores relaciones en el presente y el futuro.
Gülen, y el vasto movimiento que se ha reunido alrededor de él, han hablado claramente en otros aspectos:
- Gülen es inequívoco en su condena de los ataques terroristas, y fue el primer líder musulmán en condenar los ataques del 11 de septiembre de 2001 a través de un anuncio en el periódico Washington Post.
- Las organizaciones asociadas con el movimiento de Gülen en todo el mundo han estado a la vanguardia de las declaraciones de condena de grupos terroristas como Al Qaeda y Estado Islámico.
- Estas condenas por lo general desestiman las credenciales islámicas de los grupos en cuestión, y sostienen que malinterpretan los mensajes centrales del islam.
Hizmet en crisis
El punto alto del movimiento fue durante la primera década del siglo XXI, cuando apoyaba el programa de islamización del gobierno del AKP bajo el primera ministro y luego presidente Recep Tayyip Erdoğan. El movimiento tenía varios millones de seguidores esparcidos por todo el mundo, y la literatura del movimiento, incluyendo los escritos de Gülen, era traducida al inglés, francés, alemán, ruso, español, albano, urdu y malayo/indonesio. Muchos miles de estudiantes se habían inscrito en escuelas y universidades de Gülen en Turquía y más allá.Gülen había decidido permanecer en EE.UU. luego de viajar allí para un tratamiento médico en 1999, ante la presión y escrutinio continuos que sufría por parte de las autoridades turcas. No obstante, pudo seguir inspirando a sus seguidores con la misma efectividad desde su residencia en Pensilvania. Pero la relación entre Gülen y su antiguo aliado Erdoğan se había deteriorado. Erdoğan, alguien que nunca toleraría la competencia, responsabilizó a Gülen y su movimiento por una serie de acusaciones de corrupción que fueron presentadas contra Erdoğan mismo y causaron un enorme y humillante escándalo en 2013. En diciembre de 2013, el gobierno del AKP clausuró muchas escuelas inspiradas por Gülen en Turquía y despidió a miles de funcionarios del sistema judicial, acusándolos de ser seguidores de Gülen. Un año después, hubo más arrestos luego del cierre de medios de comunicación afiliados a Gülen, que se habían expresado abiertamente con relación al escándalo de corrupción. En julio de 2016, un fallido golpe de estado —que algunos analistas sostienen que fue montado por el régimen de Erdoğan— desencadenó nuevos arrestos generalizados y cierres de instituciones de Gülen en Turquía. Al momento de escribir este artículo, las personas encarceladas por sospecha de tener afiliaciones con Gülen llegan a 50.000, y más de 140.000 empleados del sector público han sido despedidos, acusados de simpatizar con Gülen. Además, Turquía ha usado su influencia para presionar a otros países para que detengan a personas acusadas de estar asociadas con Gülen. Algunos han accedido, como Somalia y Turkmenistán. Entretanto, Gülen mismo está a la espera del resultado de un pedido de extradición turco ante los EE.UU.
Implicación para líderes cristianos
Claramente, el movimiento de Gülen está tambaleando como resultado de la campaña adversa en Turquía. Sin embargo, ha sido un movimiento auténticamente internacional por muchos años. Mientras enfrenta problemas en Turquía, bien podría florecer en otro lugar entre quienes reaccionan contra la virulenta campaña de Erdoğan contra Gülen. Erdoğan ha perdido el favor de Occidente por las políticas cada vez más totalitarias de su régimen. En un clima así, el movimiento de Gülen obtendrá el voto solidario fuera de Turquía. Los cristianos pueden aprender mucho de observar los métodos y estrategias del movimiento de Gülen. El éxito de un sutil enfoque de la educación basado en valores islámicos, pero no de la sharia, para difundir el mensaje es evidente. El movimiento habla el lenguaje del siglo XXI, pero a la vez refuerza los valores sociales y morales tradicionales. Sus actividades diversas, todas las cuales se apoyan en un enfoque encarnacional de una presencia positiva en vez de una prédica abierta entre los no convencidos, son persuasivas.
Los voceros de Gülen insisten en que el movimiento está comprometido con el diálogo, y no con la da’wa (misión islámica). Esta afirmación requiere un escrutinio adicional, dado que la fe islámica es vista generalmente por los eruditos islámicos como el paquete total para la vida, y no un mero conjunto de doctrinas. En ese contexto, la da’wa asume diferentes formas, incluyendo el diálogo, donde los valores islámicos son ejemplificados con la esperanza de atraer a otros al islam. Cualquiera que haya participado en actividades de Gülen podrá discernir una sutil pero clara capa islámica sobre las actividades en cuestión. La hospitalidad es acompañada por la oración pública; los eventos públicos llevan una clara identidad islámica.
El movimiento de Gülen ciertamente tiene que ver con la da’wa, así como la presencia encarnacional cristiana, que asume diferentes formas, tiene que ver con la misión:
- Esto es muchísimo mejor que la desafiante polémica anticristiana de algunos otros grupos islámicos comprometidos con una da’wa más activista.
- Sin embargo, de otra forma, la da’wa de Gülen representa un desafío mucho mayor para el cristianismo, por lo menos en países occidentales, porque apela a un público mayormente poscristiano que aún está a la búsqueda de respuestas espirituales, pero ha sido programado para rechazar tanto el cristianismo institucionalizado como la polémica y resuelta misión islámica.
Los cristianos deberían interactuar con los seguidores del movimiento de Gülen. Hay muchas cosas que pueden compartir en términos de un estilo de vida moral y una aproximación al mundo moderno basado en valores. Sin embargo, y en última instancia, ambos mensajes son mutuamente excluyentes en ciertos aspectos, principalmente con relación a la incompatibilidad entre el monoteísmo trinitario cristiano y el monoteísmo unitario islámico, además de perspectivas radicalmente diferentes sobre la identidad de Jesucristo. Pero no debemos permitir que estas diferencias impidan la formación de auténticas amistades y una fructífera y significativa interacción entre cristianos y seguidores de Gülen.
Endnotes
- Ver www.gulenmovement.com.
- Ver www.gulenmovement.com/gulen-movement/values-promoted-by-gulen-movement.
Photo credits
‘Fethullah Gülen visiting Ioannes Paulus II‘ image from Dialog Berlin by Forum für INTERKULTURELLEN Dialog FID e.V. (CC BY-SA 3.0 DE).