Global Analysis

¿Siguen siendo necesarios los extranjeros en la era de la misión autóctona?

 Roles, estrategias y reflexiones para forasteros en contextos locales

Kirst Rievan Jul 2021

En una reciente reunión de oración por Zoom, conocí a Sylvia.[1] Ella tenía previsto ir a Asia como misionera a largo plazo, pero ahora se encontraba confinada por el COVID en Europa. Estaba desanimada, y se preguntaba si alguna vez llegaría a Asia. El movimiento “Black Lives Matter” también había hecho que sus amigos cuestionaran la conveniencia de que ella, como occidental, fuera a Asia. “Señor, ¿hay todavía un papel para los forasteros en la misión?”.

«De todas partes a todos», cuestionó el paradigma «de Occidente al resto», reflejando el hecho de que el epicentro de la iglesia mundial se había desplazado de Occidente al mundo mayoritario.

Cambios en los marcos

A lo largo del tiempo, la misión ha funcionado dentro de diferentes marcos. Probablemente, el más conocido está plasmado en la frase: «De Occidente al resto». Este marco ya fue cuestionado a mediados del siglo XIX por la fórmula de las tres autonomías, que promovía el establecimiento de iglesias que se autogobiernen, se autopropaguen y se autofinancien. Se convirtió en un tema importante en las conferencias del Consejo Mundial de Iglesias (WCC) en el siglo XX, y llegó a su punto crítico con el llamamiento en 1971 del obispo John Gatu, de la Iglesia Presbiteriana de África Oriental, quien dijo: «Misioneros, ¡vuelvan a sus casas!». Esto no echó raíces en el movimiento misionero evangélico, pero varios años más tarde, la frase de Escobar, «de todas partes a todos», cuestionó el paradigma «de Occidente al resto», reflejando el hecho de que el epicentro de la iglesia mundial se había desplazado de Occidente al mundo mayoritario.[2]

Ahora está surgiendo un marco alternativo que pone la responsabilidad en la iglesia local y autóctona. Jay Matenga, director de la Comisión de Misiones de la Alianza Evangélica Mundial, promueve «centrar lo local».[3] Paul Bendor-Samuel, director ejecutivo de Oxford Centre for Mission Studies, habla de la creciente necesidad de un «testimonio autóctono».[4] Ambos afirman que el liderazgo de los esfuerzos de misión locales debe ser local, con los forasteros en un papel de apoyo, un principio que no es nuevo pero que está siendo acelerado con la pandemia del COVID.[5]

«De Occidente al resto»
William Carey
Siglo XIX y primera mitad del siglo XX

«De todas partes a todos»
Samuel Escobar
Segunda parte del siglo XX

«Centrar lo local”
Jay Matenga/Bendor-Samuel (aún emergiendo)
Siglo XXI

Resumen de los marcos predominantes con los líderes de los conceptos

Estos tres marcos aún coexisten y se superponen, pero mi sensación es que, históricamente, han dominado en el orden indicado.

Base bíblica

La base para ir más allá de la propia comunidad la puso el propio Jesús: «Vayan y hagan discípulos de todas las naciones». Hechos 1:8 anima a los discípulos a empezar cerca (Jerusalén), pero luego a expandirse hasta «los confines de la tierra». Pablo lo vivió como un trabajador transcultural, yendo de país en país, predicando la Palabra.

Pero esta afirmación podría ser demasiado simplista para la era moderna. En los tiempos del Nuevo Testamento, las iglesias eran pocas, mientras que ahora hay creyentes en casi todos los países. En varios casos, Pablo traspasó muy rápidamente las responsabilidades a los líderes de las iglesias locales, mientras que él, como forastero, se desplazaba a nuevos lugares. Al mismo tiempo, en algunos lugares (por ejemplo, Roma) Pablo seguía sintiendo la necesidad de visitar y predicar él mismo, a pesar de la existencia de una iglesia. En la Biblia, no parece que sea una cosa o la otra, sino una cosa y la otra; un papel tanto para el forastero (Pablo) como para los cristianos locales.

Cambios de papel

La centralidad de la iglesia local no es un concepto nuevo.

Goldsmith cuenta que, en la década de 1960, cuando quiso trabajar entre los karo batak, los creyentes locales estaban tan descontentos con la actitud colonial de los misioneros holandeses que pusieron estas condiciones: 1) Ninguna contribución financiera al ministerio de la iglesia más allá de las colectas dominicales regulares; 2) Ninguna vivienda separada para los expatriados; 3) Ninguna charla o actividad a menos que la iglesia los invite.[6] Los Goldsmith aceptaron estas condiciones junto con los retos y frutos resultantes. Requería una mentalidad totalmente diferente tanto para los expatriados como para la comunidad.

Cuanto más hablo con colegas y colaboradores sobre el papel de los expatriados, más me convenzo de que no se trata de un simple «sí» o «no» en lo que respecta a la participación externa en las misiones, sino más bien de las actitudes y los papeles que desempeña el forastero. Puede ser útil considerarlos como cambios de identidad:

de «actor» a «facilitador”
de «iniciador» a «catalizador»
de «jefe de familia» a «invitado»
de «héroe» a «activador».

Algo de esto está relacionado con el tiempo y la madurez de la iglesia local, pero el cambio refleja una postura básica. Cuando los reclutadores preguntan qué tipo de trabajadores se necesitan, ahora añado: «¡Personas que disfrutan profundamente de hacer que otros tengan éxito!». Los que vienen con esa pasión encajan bien en el nuevo paradigma de misión.

Grupos poblacionales no alcanzados

¿No hay situaciones en las que el forastero debe tomar la iniciativa, liderar el camino y actuar? En el número de octubre-diciembre de 2020 de la revista Evangelical Missions Quarterly, se discutió el enfoque de misión basado en grupos poblacionales: “Cuando las iglesias o agencias priorizan la colaboración con iglesias/creyentes nacionales, los campos que no tienen creyentes quedan excluidos inadvertidamente».[7] Este es un punto válido, y toca el corazón de la misión. Dentro del movimiento de traducción de la Biblia, se ha introducido la frase «la expresión más local de la iglesia» para reconocer que, en muchos grupos poblacionales, la iglesia aún no está presente, pero podría haber una red de iglesias en la región, una misión local o una organización cristiana de desarrollo con la que podríamos asociarnos.

Nunca entregues…

Uno de mis primeros mentores atrapó mi atención al afirmar: «Nunca entregues un proyecto a la comunidad local». ¡Me pareció tan equivocado! Pero resultó que había una coma, no un punto, ya que continuó la frase: «… porque debería haber sido de ellos desde el principio». ¡Tan cierto, pero también tan difícil en la práctica! Permítanme dar algunos ejemplos de papeles y estrategias que apuntan a reducir los papeles de los forasteros.

Ejemplos de papeles de forasteros

Enfoque de líderes locales: El forastero llega por invitación de una iglesia o agencia local. Los líderes locales fijan los términos y condiciones, y el forastero rinde cuentas a ellos. He visto que esto funciona bien en lugares donde hay una presencia relativamente fuerte de la iglesia en la región.

Enfoque de proyecto-ancla: Al principio se asigna al forastero a un grupo poblacional para que adquiera experiencia a fondo y/o ponga en marcha las cosas, y gradualmente pasa a desempeñar un papel a nivel regional. He visto que esto se aplica con éxito en los ministerios de traducción de la Biblia y en el ministerio con grupos poblacionales no alcanzados.[8]

Enfoque a corto plazo: El trabajador a corto plazo funciona bajo líderes locales como parte de un programa de misión más amplio y es guiado por trabajadores experimentados. He visto que esto funciona bien con buena orientación y cuando hay alguien sobre el terreno con la visión y el conjunto de habilidades para hacer que los trabajadores a corto plazo tengan éxito.

Enfoque remoto: En este caso, el forastero desempeña una función de asesoramiento, consultoría o capacitación y se encuentra físicamente a una distancia considerable del lugar donde se desarrolla el programa. Para ministerios que son de naturaleza técnica, esto puede funcionar bien a través de la tecnología en línea.[9]

Enfoque del ámbito laboral: El forastero tiene un papel profesional en la sociedad trabajando dentro de un marco laboral local. El ámbito laboral es usado para testificar. Por lo que he visto, es importante que estos misioneros estén fuertemente conectados con una comunidad de personas con la misma visión.[10]

Ejemplos de estrategias

Umoja: Los forasteros movilizan y equipan a la iglesia local para que participe en el desarrollo social de su comunidad, pero el actor es la iglesia local. Tearfund y sus organizaciones asociadas han obtenido buenos resultados en varios países africanos y asiáticos.[11]

Enfoque de movimiento: El papel del forastero es principalmente de catalizador. Se implementan actividades que se multiplican por sí mismas sin requerir el aporte de dinero e infraestructura. Según se informa, ha sido aplicado con éxito en el ministerio de plantación de iglesias en India y otros lugares.

Marco común para la traducción de la Biblia: El marco consiste en un conjunto de principios adoptados por un gran grupo de organizaciones de traducción de la Biblia. Limita el papel de los forasteros a la obtención de recursos y equipamiento mientras que la implementación es realizada por «la expresión más local de la iglesia».[12]

Cada uno de estos enfoques tiene sus críticos, pero, cuando nos centramos en los principios básicos, pueden ayudarnos a dar forma a nuestro ministerio de una manera menos centrada en forasteros, sin dejar de ser fieles a nuestra misión.

Reflexiones

Cuando hablé recientemente con líderes nacionales sobre el papel de los expatriados, me dijeron que estaban desconcertados por las declaraciones que hacen los extranjeros con respecto a su papel de servicio, mientras siguen iniciando nuevos planes y programas. Muestra lo complicado del problema. Podríamos empezar por reflexionar personalmente sobre algunas preguntas básicas:

  1. ¿Cuáles son mis motivos para estar en mi papel actual? Soy consciente de que normalmente tengo una mezcla de motivos. “Escudriña mi corazón, Señor, y comprueba que el amor por ti y las personas sigue siendo mi fuerza impulsora”.
  2. ¿Hay elementos en mi ministerio en los que soy un obstáculo para que mis hermanos y hermanas locales tomen la iniciativa y el liderazgo? ¿Hay algo que debo dejar de hacer?

Estas son las preguntas que me hago como líder en mi organización:[13]

  1. ¿Cuál es la base misiológica de cómo y a quiénes reclutamos? ¿Cómo influye nuestra misiología en la determinación de las tareas?
  2. La cantidad de energía, tiempo y dinero que gastamos en el reclutamiento, la asignación, la supervisión y el cuidado de nuestros diferentes tipos de personal, ¿se condice con nuestros valores?
  3. ¿Son adecuadas las personas y los colaboradores que actualmente participan en la determinación de las tareas del personal? ¿Hay suficiente voz local?

Oraríamos juntos por más trabajadores: personas de la comunidad, trabajadores transculturales del país y personas de todo el mundo.

En colaboración

Entonces, ¿qué le diría a Sylvia? Leería con ella Lucas 10: «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo”. Oraríamos juntos por más trabajadores: personas de la comunidad, trabajadores transculturales del país y personas de todo el mundo. ¡La animaría a unirse a la fuerza laboral, a tener compañerismo con sus colegas, a rendir cuentas a los líderes locales y a buscar todas las oportunidades para enriquecer el ministerio haciendo que esté conectado a nivel mundial, y a esforzarse para que otros tengan éxito!

Notas

  1. Sylvia es un personaje ficticio basado en personas reales.
  2. Nota del editor: Ver el artículo de Allen Yeh “El futuro de la misión es de todas las personas a todos los lugares” en el número de enero 2018 del Análisis Mundial de Lausana https://lausanne.org/es/contenido/aml/2018-01-es/el-futuro-de-la-mision-es-de-todas-las-personas-a-todos-los-lugares
  3. Jay Matenga, ‘Centring The Local’, a seminar originally presented at the Wycliffe Global Alliance/SIL ‘Together in Christ 2021’ conference, https://jaymatenga.com/pdfs/MatengaJ_CentringLocal.pdf.
  4. Paul Bendor-Samuel, ‘Covid-19, Trends in Global Mission, and Participation in Faithful Witness’, Transformation 37 (4):255–265, https://doi.org/10.1177/0265378820970225.
  5. Nota del editor: Ver el artículo de Joseph W. Handley “El policentrismo como nuevo paradigma del liderazgo” en el número de mayo 2021 del Análisis Mundial de Lausana https://lausanne.org/es/contenido/aml/2021-05-es/el-policentrismo-como-nuevo-paradigma-del-liderazgo
  6. Martin Goldsmith, Get a Grip on Mission: The Challenge of a Changing World (Leicester, United Kingdom: IVP, 2006).
  7. Rebecca W Lewis, ‘Fog in the Pews: Factors behind the Fading Vision for Unreached Peoples’, Evangelical Missions Quarterly 56 (4), https://missionexus.org/fog-in-the-pews-factors-behind-the-fading-vision-for-unreached-peoples/.
  8. A concise description of this approach is given in Anchor Project Approach to Assignments.
  9. Michael P. Greed, ‘The Changing Face of World Mission and the Role of the Western Worker in it’, Academia, May 2019, https://www.academia.edu/39274953/The_changing_face_of_world_mission_and_the_role_of_the_western_worker_in_it
  10. Operation Mobilization, the Lausanne Movement, and other organizations are giving this increased attention. See, for example, the Lausanne Workplace Ministry Site, https://lausanne.org/es/redes-es/redes-tematicas-es/ministerio-en-el-lugar-de-trabajo 
  11. Umoja Facilitators’ and Coordinators’ Guides can be downloaded from, https://learn.tearfund.org/en/resources/tools-and-guides/umoja.
  12. See this one-page summary of the Common Framework for Bible translation.
  13. For questions related to the practices and structures of organization, see article by Kirst Rievan entitled, ‘Uncovering Discrimination in Missions’, in January 2021 issue of Lausanne Global Analysis, https://lausanne.org/es/contenido/aml/2021-01-es/develar-la-discriminacion-en-las-misiones