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Una Mirada Nueva Para el Evangelizmo en el siglo XXI: una Perspectiva Global

31 Jul 2010

“Nota del editor: El presente Texto Previo para Ciudad del Cabo 2010 fue escrito por Rebecca Manley Pippert y el Obispo Benjamin A. Kwashi como una reseña del tema a debatirse en la sesión Multiplex sobre “Una mirada nueva para el evangelismo en el siglo XXI: Una perspectiva global”. Los comentarios a este texto realizados a través de la Conversación Global de Lausana serán remitidos al autor y a otras personas para ayudar a dar forma a su presentación final en el Congreso”.

El evangelio es la buena nueva, la gloriosa nueva de que Dios, a través de Cristo vino a nuestro planeta, vivió, murió y resucitó para quitar el pecado del mundo. Y nos ofrece vivir su vida dinámica en y a través de nosotros en la medida que confiemos en Él; no por nuestros méritos sino por pura e inmerecida gracia. ¡Es la mejor noticia que alguna vez haya recibido nuestro planeta!

Con tan buenas noticias ¿por qué tantos se sienten inadecuados a la hora de compartir su fe? ¿Por qué resulta tan ardua la tarea de la iglesia de capacitar a los creyentes para poder compartir el glorioso evangelio con confianza? La relevancia de la primera línea del libro de Rebecca: Out of the Salt Shaker (Fuera del salero) sigue siendo la misma después de 30 años: Los cristianos y los no cristianos tenemos algo en común: el evangelismo nos pone tensos.

Sin embargo, mientras que la iglesia occidental ha estado luchando, se ha producido una explosión fenomenal de crecimiento en el Sur Global. Los domingos hay más anglicanos asistiendo a la iglesia en Kenia, Sudáfrica, Tanzania o Uganda que en Inglaterra y América del Norte combinados. El centro de gravedad del cristianismo se ha reubicado claramente en el Sur. Pero, sin ánimo de atenuar el gozo de tal crecimiento, voces astutas del Sur Global expresan preocupación acerca de cuál es el contenido del evangelio que se está predicando. ¿Es ortodoxia o a veces una versión de la “prosperidad”?

El Occidente revela una historia diferente. En términos de crecimiento, menos del 2% de europeos se llaman cristianos evangélicos; en Australia menos del 5% asiste a la iglesia, y aun en el “Cinturón de la Biblia”* menos de la mitad de las personas asisten a la iglesia. En resumen, al mundo occidental se lo considera un campo misionero. (*) Nota del traductor: Término coloquial utilizado para referirse a una extensa región de los Estados Unidos donde el cristianismo evangélico tiene un profundo arraigo social, circunstancia que se manifiesta nítidamente en la forma de vida de la población, en la moral y en la política.(Fuente: Wikipedia.)

Igualmente desafiante resulta la manera de motivar a los asistentes cada domingo. ¿Cómo alentamos a los “fieles infieles” a compartir las buenas nuevas de Jesús? ¿Cómo podemos capacitar a nuestras iglesias para ser internamente fuertes y al mismo tiempo estar atentos a los de afuera, con personas apasionadas por el amor de Jesús? Esto es parte del desafío para Occidente.

Como cristianos, y como la iglesia de Jesucristo, estamos desafiados por nuestro Señor a “ir y hacer discípulos”. El llamado a dar testimonio es parte del plan de Dios de traer su reino aquí a la tierra como es en el cielo. Sin embargo, muchas de las “estrategias” evangelísticas “mágicas” que funcionaron en el pasado ya perdieron su efectividad, particularmente en Occidente.

¿Existe alguna manera de implementar el evangelismo que sea bíblicamente sólida y culturalmente relevante a la vez? ¿Encontramos en la Biblia principios que sean efectivos para la cultura occidental escéptica post Siglo de las Luces al mismo tiempo que para el Sur Global? Ahora más que nunca necesitamos mayor claridad respecto de cómo cumplir el mandato de “ir y hacer discípulos”.

Luego de años de capacitación evangelística en todo el mundo, estamos más convencidos que nunca de que necesitamos desarrollar una implementación fundamentada en la Biblia, teológicamente sólida y relacionalmente efectiva, si hemos de testificar efectivamente para Cristo. Nuestro énfasis no debería estar en los números ni en la técnica, sino en la autenticidad, la credibilidad y el poder spiritual. Ayudar a la iglesia a conocer bien a Cristo y a hacer que sea conocido por los demás: ese es nuestro desafío global.

Pero las cuestiones que enfrentamos para comunicar “la mejor noticia del mundo” en el siglo XXI son amplias y profundas. ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrentamos para desarrollar una comprensión integral del evangelismo para el siglo XXI?

Entender la realidad

  • ¿Cuál es la esencia de este evangelio que nos han “transmitido”? ¿Cómo distinguimos lo verdadero y esencial de lo no esencial y hasta herético?
  • Dada la crisis de verdad que prevalece en Occidente, cuando existen desacuerdos entre fieles sobre la manera de interpretar doctrinas teológicas claves, la pregunta que surge es: ¿cómo sabemos lo que es verdad y lo que es bíblico?
  • Esta crisis respecto de la verdad no es sólo un problema en Occidente. Existen distorsiones serias y peligrosas del evangelio, como el evangelio de la “prosperidad” y de la “abundancia y salud” que se exportan desde los EE.UU. a partes del Sur global.

Hacer conocer la realidad

  • ¿Tenemos un modelo universal de cómo obedecer el mandato de Cristo de “ir y hacer discípulos”? ¿Existen modelos para comunicar el evangelio que honran nuestras diferencias culturales sin comprometer la fidelidad bíblica?
  • ¿Cómo hallamos maneras de ser culturalmente relevantes sin sucumbir a la cultura del consumismo de Occidente, donde frecuentemente lo “más nuevo es lo mejor”?
  • Mientras le damos la bienvenida al regreso de la pasión evangélica por la justicia social, el evangelismo (en los medios de comunicación seculares y en la percepción mundial) es ahora contraintuitivo y políticamente incorrecto. La justicia social, aunque es importante, ¿se ha convertido para muchos cristianos occidentales una actitud automática fácil, de modo que hará falta reaprender el evangelismo como una elección y un compromiso sacrificial? ¿Qué rol le cabe a la justicia y a la justificación cuando se trata de compartir las buenas nuevas?

Incorporar la realidad

  • ¿Cómo puede la iglesia ser renovada internamente por el Espíritu Santo de modo que se la llegue a reconocer como “es desborde espontáneo de una comunidad de alabanza […] el resplandor de una realidad sobrenatural […] un lugar de gozo, de alabanza […] de sorpresas, de risa: un lugar donde se anticipan las sorpresas inagotables del cielo?” (1)
  • ¿Cómo podemos ayudar al crecimiento de las iglesias y alcanzar a los no creyentes reconociendo que no es la inteligencia ni la capacidad humana que transforma vidas sino el poder de Dios?

El rol de la cultura

Mucho se discute hoy sobre el rol de la cultura y la importancia de expresar el evangelio de maneras culturalmente relevantes. Primero debemos reconocer que no existe tal cosa como una cultura o una civilización cristiana. Todas las culturas tienen virtudes y defectos. La buena nueva es que Dios creó a las personas de todas las culturas a imagen de Él.

No obstante, cuanto más entendamos los temas y preguntas que surgen de cada cultura, más efectivos seremos en despertar su interés por el evangelio. Considere apenas algunos ejemplos de nuestras experiencias al hacer entrenamiento evangelístico alrededor del mundo:

Malasia: A diferencia de Occidente, donde hay que argumentar la posibilidad de la existencia de Dios, Malasia es un país diverso, multireligioso y multicultural en el cual existen tantas expresiones de fe simultáneas que las personas aceptan la existencia de Dios con mayor facilidad. En consecuencia, el desafío no es: ¿Existe Dios? Sino: ¿En qué Dios deberíamos creer?

La cuestión: ¿Cómo comunicamos la singularidad absoluta de Cristo en un país en el cual hay muchas expresiones de fe, o como en India, donde hay literalmente miles de dioses y diosas para adorar?

China: Como en la mayoría de las culturas tradicionales en las que las familias son el factor cohesivo de la sociedad, honrar a los padres es de suprema importancia y avergonzar a la familia es la peor ofensa posible. En tal contexto cultural, un cuestionamiento que enfrentan los nuevos creyentes es: ¿Cómo puedes deshonrar a tu familia creyendo en una tradición diferente a aquella en la que fuiste criado? ¿Por qué crees en un Dios occidental?

La cuestión: ¿Cómo compartimos nuestra fe respetuosamente cuando la familia practica otra fe y donde la mala interpretación y el prejuicio respecto del cristianismo son muy profundos?

Sabah: Luego de un evento evangelístico en Sabah, en la isla de Borneo, una mujer de trasfondo taoísta preguntó ansiosamente a Becky: Soy la hija adulta mayor, y si le entrego mi vida a Cristo, ¿quién encenderá los inciensos para mis ancestros (oraciones de protección contra los espíritus malignos para los muertos)?”

La cuestión: ¿Cómo honramos a nuestros padres y vivimos nuestra fe con integridad cuando ya no podemos seguir sus tradiciones religiosas?

Belfast: Debido a la violencia sectaria durante los años comprendidos entre 1960 y 1990 entre los partidos políticos que querían continuar perteneciendo al Reino Unido (primordialmente protestantes), versus aquellos que querían una Irlanda unida independiente (principalmente católicos), muchas ciudades principales fueron casi destruidas. Un escéptico interesado que hablaba con Becky acerca de la persona de Jesús repentinamente dijo: “¡Oh, Becky, no nos empantanemos en una discusión sobre política!”

La cuestión: ¿Cómo testificamos de Cristo en un país que no confía en palabras solamente debido al gran sufrimiento y daño que causaron las guerras; guerras que, según ellos, fueron motivadas por la religión? ¿Cómo ayudamos a las personas a separar el verdadero la verdadera fe cristiana de las terribles atrocidades que se cometieron en nombre de la religión?

Suecia: Suecia es considerada como una de las ciudades más seculares y postmodernas de Europa. Un cristiano llevó a su amigo escéptico a un debate en la universidad, entre un ateo y un cristiano. El cristiano ganó el argumento con un espíritu de gracia. Pero el estudiante escéptico dijo, en lo tiene que ser la respuesta más categórica postmoderna jamás registrada: “Me ofende pensar que alguien pudiera intentar derrotar a otro meramente sobre la base de un argumento racional”.

La cuestión: ¿Cómo le presentamos a Cristo a alguien a quien le agravian las declaraciones de la verdad? ¿A alguien cuyas creencias respecto a la tolerancia hacen escandalosas y arrogantes a las declaraciones exclusivas y no negociables de Cristo?

Dinamarca: Los daneses se consideran no creyentes seculares, miembros de la iglesia estatal Luterana sólo por tradición. Sin embargo en los últimos años ha habido una apertura y un despertar espiritual sorprendente entre los más jóvenes, que les motiva a buscar opciones alternativas. ¿Por qué alternativas? Porque muchos daneses han sido bautizados y confirmados en la iglesia estatal sin haber entendido nunca la fe verdadera.

La cuestión: Cómo presentar a Cristo en una cultura de iglesia de estado que los ha vacunado contra la comprensión de la realidad Cristiana; ¡aunque el problema es que ellos creen comprender!

Australia: En un país secular en el cual la asistencia a la iglesia es inferior al 5%, y donde la obsesión por el materialismo está a la orden del día, un escéptico de Sidney dijo: “¿Pero por qué pensar en Cristo cuando mi vida está bien como está? Es más, si le entregara mi vida a Cristo quizás tendría que dar mi dinero a la iglesia, ¡y de ninguna manera voy a hacer eso!”

La cuestión: ¿Cómo rompemos con la apatía y búsqueda del materialismo que temporariamente puede bloquear las realidades espirituales?

Para ser efectivos al testificar, resulta claro que hace falta tener conciencia de las cuestiones particulares que se presentan en cada cultura. No obstante, también debemos considerar que en Pentecostés Pedro le predicó el evangelio aparentemente a toda lengua y cultura. Pero su mensaje se entendió. ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios fue declarada con el poder del Espíritu de Dios y, en consecuencia, trascendió todas las diferencias culturales. Esta es nuestra tensión: ser culturalmente sensibles mientras dependemos del poder de la Palabra y del Espíritu de Dios.

Nuestra teología debe afectar nuestra metodología

En Occidente se tiende a enfocar la capacitación evangelística en técnicas de aprendizaje. Pero las técnicas no nos motivan en nuestro fuero interior. Tampoco son efectivas a la hora de construir relaciones auténticas. Esto no disminuye la importancia de ofrecer ayuda práctica. Pero el aspecto práctico debe estar enmarcado dentro de una comprensión teológica más profunda. Nuestra efectividad al testificar no viene por aprender nuevos métodos, sino por comprender el mensaje. Nuestra libertad para testificar proviene de comprender al autor del mensaje, ¡Dios mismo! En otras palabras, nuestra teología debe tener efecto sobre nuestra metodología. Comprender el carácter de Dios será la principal motivación de nuestro testimonio. Conocer bien a Cristo nos incentivará a darlo a conocer.

La crisis de la verdad y la proclamación del evangelio

¿Cómo logramos proclamar fiel y creativamente el evangelio en Occidente, en esta era de relativismo que niega la posibilidad de una verdad absoluta; cuando la verdad de cualquier verdad está bajo sospecha y la validez de la verdad del evangelio es negada o ignorada? Sin embargo, se nos dice: “Mediante este evangelio son salvos […]: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Cefas, y luego a los doce” (1 Co. 15:2-5, NVI). Como escribe Pedro Kuzmic, “La proclamación fiel, valiente y creativa del evangelio debe estar cimentada sobre estos hechos fundacionales de la verdad universal válida, ya que la verdad es el fundamento para la confianza”. (2) Stephen Neill afirma: “El único motivo para ser cristiano es la convicción abrumadora de que la fe cristiana es verdad”. (3)

Si no somos fieles al evangelio, entonces, nuestro trabajo evangelístico nunca será efectivo. Cuando los cristianos se sienten intimidados al compartir el mensaje de Cristo, no es tan sólo por temor al rechazo. Va más allá, a la capacidad  de creer ellos mismos el mensaje en un mundo que alega que la convicción religiosa no puede ser verdad en ningún sentido factual y que debe tenerse únicamente como una opinión privada. Nuestra tarea es fortalecer la confianza del creyente moderno de que estas “buenas nuevas” no son sólo verdad para ellos, sino para el mundo entero y que pueden ser compartidas con certeza.

Estos son algunos de los temas que enfrentamos al considerar el evangelismo en el siglo XXI. Una respuesta adecuada a todos estos temas se extiende más allá del alcance de este ensayo introductorio. Nuestro foco central en el Congreso de Lausana en Ciudad del Cabo (en las sesiones Multiplex y de Diálogo) será encarar cómo mejor comunicar la fe en el siglo XXI en tres áreas: el evangelismo personal, el evangelismo en grupos pequeños y el evangelismo por proclamación.

Una respuesta de tres frentes al evangelismo en la era global

El evangelismo más fuerte y vital tiene lugar cuando se combinan tres acercamientos: el evangelismo personal, el evangelismo en grupos pequeños y los eventos evangelísticos. Estos tres enfoques se complementan entre sí. La mayoría de las organizaciones cristianas se conforman con uno sólo, y esto es inadecuado. ¡Cuando utilizamos los tres juntos –cuando la iglesia provee entrenamiento sólido para el testimonio personal y el grupo pequeño, así como la puesta en marcha de eventos evangelísticos– el resultado es poderoso! Nuestro foco pasa a ser, entonces, el desarrollo de una triple estrategia que equipe a los creyentes con un acercamiento personal al testificar, que evangelice en grupos pequeños por medio de estudios bíblicos para interesados, y que ofrezca la proclamación del evangelio de manera efectiva.

I. El evangelismo personal

Cuando se capacita a otros con el fin de desarrollar la confianza y competencia en el testimonio personal, estas son algunas áreas a considerar:

Nuestro modelo

¿Tenemos un modelo universal respecto de la manera de obedecer el mandato de Dios de “ir y hacer discípulos a todas las naciones”? ¡Sí! Cristo nos dejó un modelo, un mensaje y un método para alcanzar al mundo. Nuestro modelo, nuestro paradigma para el evangelismo es la doctrina de la encarnación. Aunque son muchas las doctrinas que forman nuestro entendimiento del testimonio, quizás ninguna lo forma tanto como la doctrina de la encarnación; pues no es sólo una doctrina fundacional, es un prisma teológico a través del cual observamos nuestra labor misionera en el mundo.

Jesús dijo: “Como me envió el Padre, así también yo os envío”. Jesús nos dice que nuestra misión en el mundo es asemejarnos a la de Él. Del mismo modo que Él entró a nuestro mundo, debemos entrar nosotros al mundo de los demás.

¿Cómo, pues, entramos al mundo como lo hizo Jesús? Jesús fue identificado radicalmente con el amor y a su vez fue radicalmente diferente en santidad. ¿Qué podemos aprender de las inferencias de la encarnación?

  • Jesús desarrolló relaciones auténticas y afectivas con interesados. Su criterio era “vayamos a ellos” y no “vengan a nosotros”. Al observar a Jesús vemos que el establecer, con personas interesadas, relaciones caracterizadas por el amor, refleja la naturaleza trinitaria de Dios. Para la mayoría de los interesados, la brecha entre no creer y creer no puede cerrarse fuera del contexto de una relación.
    • Jesús revela la importancia de despertar la curiosidad del interesado ANTES de compartir las buenas nuevas. A su vez habrá que aprender a sacar el tema de la fe. ¿Cómo pasamos de una conversación normal a una spiritual sin parecer artificial ni manipuladora?
    • Jesús tiene mucho para enseñarnos acerca del arte de la conversación: cómo escuchar respetuosamente y dialogar, cómo realizar buenas preguntas y manejar sus respuestas, cómo usar el lenguaje cotidiano y adaptar lo que decimos a la situación de la otra persona.
    • ¿Qué hacemos con nuestro sentido de ineptitud? ¿Cómo superamos nuestros temores? ¡¿Qué podemos aprender de Jesús y de las historias del Nuevo Testamento para asegurarnos de que nuestra sensación de ineptitud es el primer requisito para ser un testigo?!

 Nuestro mensaje

¿Qué capacidades necesitamos para aprender para comunicar el evangelio?

  • Aprender a contar la historia de Cristo.
  • Aprender a  contar nuestra historia.
  • Aprender a comunicar el evangelio de manera contextualmente sensible.

El contenido básico del evangelio es siempre reconocible e inalterable porque fue revelado por Cristo Jesús (Gá. 1:11-12). Sin embargo, los evangelistas del Nuevo Testamento demuestran flexibilidad y creatividad al adaptarse a diferentes escenarios políticos y culturales. Como nos recuerda el teólogo alemán Helmut Thielicke: “El evangelio debe ser predicado y narrado renovadamente para cada generación, ya que cada generación formula sus propias preguntas singulares. Por esto el evangelio debe ser continuamente reenviado a una nueva dirección, ya que el receptor cambia su lugar de residencia reiteradamente”. (4)

Nuestros medios

La falta de dependencia del poder del Espíritu es posiblemente la deficiencia más deslumbrante de la iglesia moderna de Occidente, comparada con la iglesia primitiva. Jesús dijo a sus discípulos del primer siglo que necesitaban esperar la llegada del Espíritu Santo antes de evangelizar su mundo. Hace poco, un cristiano dijo al noticiero de CBS “Si vamos a evangelizar al mundo en el siglo XXI, es necesario tener el poder del Espíritu Santo residiendo y fluyendo a través de nosotros, y forjando el carácter de Jesús en nosotros”.

  • El evangelismo no es simplemente una destreza de comunicación o de contenidos: es una actividad espiritual que depende del poder sobrenatural de Dios. Por lo tanto, necesitamos redescubrir que la oración es un arma santa para ser usada en el evangelismo y en nuestras batallas espirituales. Debemos pedirle a Dios que nos faculte con los dones del Espíritu que nos fortalecen en el evangelismo.
  • No impartimos información solamente cuando compartimos el evangelio. Necesitamos el poder del Espíritu de Dios para otorgarle significado y efectividad a nuestras palabras. Es el Espíritu de Dios quien transforma vidas, no nuestra habilidad de comunicar el evangelio a la perfección. Necesitamos estar convencidos que no hay poder mayor en el mundo que el poder del Espíritu Santo que va delante de nosotros, va detrás de nosotros y habla a través de nosotros.

II. El evangelismo en grupos pequeños

¿Qué hacemos luego de varias conversaciones positivas con un interesado? ¿Cómo continuamos? Lo que precisamos es una herramienta que permita a los interesados sentirse cómodos y seguros, que plasme un estilo que sea socrático y orientado al diálogo y al proceso, al mismo tiempo que les permita confrontarse con la persona de Jesús.

Una de las herramientas más efectivas del evangelismo es el estudio bíblico para interesados. Un estudio bíblico para buscadores examina la vida de Jesús en uno de los evangelios, siendo no creyentes la mayoría de los asistentes al grupo pequeño. El líder creyente formula preguntas tomadas de la Guía de estudios bíblicos para interesados y les invita a descubrir por sí mismos la persona de Jesús. El líder creyente no es la autoridad; el texto bíblico es el maestro.

Invitamos al escéptico o al interesado a un lugar neutro (nuestra casa, la habitación de la universidad, un restaurante tranquilo) para analizar un evangelio y decidir quién piensa él que es Jesús. Les decimos que no tienen que creer en Dios, ni que la Biblia es la Palabra de Dios. Simplemente los invitamos a “venir a ver”. El ambiente es informal y relajado. La intención es que pasen un buen momento y que sientan la libertad de hacer preguntas mientras investigan la vida de Jesús.

Resulta efectivo, porque aquellos que no pasarían por la puerta de una iglesia se sienten cómodos en nuestra casa donde hay otros interesados o escépticos. Mientras que algunos han sido desalentados por organizaciones religiosas como la iglesia, muchos aún tienen curiosidad por saber de Jesús: ¿Quién fue? ¿Cómo era? ¿Qué dijo e hizo? ¡También resulta efectivo porque el poder de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo están trabajando a nuestro favor! ¡Y Jesús comienza a cobrar vida para ellos!

Luego de preparar estudios para interesados durante más de 30 años, y de capacitar a cristianos alrededor del mundo a usar esta herramienta, hemos visto resultados increíbles.

III. El evangelismo por proclamación 

Comunicar el evangelio por medio de la proclamación es una manera poderosa de evangelizar. La iglesia africana tiene notables dones de evangelismo y África ha respondido favorablemente en los eventos evangelísticos de proclamación. El obispo nigeriano Ben Kwashi, un evangelista dotado y efectivo, ha visto a muchos llegar a Cristo. Él tiene mucho para decir en este aspecto con relación al poder del evangelio:

  • Confíe en el evangelio: Hoy día hay mucho sufrimiento, oscuridad, maldad y muerte en el mundo. El único poder que puede vencer esto y transformar a personas, comunidades y naciones es el poder del evangelio. El evangelio no es una tradición establecida y estática sino una fuerza viva poderosa que tiene la capacidad para transformar en maneras que exceden las esperanzas y expectativas de aquellos que llevan y plantan la semilla inicial. Es el evangelio lo que ha traído vida, luz y esperanza a la oscuridad, para este mundo y para el venidero. Por lo tanto, no debemos comprometer ni cambiar este evangelio por nada; ni siquiera por nuestras vidas físicas. ¡Nunca olvidemos que el evangelio, como escribe Pablo en Ro. 1:16-17, es poder de Dios!
  • Confíe en el poder del Espíritu Santo: El evangelio tiene un poder explosivo, demostrado por la resurrección de Jesucristo. No es una entidad pasiva. El evangelio es un poder creativo, dotado con el poder creador del Espíritu de Aquel que es creador del universo. Cuando se enfrenta al pecado, el infierno y Satanás, el evangelio también es un poder destructivo, mortal, invencible e intransigente. El evangelio no busca la aprobación de ninguno, no soborna a autoridad alguna y no se disculpa por llegar. ¡Entonces, siga el consejo de Pablo y no se avergüence del evangelio! ¡Pídale a Dios que lo llene de manera renovada con el poder de su Espíritu al predicar!
  • El evangelio es para todos: El evangelio es universal. Es la salvación para todo aquel que cree, sin importar de dónde venga o quién sea. La meta del evangelio, el bien principal del evangelio y los portadores del evangelio son las personas, no el dinero. Es el poder de salvación de este evangelio universal lo que produce cambios radicales: cambio de muerte a vida, del infierno al cielo, de la oscuridad a la luz.

Hijos de Dios, afinemos nuestro enfoque en esta meta, la tarea de dar a conocer a Cristo, que las personas vivan rectamente y concentren todas sus energías y sus esfuerzos en la misión de Dios de evangelizar al mundo.

Testimonio efectivo para una hora como esta

Avancemos pues, recordando que el evangelismo es una vida antes que una tarea; es cuestión de ser antes de convertirse en una agenda para hacer. Rehusémonos a predicar un evangelio que prometa tanto y demande tan poco. Pisamos terreno peligroso cuando permitimos que las técnicas sean más importantes que la teología, cuando la estrategia humana reemplaza nuestra confianza en la Palabra de Dios y cuando dependemos de programas que remplazan nuestra dependencia del Espíritu Santo. Se nos ha dado un evangelio infinitamente creíble; seamos pues, mensajeros creíbles que demuestran autenticidad y no una metodología inteligente. Recuerde que el evangelismo no es el resultado de técnicas perfeccionadas por vendedores hábiles, ¡porque el evangelio no está a la venta!

Si el mundo ha de ser evangelizado en el siglo XXI –si vamos a ver un avivamiento– hará falta un arrepentimiento genuino dentro de la iglesia, un lavamiento divino, un modo de vida santo y un renovado poder del Espíritu Santo. Lo que necesitamos es una visión renovada de quién es Cristo y lo que ha venido a hacer: ¡sanar, restaurar y transformar la totalidad de la vida! ¡Si vivimos esta visión como verdaderos discípulos, entonces el evangelismo ocurrirá por sí mismo!

© The Lausanne Movement 2010

  1. Newbigin, Lesslie, 1986: Foolishness to the Greeks, pag.149 (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing CO).
  2. Kuzmic, Peter, 1980: «Evangelical Witness to Eastern Europe», in Serving Our Generations: Evangelical Strategies for the Eighties (Waldron Scott, ed: Colorado Springs: World Evangelical Fellowship, págs.77-85.
  3. Neill, Stephen Charles, 1970: Call to Mission, pag.10 (Philadelphia; Fortress Press).
  4. Citado de How to Teach the Truth of the Gospel, Peter Kuzmic, pág. 198. (J.D. Douglas, ed. Proclaim Christ Until He Comes. (Lausanne II in Manila. Minneapolis; Worldwide Publications, 1986).