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Lo que ha llegado a conocerse como el evangelio de la prosperidad, está principalmente asociado con enseñanzas actuales de los Neo-pentecostales. Los Neo-pentecostales contemporáneos se distinguen de los contemporáneos clásicos por su énfasis en el evangelio de la prosperidad fijándose en las cosas materiales como indicadores del favor divino:

  • Hoy en días muchas iglesias también predican variaciones de la prosperidad material, especialmente en contextos no occidentales como en África.
  • Hay aspectos de este que se fijan en el trabajo duro y en la superación personal, pero en general, el evangelio de la prosperidad promueve el materialismo más que el tipo de fruto descrito en el Salmo 1 como la herencia de los que andan en los caminos del Señor.
  • El evangelio de la prosperidad está basado en ciertas porciones de Escritura. Sus pasajes favoritos son: Deuteronomio 28:1-14, Gálatas 3:14, 3ª Juan 2.

Preocupaciones

El evangelio de la prosperidad simplemente enseña que los creyentes en Jesucristo, como parte de su herencia de Dios en esta vida, tienen derecho a ciertas bendiciones espirituales y físicas. Deuteronomio 28:13a dice, por ejemplo: “Y te pondrá el Señor a la cabeza y no a la cola”. Significara lo que significara en Israel en aquel tiempo, se interpreta para que signifique que el cristiano, donde quiera que esté, debe estar dirigiendo.

Estas enseñanzas en África, han llevado a la gente joven a dejar sus empleos prematuramente para abrir sus propios negocios y al cese por parte de pastores jóvenes para empezar sus propios ministerios. Ha habido algunos éxitos, pero las pérdidas también han sido altas.

Lo que suscita la preocupación entre los cristianos evangélicos en particular, es el énfasis sobre las cosas materiales como principales indicadores de la fidelidad cristiana. Este mensaje, que se proclama ahora en las iglesias, y mediante los ministerios de comunicación, ha suscitado preocupación por su hermenéutica que busca respaldo en versículos-adoptando una postura sobre determinadas cuestiones y buscando pasajes bíblicos para justificarlas sin tener cuenta el contexto- lo que lleva a descuidar temas cristianos fundamentales como es el caso de una sólida teología de la cruz.

Principios de la Prosperidad

Este evangelio de la prosperidad se basa en principios que incluyen una confesión de fe positiva y el pago fiel de los diezmos y ofrendas:

  • El pago de diezmos y ofrendas y las donaciones materiales a líderes cristianos esperando que Dios lo devuelva, es también conocido como el principio de sembrar y cosechar.
  • Se cree que tanto la confesiones positivas y el ofrendar de un cristiano son cosas que la persona siembra por las que se puede esperar una respuesta abundante de parte de Dios.

Los defensores enseñan que el cuerpo físico cristiano debe ser completamente inmune a la enfermedad. Sin embargo, si la enfermedad ocurre, las víctimas deben saber que simplemente tienen el poder de maldecir la aflicción para que desaparezca. Esta es la esencia de la enseñanza del obispo David O. Oyedepoo, fundador africano de la iglesia pentecostal contemporánea, Living Faith Church Wordwide o Winners’ Chapel (Capilla de los Triunfadores). En su libro The Healing Balm (El bálsamo sanador), afirma:

¡La abundancia sin salud es igual a carencia! Porque cualquier riqueza que puedas amasar, ¡finalmente es devorada por la enfermedad!… todo hijo de Dios nacido de nuevo, tiene un pacto de salud divina con el Padre. Él no podría haber dicho: “Yo soy el Señor que te sana” si no te hubiera proporcionado la salud. ¡Hay un lugar en el que puedes mantenerte en Dios y no volver a estar enfermo! Hay un reino en el que entras donde ya no puedes estar enfermo ni oprimido. Es un reino donde la naturaleza divina en tu interior está tan desatada que te hace inmune a la enfermedad. [1]

Otro predicador de la prosperidad de Ghana, Nicholas Duncan-Williams de Action Chapel Intenational en Ghana, escribe:

Triunfar en la vida empieza con Cristo. No permitas que tus circunstancias, de dónde vienes y lo que la gente dice de ti, te impida llegar a ser lo que Dios ha propuesto para ti. Por el dedo de Dios me levanto sobre cualquier situación desesperada en mi vida. Tú también puedes tener una historia que contar si crees las palabras de Dios de este libro. [2]

El hecho de recurrir a las Escrituras, explica por qué el evangelio de la prosperidad a veces es llamado prosperidad bíblica. El problema no es usar las escrituras para facultar a los oyentes para creer a Dios y hacer algo respecto a las circunstancias de la vida. De hecho, hay partes de este mensaje que pueden ser consideradas autorizadas, pero carecen de significado comparadas con los aspectos heréticos que presentan una vida lujosa y extravagante como derecho de los cristianos fieles. Aún más perturbador es cuando, enumerando los principios de la prosperidad, se dice que Jesucristo había vivido un estilo de vida materialista por las decisiones que tomó en su vida.

Deficits

La interpretación de los diezmos y las ofrendas como fórmulas de posesión mágica para hacer que Dios actúe, sin respetar su voluntad, es teológicamente cuestionable. Jim Bakker de PTL Club and Heritage, EEUU, antes defensor a ultranza de la prosperidad, desde 1990 ha denunciado el enfoque materialista del evangelio de la prosperidad. Escribió un libro significativamente titulado I was wrong (Estaba equivocado), después de su encarcelación por fraude. A continuación escribió Prospertiy and Coming Apocalipsis (Prosperidad y el Apocalipsis venidero) en el que valora críticamente la teología de la prosperidad, de nuevo viendo sus enseñanzas básicas como una variación del verdadero evangelio. [3].

Un estudio cuidadoso del evangelio de la prosperidad muestra que usa la Biblia y las vidas de sus exponentes para idolatrar el poder y el orgullo; la popularidad y el éxito; la riqueza y la codicia. [4] Quizá una forma de ver los peligros de esos ídolos sea comprender cómo denuncia Jesús estas opciones cuando el diablo se las presenta como tentaciones.

Críticas

El evangelio de la prosperidad encuentra difícil tratar con el dolor y la desilusión. Deja a muchos miembros de la iglesia sin testimonio porque sus circunstancias materiales no reflejan la bendición de un Dios que está ahí para privilegiar a sus hijos favoreciéndolos y prosperándolos siempre y cuando paguen sus diezmos y ofrendas.

En la búsqueda de la vida abundante que Jesús promete, no está mal usar los recursos que Dios proporciona en la lucha contra el mal. El reino de Dios en Jesucristo no promete esperanzas escatológicas por el abandono de bendiciones existenciales o de este mundo.

Por tanto Femi Adeleye nos sirve con su presentación de que el evangelio de la prosperidad:

  • distorsiona la misión de Jesús, primeramente salvarnos del pecado;
  • falla a la hora de ver que todas las formas en que damos a Dios son primeramente actos de adoración;
  • distorsiona la persona de Cristo presentándole como materialista;
  • carece de explicación para el sufrimiento y el dolor. [5]

En África hay una creencia muy fuerte en el poder sobrenatural del mal. En las reuniones de oración, a la gente se la enseña a invocar maldiciones sobre sus enemigos- percibidos o imaginarios- simplemente porque la prosperidad sobre la que se les ha enseñado a veces los elude. El énfasis sobre la prosperidad material como signo de la fidelidad cristiana lleva a una tendencia a mirar a los materialmente pobres como gente sin un testimonio firme de la bendición divina.

Podemos encontrar una respuesta en las palabras de David Bosch de que la naturaleza misionera del ministerio de Jesús lanza un ataque sin cuartel al mal y a todas sus manifestaciones. El reino de Dios llega donde quiera que Jesús vence el poder del mal. Entonces, como ahora, el mal tomaba muchas formas: dolor, enfermedad, muerte, posesión demoniaca, pecado personal e inmoralidad, la auto justificación carente de amor de los que afirman conocer a Dios, privilegios especiales de clases, la ruptura de relaciones humanas. Sin embargo, Jesús está diciendo que si la aflicción humana adoptó muchas formas, el poder de Dios también lo hace. Porque, según Bosch:

El asalto del reino de Dios sobre el mal, se manifiesta particularmente en los milagros sanadores de Jesús, especialmente notables en sus exorcismos. Es en los poseídos, así lo creen los contemporáneos de Jesús, donde Satanás era capaz de probar sin lugar a dudas que él era el señor de este mundo. Así que si Jesús, “por el dedo de Dios”… echa fuera a los demonios, “es que el reino de Dios ha venido entre nosotros”. [6]

En conjunto, las imágenes de prosperidad pregonadas por los nuevos pentecostales, favorecen enormemente a los ricos o a los que están en camino de serlo. Jesús trataba decisivamente las aflicciones humanas y los poderes malignos que los provocaban. Sin embargo, maldecir o pedir a Dios que destruya a enemigos humanos, como se les enseña a los que buscan la prosperidad, equivale a buscar la venganza, algo contra lo que Jesucristo y Pablo nos advierten (Romanos 12:1-21).

Implicaciones y respuestas

El dinamismo de los nuevos movimientos evangélicos como el Neo-pentecostalismo, han obtenido un importante seguimiento en África. Esto significa que generaciones de jóvenes cristianos están creciendo con una mentalidad de prosperidad que sugiere que podemos esquivar los problemas del día a día si aplicamos los principios de la prosperidad.

Como respuesta, debemos tener cuidado de no demonizar la riqueza y las bendiciones materiales. Hay comunidades en África en las que, venir a Cristo ha ayudado a la gente a ahorrar dinero para edificar, las familias han sido reconstruidas con el dinero que ya no se ha gastado en una vida depravada. Es el materialismo lo que debe ser condenado y no las bendiciones materiales obtenidas a través del trabajo riguroso.

En respuesta al materialismo en África, donde la pobreza es palpable entre muchas comunidades cristianas, el liderazgo del movimiento evangélico debe dirigir la atención a las verdades bíblicas básicas:

  • Sí existe la prosperidad divina dentro del cristianismo y significa mucho más que bendiciones materiales.
  • El dar del cristiano- diezmos, ofrendas o donaciones a los demás- debe entenderse en términos de adoración cristiana. Respondemos a Dios adorando por lo que ha hecho por nosotros en Cristo y confiando en su gracia. Dar no puede tratarse de una fórmula mágica por la que tratamos de torcer la voluntad de Dios hacia otros.
  • Basándonos en lo que Jesús dijo en la cruz, la respuesta apropiada a los daños producidos por nuestros enemigos, es extender el perdón y no recurrir a la oración imprecatoria. La propia reacción de Jesús al odio fue: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”

Dios quiere que sus hijos prosperen y disfruten de su creación. En el Antiguo Testamento en particular, la riqueza es una bendición de Dios, y de los que la tienen no sólo se espera que le reconozcan como fuente, sino también que cuiden de los pobres.

El mayor problema de los predicadores de la prosperidad de hoy, es su hermenéutica. Su respaldo en los textos, lleva a la conclusión de que Jesús llevaba ropas de diseño porque su túnica no tenía costuras y el burro en el que ascendió a Jerusalén era el vehículo más lujoso del momento. La confianza en la contrastación hermenéutica no ha permitido enfrentarse críticamente con pasajes en los que Jesús y la Biblia llaman al perdón y a orar por los enemigos más que a su destrucción.

La propagación del mensaje de la prosperidad constituye un desafío para las misiones cristianas de nuestro tiempo, especialmente porque mucha gente joven con posibilidades de promoción, se ve atraída por esas promesas. Las iniciativas misioneras actuales y el estudio teológico debe continuar articulando respuestas sólidas al evangelio que suena fascinante pero es ajeno a los valores sostenidos por el Señor de la misión: Jesucristo. [7]

Notas

  1. David O. Oyedepo. The healing Balm (Lagos: Dominion Publishing House,
  2. Duncan –Williams, Destinated to Suceed, ii.(Destinados a triunfar).
  3. Jim Bakker y Ken Abraham, I was wrong: The untold Story of the Shocking Journey from PTL Power to Prison (Estaba equivocado: La historia no contada del sorprendente viaje desde PTL Power a la cárcel) (Nashville: Thomas Nelson, 1996); Prosperity and the Coming Apocalypse: Avoiding the Dangers of Materialistic Christianity in the End Times (Properidad y el Apocalipsis venidero: Evitar los peligros del materialismo en el cristianismo de los últimos tiempos) (Nashville: Thomas Nelson, 1998).
  4. Christ Wright, “Calling the Church Back to Humility, Integrity, Simplicity,” (“LLamando a al iglesia a que vuelva a la humildad, integridad, simplicidad”) Julia E. M. Cameron, ed., Christ Our Reconciler: Gospel, Church, World (Cristo nuestro reconciliador: Evangelio, iglesia, mundo),(Downer Grove, IL: InterVarsity Press. 2012), 151-153.
  5. Femi Adeleye, “The Prosperity Gospel”, Julia E. M. Cameron, ed., Christ Our Reconcilier: Gospel Church, World (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2012,) 161.
  6. David J. Bosch, Transforming Mission: Paradigm Shifts in Theology of Mission (Maryknoll, NY: Orbis Books, 1991), 33.
  7. Nota del editor: Están disponibles los vídeos Lausanne Global Consultation on Prosperity Theology, Poverty and the Gospe,l grababos en Atibaia, Brasil, entre el 30 de marzo y el 2 de abril. J.Kwabena Asamoah-Gyadu es uno de los presentadores de dichos vídeos.

J Kwabena Asamoah-Gyadu es el catedrático Baeta-Grau de Cristianismo y Pentecostalismo Africano Actual del Trinity Theological Seminary de Legon (Ghana). También es miembro del Grupo de Trabajo Teológico de Lausana.