Global Analysis

Vengan al banquete

incluir a personas con discapacidad en el ministerio cristiano

Daniel Kyungu Tchikala Ene 2025

Nuestro Señor Jesucristo nos dice: “Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos. Entonces serás dichoso” (Lc 14:13-14).1

Según el informe de la Organización Mundial de la Salud,2 las personas con discapacidad representan el 15% de la población mundial, la mayoría de las cuales vive en países en desarrollo. A pesar de su elevado número, participan poco en la vida social, aun en actividades cristianas. No solo es raro encontrarlas entre miembros de una iglesia local o en organizaciones cristianas, sino también y especialmente entre líderes. Significa que el lugar que la iglesia les reserva es similar al que les destina el mundo. Pero Jesucristo nos invita a todos, sin excepción, a participar en su banquete (Mt 22:9) y en la Gran Comisión (Mt 28:19).

No solo es raro encontrarlas entre miembros de una iglesia local o en organizaciones cristianas, sino también y especialmente entre líderes. Significa que el lugar que la iglesia les reserva es similar al que les destina el mundo.

La perspectiva del mundo de la discapacidad

El mundo considera que el costo de mejorar nuestras actitudes hacia las personas con discapacidad y de aplicar adaptaciones razonables es mayor que la ganancia esperada de su inclusión socioprofesional. Esto está en consonancia con la teoría de la perspectiva, que muestra que las interacciones entre la sociedad y las personas con discapacidad son de baja calidad, ya que la sociedad considera que esta categoría de personas no tiene nada que ofrecer. Esto conduce a la inacción cuando, en realidad, el costo de cambiar nuestra actitud hacia las personas con discapacidad es nulo. La sociedad espera poco de ellas, lo que conduce a su exclusión. Este bajo nivel de expectativas no refleja la realidad del nivel de utilidad real de este grupo. La investigación demuestra que, en algunas circunstancias, las habilidades de las personas con discapacidad pueden igualar o superar las de las personas sin discapacidad. No obstante, las habilidades de estas personas suelen verse obstaculizadas por los prejuicios y la estigmatización que sufren.

Para la mayoría de los gobiernos que desean aumentar la participación de las personas con discapacidad, la solución pasa por la promulgación de leyes o por incentivos financieros. Las leyes podrían obligar o animar a los actores a incluirlas. Sin embargo, la historia nos dice que estas medidas adoptadas por líderes mundiales no suelen ser por amor a las personas con discapacidad. Estas medidas de restricción o incentivo son la respuesta a las presiones debidas a las demandas de las propias personas con discapacidad, que comenzaron en Estados Unidos en torno a la década de 1970. Cuando las personas con discapacidad permanecen en silencio, no se hace nada por ellas.

La responsabilidad de la iglesia

Si los líderes cristianos adoptan la perspectiva del mundo de la discapacidad, poco se hará para que ellas puedan tomar parte en el banquete del Señor y participar plenamente en la misión de Dios en la tierra. La iglesia tiene la responsabilidad de mostrar el modelo de reconciliación e inclusión de estas personas y no lo contrario. Somos la luz y la sal del mundo.

Como líderes cristianos, ¿debemos dejarnos influir por la perspectiva del mundo o debemos abrazar la perspectiva de Dios sobre la discapacidad?

Dios abraza a los vulnerables y no los rechaza

Si Dios considerara la vulnerabilidad una amenaza, usted y yo no seríamos sus hijos y coherederos con Cristo. Es en nuestra debilidad donde el Señor nos buscó para darnos la condición de hijos de Dios (Ro 5:6-8). El Señor también nos suplica que invitemos a otras personas con discapacidad (Lc 14:13).

Dios ve en la vulnerabilidad una oportunidad para mostrar su gloria

Recordemos las palabras del apóstol Pablo: “Él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad’” (2Co 12:9).

El desempeño en el ministerio cristiano no depende de nuestros recursos físicos, intelectuales o financieros

Es Jesucristo quien nos hace dar fruto que permanece (Jn 15:4). Es por medio del Espíritu Santo que podemos realizar su misión (Zac 4:6). Él también puede utilizar poderosamente a personas con discapacidad para llevar a cabo su misión en la tierra gracias al llamado y a los dones espirituales que les concede.

Si los líderes cristianos no abrazan a las personas con discapacidad, se están alejando de la perspectiva de Dios sobre la discapacidad y la vulnerabilidad, que es lo que muestran las estadísticas.

Reflexión

  • ¿Cuál es su actitud como líder cristiano hacia lo que es o parece débil y vulnerable?
  • ¿Cómo ha resuelto tratar a los marginados, débiles, vulnerables y pobres dentro de su área de responsabilidad o influencia?
  • ¿Refleja la calidad de nuestro amor agape el lugar que reservamos a las personas con discapacidad, los pobres y los marginados en nuestras instituciones?

Perspectivas sobre la inclusión de las personas con discapacidad

Existen dos perspectivas a adoptar cuando queremos llevar a cabo acciones a favor de la inclusión de personas con discapacidad: la normativa y la analítica.

La perspectiva normativa consiste en tomar en cuenta las buenas prácticas sugeridas por los expertos e implementarlas en la propia institución tal cual o con pequeños ajustes. Este enfoque tiene ventajas e inconvenientes.

Ventajas

  • Las buenas prácticas suelen proceder de expertos y ya han demostrado su eficacia en otros lugares;
  • Reducen el costo de la investigación;
  • Pueden aplicarse rápidamente;

Desventajas

  • A veces pueden estar desconectadas de la realidad contextual;
  • Escasa comprensión, apropiación e involucramiento de actores locales, alegando que son exigencias que vienen de otro lugar;
  • Escasa participación de personas con discapacidad;

La perspectiva analítica implica comprender las situaciones contextuales y desarrollar soluciones contextuales con la participación de los beneficiarios. Esta perspectiva permite una fuerte apropiación de las soluciones desarrolladas por parte de las personas interesadas, porque consideran que proceden de ellos mismos e integran mejor sus preocupaciones. Sin embargo, su implementación puede requerir más tiempo, además del costo de la investigación y la inexperiencia.

La respuesta a la pregunta de qué puede hacer la iglesia para incluir a personas con discapacidad también implica posicionarse en relación con el sector de la intervención. ¿La intervención se centrará solo en aspectos espirituales o se ocupará de los demás retos que enfrenta esta categoría? Por ejemplo, la falta de acceso al empleo, la educación, la justicia, el transporte, etc.3 En entornos de altos ingresos, las personas que cuentan con el apoyo del sistema gubernamental suelen tener acceso a las ayudas necesarias.4 Pero estudios anteriores demuestran que, en países en desarrollo, donde vive la mayoría de las personas con discapacidad, suele ser la familia la que se ocupa de ellas. ¿Cómo piensa posicionarse la iglesia ante esta cuestión? En opinión de los expertos, el apoyo a las personas con discapacidad requiere un enfoque integral, movilizando diferentes habilidades. La iglesia puede convertirse en un lugar de refugio para ellas, con vidas tocadas por el amor de Cristo.

La iglesia puede convertirse en un lugar de refugio para ellas, con vidas tocadas por el amor de Cristo.

Al adoptar la perspectiva normativa, podemos clasificar las buenas prácticas que deben llevarse a cabo según el modelo biopsicosocial de la OMS5 y el modelo IOS6 en acciones sobre el individuo, la organización y la sociedad.

Acciones recomendadas

Sugerimos las siguientes acciones a nivel individual, organizativo y social:

  • Abrazar la perspectiva de Dios considerando a las personas con discapacidad como compañeros de trabajo y beneficiarios conjuntos de la misma gracia que las personas sin discapacidad.
  • Equiparnos con amor agape para acercarnos a las personas con discapacidad y sacarlas del aislamiento, lejos del reino de Dios. Invitarlas a participar en el banquete del Señor a través del mensaje del evangelio.
  • Buscar a las personas con discapacidad para comprenderlas. Gracias a los métodos de investigación cualitativa, podemos construir juntamente con ellas soluciones para su integración en actividades cristianas.
  • Con humildad, dejar que la experiencia vital de ellas nos instruya en lugar de siempre evitarlas.
  • Cuidarnos de los prejuicios y estar atentos a los dones que el Señor puede conceder a las personas con discapacidad a través del Espíritu Santo.
  • Formar a miembros y líderes de la iglesia para el ministerio a y por personas con discapacidad. La iglesia también debe considerar cómo puede equipar y capacitar a personas con discapacidad para ministrar en diversas áreas. Esto podría significar, por ejemplo, considerar cómo puede apoyar su acceso a programas de formación bíblica y a institutos bíblicos.7
  • Dave Deuel sugiere que debemos llevar la iglesia —el cuerpo de Cristo con todo su compromiso y bendiciones espirituales— a personas con discapacidad que no pueden acudir a la iglesia.8
  • Destacar el papel que pueden desempeñar las personas con discapacidad para consolar a miembros de la iglesia que sufren y tienen el corazón destrozado.
  • Desarrollar líderes con discapacidad es una estrategia de multiplicación sostenible y bíblica.9
  • Concienciar contra la autocensura invitándolos formal y alegremente a participar en el banquete. Por ejemplo, invitarlos a comer o a ver juntos un partido de fútbol, como fue mi caso en Los Ángeles, California. Tender la mano a personas con discapacidad que viven aisladas puede tener un impacto emocional en la autocensura.
  • Si la persona discapacitada necesita material adaptado para desplazarse o para realizar la actividad que le ofrecemos, ponerlo a su disposición.
  • Invitar a la persona a la iglesia y preguntarle cómo nosotros y nuestra congregación podríamos hacer de su visita una experiencia positiva.

Que el amor de Dios, a través de la obra del Espíritu Santo, nos permita aceptar su perspectiva sobre la discapacidad y la debilidad, y nos ayude a avanzar hacia las personas con discapacidad para darles acceso al banquete del Señor. Ellas también están invitadas. Incluyámoslas en su misión hasta los confines de la tierra.

Notas de fin

  1. Editor’s Note: This article is based on the author’s presentation at the Fourth Lausanne Congress.
  2. ‘World Report on Disability 2011’, World Health Organization, accessed 8 October 2024, https://www.who.int/teams/noncommunicable-diseases/sensory-functions-disability-and-rehabilitation/world-report-on-disability.
  3. ‘Driving down the Extra Costs Disabled People Face: Final Report’, Extra Costs Commission, accessed 8 October 2024, https://assets-eu-01.kc-usercontent.com/73ea709e-f9f8-0168-3842-ebd7ad1e23ac/ca5ea908-a558-4aae-9e9d-d07990ee08c7/2015%20Extra%20Costs%20final%20report.pdf%23search%3Dextra%20costs%20commission.pdf.
  4. ‘Ministries of People with Disabilities: ‘All in’, Lausanne Occasional Paper, https://lausanne.org/occasional-paper/disability-concerns-lop-69.
  5. Organisation Mondiale de la Santé and Banque Mondiale, ‘Rapport Mondial Sur Le Handicap’, (Geneva, 2012),
  6. Daniel Kyungu, ‘Insertion Socioprofessionnelle Des Personnes En Situation de Handicap: Diagnostic et Pistes d’action’ (translated into English by author: ‘Socio-professional integration of people with disabilities: diagnosis and courses of action’), (Université de Liège, 2022), 
  7. ‘Ministries of People with Disabilities: ‘All in’,’ Lausanne Occasional Paper.
  8. Dave Deuel, ‘Taking Church to People with Disabilities,’ in Lausanne Global Analysis, March 2023, 
  9. Dave Deuel, ‘Developing Young Leaders with Disabilities,’ in Lausanne Global Analysis, January 2016,

Biografía del autor

Daniel Kyungu Tchikala

Daniel Kyungu Tchikala es doctor en gestión de recursos humanos por la Universidad de Lieja (Bélgica), con certificados de formación en teología. Es obispo de First Community of the Church of Christ: Africa Inland Church Congo y profesor asociado en University of Lubumbashi en la República Democrática del Congo.

Contenido Relacionado