“Lo singular de la India es que sólo se puede hablar de ella en plural”, escribe el académico indio Shashi Tharoor.[1] Esta cita resalta la diversidad, así como la complejidad, que conlleva tratar de descifrar la India de hoy, que atraviesa cambios sísmicos y movimientos tectónicos.
Tres olas de misiones protestantes
Si bien el cristianismo de la India es tan antiguo como el cristianismo mismo, las misiones cristianas protestantes en la India, a lo largo de tres siglos, se pueden clasificar de una manera amplia en tres olas: [2]
- la era extranjera intercultural durante el periodo colonial (1706–1946);
- la era india intercultural tras la independencia de la India (1947–90), y
- la era indígena [3] tras la liberalización en la India (1991–).
Primera ola
Segunda ola
Tras la independencia en 1947, la resistencia a la presencia de misioneros extranjeros dio como resultado su retirada escalonada en las décadas de 1950 y 1960. Mientras muchos se preguntaban qué le pasaría al cristianismo en la India (una preocupación similar a la que hubo sobre China tras la subida al poder de Mao), surgió una nueva ola de movimientos interculturales de misión indios, especialmente a partir de los años sesenta en el sur y el nordeste, específicamente enfocados en llevar el evangelio a grupos poblacionales no alcanzados en la India septentrional y central, sobre todo entre los adivasi.[4] Esta ola comenzó a decaer para la década de 1990 en la que la India pasó por cambios cataclísmicos.
Si bien esta ola tuvo un impacto significativo, también tuvo importantes limitaciones:
- Fue una misión limitada primordialmente a los entornos tribales y rurales, con el consiguiente descuido de la misión urbana.
- Se centró excesivamente en los “números”, con la consecuente falta de discipulado y la pérdida de muchos nuevos creyentes.
- La importación indiscriminada de patrones culturales y cultuales del sur de la India .
Tercera ola
La tercera ola comenzó en la década de 1990, cuando la India liberalizó su economía dando rienda suelta a una nueva era de globalización. Este periodo también se caracterizó por el creciente predominio del nacionalismo hindú y su persecución focalizada en la comunidad cristiana. A pesar de eso, el cristianismo sigue creciendo en nuevas maneras, especialmente en partes del norte de la India.
Resaltaré brevemente cinco temas clave que definen esta tercera ola, así como los desafíos misionales durante este periodo:
1. Compleja conectividad glocal
India liberalizó su economía en 1991, entrando en una nueva era de compleja conectividad glocal (global y local). La actual iteración de globalización y sus ramificaciones se hacen sentir en diversas esferas: la rápida diseminación y consumo de información, la aparición de las nuevas clases medias junto con el materialismo y el consumismo desenfrenados, la urbanización y migración masivas y un nuevo sentido de interconexión e interdependencia a nivel global y local. A la generación joven (más de la mitad de la población tiene menos de 25 años) se la suele apodar “generación Google” y “adolescentes Twitter”. Son tremendos consumidores de cultura popular global, especialmente los que viven en áreas urbanas.
2. Sensibilidad cultural agudizada
La india es una civilización ancestral conocida por su rica herencia de diversidad cultural y pluralidad religiosa. El Sondeo Antropológico del proyecto People of India ha identificado 4.693 comunidades en la India.[5] Sostiene que la diversidad de la India viene marcada por la heterogeneidad lingüística, la diversidad ecológica, la variación biológica y el pluralismo cultural.
En tanto que algunos académicos mantienen que la globalización está inevitablemente conformando al mundo a un molde occidental homogeneizado, en la India la globalización y la liberalización económica también han llevado a la fragmentación y la tribalización de la sociedad, donde cada comunidad trata de reafirmar su identidad. Esto se hace evidente por la formación en las últimas dos décadas de numerosas organizaciones de casta, partidos políticos regionales y movimientos religiosos. Esta agudizada sensibilidad cultural parece ser uno de los factores clave en la aparición del fundamentalismo y terrorismo religioso durante esta tercera ola.
3. Apasionante receptividad del evangelio
El Espíritu de Dios está soplando de nuevas maneras por la tierra india con la aparición de muchos “movimientos hacia Cristo”[6] no sólo entre las comunidades tribales y dalit sino también en otras comunidades de fe históricamente resistentes al evangelio. Esto ha sido verificado empíricamente por una de las más amplias iniciativas de investigación en marcha en el Mundo Mayoritario, un estudio exploratorio de los nuevos movimientos hacia Cristo en el norte de la India que dirijo en SAIACS (Instituto de Estudios Cristianos Avanzados del Sur de Asia). Esta apasionante nueva ola de movimientos también es un desafío a nuestras metodologías convencionales y nos motiva a repensar nuestros modelos de misión tradicionales.[7]
4. Alarmante animosidad religiosa
Si bien la India siempre tuvo un talante religioso pluralista, la India de hoy se ha visto polarizada en base a afiliaciones religiosas con la llegada al poder en 2014 del partido político nacionalista hindú con una mayoría absoluta. El nacionalismo hindú es una ideología que busca la creación de una rashtra (nación) hindú redefiniendo la “indianidad” sobre la base de la religión y la cultura. Es un intento hegemónico de esencializar y homogeneizar la India como una nación hindú. Aunque el origen del nacionalismo hindú se remonta a hace más de un siglo, la siembra sistemática de odio y la violencia dirigida contra las comunidades cristianas, especialmente en Gujarat y Orissa, han tenido lugar durante esta tercera ola.[8]
5. Creciente desigualdad económica
La India posliberalizada ha crecido en riqueza, pero la brecha entre ricos y pobres también parece ir ampliándose. Amartya Sen, premio Nobel de economía indio, sostiene que en el periodo de 20 años (1991–2011) de liberalización económica y globalización ha habido un crecimiento del PIB, pero que muchos de los beneficios no han alcanzado a los pobres.[9] Mientras que el número de milmillonarios ha crecido dramáticamente, también es una trágica realidad que en los últimos quince años 250.000 campesinos golpeados por la pobreza se han suicidado, lo que probablemente constituye la mayor ola de suicidios de la historia humana. Siempre ha habido desigualdad entre ricos y pobres, pero la brecha se ha ampliado en este periodo.
¿Cómo navegar esta tercera ola?
Durante esta tercera ola es algo imperativo para los cristianos, para el testimonio intercultural y para los líderes misionales, tanto dentro como fuera de la India, reconocer que la misión cristiana en la India es diferente de eras anteriores, porque los contextos y situaciones han cambiado drásticamente en muchos lugares. La perpetuación indiscriminada de mentalidades y metodologías de eras anteriores irá en detrimento de la causa de Cristo.
La Biblia claramente exhorta al pueblo de Dios a entender y hacer suyos los tiempos en los que viven. Creo que la necesidad de este momento es ser “entendidos en los tiempos” (1 Cro 12:32), “interpretar el tiempo actual” cuidadosamente (Luc 12:56) y servir de la manera apropiada en “un momento como éste” (Est 4:14).
La misión cristiana en esta tercera ola necesita manifestar estas tres características:
1. Creatividad
En las misiones indias actuales se aprecia un bienvenido giro del enfoque tribal/rural a los entornos urbanos. Se aprecia un impulso creativo de planteamientos innovadores en el contexto urbano, especialmente entre los jóvenes y los profesionales. Se exploran apasionantes proyectos misionales por medio de las artes, los deportes, los negocios y los medios electrónicos, así como se hace uso de tecnología de última generación con propósitos misionales. La iglesia Calvary Temple de Hyderabad, en el sur de la India, con más de 100.000 miembros, es la iglesia más grande de la India y probablemente la que está creciendo más rápidamente en todo el mundo. Cuando la iglesia se encontró en dificultades para hacer el seguimiento del cuidado pastoral de sus miembros, debido al ingreso de tantas personas nuevas, se les ocurrió una idea innovadora. Han entregado tarjetas inteligentes a los miembros y les han animado a pasarlas por las máquinas de la entrada del edificio de la iglesia. Los datos se almacenan y el liderazgo de la iglesia los analiza para proceder al seguimiento de los miembros que no pudieron asistir al culto.
2. Contextualización
Sadhu Sunder Singh, el famoso evangelista indio de trasfondo sikh, hizo una sucinta descripción de la contextualización en el contexto indio. Dijo que es “dar el agua de vida en una taza india”. Como mencionamos antes, en la India hay al menos 4.693 tazas que necesitan el agua de vida. Si bien ha habido intentos esporádicos de contextualizar la fe, la necesidad de pertinencia cultural y sensibilidad en las misiones se ha hecho más evidente en la tercera ola, especialmente por causa de la aparición del nacionalismo hinduista y el aumento de pérdidas de nuevos creyentes. Los estudios actuales de esas pérdidas de nuevos creyentes muestran que uno de los principales motivos es la falta de encaje cultural. Con mi formación como antropólogo misionólogo, me anima observar entre los líderes y profesionales de la misión un nuevo espíritu de apertura a la contextualización del evangelio entre gentes de diversas culturas y religiones en esta nueva era.[12] Por ejemplo, una agencia del sur de la India, que ha servido en Punyab por muchos años, en el pasado animaba a los nuevos creyentes de trasfondo sikh a cortarse sus largos cabellos y afeitarse la barba como evidencia de su nueva fe. Durante una reciente visita vi, sin embargo, a muchos seguidores de Jesús vistiendo su turbante, porque la agencia ahora parece más abierta a las formas culturales indígenas. Quizás sea esta una de las razones del crecimiento exponencial de la iglesia en esa región, al empezar a ver la gente local que una persona de Punyab no necesita convertirse en “madarasi” (término coloquial para referirse a los indios del sur) para poder ser un seguidor de Jesús.
3. Valentía
A la vez que somos sensibles a las realidades contextuales de nuestros tiempos, no nos dejemos nunca ser reducidos a una mera “cita entre comillas” que acríticamente refleje los puntos de vista y los valores de la sociedad, sino seamos valientes para ser un “signo de interrogación encarnado” en esta era de las misiones en la India.
¡Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser creativos, contextuales y valientes “pescadores de hombres y mujeres” en esta tercera ola!
Notas
- Shashi Tharoor, India: From Midnight to the Millennium (New Delhi: Penguin Books, 2000), 8.
- ‘Wave’ as an analogy has been employed by scholars and historians – like Kenneth Latourette, Alvin Toffler and Robert Schreiter – to categorize and periodize history. Waves are a suitable analogy for periodization as they represent the ebb and flow of time, people, and events in a particular period. More importantly, it also reminds us that the periodizations are not watertight compartments, as they tend to overlap with each other.
- The term ‘indigenous’ is used here to mean ‘local’ and not ‘primal’.
- Adivasi is a term often used to denote the various indigenous tribal communities in different parts of India. It means original, primal inhabitants (‘Adi’ – first, ‘Vasi’ – inhabitant).
- K.S. Singh, People of India: Introduction (New Delhi: Anthropological Survey of India/Oxford University Press, 2003, Revised Edition), 289.
- By Christward Movement, I mean a movement of a significant number of people from a particular cultural community towards Christ, within a relatively short span of time. These movements are Spirit-enabled, indigenously facilitated, and often result in fresh cultural expressions of faith. The focus is more on ‘Christ’ than the ‘church’ as we know it traditionally (although they meet together as small groups) or the religion ‘Christianity’.
- There are at least five empirical PhD studies among these groups that deal with various aspects of the new expressions of faith.
- Editor’s Note: See article by Tehmina Arora entitled ‘The Spread of Anti-conversion Laws from India’ in the May 2016 issue of Lausanne Global Analysis.
- Jean Dreze & Amartya Sen, An Uncertain Glory: India and Its Contradictions (London: Penguin Books, 2013).
- Cited in Dayanand Bharati, Living Water and Indian Bowl (Delhi: ISPCK, 2001), 2.
- Editors’ Note: See article by Tom Price entitled ‘Evangelism and Apologetics Confusion’ in the September 2016 issue of Lausanne Global Analysis.
- There has been exciting response from mission leaders and practitioners across the country for participation in our training event ‘Christ & Cultures Seminar’, initiated by Centre for Intercultural Studies at SAIACS, which seeks to deal specifically with issues related to gospel and culture in the Indian context. Editor’s Note: See article by Rabbi Jayakaran entitled ‘Delivering the Good News to Hindus’ in the July 2014 issue of Lausanne Global Analysis.
- Quoted in Samuel Escobar, The New Global Mission: The Gospel from Everywhere to Everyone (Downers Grove, IL: InterVarsity Press), 168.