En el año 2000 ocurrió un pequeño milagro. Unas 189 naciones acordaron reducir a la mitad la pobreza extrema para el año 2015.
Era el alba de un nuevo milenio con una fresca esperanza de “un mundo más pacífico, próspero y justo”. Las Naciones Unidas declararon: “No escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros congéneres, hombres, mujeres y niños de las condiciones humillantes e inhumanas de extrema pobreza a las que más de mil millones de ellos están sujetos hoy en día.” [1] ¡Inspiradora promesa!
Para esta declaración formularon las ocho (Millenium Development Goals) (MDGs) Metas para el desarrollo del Milenio para conseguir este plan audaz, cada una con metas medibles. [2]
El desafío Miqueas
Micah Challenge, concebido por World Evangelical Alliance (Alianza Evangélica Mundial) y Micah Network (Red Miqueas), encapsuló esta esperanza, reconociendo que este era un momento en la historia de un potencial único, cuando la intención expresa de los líderes mundiales se hizo eco de algo que está en la mente de los profetas y en las enseñanzas de Jesús en cuanto a los pobres. También reconocimos que teníamos los medios y la capacidad para reducir la pobreza drásticamente.
Cuando entramos en el edificio de las Naciones Unidas para lanzar la campaña el 15 de octubre de 2004, fue como entrar en un sueño. Entre 2001 y 2003, un pequeño grupo había imaginado un movimiento cristiano que movilizara a personas implicadas en estas ocho promesas para reducir la pobreza que la ONU inició en los albores del III milenio.
El acontecimiento que tuvo lugar en el Dag Hammarskjold Auditorium, presentó a oradores clave de las dos entidades fundacionales, Micah Network (Red Miqueas) y World Evangelical Alliance (Alianza Evangélica Mundial) junto con representantes de África y Latinoamérica, directores de Millenium Campaign (Campaña del Milenio) y el coro Manhattan Gospel .
El Reverendo Njongonkulu Ndungane, arzobispo de Ciudad del Cabo que pronunció el discurso principal, nos recordó que: “El Desafío de Miqueas presenta un importante movimiento nuevo en la sociedad civil global para combatir los males de la pobreza. Es el reto de Dios que seamos sus agentes de esperanza en este mundo herido”.
En palabras de Micah Call (la Llamada de Miqueas), nos comprometemos, “como seguidores de Jesús, a trabajar juntos para la transformación holística de nuestras comunidades”.
Nuevos comienzos en apoyo evangélico
Lo que fue realmente nuevo sobre el experimento de Miqueas fue el énfasis en colaborar con los poderes políticos y su incidencia. Llamamos a los que toman las decisiones a nivel nacional e internacional, ya fueran países ricos o pobres, para cumplir su promesa de conseguir las MDGs. Queríamos ser agentes de esperanza de Dios e imponer justicia en el corazón de la iglesia.
Históricamente, la principal obra de los evangélicos entre los pobres era construir escuelas, hospitales y programas de agricultura y alimentación. Micah Challenge ayudó a más cristianos evangélicos a entender que las malas políticas o la corrupción impactan negativamente cada día en las raíces de la obra de muchas iglesias y agencias. Hoy, muchos más evangélicos creen que si hemos de ayudar a erradicar la pobreza, debemos hacer ambos tipos de trabajo.
Justicia, misericordia y humildad en acción
Desde el principio, Micah Challenge (como Micah Network) construyó su identidad sobre Miqueas 6:8 con énfasis en la justicia, misericordia y humildad. Su misión era incitar a las comunidades evangélicas del mundo a responder a los retos impuestos por sus metas para reducir la pobreza extrema. Como movimiento evangélico global, teníamos claro desde el principio que, aunque el objetivo de nuestra obra era mediación política, nuestro mandato era completamente bíblico. Presentamos preocupaciones bíblicas que exigían respuestas políticas.
Obra de seguimiento
En los primeros estadios, mucha gente supuso que en cuestión de pocos años, tanto las aspiraciones como los compromisos de MDGs habrían caído en el olvido. Sin embargo, este no ha sido el caso:
En años más recientes, ONGs como World Vision han desarrollado apoyos en cuanto a la MDG 4: la supervivencia de los niños.
Individuos carismáticos han agilizado el apoyo. Nicta Lubable de Organisation of African Instituted Churches (que abarca más de 1.000 denominaciones) ha dirigido la obra de MDG1: lucha contra la pobreza en el este de África.
Alfonso Wieland, de Paz y Esperanza ha dirigido la obra con cientos de iglesias en Latinoamérica para enseñar cómo puede funcionar MDG 3: defensa contra la desigualdad de género.
Christian Aid en Reino Unido ha publicado valiosos informes sobre las causas estructurales de la pobreza.
Compassion International lanzó su video Live 58 en 2012, recordándonos el progreso que había hecho el mundo en la lucha contra la pobreza extrema, y en diciembre de 2014, Bread for the World (Pan para el mundo) publicó una extensa respuesta al hambre en USA. [3]
Tearfund y TEAR Australia han unido su mediación a las prioridades de Micah Challenge y han animado a quienes les apoyan a hablar a sus gobiernos sobre el nivel de ayuda en el extranjero y el impacto corrosivo de la corrupción.
Cristianos de todo tipo han colaborado con Micah: Baptist World Alliance (Alianza Bautista Mundial), Ejército de Salvación, World Pentescostal Fellowship, World Council of Churches (Consejo Mundial de Iglesias), Hillsong, han desarrollado iniciativas para centrar la atención en la lucha contra la pobreza extrema.
Además, un creciente número de líderes de negocios evangélicos así como profesionales de la televisión, el cine y otros medios de comunicación, están usando su vocación no sólo para atraer la atención sobre la calamidad de la pobreza extrema, sino también para crear empresas que proporcionen esperanza a millones de personas.
La mediación funciona
Juntos estamos descubriendo que la mediación funciona.
Durante los últimos diez años, Micah Challenge hace campañas en lugares tan dispares como Nepal, Alemania, Australia, Portugal, Malasia, Filipinas, Zimbawe, Benin, Zambia, India, Haiti, Francia, Perú y Malawi, todos se han embarcado en el poder de la mediación, yendo del territorio sagrado de la iglesia a los asientos “mundanos” del poder.
Además de actuar sobre el terreno, el pequeño equipo internacional ha proporcionado el catalizador para la mediación por la capacitación y la provisión de recursos, contando historias, persuadiendo y animando a las comunidades evangélicas a tener un impacto sobre la pobreza extrema.
Momentos en los movimientos
El resultado ha sido una amplia gama de actividades, colaboraciones y actos con movimientos globales en nuestra campaña aunando colaboraciones de alto perfil entre comunidades cristianas y sociedad civil.
En 2007, por ejemplo, Blow the Half-time Whistle on Poverty (Pita “tiempo” a la pobreza) vio la primera de tres campañas y nos despertó al hecho de que ya habíamos cumplido la mitad de nuestras promesas con el pobre. Micah Challenge y WEA albergaron una prestigiosa reunión en 2008 con el secretario general del a ONU en Washington. El mismo año, un sorprendente Walk of the Witness (Marcha de Testimonio) presentada por Micah Challenge de Reino Unido tuvo lugar en Londres junto a la Conferencia Lambeth de obispos anglicanos. La marcha desde Whitehall a Lambeth Palace terminó con unas palabras del entonces arzobispo Rowan Williams y el primer ministro Gordon Brown.
Nuestra segunda campaña global, 10.10.10. abarcaba a 60 millones de personas en 70 naciones en una oración global y huellas de manos impresas y supuso ver a 410 políticos en 17 naciones presionados por profetas “corrientes”.
En noviembre de 2014, EXPOSED (Expuestos) completó la primera respuesta cristiana global a la corrupción. La histórica campaña terminó su viaje en la reunión del G20 en Brisbane, enviando 147.700 firmas de 188 naciones, y una carta abierta de 95 líderes cristianos globales representando una comunidad de mil millones de personas pidiendo reformas del sistema financiero para dificultar la evasión de impuestos y el secretismo multinacional.
Aún más sorprendente es el hecho de que todas las exigencias políticas que identificamos al inicio de nuestra campaña estaban firmes sobre la mesa cuando los líderes mundiales se reunieron en Brisbane en noviembre.
Fue crucial que el foco sobre la corrupción y el buen gobierno estuviera respaldado por una fresca reflexión teológica [4] y oración con 1.000 vigilias celebrándose en 100 naciones.
Celebración y tristeza
La breve historia de Micah Challenge sugiere que hay mucho que celebrar. Al menos, la extrema pobreza se ha reducido a la mitad en los últimos 25 años, se ha rescatado a millones de personas de la pobreza, la mortalidad infantil y la educación primaria han mejorado considerablemente. Sin embargo, al ver este tipo de justicia, misericordia y amor que la Biblia describe, nos queda mucho por andar.
Una sociedad con el poder de llevar a un cohete a una estrella fugaz a 600 mil millones de millas de la Tierra, y sin embargo tiene aún a mil millones de personas que se van a dormir con hambre a diario y mil millones que no disponen de un inodoro en condiciones, todavía tiene que responder de muchas cosas. Cuatro millones de bebés nacen cada año sin ayuda especializada y 300.000 mujeres mueren a causa del embarazo y el parto.
En diciembre de 2014, la cumbre Micah Summit reunió a 150 amigos, partidarios y coordinadores de campo a evaluar la responsabilidad como sociedad civil y grupos religiosos para celebrar los progresos, lamentar nuestros fallos y volver a comprometernos con el mundo que Dios quiere.
El desafío para nosotros
Micah Challenge existe para retar a los gobiernos a llevar nuestras promesas a los pobres. Sin embargo, también nos lamentamos, reconociendo que tenemos mucho más que hacer. Somos dolorosamente conscientes de que la iglesia – con toda su obra sorprendente- todavía tiene un largo camino que recorrer para formar el mundo que Dios quiere, un mundo en el que Jesucristo sea elevado a la vista de todos y donde la justicia se sienta como en casa en la política y en nuestros sistemas económicos.
Este mundo suena utópico, pero es un mundo posible. Los cristianos que viven en esta realidad entre el ahora y el todavía no, están llamados a anhelar un mundo que traiga un futuro Shalom al presente.
En nuestro último acto de adoración, las palabras finales de mandato vinieron de Mercy Justice Hildebrand, una miembro de 14 años de Millenium Kids (Chicos del Milenio):
“En nombre de nuestros hijos, hijas, y nietos de todo el mundo, quiero agradecerles sinceramente su tenacidad y determinación para obrar constantemente y de todo corazón por los objetivos de desarrollo del Milenio (Millennium Development Goals) durante 14 años. Creemos que pueden conseguir lo que se propusieron hacer. El mundo que heredemos depende de sus esfuerzos de hoy. Por favor, niéguense a desistir. Porque nada será imposible para Dios.”
Micah Summit (La Cumbre de Miqueas) marcó el final de un importante capítulo en esta nueva expresión de ministerio evangélico en el escenario mundial. [5] Sin embargo, este experimento en mediación ha sido meramente un preludio de un compromiso a largo plazo con los más pobres de los pobres. En 2015, Micah Global [6] emprenderá el desafío de trabajar entre iglesias y ONGs para promover la justicia, misericordia y humildad.
Notas:
- The Millennium Declaration (Declaración del Milenio), septiembre 2000.
- Las 8 Millennium Development Goals (Metas de desarrollo del Milenio) son las siguientes: Meta nº1: erradicar la extrema pobreza; Meta nº 2: conseguir la educación primaria universal; Meta nº 3: promover la igualdad de género y potenciar a la mujer; Meta nº 4: reducir la mortalidad infantil; Meta nº 5: mejorar la salud maternal; Meta nº 6: combatir el SIDA, la malaria y otras enfermedades; Meta nº 7: asegurar la sostenibilidad ambiental; Meta nº 8: desarrollar una cooperación global para el desarrollo.
- Nota del editor: Véase otro ejemplo en el artículo ‘Food Security and Its Role in Transformational Development’ (“Seguridad alimentaria y su papel en el desarrollo transformador”) de Ravi Jayakaran en el número de mayo de 2014 de Lausanne- Análisis Global.
- Vease Paula Gooder, ‘Thirty Pieces of Silver: An exploration of corruption, bribery, transparency & justice in the Christian Scriptures’, (Treinta monedas de plata: Una exploración de la corrupción, soborno, transparencia y justicia en las Escrituras Cristianas) Bible Society (Sociedad Bíblica) http://www.biblesociety.org.uk/uploads/content/news/files/Thirty_pieces_of_silver.pdf.
- Para mayor información sobre nuestro trabajo véase: http://www.micahchallenge.org/blogs, http://www.micahchallenge.org/resources/14, bit.ly/useby2015, and Marijke Hoek and Justin Thacker, ed, Micah’s Challenge (Colorado Springs and Milton Keynes: Paternoster Press, 2008).
- Contacte www.micahnetwork.org para mayor información.