Global Analysis

De generación en generación

ejemplificar y mentorear para construir el reino

Thilini De Visser & Joseph W. Handley Oct 2023

Una crisis hace sonar la alarma

“Siento traer malas noticias, Joe. Ron ha sufrido un derrame cerebral”. Ron McMahon, presidente de A3 (anteriormente Asian Access), tenía poco más de sesenta años. Aunque Ron sobrevivió al derrame cerebral, claramente le quitó gran parte de su vida activa.

Este trágico incidente me alarmó (a Joseph). Aunque tuvimos la fortuna de contar con alguien esperando entre bastidores que podía asumir la presidencia, no estábamos preparados por si les ocurría algo a los demás. Esta nueva toma de conciencia desencadenó un viaje que nos proporcionó un camino a seguir: preparar a líderes clave para que estuvieran esperando entre bastidores.[1]

Un paso en este viaje fue pedir a uno de mis mentores, el rector de una universidad, que me ayudara a planificar para el futuro. Me compartió su sistema. Cada año entregaba seis nombres al presidente de su consejo de administración, tres de los cuales eran personas ajenas a la universidad, y los llamaba cada año para ver si estarían dispuestos a ser candidatos en caso de que a él le ocurriera algo. Cada año este grupo podía cambiar, dependiendo de las circunstancias de ese año.

Al mismo tiempo, se puso en contacto con tres líderes jóvenes. “Pareces alguien que podría hacer mi trabajo algún día”, les dijo. “¿Estarías interesado en caminar conmigo y aprender uno del otro?”. Esos tres nombres también eran entregados al presidente cada año.

Hace varios años, adopté el modelo de mi mentor. Hoy hay entre cinco y siete personas con las que me relaciono trimestralmente y que algún día podrían ser presidentes de nuestra misión, ocupar otros altos cargos o liderar en otra ONG. Y, cuando el Grupo de Líderes Jóvenes de Lausana pidió mentores hace unos años, me anoté. El Señor me ha dado relaciones enriquecedoras y enormes oportunidades de aprendizaje.[2]

Acelerar el reto

Se está produciendo un cambio innegable entre la generación joven. En un mundo en el que las vidas están saturadas por las redes sociales y el valor de una persona se mide por los «me gusta» y las «visitas», se ha producido un cambio en la visión que una persona tiene de sí mismo, del propósito y la comprensión de nuestro mundo. Las redes sociales promueven un estilo de vida aparentemente perfecto, mostrando solo los aspectos más destacados y los logros, y rara vez muestran los lados reales y difíciles de la vida y la carrera profesional.

Mientras que la generación Y (o millennials) y la generación Z (Gen Z) son la generación más avanzada tecnológicamente y virtualmente conectada que el mundo haya visto jamás, la investigación encontró que la generación joven necesita nuestro cuidado y atención, y se siente desesperadamente perdida y sola.

El Dr. Sam Kim, que ha realizado amplios estudios sobre la epidemia de soledad en la sociedad actual, señala que la generación Z es ahora la generación más solitaria de la historia.[3]  Destaca un estudio realizado por la Universidad de California, en Los Ángeles, que muestra que los miembros de la generación Z obtuvieron la puntuación más alta en la escala de soledad. La pandemia exacerbó estos sentimientos de soledad, aislando a las personas y provocando una desconexión mayor en las interacciones sociales.

Según un estudio de Cigna, los miembros de la generación Z rara vez tenían una interacción social significativa en su semana. El suicidio ha mostrado tendencias alarmantes (un aumento del 33% en los últimos 23 años) y la incidencia de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad está aumentando rápidamente.[4] Según la OMS, el 51% de la población lucha actualmente con problemas de salud mental.[5]

La vida y los negocios avanzan a un ritmo frenético, dejando poco tiempo para la conexión humana. A medida que el mercado laboral exige cada vez más habilidades y velocidad, parece imposible seguir el ritmo. Los estilos de vida «perfectos» que se presentan en las redes sociales contribuyen a ello. La pandemia mundial y la subsiguiente incertidumbre económica han magnificado una atmósfera ya envenenada. Nos encontramos con generaciones hambrientas de amor, conexión y contacto humano.

Las generaciones jóvenes de todo el mundo se están alejando de la comunidad eclesial. El aumento del costo de vida exige más horas de trabajo, lo que les deja muy poco tiempo para dedicarse a la iglesia. Y las culturas en rápida evolución y cambio entre las generaciones jóvenes luchan por encontrar un terreno común con la cultura eclesiástica existente.

La cultura eclesiástica clásica parece menos tolerante y amable con las necesidades y la condición rota de las generaciones jóvenes, lo que produce una generación entera desilusionada con la iglesia. El intento de la iglesia de atraer a la generación más joven a la iglesia no alcanza, porque carece de la voluntad o la disposición para discipular y orientar intencionadamente uno a uno, precisamente la cosa por la que esta generación está desesperada y hambrienta.

Oportunidad inmensa

En nuestra situación actual, los grandes retos van acompañados de grandes oportunidades. Aunque estas generaciones se encuentran entre las más solitarias y deprimidas, y enfrentan enormes necesidades de salud mental, rebosan potencial.

La generación Y y la generación Z están impulsadas por causas. Sus corazones se duelen por las cosas que duelen el corazón de Dios. Anhelan justicia y equidad en el mundo y quieren encarar los grandes problemas de la sociedad. Además, debido a su acceso a Internet y a una plétora de información, esta generación está altamente educada y bien informada.

La generación Y y la generación Z tienen conocimientos amplios y avanzados. Están deseosos de dedicarse a carreras que estén en consonancia con sus pasiones en lugar de estar atrapados en un trabajo de nueve a cinco. Sus corazones están impulsados hacia el voluntariado, la comunidad y la filantropía.

La iglesia tiene una gran oportunidad de aprovechar este potencial y discipular a estos corazones para que estén alineados con el evangelio y las causas del reino, simplemente estando disponible para proporcionar conexiones significativas y mentoreo intencional. Para una generación hambrienta de conexiones humanas, el mayor regalo que puede ofrecer la iglesia son las relaciones. Como subraya el Dr. Sam Kim, «no necesitamos esquemas misiológicos más innovadores o geniales para llegar a la generación más joven; lo que necesitamos es volver a la sencillez».[6]

Comunidad auténtica: ejemplos de las Escrituras

De los registros bíblicos, me viene a la mente la relación entre Moisés y Josué. Moisés caminaba con Dios, pero el pueblo que dirigía era propenso a vagar. Era un pueblo testarudo que seguía a los dioses de sus vecinos. Guiar a los israelitas requería mucha energía y atención. Sin embargo, podemos ver a Moisés dedicando tiempo intencionadamente a Josué, su mentoreado. Y Josué parecía ansioso por escuchar y liderar. Observe el desarrollo de la relación en Éxodo 17:8-16 (ver también Éxodo 24, especialmente el v. 13, y Éxodo 33, y note el versículo 11).

De manera similar, Jesús se esforzó por ofrecer una relación significativa y orientación espiritual a sus discípulos. Especialmente con Pedro, Santiago y Juan, Jesús los invitó a experimentar su ministerio y el poder de Dios que actuaba a través de él (por ejemplo, resucitando a la hija de Jairo). Los invitó a presenciar su transfiguración en la montaña y su momento de vulnerabilidad ante Dios en el huerto de Getsemaní. Ejemplificó para sus discípulos lo que significaba conectarse con Dios, ser vulnerable ante él y demostrar el poder de Dios a través de signos y prodigios.

Tanto Moisés como Jesús sabían que no estarían para siempre. Sabían que tenían que preparar a la siguiente generación para llevar adelante la obra de Dios. Pero, lo que es más importante, eran conscientes de que tenían que enseñar a esa generación a conectarse con Dios y a mantener con él una relación comprometida y radical. Su intención al pasar tiempo con sus mentoreados no era simplemente darles una mano; era porque les importaba que la obra de Dios siguiera adelante. Se preocupaban por preparar adecuadamente a la próxima generación para recoger la cosecha del futuro.

Debemos desarrollar intencionalmente a los de la generación Y y la generación Z. Si no lo hacemos, dejaremos una generación que puede lograr mucho bien en el mundo, pero que nunca conocerá a Dios porque nunca se les enseñó cómo conectarse con él.

De generación a generación

Con el apoyo de su equipo directivo, los Jóvenes Profesionales de A3 pusieron en marcha un programa de discipulado y mentoreo. Identificando el hecho de que cada vez más jóvenes se sienten atraídos a usar los dones que Dios les ha dado dentro del ámbito profesional, diseñamos un programa que ofrece las herramientas necesarias para capacitar a estos jóvenes profesionales a ser testigos eficaces dentro de su esfera de influencia.

El programa Jóvenes Profesionales fomenta una estrecha comunidad cristiana, proporcionando la oportunidad de discutir experiencias compartidas y desafíos en el lugar de trabajo profesional. Al igual que Moisés hizo con Josué, guiamos a estos jóvenes profesionales para que desarrollen una relación de amor radical con Dios, para que sepan lo que es tener una comunión estrecha y constante con él. Al mismo tiempo, los equipamos para ser testigos eficaces y poderosos agentes de cambio en el mercado.

A medida que estos jóvenes profesionales empiezan a darse cuenta y a experimentar que el ministerio no se limita a las cuatro paredes de la iglesia, que su campo de misión está donde trabajan, experimentan un cambio fundamental en su comprensión de Dios, de sí mismos y de su vocación.

Cómo desarrollar y mantener un entorno de ejemplificación y mentoreo

Algunos de los atributos clave que tratamos de ejemplificar para los líderes jóvenes son:

  • Predicar con el ejemplo
  • Hablar con las personas, escucharlas y conocerlas genuinamente
  • Proporcionar un entorno estimulante (tanto colaborativo como creativo)
  • Respetar su inteligencia
  • Orientarlos hacia un objetivo y un significado
  • Ser entrenadores
  • Aprovechar la tecnología: apreciar y aprender a realizar varias tareas a la vez
  • Fomentar una cultura de innovación
  • Apoyar las pasiones por la responsabilidad social y el espíritu empresarial
  • Apreciar mutuamente los mundos de los demás
  • Explicar el «por qué» detrás de las decisiones y la estrategia
  • Promover un entorno abierto, honesto, auténtico, directo y transparente
  • Adaptar estilos de trabajo y espacios de trabajo abiertos
  • Aceptar las diferencias, motivaciones y actitudes
  • Proporcionar retroalimentación periódica y darse la voz mutuamente

Únase a nosotros

Lo invitamos a unirse a nosotros para aprender unos de otros y aprender juntos, tanto los líderes mayores como jóvenes. Los principios que intentamos vivir y aplicar están tomados de las Escrituras y de las mejores prácticas en el desarrollo de los demás.

Endnotes

  1.  Ver el Informe del Llamado de Escucha de Lausana que destaca la importancia de involucrar a la próxima generación: https://lausanne.org/l4/global-listening/the-evangelical-church-interacting-between-the-global-and-the-local. Ver también el artículo “Trabajo con la generación emergente de líderes misioneros globales: aceptar el desafío de las alianzas” de Nana Yaw Offei Awuku en el número de noviembre 2016 del Análisis Mundial de Lausana https://lausanne.org/es/contenido/aml/2016-11-es/trabajo-con-la-generacion-emergente-de-lideres-misioneros-globales.
  2. Nota del editor: Ver el artículo “Cómo involucrar a las generaciones jóvenes en el ministerio de la iglesia: desconexiones y enfoques para pasar el testigo” de Victor Lee https://lausanne.org/es/contenido/aml/2023-01-es/como-involucrar-a-las-generaciones-jovenes-en-el-ministerio-de-la-iglesia.
  3. Sam Kim, ‘A Historic Gospel Opportunity: Why loneliness reminds us that we all need God’, Seminary Now, https://seminarynow.com/pages/blog?p=a-historic-gospel-opportunity.
  4. ‘2018 Cigna U.S. Loneliness Index’, Cigna, accessed September 19, 2023, https://www.multivu.com/players/English/8294451-cigna-us-loneliness-survey/docs/IndexReport_1524069371598-173525450.pdf.
  5. Kessler RC, Angermeyer M, Anthony JC, et al. ‘Lifetime prevalence and age-of-onset distributions of mental disorders in the World Health Organization’s World Mental Health Survey Initiative’, World Psychiatry, 2007 6(3): 168-176. See also: CDC About Mental Health – https://www.cdc.gov/mentalhealth/learn/index.htm#print.
  6. Sam Kim, ‘A Historic Gospel Opportunity: Why loneliness reminds us that we all need God’, Seminary Now, 9 January 2023, https://seminarynow.com/pages/blog?p=a-historic-gospel-opportunity.

Authors' Bios

Thilini De Visser

Thilini De Visser forma parte del personal de A3 (anteriormente Asian Access), una organización evangélica dedicada al desarrollo de líderes cristianos de la iglesia y del mercado en toda Asia. En la actualidad codirige y supervisa Asian Access Young Professionals, que prepara a jóvenes líderes cristianos del mercado para que sean sal y luz y agentes de cambio en sus esferas de influencia. También ha asumido recientemente el papel de directora de país de Operación Movilización en Sri Lanka.

Joseph W. Handley

Joseph W. Handley es el Presidente de A3 (anteriormente Asian Access). Fue director fundador de la Oficina de Misiones Mundiales de Azusa Pacific University y pastor principal de misiones en Rolling Hills Covenant Church. Forma parte de los consejos asesores de Nozomi Project y DualReach así como de los consejos de administración de BiblicalTraining.org y ReIgnite Hope. Joe es doctor en Estudios Interculturales por el Seminario Teológico Fuller.