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El Ministerio a la Infancia y el Movimiento de Lausana

22 Oct 2015

No es el objetivo de este artículo profundizar en el Movimiento de Lausana (ML), sino en su tratamiento de la Infancia, por lo que prescindimos de las referencias históricas para centrarnos en lo que tiene que ver con el tema. Para saber más del ML, os invitamos a visitar su webi. La Infancia comienza a ser materia de consideración especial para el Movimiento ya en el Encuentro de Pattaya (Tailandia, 2004) a raíz del cual se proponen una serie de interesantes reflexiones (como “La Gran Omisión”) y materiales (como “La escala de Pattaya”). Diferentes iniciativas globales enfocadas en la misión y la Infancia han surgido desde el ámbito evangélico relacionadas con aquel encuentro o su espíritu, tales como Global Children Forum (GCF), Ventana 4/14 (4/14 W), Reaching Europe Children Congress (RECC), etc. Sin embargo, es durante el Congreso del Movimiento de 2010, celebrado en Ciudad del Cabo, que se hace realidad un espacio para la reflexión sobre la Infancia, en forma de una de las sesiones plenarias del programa, así como en la inclusión de un grupo de trabajo y de un punto en el documento final del Congreso, al cual nos referiremos a partir de ahora. Cabe destacar que se inició un grupo de trabajo para la Infancia en Riesgo, cuyo primer encuentro tuvo lugar en la ciudad de Quito en 2014.   Texto del Compromiso de Ciudad del Cabo a cerca de la Infancia Todos los niños están en peligro. Hay aproximadamente dos mil millones de niños en nuestro mundo y la mitad de ellos está en peligro de pobreza. Millones de ellos están en peligro de prosperidad. Los niños que viven en las naciones ricas y seguras lo tienen todo para vivir, pero no tienen nada por lo que vivir. Los niños y los jóvenes son la Iglesia de hoy, no únicamente la de mañana. Los jóvenes tienen un gran potencial como agentes activos en la misión de Dios. Representan una enorme fuente de recursos infrautilizados, sensibles a la voz de Dios y con voluntad para responderle. Nos alegramos de los excelentes ministros que sirven entre los niños, y deseamos que este trabajo se multiplique puesto que la necesidad es tan grande. Como vemos en la Biblia, Dios usa a los niños y a los jóvenes -sus oraciones, sus puntos de vista, sus palabras, sus iniciativas- para cambiar los corazones. Ellos representan la “nueva energía” para transformar el mundo. Debemos escucharlos y no sofocar su espiritualidad infantil con nuestros enfoques racionalistas de adultos. Nos comprometemos a: A) Tomar en serio a los niños mediante una nueva investigación bíblica y teológica que refleje el amor y el propósito de Dios para ellos y a través de ellos, redescubriendo el profundo significado para la teología y la misión la provocativa acción de Jesús colocando a “un niño en el medio”ii. B) Procurar formar a personas y proporcionar recursos para averiguar las necesidades de los niños de todo el mundo, siempre que sea posible trabajando con sus familias y sus comunidades, en la convicción de que el ministerio holístico dirigido a cada próxima generación de niños y jóvenes es un componente vital de la misión mundial. C) Exponer, resistir y adoptar medidas contra toda clase de abusos a los niños, incluyendo la violencia, la explotación, la esclavitud, el tráfico, la prostitución, la discriminación étnica y de género, los objetivos publicitarios y el descuido voluntario.   Destaquemos los principales conceptos de este Compromiso: Todos los niños están en peligro, ya sea de pobreza o de prosperidad. Los niños y los jóvenes son la Iglesia de hoy, no únicamente la de mañana. Tienen un gran potencial como agentes activos en la misión de Dios. Debemos escucharlos y no sofocar su espiritualidad infantil con nuestros enfoques racionalistas, de adultos. Se necesita redescubrir la teología sobre la Infancia que sustente el cambio de enfoque que tradicionalmente se ha dado en nuestras iglesias. Hay que investigar las necesidades de los niños, no podemos dar por sentado que son las mismas que antaño. Trabajar en y desde los trasfondos naturales para los niños; la familia y la sociedad, no sólo en y desde la iglesia. Tomar un compromiso claro y práctico en la lucha contra el maltrato infantil que se está produciendo tanto en la Iglesia, como en la familia y la sociedad.   Algunas consideraciones que aportamos tras su lectura: 1. Con este documento base se abre un nuevo y amplio campo de reflexión y acción para responder a las necesidades de la Infancia y la renovación y crecimiento que en general necesitan los ministerios infantiles tanto en el ámbito eclesial/local, como en el familiar y en el social/nacional. La investigación teológica que propone es necesaria, pero debería añadirse la investigación de las necesidades y realidad de los niños en cada contexto en el que se les quiera ministrar. 2. Se promueve un enfoque integral y rico del ministerio a la Infancia, pero sería interesante priorizar aspectos como la Visión del ministerio a la Infancia y la participación “de” los mismos niños en la Misión “hacia” ellos. 3. Es fundamental y urgente la puesta en marcha de una estrategia pedagógica que prime la Visión para “abrir” las mentes y los corazones de los adultos (líderes, padres, maestros, voluntarios…) como estímulo y antesala a cualquier acción concreta. Dicha pedagogía no sólo se debe centrar en Formaciones para niños y adultos, también en el diseño y uso de aquellas estrategias pedagógicas que impliquen cambios de paradigma en su realización. Nos gustaría que este artículo sirviera para iniciar un debate abierto sobre las implicaciones que el texto sobre la Infancia del Compromiso de Ciudad del Cabo supone y por ello invitamos amablemente a los lectores a aportar sus impresiones.   Javier Martín es el Coordinador del grupo de reflexión del ML para la infancia en España.

i https://movimientodelausanaespana.wordpress.com/acerca-de/

ii Lucas 9.46-48