¿Se está contrayendo o desplazando el cristianismo?

Uno de los principales titulares de noticias relacionados con la religión hoy gira en torno a la reducción del cristianismo en América del Norte. Europa occidental se considera ahora poscristiana, y los estudios informan sistemáticamente la disminución de la creencia, la asistencia y la autoidentificación religiosas. No obstante, durante el último siglo se ha producido un pronunciado desplazamiento del cristianismo desde el Norte global hacia el Sur global, con un espectacular crecimiento de poblaciones cristianas en lugares como el África subsahariana y Asia Oriental.^[1] Este fenómeno parece continuar en el siglo XXI. Este artículo ofrece un rico análisis de una gran pregunta de alcance mundial sobre la mayor religión del mundo: ¿se está contrayendo o desplazando?

La Enciclopedia Cristiana Mundial (World Christian Encyclopedia), 3ra edición^[2] ayuda a responder esta pregunta al presentar un retrato del cristianismo que es verdaderamente mundial. La expresión “verdaderamente mundial” se refiere a que el cristianismo está presente en todos los países y entre muchos pueblos, pero más fundamentalmente a su contextualización en las culturas del mundo y su relación con el resto de la humanidad. África pasó a ser el continente con más cristianos en 2018, superando a América Latina (que había superado a Europa en 2014). Esto marca un hito para el cristianismo africano y plantea varias cuestiones importantes relacionadas con el desplazamiento del cristianismo hacia el sur. ¿Se están desplazando también los recursos cristianos? ¿Se están desplazando los escritos teológicos? ¿Se están escribiendo historias del cristianismo a nivel mundial? El Sur global alberga los nuevos “centros” del cristianismo mundial, mientras continúa la reducción gradual del cristianismo en Occidente. Todas estas tendencias ayudan a abordar la situación del cristianismo en el siglo XXI.

La Enciclopedia Cristiana Mundial, 3ra edición

La Enciclopedia Cristiana Mundial representa el intento más exhaustivo de cuantificar los adeptos al cristianismo y otras religiones del mundo. El esfuerzo sostenido de 50 años ha documentado la pertenencia a 18 tradiciones religiosas/no religiosas en el pasado, presente y futuro, además de detalles del cristianismo hasta el nivel denominacional en cada uno de los 234 países del mundo. El alcance y la profundidad de su contenido lo convierten en uno de los libros más citados en los estudios sobre el cristianismo mundial y las misiones. Desde la publicación de la primera edición en 1982, ninguna otra obra de referencia sobre el cristianismo mundial la ha igualado en alcance mundial.

Para la tercera edición, los investigadores se pusieron en contacto con todas las denominaciones conocidas en todos los países del mundo para obtener información actualizada sobre sus adeptos. Expertos y líderes eclesiásticos de cada país ayudaron a verificar las cifras y a revisar los datos, especialmente en países de difícil acceso. En este sentido, el núcleo de la Enciclopedia sigue siendo el mismo, con datos cuantitativos fiables y bien investigados sobre el cristianismo mundial y otras religiones. A la vez, esta edición mejora su presentación del cristianismo en todo el mundo al ir más allá de la categorización estándar de las dos ediciones anteriores. El texto narrativo de cada país incluye información sobre lo que es exclusivo del cristianismo en ese contexto, como educación teológica, género, cuidado de la salud, cambio climático, violencia, política u otras tendencias contemporáneas. Como resultado, la tercera edición está más contextualizada a las experiencias vividas por los cristianos en todo el mundo.

Muchos cambios en la naturaleza del cristianismo mundial han dificultado este tipo de investigación demográfica. Las estructuras confesionales tradicionales son mucho más laxas que antes, con una cantidad significativa de doble afiliación entre tradiciones (por ejemplo, muchos católicos bautizados son ahora pentecostales) y líneas más borrosas en cuanto a la membresía de la iglesia. Las denominaciones protestantes históricas están perdiendo miembros en favor de iglesias independientes no vinculadas a ningún tipo de estructura o red, que son mucho más difíciles de seguir. Los informes sobre el crecimiento masivo de comunidades cristianas clandestinas en Asia son difíciles de verificar. El cristianismo pentecostal/carismático es el que experimenta el crecimiento más rápido, pero por muchas razones estas iglesias, especialmente en África, pueden ser difíciles de contactar. No obstante, la Enciclopedia representa nuestros mejores esfuerzos para responder a una pregunta apremiante relacionada con el cristianismo en todo el mundo: ¿contracción o desplazamiento? La respuesta, quizás como era de esperar, es ambas cosas.

Desplazamiento del Norte global al Sur global

El porcentaje del mundo que es cristiano ha cambiado muy poco en los últimos 120 años. En 1900, el 34,5% del mundo era cristiano; en 2020, la cifra es del 32,3%. Esta relativa estabilidad, sin embargo, oculta cambios drásticos en la demografía del cristianismo. El gráfico de barras que aparece a continuación revela que el 82% de todos los cristianos en 1900 vivían en Europa y América del Norte; en 2020 esta cifra había descendido drásticamente hasta el 33%.

Cristianos por continente, 2020: América del Norte: 268 millones; América Latina: 612 millones; Europa: 565 millones; África: 667 millones; Asia: 379 millones; Oceanía 28 millones │ Distribución norte/sur: 1900: 82% de todos los cristianos en el Norte global; 18% de todos los cristianos en el Sur global; 2020: 33% de todos los cristianos en el Norte global; 67% de todos los cristianos en el Sur global. Fuente: World Christian Database

La contracción en el Norte global y el desplazamiento hacia el Sur global es la característica esencial del cristianismo mundial a principios del siglo XXI. Al igual que el resto del mundo, el cristianismo también se está volviendo cada vez más urbano, con el crecimiento de ciudades en el Sur global con grandes poblaciones cristianas, como Lagos y Kinshasa. El cristianismo hoy es percibido en todo el mundo como una religión blanca, lo cual es razonable, porque lo fue durante los últimos mil años aproximadamente. La historia, teología y formación blancas y occidentales fueron predominantes y se exportaron a todo el mundo durante siglos. Sin embargo, a pesar de la percepción, la realidad dice que el cristianismo es una religión mayoritariamente no blanca. El desplazamiento del cristianismo también es evidente en las lenguas maternas de los cristianos: el idioma con más hablantes cristianos es el español (debido a América Latina, no a España), seguido del inglés, el portugués (debido a Brasil, no a Portugal), el ruso (debido a los ortodoxos rusos) y el chino mandarín.

Sin embargo, para desentrañar realmente la cuestión de contracción o desplazamiento, es necesario un enfoque continental. En muchos sentidos, África es aclamada como la “historia de éxito” del cristianismo mundial, ya que ha pasado del 9% de cristianos en 1900 al 49% en 2020. La República Democrática del Congo es el caso más significativo, pasando del 1% al 95% en ese mismo periodo. Sin embargo, la narrativa del crecimiento oculta el hecho de que los cristianos de África tienen menos médicos, mayores tasas de mortalidad infantil, menor esperanza de vida y mayores tasas de VIH y malaria, así como menor acceso al agua potable segura. La República Democrática del Congo es también a menudo llamada “la capital mundial de las violaciones”. Asia es conocida por su diversidad religiosa, y el cristianismo creció en el gigantesco continente del 2% en 1900 al 8% en 2020. El crecimiento más rápido se dio entre las iglesias caseras de China, que representan 56 millones de cristianos en la actualidad. El último caso de desplazamiento se encuentra en Oceanía, donde Australia y Nueva Zelanda dominan la demografía debido a su tamaño (y están disminuyendo sus porcentajes de cristianos), pero se produjo un profundo cambio religioso en Melanesia, Micronesia y Polinesia a lo largo del siglo XX, regiones que son todas mayoritariamente cristianas en la actualidad.

Veamos ahora la contracción. Europa se ha vuelto menos cristiana en los últimos 120 años, pasando del 95% al 76%, aunque es bien sabido que la mayoría de los cristianos formalmente afiliados a las iglesias en Europa no son participantes activos ni practicantes. América del Norte también ha experimentado un descenso (del 97% al 72%), pero también es el continente que alberga el país con más cristianos, Estados Unidos. La reducción del cristianismo blanco en EE.UU. se ha visto compensado en cierta medida por el aumento de cristianos inmigrantes —documentados o no— procedentes en su mayoría de América Latina. América Latina complica en muchos sentidos la cuestión de “contracción o desplazamiento”. Sus más de 500 años de historia católica sumado a su ubicación geográfica en el Sur global la convierten en una anomalía. La región ha experimentado un ligero descenso, del 95% al 92%, pero esto oculta el tremendo aumento del cristianismo pentecostal/carismático, que pasó del 0% de la población en 1900 a casi el 30% en 2020. El caso más importante de contracción del cristianismo es la región de África del Norte y Asia Occidental, que incluye a Irak, Siria, Israel, Palestina y Turquía. Esta región ha estado sometida a una enorme presión en los siglos XX y XXI y ha experimentado un precipitado descenso de su población cristiana, del 12,7% al 4,2% en 2020. Turquía, en particular, tenía un 22% de cristianos en 1900 y hoy solo un 0,2%.

Volviendo a una serie de preguntas anteriores —¿también se están desplazando los recursos cristianos?, ¿se están desplazando los escritos teológicos?, ¿se están escribiendo historias del cristianismo a nivel mundial?— nuevamente, la respuesta es sí y no. Existen enormes disparidades en la distribución de recursos entre los cristianos del norte y del sur: el norte tiene la mayor parte del dinero, pero el sur tiene más cristianos. Mientras que muchos cristianos del Sur global viven al borde de la existencia, la mayoría del Norte global vive en una relativa prosperidad y seguridad. Satisfacer las necesidades sociales de las personas es parte integral del testimonio, la teología y el ministerio cristianos para los cristianos más pobres del Sur global. Para las iglesias del norte y sus misioneros, la pobreza y el SIDA en el sur no pueden ser ignorados, ni se puede brindar asistencia desde una posición de poder, sino solo con humildad y reconociendo una crisis de inequidad dentro del cristianismo mundial.^[3]

Reflexión: una familia cristiana verdaderamente mundial

Como cristianos, pertenecemos al menos a dos familias mundiales. En primer lugar, hemos nacido en el seno de la raza humana, ese hermoso mosaico de pueblos, lenguas, etnias, religiones y culturas. Si bien celebramos las alegrías de formar parte de este rico tapiz, somos cada vez más conscientes de los retos que supone estar entretejidos en él. Aunque tenemos los conocimientos y los recursos para vivir bien, todavía nos cuesta trabajar juntos para “salvar” nuestro planeta. Los líderes mundiales discrepan fuertemente sobre el comercio, el calentamiento global, las armas nucleares y una serie de otros temas. Y, sin embargo, a pesar de esas diferencias, la familia humana destila creatividad, produciendo maravillas tecnológicas, estructuras impresionantes, obras de arte deslumbrantes, películas conmovedoras, música hermosa y obras literarias asombrosas. La nuestra es una familia ingeniosa y caótica, y nos alegra formar parte de ella.

En segundo lugar, pertenecemos a una familia cristiana mundial formada por 2.500 millones de personas (aproximadamente un tercio de la familia humana). Hay cristianos en todos los países del mundo, así que no somos homogéneos ni monolíticos, sino un ensamble diverso que representa a miles de pueblos y lenguas. Somos católicos, ortodoxos, protestantes e independientes por tradición mayoritaria; algunos somos evangélicos, pentecostales o carismáticos, o una combinación de ellos. Además, ¡es probable que haya hasta 45.000 denominaciones! Puede que hablemos el idioma local, pero todos estamos interrelacionados por nuestra fe mundial.

La unidad es un objetivo digno para nuestra familia cristiana mundial. Después de todo, seguimos a Jesús, para quien la familia no solo designaba a los parientes biológicos inmediatos, sino que incluía a todos los que están unidos por la fe. Nuestra familia cristiana mundial se define por la interacción y el intercambio entre las diferentes formas locales de cristianismo. Si bien expresamos esa fe en nuestros contextos locales, compartimos una conciencia mundial de nuestra fe común y de nuestra identidad familiar mundial.