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Un llamado a la iglesia para volver a la humildad, la integridad y la simplicidad

01 Jul 2010

Editor's Note

El presente Texto Previo para Ciudad del Cabo 2010 fue escrito por Chris Wright como una reseña del tema a debatirse en la sesión plenaria matutina sobre “Un llamado a la iglesia de Cristo para volver a la humildad, la integridad y la simplicidad”. Los comentarios a este texto realizados a través de la Conversación Global de Lausana serán remitidos al autor y a otras personas para ayudar a dar forma a su presentación final en el Congreso.

El Pacto de Lausana está maravillosamente equilibrado en la forma en que une dos dimensiones de la confesión cristiana. Por una parte está la confesión de fe, es decir, la afirmación de las grandes verdades de nuestra fe bíblica. Por otra parte, está la confesión de fracaso, es decir, aceptar que, en muchos sentidos, los cristianos no viven a la altura del llamado de Dios. No nos comportamos como discípulos del Señor Jesucristo. De modo que hay tanto proclamación como penitencia: nos regocijamos por lo que creemos y además nos arrepentimos por la manera en que fracasamos vivirlo en la práctica.

Este es un equilibrio que refleja algunas grandes ocasiones de renovación del pacto en la Biblia. Por ejemplo: Deuteronomio 29-31, Josué 23-24, 2 Reyes 22-23, Nehemías 8-10; todos estos pasajes incluyen reconocimientos de fracaso y pecado. Todos llamaron a las personas al arrepentimiento y la reconsagración.

Es trágico que muchas cosas de las que el Pacto de Lausana nos llamaba a apartarnos allá por 1974, sean, aún, las mismas que afligen e infectan a la iglesia 36 años después. Pero esto no debe deprimirnos ni paralizarnos. Por el contrario, nos desafía a volver una vez más a nuestro Dios de gracia, con renovado arrepentimiento y reconsagración en nuestra propia generación.

Puntos de penitencia en el Pacto de Lausana

Vale la pena leer completo el Pacto de Lausana y tomar nota de los lugares en que expresa fracaso, o una sensación de vergüenza y dolor, o donde llama al arrepentimiento y el cambio. El Pacto continúa hablándonos con voz potente hoy. He aquí varios pasajes sobre los que vale la pena reflexionar con un espíritu de oración y humildad. Los números que se ven a la izquierda son la referencia a párrafos del Pacto de Lausana.

Párrafo – Cita y comentario

1. EL PROPÓSITO DE DIOS

Confesamos con vergüenza que a menudo hemos negado nuestro llamamiento y fallado en nuestra misión, conformándonos al mundo o separándonos de él.

4. NATURALEZA DE LA EVANGELIZACIÓN

Al hacer la invitación del Evangelio, no tenemos la libertad para ocultar o rebajar el costo del discipulado. Jesús todavía llama, a todos los que quieran seguirlo, a negarse a sí mismos, tomar su cruz e identificarse con su nueva comunidad. Los resultados de la evangelización incluyen la obediencia a Cristo, la incorporación en Su iglesia y el servicio responsable en el mundo.

Una obediencia costosa, la negación de uno mismo, la identificación con la cruz, el compromiso con la iglesia y el servicio práctico; todas estas cosas deben estar incluidas cuando nos involucramos en la evangelización. Si las evitamos, nuestro mensaje y nuestro método carecerán de integridad y se convertirán en manipulación.

6. LA IGLESIA Y LA EVANGELIZACIÓN

La Iglesia está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento que El ha designado para la difusión del Evangelio. Pero una Iglesia que predica la cruz debe el misma estar marcada por la cruz. Se convierte en una piedra de tropiezo para la evangelización cuando traiciona al Evangelio o carece de una fe viva en Dios, un genuino amor a los hombres, o una escrupulosa honradez en todas las cosas, incluyendo la promoción y las finanzas.

Esta contundente declaración destaca el hecho de que la iglesia no es meramente el mecanismo de entrega de un mensaje verbal. En cambio, Dios desea que la iglesia sea un modelo del evangelio que predica; especialmente, un modelo del camino de la cruz. Tres cosas constituyen “piedras de tropiezo”, es decir, hacen fallar nuestra evangelización: la falta de fe, la falta de amor y la falta de honestidad. Debe haber integridad entre nuestras palabras y nuestra vida. Y debemos arrepentirnos si no la hay.

6. La Iglesia es la comunidad del Pueblo de Dios, mas bien que una institución, y no debe identificarse con una cultura, sistema social o político, o ideología humana particular.

El peligro al que aquí se hace referencia es una tentación constante. Podemos estar llenos de soberbia por nuestra propia cultura, algo que no es bíblico. O tener un sentido de superioridad nacional o racial. O poner una fe absoluta en nuestro sistema económico. Como consecuencia de esto, la iglesia queda cautiva de los ídolos y la ideología que nos rodean.

9. LA URGENCIA DE LA TAREA DE EVANGELIZACIÓN

No podemos esperar alcanzar esta meta [la meta de permitir que todos lleguen a escuchar el evangelio] sin sacrificio. Todos nos sentimos sacudidos por la pobreza de millones de personas y perturbados por las injusticias que la causan. Los que vivimos en situaciones de riqueza aceptamos nuestro deber de desarrollar un estilo de vida simple a fin de contribuir más generosamente tanto a la ayuda material como a la evangelización.

El llamado a la simplicidad de vida es parte del discipulado para la semejanza a Cristo. ¡Pero nos tienta sobremanera el poder seductor de la codicia y la autogratificación! El llamado al sacrificio y la simplicidad debe volver a escucharse, porque el deseo de prosperidad y éxito lo contradice constantemente.

Este fue un desafío que motivó toda una nueva consulta con su consiguiente declaración: “The International Consultation on Simple Lifestyle” (Consulta Internacional sobre un Estilo de Vida Sencillo), en Hoddesdon, 1980. La declaración se encuentra en elTexto Ocasional de Lausana No. 20, o en https://lausanne.org/hoddesdon-1980/hoddesdon-1980.html

11. EDUCACIÓN Y LIDERAZGO

Confesamos que, a veces, hemos buscado un crecimiento de la Iglesia a expensas de la profundidad, y hemos divorciado la evangelización del crecimiento cristiano.

Esta plaga del “crecimiento sin profundidad” se ha vuelto aun peor después de 1974. Hacia el final del milenio, surgieron muchas estrategias y organizaciones misioneras que estaban obsesionadas con la velocidad y con “terminar el trabajo”. “La superficialidad cristiana se ha convertido en un fenómeno mundial. Muchos convertidos nunca crecen en Cristo” (Texto Ocasional de Lausana No. 3, pág. 40). En algunas organizaciones, la educación y la capacitación teológica hasta fueron eliminadas de los planes y la inversión misionera, en una trágica falta de visión.

Pero si no obedecemos la tercera frase de la gran comisión (“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”), en realidad, no estamos obedeciendo en nada el “hacer discípulos”. Y los resultados se ven en el nominalismo generalizado en los países que se dicen “alcanzados”.

11. …anhelamos que cada iglesia tenga líderes nacionales que manifiesten un estilo cristiano de liderazgo, no en términos de dominio, sino de servicio.

Esto es reforzado por la siguiente declaración:

“Los líderes nacionales no son más inmunes que los misioneros a los pecados de soberbia, hambre de poder y pomposidad. Así que anhelamos líderes nacionales que manifiesten un estilo cristiano de liderazgo, que se inspiren, no en el gobierno secular, sino en la enseñanza y el ejemplo de Cristo, un liderazgo en términos, no de dominio, sino de servicio” (Texto Ocasional de Lausana No. 3, pág. 39).

La tentación de buscar poder y estatus es muy fuerte, y lamentablemente, muchos líderes evangélicos ceden a ella y no siguen ni la enseñanza, ni el ejemplo de Cristo. El “dominio” por parte de líderes y pastores puede tomar muchas formas dentro de la iglesia misma, entre ellas, el abuso de confianza, la explotación para el beneficio personal, la relegación de la mujer, la manipulación de dinero o poder.

12. Conflicto Espiritual

…percibimos la actividad de nuestro enemigo, no sólo en las falsas ideologías fuera de la Iglesia, sino también dentro de ellas, en los evangelios falsos que tergiversan las Escrituras y colocan al hombre en el lugar de Dios. […].Otras veces, en el deseo de asegurar una respuesta al evangelio, hemos acomodado nuestro mensaje, hemos manipulado a nuestros oyentes por medio de técnicas de presión y nos hemos preocupado demasiado de las estadísticas y hasta hemos sido deshonestos en el uso que hemos hecho de ellas.

El engaño y la manipulación son las marcas distintivas del carácter y la obra de Satanás, y este párrafo nos advierte que debemos estar alertas a su presencia dentro de la iglesia, aun en lo que parece una misión entusiasta y exitosa. Una vez más, la exposición de John Stott es contundente y clara:

“El crecimiento numérico de la iglesia se ha convertido casi en una obsesión para nosotros. Por tanto, deseosos (aun, decididos) a asegurarnos de que haya respuesta al evangelio, hemos recurrido a métodos dudosos, que Pablo casi con seguridad hubiera incluido entre lo “oculto y vergonzoso” a lo que afirmaba haber renunciado (2 Corintios 4:2). O hemos comprometido nuestro mensaje (“adulterando la palabra de Dios”, 2 Corintios 4:2), eliminando elementos poco atractivos como la negación de uno mismo y el juzgarse a uno mismo, para hacerlo más agradable al hombre moderno; o hemos manipulado a nuestros oyentes por medio de técnicas de presión, lo cual implica tratar a los seres humanos como menos que humanos; o nos hemos preocupado indebidamente por las estadísticas (¡como si la obra del Santo Espíritu de Dios pudiera ser reducida a meras estadísticas!) o, aun, hemos sido deshonestos en nuestro uso de ellas (publicando informes que no son estrictamente veraces). Es una desagradable lista de fechorías (Texto Ocasional de Lausana No. 3, pág. 45)

El asunto principal aquí es el peligro de manipulación y deshonestidad. Debemos retornar a una rigurosa integridad en todos nuestros esfuerzos por promover el evangelio. Satanás está obrando en toda ocasión en que los cristianos rinden su integridad y siguen lo que es falaz y deshonesto (aunque crean que es por buenos motivos).

TRES DESAFÍOS CLAVES

La mayoría de los desafíos planteados a la iglesia en el Pacto de Lausana podrían agruparse en tres temas principales. Estos temas son, al mismo tiempo, cuestiones mayores en la Biblia. A lo largo de toda la Biblia, Dios llama constantemente a Su pueblo a apartarse de los ídolos del poder, el éxito y la avaricia, y a vivir según Sus exigencias de humildad, integridad y simplicidad.

La idolatría del poder y el llamado a la humildad

La tentación de buscar poder y estatus es muy fuerte. Refleja nuestra naturaleza caída, ya que, básicamente, la caída fue tratar de usurpar la autoridad de Dios exaltando nuestro propio estatus por encima de Él. Esta es, también, una de las huellas de Satanás. Por ello, es trágico que muchos líderes cristianos caigan en este pecado y se exalten a sí mismos. Necesitamos con urgencia reconocer y denunciar esto como el pecado que es.

En contraste, la humildad es una de las marcas esenciales de Jesucristo y, por tanto, debería caracterizar a sus seguidores, especialmente a aquellos que son llamados al liderazgo.

La idolatría del éxito y el llamado a la integridad

La tentación de impresionar a otros con nuestros logros, habilidades o milagrosos poderes también es muy fuerte. Ansiamos éxito y reconocimiento. Pero esto lleva fácilmente a distorsionar la verdad y manipular a las personas. Lleva a la deshonestidad en los informes, las finanzas, la vida personal y las relaciones. Necesitamos escuchar nuevamente el constante llamado de la Biblia a la integridad, en público y en privado, en cada rincón de nuestras vidas y ministerios. No hay misión bíblica sin ética bíblica.

La idolatría de la avaricia y el llamado a la simplicidad

“…avaricia, que es idolatría”, dijo Pablo (Colosenses 3:5). Quebrantar el décimo mandamiento es quebrantar el primero. La Biblia reconoce la riqueza legítima como un buen don de la generosidad de Dios. Pero la Biblia habla con mucha mayor frecuencia del ídolo en que puede fácilmente convertirse la riqueza. A lo largo de toda la Biblia hay advertencias contra la avaricia y los peligros de buscar riquezas; algunas de ellas, pronunciadas por Jesús mismo. Jesús y Pablo fueron modelos de una sencilla dependencia de Dios y el contentamiento con lo que es “suficiente”.

RECURSOS BÍBLICOS

Como preparación para la segunda sesión plenaria de la mañana del día 5, le sugerimos estudiar algunos pasajes bíblicos sobre cada uno de los temas mencionados anteriormente. Quizá pueda agregar otros.

Humildad vs. Poder: Isaías 2:12-17, Miqueas 6:8, Proverbios 11:2, Lucas 22:24-27, Mateo 5:1-12, Efesios 4:1-2, 2 Timoteo 3:1-5

Integridad vs. Éxito: Ezequiel 13:1-7,1 Crónicas 29:17, Salmos 15, 24, Proverbios 11:1, 3, Mateo 5:33-37, 2 Corintios 2:17; 4:1-2, Apocalipsis 22:15

Simplicidad vs. Avaricia: Miqueas 3:5,11, Jeremías 22:13-17, 1 Reyes 21, Mateo 7:21-23, Lucas 12:13-21, Efesios. 5:5, 1 Timoteo 6:5-10

Jesús enfrentó las tres tentaciones que hemos identificado.

  • El diablo le ofreció poder y estatus sobre todas las naciones, desde un alto monte. Jesús lo rechazó y decidió adorar solo a Dios.
  • El diablo le sugirió que manipulara a las multitudes con un espectacular milagro en el que pusiera en riesgo su vida. Jesús reconoció la distorsión satánica del texto bíblico y preservó la integridad de su confianza en Dios.
  • El diablo exhibió ante Él la lucrativa posibilidad de abundante comida para sí mismo y para las muchedumbres hambrientas. Jesús resistió con la verdad bíblica de que Dios podía proveer pan, pero los seres humanos necesitan un alimento mayor que ese para la vida.

Lamentablemente, parece que muchos líderes cristianos (incluidos líderes de misiones) fracasan estrepitosamente en estas pruebas, precisamente en los puntos en que Jesús las superó. No pueden resistir las tentaciones del poder abusivo, el éxito manipulado y la avaricia egoísta. La iglesia en conjunto paga el costo de su fracaso en la pérdida de integridad y de credibilidad.

PREOCUPACIONES ACTUALES

He aquí algunas de las cosas en las que debemos pensar como motivos de arrepentimiento, para “volver a Dios con humildad, integridad y simplicidad”.

Abuso de poder y estatus

  • La “crisis de liderazgo” podría ser llamada con mayor propiedad “crisis de servicio”.
  • Existen mega-pastores que se consideran dueños de las iglesias, con poder irrestricto y riquezas fenomenales.
  • Algunos de nosotros ejercemos un poder que proviene únicamente de la cultura dominante a la que están vinculadas nuestras iglesias u organizaciones. Abusamos de nuestro poder étnico o cultural.
  • Se puede abusar del poder y del estatus de muchas maneras, entre ellas, los complejos de superioridad por casta, raza, tribu o género.

Falta de integridad

  • ¿Podemos confiar en todas las estadísticas infladas que circulan en el mundo de las misiones cristianas? ¿Para qué están? ¿Qué demuestran? ¿A quién exaltan? ¿A quién relegan? ¿Qué daño pueden hacer?
  • Las personas que producen informes sobre el “éxito” de sus misiones, muchas veces, admiten (en privado, aunque no lo hagan en público), que hay exageración o, directamente, invenciones en esos informes. Algunas veces, esto se hace bajo la presión de aquellos que exigen determinados resultados como condición para aportar fondos.
  • ¿Hay métodos de evangelización que son, sencillamente, antibíblicos y antiéticos, motivados por el “éxito” y la “velocidad”, más que por la obediencia a todo lo que Jesús nos ha mandado?

Avaricia

  • El “evangelio de la prosperidad” es una de las manifestaciones del cristianismo más difundidas en la actualidad. ¿Cómo debería ser evaluado bíblicamente? ¿A qué podría atribuirse su éxito desenfrenado?
  • Quienes predican la prosperidad suelen citar la Biblia, pero ¿lo hacen con integridad?
  • Algunos maestros de la prosperidad hacen énfasis en las exhortaciones bíblicas a trabajar con esfuerzo y responsabilizarse por uno mismo. Pero muchos otros apelan puramente a la avaricia y la ambición.
  • Esta enseñanza florece en contextos de pobreza y falta de oportunidades, pero ¿brinda una respuesta bíblica a tal necesidad, especialmente, si presta poca atención a los temas de justicia que la Biblia destaca?

© The Lausanne Movement 2010