Available in: 简体中文 | English | 日本語 | Español |

Bienvenidos al número de marzo de 2015 de Lausanne Global Analysis.

Ya tenga pensado leer los artículos completos o solo los resúmenes, esperamos que encuentre este número estimulante y útil. Nuestro objetivo es presentar un análisis creíble y estratégico con información relevante para que como persona de influencia, usted esté capacitado para la tarea de la misión global. Es nuestro deseo que el análisis de las tendencias actuales y futuras y los desarrollos le ayuden a usted y a su equipo a tomar mejores decisiones sobre la administración de todo lo que Dios haya puesto a su cuidado.

En este número tratamos una respuesta evangélica al desafío que supone el islam radical; abordamos la misión de la diáspora con vistas al March Global Diaspora Forum de los días 24 a 28 de marzo; evaluamos el impacto de la inciativa de Micah Challenge; y hacemos un seguimiento al artículo de hace dos números sobre el tema de Europa como campo misionero estratégico, al examinar el hecho de que la actual crisis en Europa es la oportunidad de Dios.

“Para muchos evangélicos, los grupos yihadistas son oscurantistas, primitivos, feroces y representan todos los prejuicios asociados con la supuesta “esencia” del Islam”, escribe John Azumah (Profesor asociado de Cristianismo en el mundo del islam en la seminario Columbia Theological Seminary, en Georgia, EEUU). No obstante, la verdad sobre las vidas religiosas no es tan simple. Los cristianos debemos hablar con los musulmanes en diálogos abiertos y francos tratando temas tales como el apoyo tácito a los grupos yihadistas en el mundo musulmán general y los oídos sordos que se están haciendo a las enseñanzas despectivas y beligerantes acerca de los no musulmanes en textos islámicos de autoridad y en la conciencia social popular. ¿No es hora de que los eruditos y líderes islámicos reexaminen las doctrinas de las que tan fácilmente abusan los extremistas? Sin embargo, “debemos vigilar y orar por el peligro que supone que el islam radicalice a los evangélicos haciéndoles redefinir nuestro testimonio y valores. La batalla no es contra carne y sangre sino contra principados y potestades”, concluye.

“El fenómeno actual de la diáspora ha sido iniciado por Dios y es un momento misional orquestado por Dios en la historia contemporánea”, apunta Sadiri Joy Tira (Vicepresidente de Diaspora Missions for Advancing Indigenous Missions). La gran redistribución de gente tiene implicaciones profundas para la estrategia de misiones y ha llamado la atención de los misiólogos. Las diásporas globales y las misiones fueron temas resaltados en el Tercer Congreso Lausana en Ciudad del Cabo, en 2010. Se organizó la Global Diaspora Network para ampliar la red de diáspora y proyectar la idea de la diáspora más allá de Ciudad del Cabo. Convocará el Global Diaspora Forum del 24 al 28 de marzo de 2015 en Manila. “La misión de la diáspora es una oportunidad kairos. Estoy muy agradecido por el hecho de que la acogida del Movimiento Lausana de la misiología de la diáspora está estimulando a toda la iglesia a llevar todo el Evangelio a todo el mundo, en particular a las diásporas, los pueblos dispersos”, concluye.

En 2000, 189 países se comprometieron a reducir a la mitad la pobreza extrema para el 2015. Las Naciones Unidas formularon ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para conseguir esto. “Micah Challenge, comenzado por la World Evangelical Alliance y la Micah Network, reconocieron que este era un momento en la historia de un potencial único, ya que las intenciones pronunciadas por los líderes mundiales se hacían eco de algo que los profetas bíblicos y las enseñanzas de Jesús sobre la pobreza ya trataban”, escribe Joel Edwards (Director Internacional del Micah Challenge) y Geoff Tunnicliffe (Secretario General de World Evangelical Alliance, 2005-2014). Lo que realmente era nuevo del experimento Micah fue el énfasis en la defensa—convocando a los que toman decisiones a dar cuentas para llevar a cabo sus promesas de lograr los ODM. La breve historia del Micah Challenge sugiere que  hay mucho que celebrar. Por ejemplo, la pobreza extrema se ha reducido a la mitad en los últimos 25 años y se ha sacado de la pobreza a millones de personas. “No obstante, si nos fijamos en el tipo de justicia, misericordia y amor que la Biblia describe, todavía tenemos mucho trabajo por delante”, concluyen.

Europa se enfrenta a muchas crisis en muchos niveles—económicas, políticas, sociales, de medio ambiente y religiosas. “Sin embargo, la mayoría de europeos no esperan el regreso del señor Jesús, sino el regreso del crecimiento de la economía”, escribe Jim Memory (profesor de Mision Europea en Redcliffe College, Gloucester, Reino Unido). Aunque fuera posible, ¿es el crecimiento en la economía la verdadera esperanza de Europa? Durante la mayor parte de la historia europea, la crisis ha sido el contexto normal de la vida de la iglesia y de la misión. Si los cristianos debemos adaptarnos a un nuevo contexto de crisis a largo plazo en Europa, podemos hacerlo con la seguridad y confianza que nos da saber que las generaciones anteriores de creyentes europeos también lo hicieron. Por primera vez en una generación, los europeos se están cuestionando la esperanza y la seguridad que este mundo ofrece. Es hora de que las iglesias vuelvan a ganar su confianza en el Evangelio como esperanza para Europa. “La crisis europea es la oportunidad de Dios”, concluye.

Por favor, envíe cualquier pregunta y comentario sobre este número a [email protected]. El próximo número de Lausanne Global Analysis se publicará en mayo.

David Taylor

David Taylor trabaja como editor del Análisis Mundial de Lausana. Es analista de asuntos internacionales con un enfoque particular en Oriente Medio. Ha estado durante 17 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del gobierno británico, la mayor parte de ellos centrado en Oriente Medio y el norte de África. Tras ello, pasó 14 años como editor en Oriente Medio y ayudante de editor del Daily Brief del Oxford Analytica. Ahora divide su tiempo entre el trabajo de consultoría para el Oxford Analytica, el Movimiento de Lausana y otros clientes, además de trabajar con Christian Solidarity Worldwide (CSW), Religious Liberty Partnership y otras redes sobre cuestiones de libertad religiosa internacional.