Creation Care Consultation Participants
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Consulta Global de Lausana sobre el Cuidado de la Creación y el Evangelio: Llamado a la Acción

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Santa Ana, Jamaica, noviembre de 2012

Introducción

La Consulta Global de Lausana sobre el Cuidado de la Creación y el Evangelio se reunió del 29 de octubre al 2 de noviembre de 2012 en Santa Ana, Jamaica para profundizar sobre las bases del cuidado de la creación establecidas en El Compromiso de Ciudad del Cabo (CCC). Nos reunimos un grupo de teólogos, líderes eclesiales, científicos, y personas con experiencia en el cuidado de la creación, un total de cincuenta y siete hombres y mujeres procedentes de veintiséis países del Caribe, el África, Asia, América Latina, Oceanía, Norte América, y Europa. Nos reunimos bajo el auspicio del Movimiento de Lausana en colaboración  con la Alianza Evangélica Mundial, teniendo como anfitrión a un país y región de sobresaliente belleza natural, donde disfrutamos, celebramos, y reflexionamos sobre las maravillas de la buena creación de Dios. Muchos pasajes bíblicos, incluyendo Génesis 1 al 3, el Salmo 8 y Romanos 8, constituyeron la base de nuestras oraciones, discusiones, y deliberaciones sobre los temas del Mundo de Dios, la Palabra de Dios, y la Obra de Dios. Nuestra consulta se realizó inmediatamente después de la devastación producida en el Caribe por el Huracán Sandy y coincidió con la llegada de esa tormenta a Norte América; la destrucción y pérdida de vidas fue un recordatorio alarmante de la urgencia, la actualidad y la importancia de esta Consulta.

Dos convicciones centrales

Nuestra discusión, nuestro estudio y oración en forma conjunta nos condujeron a dos conclusiones principales:

El Cuidado de la Creación es sin duda un “tema del evangelio dentro del señorío de Cristo” (CCC I.7.A). Informados e inspirados por nuestro estudio de las Escrituras – el propósito original, el plan, y el mandato de cuidar de la creación, las narrativas de la resurrección y la verdad fundamental de que en Cristo todas las cosas han sido reconciliadas con Dios – reafirmamos que el cuidado de la creación es un asunto que debe ser incluido en nuestra respuesta al evangelio: debemos proclamar y actuar con base en las buenas nuevas de lo que Dios ha hecho y que aún completará para la salvación del mundo. Esto no solo está justificado bíblicamente, sino que es parte integral de nuestra misión y una expresión de nuestra adoración a Dios en respuesta a su maravilloso plan de redención por medio de Jesucristo. Por tanto, nuestro ministerio de reconciliación es un asunto de gran alegría y esperanza, y cuidaríamos de la creación aún si ésta no estuviera en crisis.

Estamos frente a una crisis que es apremiante, urgente, y que debe ser resuelta en nuestra generación. Muchas de las personas más pobres del mundo, los ecosistemas, y especies de flora y fauna están siendo aniquilados por la violencia ejercida contra el medio ambiente y sus consecuencias, como el cambio climático global, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el déficit de agua y la contaminación, para mencionar tan solo unos ejemplos. Ya no podemos darnos el lujo del conformismo, de la autocomplacencia y de los debates sin fin.  El amor por Dios, por nuestro prójimo y por toda la creación, así como nuestra pasión por la justicia, nos impulsan hacia una “urgente y profética responsabilidad ecológica” (CCC I.7.A).

Nuestro llamado a la acción

Basados en estas dos convicciones, exhortamos a toda la iglesia, en dependencia del Espíritu Santo, a responder de forma radical y fielmente al llamado de cuidar de la creación de Dios, demostrando así nuestra fe y esperanza en el poder transformador de Cristo. Hacemos un llamado al Movimiento de Lausana, a los líderes evangélicos, a las organizaciones evangélicas nacionales, y a todas las iglesias locales a responder a estos desafíos de manera urgente a nivel personal, comunitario, nacional e internacional.

Específicamente, hacemos un llamado a:

1. Un nuevo compromiso con un estilo de vida sencillo. Reconociendo que gran parte de nuestra crisis es fruto de una vida negligente e indiferente de miles de millones de personas, reafirmamos el compromiso de Lausana a un estilo de vida sencillo (Texto Ocasional de Lausana #20), y hacemos un llamado a la comunidad evangélica global a dar pasos, a nivel personal y colectivo, para vivir dentro de los límites adecuados del buen ‘don de Dios’ en la creación, para comprometerse aún más en su restauración y conservación, y para compartir su abundancia unos con otros en forma equitativa.

2. Desarrollo de nuevas áreas de reflexión teológica, adecuadamente sustentadas. En particular, requerimos orientación en cuatro áreas:

  • Una teología integrada del cuidado de la creación que pueda movilizar a seminarios, institutos bíblicos y a otros, para equipar a los pastores en el discipulado de sus congregaciones.
  • Una teología que reconozca a la humanidad como parte integral de la creación, pero a la vez teniendo una función especial en relación con la creación.
  • Una teología que desafíe las actuales ideologías económicas predominantes respecto a nuestra responsabilidad bíblica para con la creación.
  • Una teología de la esperanza en Cristo y en su Segunda Venida, que informe adecuadamente e inspire hacia el cuidado de la creación.

3. Liderazgo de  la iglesia en el Sur Global. Dado que el Sur Global representa a los más afectados dentro de la crisis ecológica actual, este sector tiene una necesidad especial de manifestarse, de involucrarse en asuntos del cuidado de la creación, y de actuar sobre ello. Los miembros de esta Consulta solicitamos adicionalmente, que la iglesia del Sur Global ejerza liderazgo entre nosotros, ayudándonos a establecer la agenda para el avance del evangelio y el cuidado de la creación.

4. Movilización de toda la iglesia y refuerzo del compromiso de toda la sociedad. La movilización debe darse a nivel congregacional e incluir a quienes con frecuencia son subestimados, haciendo uso de los talentos de las mujeres, los niños y niñas, los jóvenes y los pueblos indígenas, así como también de profesionales y otras personas con competencias específicas quienes tengan experiencia y habilidades en este campo. El proceso para involucrar a la sociedad debe también ser amplio y difundido, incluyendo conversaciones formales, urgentes y creativas con líderes responsables del gobierno, del sector empresarial, de la sociedad civil y de la academia.

5. Misiones ambientales entre grupos de personas no alcanzadas.  Participamos en el llamado histórico que hace Lausana para la evangelización mundial, y estamos convencidos de que los asuntos ambientales representan en nuestra generación, una de las más grandes oportunidades para demostrar el amor de Cristo y para establecer iglesias entre grupos de personas no alcanzadas o no contactadas (CCC II.D.1.B). Animamos a la iglesia a promover las “misiones ambientales” como una nueva categoría dentro del trabajo misionero (con una función comparable a la de las misiones médicas).

6. Acción radical para confrontar el cambio climático. Afirmando la declaración contenida en El Compromiso de Ciudad del Cabo, respecto al “serio y urgente desafío del cambio climático” que “afectará de forma desproporcionada a las personas de los países más pobres”, (CCC II.B.6), llamamos a la acción para reducir drásticamente las emisiones de gases de invernadero y para desarrollar comunidades resilientes a los efectos del cambio climático. A nuestro modo de ver, estas acciones son una aplicación del mandato de negarnos a nosotros mismos, cargar nuestra cruz y seguir a Cristo.

7. Principios sostenibles en la producción de alimentos. En gratitud a Dios quien provee el sustento, y a partir de nuestra convicción de convertirnos en óptimos mayordomos de la creación, urgimos a que se apliquen principios ambientalmente y generacionalmente sostenibles en la agricultura (en cultivos de campo, en la cría de animales, en pesquerías y en todas las demás formas de producción de alimentos), dando particular atención al uso de metodologías como la agricultura de conservación.

8. Una economía que opere en armonía con la creación de Dios.Hacemos un llamado a un enfoque del bienestar y desarrollo económico que contribuya a mantener la integridad ecológica de la creación. Igualmente, a un enfoque de producción energética, de manejo de recursos naturales (incluyendo minería y silvicultura), de manejo y uso del agua, de transporte, de atención de la salud, de diseño de viviendas y forma de vida a nivel rural y urbano, y de patrones de consumo personal y corporativo, que también contribuyan a mantener esta integridad ecológica.

9. Expresiones locales de cuidado de la creación, que contribuyan a preservar y mejorar la biodiversidad. Recomendamos a la iglesia a nivel mundial,  proyectos como éstos, así como cualquier acción  que pueda catalogarse como un “pequeño paso” o un “acto simbólico”, como maneras de testificar poderosamente del Señorío de Cristo sobre toda la creación.

10. Defensa profética y reconciliación que sana.  Hacemos un llamado a los individuos cristianos y a la iglesia como un todo, a “hablar la verdad a los que están en el poder”, de manera profética, mediante acciones legales y de incidencia, de modo que las políticas públicas y las prácticas privadas puedan cambiar, a fin de promover mejor el cuidado de la creación y apoyar de mejor manera a las comunidades y hábitats devastados. Adicionalmente, llamamos a la iglesia a “comunicar la paz de Cristo” en comunidades destrozadas por disputas ambientales, mediante la movilización de personas con habilidades en la resolución de conflictos, y sustentando nuestras propias convicciones con humildad.

Nuestro llamado a la oración

Cada uno de nuestros llamados a la acción se sustenta sobre un llamado aún más urgente a la oración, de forma intencional y ferviente, profundamente conscientes de que ésta es una lucha espiritual.  Muchos de nosotros debemos comenzar nuestra oración con lamentación y arrepentimiento por nuestro fracaso en cuidar de la creación, y por nuestro fracaso en liderar una transformación en los niveles personal y corporativo. Y entonces, habiendo probado de la gracia y misericordias de Dios en Cristo Jesús y mediante el Espíritu Santo, y con la esperanza en la plenitud de nuestra redención, oramos con la confianza de que el Dios Trino puede sanar y sanará nuestra tierra y a todos los que la habitan, para la gloria de su nombre incomparable.

Nosotros, los participantes de la Consulta 2012 en Jamaica sobre el Cuidado de la Creación, invitamos a los cristianos y las organizaciones cristianas en todo lugar, a expresar su acuerdo y compromiso con este Llamado a la Acción mediante la firma de este documento, bien sea como  individuo o en representación de su organización, institución u otro cuerpo eclesial. Los individuos podrán agregar su firma haciendo clic en el enlace https://lausanne.org/creationcare y siguiendo las instrucciones dadas para agregar sus nombres. Las organizaciones firmantes deben enviar una carta o correo electrónico firmado por su líder, o por el presidente de su Junta Directiva, o por un representante autorizado, a: creationcare@lausanne.org [Cualquier pregunta sobre este procedimiento puede ser enviada a la misma dirección.]

Acordado  conjuntamente por los participantes de la Consulta Global de Lausana sobre el Cuidado de la Creación y el Evangelio, Santa Ana, Jamaica, 9 de noviembre de 2012.

 

Equipo de Redacción del Llamado a la Acción:

Lowell Bliss (EE.UU.); Paul Cook (Reino Unido); Sara Kaweesa (Uganda); Lawrence Ko (Singapur).

Líderes Senior de la Consulta: 

Ed Brown, Asociado Senior del Movimiento de Lausana para el Cuidado de la Creación; Las Newman, Director Adjunto de Lausana Internacional para el Caribe; Ken Gnanakan, Presidente, Consejo Internacional para la Educación Superior.

Participantes de la Consulta:

Tyler Amy (EE.UU.); Premamitra Anandaraja (India); Seth Ken Appiah Kubi (Ghana); Hoi Wen Au Yong (Singa­pur); Tom Baker (Reino Unido – R.U.); Frederic Baudin (Francia); Colin Bell (R.U.); David Bennett (EE.UU.); David Bookless (R.U.); Samuel YuTo Chiu (Canadá); Paul Cook (R.U.); Beth Doerr (EE.UU.); Stan Doerr (EE.UU.);  Lindani Dube (Zim­babwe); Darceuil Duncan (Trinidad y Tobago); Christopher Elisara (EE.UU.); Susan Emmerich (EE.UU.); Samuel Ewell (R.U.); Naomi Frizzell (EE.UU.); David Gould (Singapur); Peter Illyn (EE.UU.); James Kalikwembe (Malawi); David Knight (Canadá); Andrés Leake (Argentina); Terry LeBlanc (Canadá); Jonathan Moo (EE.UU.); Juliana Morillo (Perú); Osvaldo Munguía (Honduras); Cassien Ndikuriyo (Burundi); Claudio Oliver (Brasil); James Pender (Bangladesh); Mark Pierson (Nueva Zelanda); Lalbiakhlui Rokhum (India); Thomas Schirrmacher (Alemania); Sally Shaw (Australia); Chris Shore (EE.UU.); Mgliwe Simdinatome (Togo); Craig Sorley (Kenia); Joel Tembo Vwira (Congo -RDC); Efraim Tendero (Filipinas); Denise Thompson (Trinidad y Tobago); Stephen Tollestrup (Nueva Zelanda); Ruth Valerio (R.U.); Peter Vander Meulen (EE.UU.); Jean Valery Vital Herne (Haití); Barry Wade (Jamaica); Serah Wambua (Kenia); Robert White (R.U.); Thomas Yaccino (EE.UU.).

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