Global Analysis

Integración y colaboración innovadoras en el campo de la misión

Un enfoque intercultural integral

Steve Sang-Cheol Moon Ago 2023

La innovación ocurre de diferentes maneras en diferentes contextos. En muchos casos, se trata de un proceso acumulativo más que de un cambio paradigmático o episódico que presupone discontinuidad. Los estudios sobre innovación en otros sectores, como la industria, informan de manera significativa a líderes cristianos, pero hay que tener en cuenta los diferentes objetivos y realidades de los ministerios. Los misioneros que trabajan en países en desarrollo deben ser prudentes a la hora de adoptar estrategias y modelos de innovación procedentes de países desarrollados. ¿Qué significa ser realista a la hora de buscar la innovación en un contexto intercultural de ministerio cristiano?

Contextualizar la innovación en el ministerio

Los misioneros deben buscar la innovación en sus ministerios, pero sus enfoques y procesos deben estar contextualizados en sus entornos determinados. Sus entornos ministeriales son diferentes no solo de los del sector empresarial, sino también de los de sus iglesias de origen y de las realidades de las organizaciones cristianas en sus países de origen. Al igual que en la tarea de contextualización, la innovación en los ministerios cristianos en su conjunto debe mantener un sólido compromiso con la Palabra eterna de Dios mientras trata de legitimar formas nuevas y creativas, expresadas a través de nuevas herramientas culturales y tecnológicas en este mundo en constante cambio.[1]  En esta perspectiva, la innovación significa lo que Scott Cormode denomina «innovación creadora de significado».[2]

La cuestión de la innovación no está separada de la de la contextualización, porque ambas persiguen la pertinencia. En muchos casos, mientras que la contextualización persigue la pertinencia cultural, la innovación persigue una pertinencia más tecnológica. En ese sentido, la innovación puede considerarse parte de la contextualización. El verdadero reto es cómo ejercer el liderazgo para contextualizar los esfuerzos de innovación ministerial.

Contextualizar la innovación a través de la integración

Los fenómenos culturales de la era global se caracterizan por la hibridación. La hibridación de las características culturales existe desde hace mucho tiempo, pero en esta era global se hace más explícita e impregna los distintos niveles de la dinámica cultural. No existe tal cosa como una cultura pura arraigada únicamente en la cultura tradicional. En palabras de Ian N. Pieterse, que plantea en efecto que la hibridez se ha convertido en algo ordinario y regular en la cultura popular, «la globalización en términos culturales tiende hacia una mezcolanza global».[3]  Esta característica del mestizaje intercultural refleja una sensibilidad posmoderna que forma un proceso profundamente creativo que atraviesa las categorías existentes en muchos ámbitos culturales, incluidas aun las estructuras sociales.[4]  En muchos casos, la hibridez significa «entre» en la vida humana.[5]  La mayoría de las comunidades culturales se encuentran entre la tradición y el cambio, entre lo mundial y lo local, y entre diferentes perspectivas.

En lo que respecta al sector tecnológico, la Cuarta Revolución Industrial (en lo sucesivo, 4RI) se caracteriza por la convergencia de la tecnología digital, la inteligencia artificial, la robótica, la informática, la impresión en 3D y otras tecnologías avanzadas basadas en los cimientos existentes de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ya alcanzados por la Tercera Revolución Industrial.[6]  La 4RI es cada vez más pertinente en muchas partes del mundo y en muchos sectores de la sociedad. Es cada vez más pertinente incluso en el contexto del servicio misionero en un país extranjero.[7] 

Los fenómenos de mezcolanzas culturales muestran un giro pragmático en el cambio de cosmovisión. A veces, paradigmas aparentemente incompatibles entre sí se mezclan para dar lugar a una forma sintetizada. Incluso en la investigación en ciencias sociales, enfoques de investigación tradicionalmente separados se combinan en la investigación con métodos mixtos. El pragmatismo no está comprometido con ningún sistema de comprensión filosófica de la realidad como una unidad absoluta que presupone que la verdad es lo que funciona en el momento.[8]

Mientras que la mezcla podría conducir al sincretismo en materia religiosa, en tecnología y cultura puede ser una sabiduría pragmática cuando se aplica discretamente. En muchos debates, la noción de integración no descuida la necesidad de buscar la consonancia o la conmensurabilidad entre paradigmas sintetizados. La integración tecnológica es sabiduría práctica en muchas situaciones ministeriales. En el contexto del servicio misionero en el campo de misión, las tecnologías avanzadas no están plenamente disponibles, por lo que se ha hecho hincapié en la tecnología apropiada. Un buen sentido del equilibrio podría significar integrar de manera práctica las tecnologías convencionales y las tecnologías disponibles de 4RI para optimizar el uso de la tecnología y el enfoque de la innovación. Históricamente, siempre ha habido tensiones entre continuidad y cambio, pero se trata de ambas cosas, no de una u otra. El punto de Ted Esler de «subirse a la ola de la innovación existente» es un consejo pragmático basado en su opinión de que la innovación incremental es la más prometedora para la mayoría de los líderes.[9]  Mantener un equilibrio buscando la innovación incremental es una postura realista que supera las tentaciones de intentar ser demasiado inteligente.[10]

Los esfuerzos de integración podrían ser aplicados en distintos ámbitos del servicio misionero. Al organizar reuniones congregacionales, los misioneros podrían integrar reuniones presenciales con reuniones virtuales, a veces con modalidades híbridas. Un pastor me preguntó si su iglesia debería dejar de ofrecer cultos virtuales, dejando atrás un periodo de restricción debido a la pandemia del COVID-19, para fomentar la participación en persona. Tal vez un modo híbrido integrado sea el enfoque sabio y realista. En la financiación de servicios misioneros, cada vez es más difícil ceñirse a las políticas de las misiones de fe debido a las situaciones financieras deterioradas de las iglesias de apoyo. Depender únicamente de empresas misioneras para financiar programas y actividades misioneras tampoco es realista, porque esos modelos empresariales aún no están plenamente desarrollados. Integrar los enfoques de las misiones de fe y los enfoques empresariales misionales puede ser una solución realista en muchos contextos.

Al procesar la contextualización en el servicio misionero, también es necesario integrar aspectos de la adaptación y la transformación. Tradicionalmente, los modelos de teologías contextuales tendían a inclinarse hacia la adaptación, lo que a veces se traducía en un debilitamiento del énfasis en los elementos bíblicos esenciales. A ello debe seguir un cuidadoso esfuerzo por transformar la o las cosmovisiones de la cultura de acogida sobre la base de una adecuada exégesis de la cosmovisión llevada a cabo en la fase anterior de adaptación. Es una cuestión de ambas cosas y también de equilibrio. Estos esfuerzos por integrar diferentes modos, medios y aspectos podrían conducir a una innovación contextualizada de los ministerios, especialmente en el contexto del servicio misionero en un país en desarrollo. La integración innovadora es sabiduría práctica en este complejo mundo de culturas, tecnologías y perspectivas.

¿Qué requiere la integración innovadora?

La integración innovadora de medios y herramientas adopta varias posturas para los innovadores. En primer lugar, requiere hacer hincapié en la propia situación. Aplicar teorías derivadas de modelos ajenos puede no ser realista. Según Michael Fullan, la base principal de la acción consiste en hacer hincapié en el propio contexto de las realidades antes de adoptar las sugerencias de otros profesionales.[11]  Un enfoque contextualizado de la innovación toma en consideración las realidades dadas de forma natural.

En segundo lugar, requiere escuchar voces nuevas y diversas. Como señalan Schein y Schein, la calidad de la conversación es la variable clave para cambiar las culturas y prácticas organizativas, en el sentido de que las decisiones basadas en diversas fuentes de información elevan la pertinencia general del liderazgo para la innovación.[12]  Recabar información de diversas fuentes es una habilidad de liderazgo clave para provocar cambios y transformación.

En tercer lugar, requiere un aprendizaje profundo y continuo. Ted Esler afirma que es un mito creer que la innovación es cosa de genios inventores. Destaca la importancia de que los profesionales ordinarios sean aprendices curiosos a pesar de que muchos gerentes desalientan la curiosidad.[13]  Sugiere un análisis cronológico de la propia carrera ministerial por parte de un líder para una adecuada autocomprensión que lleve a cambiar enfoques en el ministerio.[14]

En cuarto lugar, es necesaria la colaboración interna y externa. Las innovaciones no las desarrollan genios en solitario ni se desarrollan en redes cerradas, sino a través de relaciones de trabajo conectadas, a menudo derivadas de «lo posible adyacente», no de fuentes lejanas o exóticas.[15]  La diversidad es necesaria en el sentido de que la innovación es el resultado de sintetizar ideas de distintos ámbitos simultáneamente en muchos casos, lo que exige en la práctica la colaboración de personas diversas.[16]

Conclusión

Para entender la innovación necesitamos un enfoque integral e integrador. La innovación no es solo un término técnico, sino social, que abarca todos los ámbitos de las actividades sociales.[17]  Entender el proceso de innovación como una síntesis acumulativa proporciona un microfundamento que pone de relieve el “carácter de continuidad” de su proceso en términos prácticos.[18]  Una de las implicaciones más importantes de esta comprensión integral y detallada de la innovación es la necesidad de colaborar con personas de distintas disciplinas, sectores, generaciones y procedencias. Aprendamos nuevas ideas unos de otros al cruzar fronteras en nuestros contextos ministeriales.[19]

Endnotes

  1. Scott Cormode, The Innovative Church: How Leaders and Their Congregations Can Adapt in an Ever-Changing World (Michigan: Baker Academic, 2020), 3, 34, Kindle.
  2. Cormode, The Innovative Church, 32.
  3. Jan Nederveen Pieterse, Globalization and Culture: Global Mélange (Lanham: Rowman & Littlefield, 2019), x.
  4. Pieterse, Globalization and Culture, 57, 59, 76, 81.
  5. Ibid, 94.
  6. Definition of the Fourth Industrial Revolution by Klaus Schwab ‘The Fourth Industrial Revolution: What It Means, How to Respond,’ World Economic Forum 2016 Annual Meeting, www.weforum.org/agenda/2016/01/ the-fourth-industrial-revolution-what-it-means-and-how-to-respond.
  7. Please refer to my previous article, ‘Missions from Korea 2017: The Fourth Industrial Revolution and Missions,’ International Bulletin of Mission Research Vol. 41(2) (February 2017): 124, https://doi.org/10.1177/2396939317693991.
  8. John W. Creswell and J. David Creswell, Research Design: Qualitative, Quantitative, and Mixed Methods Approaches (Fifth Edition) (Los Angeles: SAGE, 2018), 10-11.
  9. Ted Esler, The Innovation Crisis: Creating Disruptive Influence in the Ministry You Lead (Chicago: Moody Publishers, 2021), 114, 245.
  10. Peter F. Drucker emphasizes that innovation has to be handled by ordinary human beings, adding that anything too clever in design or execution is almost bound to fail. Peter F. Drucker, Innovation and Entrepreneurship (New York: Harper, 1985), 136.
  11. Michael Fullan, Change Leader: Learning to Do What Matters Most (San Francisco: Jossey-Bass, 2011), 21.
  12. Edgar H. Schein & Peter A. Schein, The Corporate Culture Survival Guide (Third Edition) (Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, 2019), 91.
  13. Esler, The Innovation Crisis, 108, 235.
  14. Ibid, 248.
  15. Fullan, Change Leader, 98-100.
  16. Cormode, The Innovative Church, 156; Esler, The Innovation Crisis, 187, 259.
  17. Drucker, Innovation and Entrepreneurship, 33.
  18. Raghu Garud and M. Turunen, ‘Microfoundations of Innovation as Process: Usher’s Cumulative Synthesis Model,’ in The Oxford Handbook of Organizational Change & Innovation (Second Edition), eds M. S. Poole and A. H. Van de Ven (Oxford: Oxford University Press, 2020), 583, 599, 600.
  19. Nota del editor: Ver el artículo “Una mentalidad de innovación y emprendimiento en la misión” por Paul Dzubinski, en el Análisis Mundial de Lausana, septiembre 2017, https://lausanne.org/es/contenido/aml/2017-09-es/una-mentalidad-de-innovacion-y-emprendimiento-en-la-mision, https://lausanne.org/es/contenido/aml/2017-09-es/una-mentalidad-de-innovacion-y-emprendimiento-en-la-mision.

Biografía del autor

Steve Sang-Cheol Moon

Steve Sang-Cheol Moon es un misionólogo coreano que es el fundador y director general de Charis Institute for Intercultural Studies (www.ciis.kr). Su principal enfoque ministerial es facilitar la investigación misionera en todo el mundo. Ocasionalmente imparte clases de misionología en varias universidades y seminarios cristianos de todo el mundo. Es miembro del Consejo Asesor Editorial del Análisis Mundial de Lausana.