¿Quién sigue después de Billy Graham?

La red mundial que lleva adelante un legado de evangelización

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Los tiempos han cambiado desde mediados del siglo XX, cuando el evangelista, niño mimado de los medios y fundador del Movimiento de Lausana, Billy Graham, llegó a más de 214 millones de personas a través de sus cruzadas en todo el mundo. Hoy en día, algunos cristianos se muestran confusos o incluso se han vuelto cínicos con relación al concepto de evangelización y, especialmente en Occidente, la palabra “evangélico” a veces está ligada a consideraciones políticas. ¿Ha desaparecido el papel mismo del evangelista con Billy Graham? ¿Cuál es el lugar del evangelista y la evangelización en el mundo de hoy? Dos años atrás, líderes de todo el mundo se reunieron para abordar estas preguntas en Wittenberg, Alemania.

Era el 500 aniversario de la Reforma y, ​​en la misma ciudad donde Martin Luther clavó sus 95 Tesis en la puerta de la iglesia, Emmanuel Kwizera se unió a otros 90 participantes cuidadosamente seleccionados en un encuentro no convencional organizado por el Movimiento de Lausana: sin oradores programados ni resultados predeterminados.

Como líder principal de African Enterprise y catalizador de la Red de Evangelización de Proclamación de Lausana, Kwizera estaba sentado en una mesa con otras personas con una pasión similar por la evangelización. Entre ellos estaban Raphael Anzenberger de Francia, Emma Brewster de Sudáfrica y Kevin Palau de los Estados Unidos, hijo del evangelista Luis Palau. Como actual presidente de la Asociación Luis Palau, Kevin ha ayudado a coordinar cientos de campañas de evangelización de ciudades enteras en los cinco continentes.

“Era la primera vez que me encontraba con Kevin. Conocía a la organización de Luis Palau, porque habían venido a África y habían realizado algunos eventos, pero nunca antes habíamos tenido conversaciones formales”, recuerda Kwizera. “En la mesa, comenzamos a hablar sobre lo que se necesitaba en la evangelización mundial”.

Kwizera destaca la novedad de esas discusiones de Wittenberg. “Fue algo importante, porque a los evangelistas y los ministerios evangelísticos tradicionalmente les gusta trabajar solos. Por lo general, cuentan con una única celebridad y trabajan en eventos aislados a gran escala. Pero, en Wittenberg, hablamos sobre cómo nos necesitábamos mutuamente, necesitábamos colaborar, para que la evangelización se acelerara a nivel mundial. Para mí, eso fue muy hermoso”.

Poco después de esa primera mesa de discusión, Kwizera y Palau decidieron tomar un café juntos. Se sentaron cerca del auditorio y hablaron durante horas, y al final de su tiempo juntos, habían fijado una reunión para el año siguiente en las oficinas de Luis Palau, en Portland, EE.UU. Fue allí, al final de dos días junto con varios otros evangelistas destacados, donde nació la Red Mundial de Evangelistas.

“No somos una institución, sino una red de redes”, dice Kwizera. “Estamos enfocados en conectar y equipar a evangelistas en todo el mundo para proclamar las buenas nuevas y equipar a otras personas para que hagan lo mismo. Cuanto más trabajemos juntos, más efectivo será el ministerio de los evangelistas”. La red reúne a algunos de los ministerios evangélicos y evangelísticos más grandes del mundo, incluida la Asociación Luis Palau, African Enterprise, la Red de Evangelización de Proclamación de Lausana, Global Evangelists’ Forum, City Gospel Movements, Christ for All Nations (CFaN) y otros.

Pero, ¿qué es exactamente “el ministerio de los evangelistas”, y por qué lo necesitamos? Según la Red de Evangelización de Proclamación de Lausana, “La predicación directa del evangelio, con la preparación y el seguimiento adecuados, está en el corazón de la verdadera evangelización”. O, como lo expresa El Compromiso de Ciudad del Cabo, “Debemos proclamar la verdad. La proclamación hablada de la verdad del evangelio sigue siendo de primordial importancia en nuestra misión. Esto no puede separarse del hecho de vivir la verdad. Las obras y las palabras deben ir de la mano” (II-A-1).

El debate sobre palabras y hechos se remonta tan atrás como al Primer Congreso Internacional de Evangelización Mundial de 1974, convocado por Graham. Pero el Movimiento de Lausana y los círculos evangélicos han afirmado desde entonces que una visión integral del evangelio no puede excluir la proclamación directa y clara del evangelio.

La palabra “evangelista” puede evocar, para algunos, el estereotipo del televangelista de cabello elegante o el predicador itinerante parado en una tarima improvisada, pero según Enson Lwesya de Malawi, los evangelistas de hoy vienen en muchas formas y tamaños diferentes, que incluyen: evangelistas de masas, que son “personalidades” destacadas, como Billy Graham; evangelistas acreditados, que han recibido capacitación teológica o reconocimiento oficial de su llamado por parte de la iglesia; evangelistas laicos, los trabajadores a menudo silenciosos o invisibles en las congregaciones; y testigos, que incluyen a todos los creyentes que están llamados a compartir la esperanza que tienen a un mundo necesitado.

Cualquiera sea el tipo, para líderes como Kwizera, es vital que el papel titular de evangelista sea claramente reconocido como uno de los ministerios de la iglesia. “Así como necesitamos pastores, maestros, profetas y apóstoles, necesitamos evangelistas”, dice. “Los evangelistas existen para capacitar a la iglesia en la evangelización y para pensar estratégicamente sobre cómo la evangelización encaja en el panorama más amplio de la iglesia. Piensan en la evangelización. Sueñan con la evangelización. Traen avivamiento, reforma y cambio. Mientras una iglesia no tenga ese ministerio, hay un vacío, un problema; significa que a esa iglesia le falta parte de su cuerpo”.

El deseo de acelerar la evangelización para la misión mundial a través de la movilización y capacitación de evangelistas locales es un concepto que enfatizó el propio Graham. En 2000, Graham reunió la cantidad asombrosa de 10.287 evangelistas para una conferencia de nueve días en Ámsterdam, tres cuartos de los cuales provenían del mundo mayoritario. Cuando se le preguntó sobre el propósito de Ámsterdam 2000, Graham dijo que lo había organizado para preparar a sus sucesores.

“Estratégicamente, creo que Billy Graham deseaba inspirar a muchísimos evangelistas a continuar su trabajo”, dice Kwizera. “Entonces, ¿quién sigue después de Billy Graham? Son miles de evangelistas locales involucrados en la evangelización. Ya no se trata de “gigantes” individuales o celebridades, sino de construir sobre el ministerio de Graham para tener miles de evangelistas locales”.

Kwizera espera con mucha expectativa diciembre de 2020, en Nairobi, Kenia, cuando se realizará un gran congreso para evangelistas africanos, Proclaim 2020 (P2020), como seguimiento de Ámsterdam 2000 para conectar, equipar, mentorear y colaborar con la próxima generación de evangelistas Más de 17 organizaciones evangelísticas se han inscrito para participar del congreso Proclaim 2020 con una visión a largo plazo de iniciar redes de evangelistas en los 54 países africanos.

Kwizera, como ruandés, también se centra en los esfuerzos de evangelización en África. Cita las conexiones formadas en el Tercer Congreso de Lausana de 2010 en Ciudad del Cabo como catalizadoras para la evangelización del continente. “Durante los preparativos para el congreso, se formó Mission Africa”, dice Kwizera. “Pronto comenzamos a trabajar juntos con ministerios evangelísticos locales y mundiales, como Pulse Movement, fundado por Nick Hall, el Equipo Internacional de Ravi Zacharias en África, GoodWord Partnership, Campus pour Christ, Shine International y otros, con una pasión para llevar adelante la obra de evangelista para nuestra generación”.

Ahora, como siguiente paso importante, Kwizera espera con mucha expectativa diciembre de 2020 en Nairobi, Kenia, cuando se realizará un gran congreso específicamente para evangelistas africanos, Proclaim 2020 (P2020), como seguimiento de Ámsterdam 2000 para conectar, equipar, mentorear y colaborar con la próxima generación de evangelistas. Más de 17 organizaciones evangelísticas, incluidas muchas de las mencionadas anteriormente, se han inscrito para participar del Congreso Proclaim 2020 con una visión a largo plazo de iniciar redes de evangelistas en los 54 países africanos.

Clave para P2020, y para cada encuentro de Lausana, es el énfasis en las amistades del evangelio. Kwizera menciona que Billy Graham, Luis Palau y Michael Cassidy, líder de African Enterprise y uno de los copresidentes honorarios de Lausana, tenían amistades que se remontaban al Congreso de Lausana de 1974. “Esta es la próxima generación de amistades”, dice Kwizera. “Kevin, yo y la Red Mundial de Evangelistas. Todos los cuales se encontrarán en P2020. Somos la próxima generación que llevará adelante la visión de llevar el evangelio a cada persona”.

Si bien los tiempos han cambiado, no ocurre lo mismo con la prioridad de la evangelización en el llamado de la iglesia; y, al igual que cuando Graham reunió a influenciadores, en el espíritu de amistad y humildad, para el primer congreso de Lausana, es la colaboración, no la celebridad individual, lo que impulsa la evangelización de hoy. Puede que ya no haya una celebridad mundial destacada como Billy Graham, pero en estadios y grupos pequeños, en iglesias y cafeterías, la multitud de testigos que proclaman el evangelio de Jesucristo está más viva y es más necesaria ahora que nunca.

Ore con nosotros

Por Emmanuel Kwizera

Gracias, Señor, por los hombres y mujeres fieles que has usado antes que nosotros para proclamar el evangelio. Creemos que el siguiente capítulo nos pertenece. Mantén nuestro corazón enfocado para hacer la obra de evangelista. Oh Señor, levanta a la próxima generación de evangelistas en todo el mundo, conéctanos y equípanos para llevar a cabo la Gran Comisión.

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Sara Kyoungah White es la editora principal y estratega de contenidos del Movimiento de Lausana.