Global Analysis

Reseña del número de marzo de 2020

David TaylorDavid Taylor Mar 2020

Bienvenido al número de marzo del Análisis Mundial de Lausana, también en inglés y portugués y, por primera vez, en francés. Esperamos sus comentarios.

En este número, exploramos el liderazgo de siervo según fue ejemplificado por Jesús, sugiriendo principios para la misión mundial del siglo XXI; preguntamos cómo podemos relacionarnos con los sijes, seguidores de la quinta mayor religión mundial; consideramos el cuidado de la creación como parte de la misión de la iglesia a la luz de los incendios de Amazonia; y examinamos el terrorismo mundial desde una perspectiva africana, preguntando cómo debemos entenderlo y responder a él.

“El liderazgo de siervo es una paradoja, un oxímoron. Es la controvertida fusión de aparentes opuestos —un siervo y un líder— lo que produce el líder por excelencia”, escribe Mary Ho (Líder Ejecutiva Internacional de All Nations). En este siglo XXI mundial, los líderes y obreros de las misiones no solo abordan situaciones lineales sino también dilemas complejos. El liderazgo de siervo es el modelo de liderazgo universal atemporal para abordar los problemas de este siglo complejo. Todo el mundo puede convertirse en un líder-siervo. Además, los líderes-siervos provienen de todas las culturas, y son efectivos para llegar a personas de todas las culturas y religiones. Si bien todas las culturas y religiones pueden mostrar aspectos del liderazgo de siervo, Jesucristo es la personificación máxima de un líder-siervo. Los expertos han identificado siete aspectos binarios polarizados del liderazgo de siervo que abordan todos los dilemas interculturales. Aunque estas dimensiones no son abiertamente espirituales, Jesús ejemplifica cada una de ellas. Jesús dio el mayor salto cultural de la historia, desde la divinidad celestial a la humanidad terrenal. Integró perfectamente los estilos de liderazgo compuesto de un líder-siervo. En la Última Cena, Jesús estableció una nueva hipercultura que trascendía todas las culturas al exhortarnos: “Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros” (Jn 13:14). Esa noche, nos ordenó que nos amáramos los unos a los otros, no simplemente como nos amamos a nosotros mismos, sino como él nos ama. “Es insondable, pero es la cultura trascendente dilemática del liderazgo de siervo”, concluye.

“Los sijes son seguidores del sijismo, una religión monoteísta fundada en Punyab, India, en 1469, por Gurú Nanak Dev”, escribe Sadiri Joy Tira (Coordinador del Grupo Estratégico de Lausana sobre la Diáspora Norteamericana). Hoy, el sijismo es la quinta religión más grande del mundo. Se estima que hay 27 millones de seguidores del sijismo en India y en todo el mundo. Aunque la mayoría de los sijes se encuentran en Punyab y otros estados del norte de la India, un gran número se encuentra en la diáspora. A diferencia de los hindúes, que son politeístas, los sijes, como los cristianos, son monoteístas. Además, como el cristianismo, el sijismo enseña que todos los humanos son creados iguales y hace hincapié en una vida de adoración, disciplina y servicio. Estos puntos comunes proporcionan puentes para la discusión y la construcción de relaciones. En los últimos años, ha habido cada vez más informes de sijes que han decidido seguir a Jesús en India y en las comunidades de la diáspora. Para el impacto del reino, donde hay sijes, los creyentes deben relacionarse con ellos y llevarlos al “gurú supremo”, Jesucristo. Tira escribe: “Al terminar mi mandato como catalizador de Diásporas del Movimiento de Lausana, tuve una gran alegría recientemente al ver el abrazo de los sijes por parte del Movimiento, evidenciado en el apoyo a la primera Consulta Mundial sobre Sijes patrocinada por el Movimiento de Lausana”. La “invitación a la oración” de la consulta por el pueblo sij sería un buen punto de partida para tratar de relacionarse con los sijes en la evangelización por la amistad. Dios ha orquestado la plantación de la “semilla” en los corazones de muchos sijes en India y en los que están dispersos fuera de su tierra natal. Debemos ser valientes y persistentes en nuestro ministerio a ellos. “La iglesia mundial debe abrir sus puertas, extendiendo hospitalidad y amistad”, concluye.

“Los incendios de Amazonia en la estación seca de 2019 atrajeron la atención de líderes políticos y organizaciones eclesiásticas de todo el mundo”, escribe Tim Carriker (disertante en numerosas instituciones teológicas brasileñas). Sin embargo, estos incendios de Amazonia, que aún continúan, son solo una parte de una red extremadamente compleja de sucesos relacionados con una creciente crisis planetaria. El papel ambiental que juega Amazonia no solo es crítico para los patrones climáticos regionales, sino también en la regulación del clima de la tierra. Como tal, los incendios plantean preguntas importantes acerca de una respuesta cristiana apropiada. El mundo reaccionó enérgicamente a los incendios. Hubo protestas en muchas ciudades del mundo, así como horror y consternación por las políticas medioambientales del presidente brasileño Jair Bolsonaro. Sin embargo, hay dos reacciones contrarias ante los incendios. Por un lado, están los que defienden un planeta sostenible para la supervivencia futura de la civilización humana. Por el otro, están quienes defienden el derecho de exploración de los recursos naturales. El choque no es menor dentro de la comunidad cristiana, lo que complica profundamente la posibilidad de una respuesta cristiana unida. Aun así, debemos buscar algunas pautas bíblicas, independientemente de los puntos de vista escatológicos de cada uno, y se indican algunas perspectivas que deben ser consideradas. La acción más estratégica para resolver los efectos a largo plazo de los incendios y la deforestación de Amazonia es la movilización de las iglesias locales y las organizaciones cristianas para plantar árboles. “Las iglesias y las organizaciones cristianas pueden desempeñar su papel en programas piloto y promover iniciativas comerciales y gubernamentales a nivel local e internacional para hacer lo mismo”, concluye.

“El terrorismo es un problema mundial monstruoso en nuestro tiempo”, escribe Wanjiru Gitau (becaria de investigación senior en St. Thomas University). La transmutación de grupos, como Al Qaeda e ISIS, en grupos regionales, como Boko Haram en Nigeria y Al-Shabab en África Oriental, representa un desafío para los gobiernos y las comunidades locales, incluidas las iglesias, ya que los cristianos siguen siendo un objetivo fundamental. Los cristianos necesitan estar mejor preparados, en particular como comunidades eclesiásticas. En Nairobi, por ejemplo, casi todas las iglesias de la ciudad están protegidas por seguridad armada. Algunas iglesias han construido barreras blandas adaptables en las entradas, mientras que los ujieres y los encargados de dar la bienvenida los domingos están capacitados para estar atentos a la seguridad. Los cristianos son atacados a menudo porque son un blanco fácil, mientras que el terrorismo islamista está a menudo dirigido en realidad contra otros enemigos percibidos. Esto no implica restar importancia o negar situaciones de persecución real contra cristianos. Pero, en general, en el caso de los ataques terroristas, los cristianos son un objetivo sustitutivo. La verdad respuesta al terrorismo yace en el poder de la sociabilidad. En muchas partes del mundo, las personas que son diferentes en su visión del mundo, religión e idioma, han vivido lado a lado durante mucho tiempo. Esta es una oportunidad para que los cristianos de todas partes se preocupen por conocer a vecinos musulmanes, en un redescubrimiento del ministerio de la encarnación. La encarnación no siempre se trata de una conversión directa. “Es eso, pero también tiene que ver con discernir el testimonio de la vida, el ejemplo, la amistad y la pura sociabilidad humana, confiando en que, en su providencia, Dios permitirá que estas relaciones encarnadas se transformen en influencias redentoras, en lugar de las influencias coercitivas y terroristas forjadas en el aislamiento”, concluye.

Esperamos que encuentre estimulante y útil este número. Nuestra meta en entregar análisis, información y perspectiva estratégicos y creíbles, para que, como líder, usted esté mejor equipado para la tarea de la evangelización mundial. Es nuestro deseo que el análisis de las tendencias y acontecimientos actuales y futuros lo ayuden a usted y a su equipo a tomar mejores decisiones acerca de la mayordomía de todo lo que Dios ha confiado a su cuidado.

Envíe por favor cualquier pregunta y comentario acerca de este número a [email protected]. El próximo número del Análisis Mundial de Lausana saldrá en mayo.

Author's Bio

David Taylor

David Taylor

David Taylor trabaja como editor del Análisis Mundial de Lausana. Es analista de asuntos internacionales con un enfoque particular en Oriente Medio. Ha estado durante 17 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del gobierno británico, la mayor parte de ellos centrado en Oriente Medio y el norte de África. Tras ello, pasó 14 años como editor en Oriente Medio y ayudante de editor del Daily Brief del Oxford Analytica. Ahora divide su tiempo entre el trabajo de consultoría para el Oxford Analytica, el Movimiento de Lausana y otros clientes, además de trabajar con Christian Solidarity Worldwide (CSW), Religious Liberty Partnership y otras redes sobre cuestiones de libertad religiosa internacional.