Available in: English | Português | Español |

Bienvenido al número de septiembre del Análisis Mundial de Lausana, que está disponible también en inglés y portugués. Esperamos sus comentarios y opiniones sobre su contenido.

En este número analizamos el descenso de Venezuela de la riqueza a la desesperanza, y cómo los cristianos pueden responder al desastre populista del país, consideramos el “Movimiento Caminar con Jesús”, que busca responder a la crisis de la iglesia coreana producto de los desafíos de la secularización, analizamos las lecciones que podemos aprender de la “iglesia desaparecida” en el norte de África, que incluyen la necesidad de unidad en la diversidad, y abordamos el fenómeno mundial de la vergüenza y cómo Cristo es la respuesta.

“La historia reciente de Venezuela representa el desarrollo de una tragedia fáustica”, escribeWolfgang Fernández, Director de Next Step. Una nación con recursos inmensos, cuyo pueblo ha vivido como si la fiesta no tuviera fin, se encuentra ahora con algunos de los problemas más complicados que puede tener un país. La mayoría de los venezolanos básicamente solo intentan sobrevivir, y se ha producido un éxodo sin precedentes. Al dispersarse los venezolanos, surgen nuevas oportunidades para que sean usados por el Señor para bendecir a las naciones. Además, los expatriados están enviando en forma privada alimentos, suministros de emergencia y dinero para apoyar a sus familias y otros. La crisis ha permitido a otros que han tomado la decisión valiente de quedarse en el país explorar nuevas formas de llevar esperanza a un pueblo maltrecho, comenzando por grupos de creyentes que ejemplifican los valores del reino de Dios. Necesitamos equipar a nuestros hermanos venezolanos para suplir necesidades, dando manos y pies al evangelio. La nación necesita desesperadamente alimentos y ayuda humanitaria, pero también la sal y la luz del reino. Hay mucho trabajo por hacer y necesitamos que la comunidad mundial nos ayude de manera práctica donde sea posible y que ore para que surjan personas de paz. “Con fervor profético, debemos difundir por todas partes las atrocidades que se están cometiendo en este país. Y, con corazones misericordiosos, trabajemos junto con nuestros hermanos y hermanas venezolanos para llevar una esperanza renovada a su nación”, concluye Fernández.

“La iglesia coreana ha logrado un crecimiento cuantitativo tremendo desde la década de 1980, pero con un foco muy escaso en el crecimiento cualitativo”, escriben Kisung Yoo (pastor principal de Good Shepherd Church en Seongnam, Corea del Sur) y Paul Sung Noh (misionero y estudioso de misiones). Una incapacidad de encontrar la semejanza a Cristo está en el corazón de la crisis de la iglesia coreana hoy, y es la razón por la cual comenzó el Movimiento Caminar con Jesús (WJM). El WJM, que está creciendo rápidamente en las iglesias coreanas y otras iglesias asiáticas, tiene como objetivo que las personas vivan cada momento con un sentido de la presencia de Dios y disfruten de intimidad con el Señor en la vida diaria. El WJM usa el diario espiritual como la herramienta clave para desarrollar un sentido de la presencia y la intimidad con el Señor. El uso de la informática para llevar el diario permite que las personas se comuniquen entre sí en el ciberespacio. El WJM puede ser una respuesta para la iglesia mundial a los desafíos de la secularización. Es una noticia sorprendente que cristianos en Seúl, que viven en una ciudad metropolitana altamente desarrollada y secularizada, han experimentado vivir con la presencia de Jesús y disfrutar de un caminar íntimo con él en su vida diaria. Como primer paso, el WJM buscó renovar las iglesias coreanas y ayudarlas a superar su crisis moral y espiritual. Se ha extendido ahora a Corea, Japón, China, Taiwán e Indonesia. A largo plazo, confiamos en que se extienda desde las regiones de Corea y de Asia para saciar la sed y el hambre espirituales de muchas iglesias en todo el mundo. “Estamos trabajando para permitir que las bendiciones del WJM estén disponibles para la iglesia mundial”, concluyen.

“En un momento dado, las mayores ciudades del imperio romano eran, además de Roma, Alejandría en Egipto y Cartago en la actual Túnez”, escriben Mons Gunnar Selstø (misionero con la Misión Luterana Noruega) y Frank-Ole Thoresen (Presidente de Fjellhaug International University College, Noruega). Estas ciudades se convirtieron también en bastiones para la iglesia cristiana. Los primeros pensadores cristianos, como Tertuliano, Cipriano y Agustín, nacieron todos en el norte de África y sirvieron en Cartago. Con una historia tan ilustre, uno podría verse desconcertado por el resultado de la expansión árabe en la región desde el siglo VII en adelante. Muchos estudiosos han luchado con la pregunta de por qué la iglesia no pudo resistir a los nuevos amos. Durante los 300 años que precedieron la expansión árabe en la región, se habían establecido dos iglesias separadas, y la línea divisoria entre ambas era cada vez mayor. Cada una estigmatizaba a la otra como falsa, y los esfuerzos de unidad siempre fracasaron. Esta división subraya una tensión importante entre la iglesia como una entidad mundial, y una entidad local y contextualizada. Además, varios estudios han demostrado cómo la conversión religiosa y el desarrollo religioso de diversos grupos han estado frecuentemente interrelacionados con una mayor dinámica sociopolítica y etnopolítica. Las experiencias de marginación étnica y cultural podrían desempeñar un papel importante en el fortalecimiento de la identidad étnica de un grupo, en oposición al dominador. La historia de la población bereber en el norte de África sigue este patrón, que ha sido identificado en varios otros contextos, incluso en los tiempos modernos. “Las iglesias en todo el mundo podrían beneficiarse de abrazar una ‘unidad en la diversidad’”, concluyen.

“Las redes sociales han dado un megáfono a todo el mundo, y pueden destruirse reputaciones en segundos con un tweet que se vuelve viral. Como resultado, todos nos estamos volviendo más sensibles a la vergüenza y a su poder”, escribe Simon Cozens (misionero con WEC International). Cuando nos sentimos avergonzados, queremos huir, escondernos, poner distancia entre nosotros y la situación o las personas que nos avergonzaron. No podemos quitar la vergüenza por nuestra cuenta, así que nos alejamos de la fuente de vergüenza. El bautismo como muerte y renacimiento es una poderosa imagen para las personas cuya vieja vida lleva la carga de la vergüenza. Además, la vergüenza es un problema de la comunidad. Ocurre porque derivo mi identidad de las personas que me rodean. Usted tal vez no pueda cambiar las opiniones, pero sin duda puede cambiar a las personas. Además de matar al viejo yo, el bautismo es, también, la entrada a una nueva comunidad, la comunidad del pueblo de Dios. El evangelio nos da una nueva sociedad, una nueva familia, y en nuestra nueva familia somos aceptados sin vergüenza. Podemos ver, a partir de esto, que la iglesia misma tiene un papel clave a jugar en la solución de Dios para la vergüenza. Cristo da una vida flamante a la persona que sufre vergüenza. La iglesia le da un ámbito flamante donde vivir. “Cuando se unen estas dos cosas, la auténtica libertad es posible”, concluye.

Esperamos que encuentre estimulante y útil este número. Nuestra meta en entregar análisis, información y perspectiva estratégicos y creíbles, para que, como líder, usted esté mejor equipado para la tarea de la evangelización mundial. Es nuestro deseo que el análisis de las tendencias y acontecimientos actuales y futuros lo ayuden a usted y a su equipo a tomar mejores decisiones acerca de la mayordomía de todo lo que Dios ha confiado a su cuidado.

Envíe por favor cualquier pregunta y comentario acerca de este número a [email protected]. El próximo número del Análisis Mundial de Lausana saldrá en noviembre.

David Taylor

David Taylor trabaja como editor del Análisis Mundial de Lausana. Es analista de asuntos internacionales con un enfoque particular en Oriente Medio. Ha estado durante 17 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del gobierno británico, la mayor parte de ellos centrado en Oriente Medio y el norte de África. Tras ello, pasó 14 años como editor en Oriente Medio y ayudante de editor del Daily Brief del Oxford Analytica. Ahora divide su tiempo entre el trabajo de consultoría para el Oxford Analytica, el Movimiento de Lausana y otros clientes, además de trabajar con Christian Solidarity Worldwide (CSW), Religious Liberty Partnership y otras redes sobre cuestiones de libertad religiosa internacional.