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Bienvenido al número de marzo del Análisis Mundial de Lausana, que está disponible también en inglés y portugués. Esperamos sus comentarios y opiniones sobre su contenido.

En este número examinamos la crisis de agua de India y preguntamos cómo los cristianos pueden ser parte de la solución, consideramos cómo un modelo organizacional mundial, comparado con un modelo internacional, puede ser de ayuda en la tarea inconclusa de alcanzar a los no alcanzados, preguntamos qué significa vivir en integridad mundial y analizamos las dificultades de la estrategia de la gracia con los musulmanes, y la necesidad de equilibrar la gracia y la verdad.

“El acceso al agua dulce se está volviendo crítico en partes de Asia y África”, escriben Atul Aghamkar (director de National Centre for Urban Transformation) y Ken Gnanakan (fundador de ACTS Group of Institutions). Las razones de la escasez de agua en India incluyen el calentamiento global y el cambio climático, el crecimiento de la población y la urbanización, las demandas de la agricultura, la creciente demanda de electricidad y aumentos en la demanda industrial de agua. En India, existen conflictos por el agua en diferentes niveles, desde peleas junto al pozo de la aldea hasta disputas interestatales por el agua. Los problemas principales incluyen la opresión religiosa y de castas, las demandas de acceso equitativo al agua potable, diques y desplazamiento de personas y la privatización del agua. Algunas organizaciones cristianas ya han comenzado a responder a la crisis del agua en el centro de India, pero la iglesia en India necesita abordar conscientemente y denunciar el acceso y uso injustos del agua por los poderosos y defender los derechos equitativos al agua. El sur de Asia, particularmente India, enfrenta una aguda escasez de agua. La falta de acceso al agua potable, el hambre, las enfermedades y los problemas sanitarios están todos interconectados. El crecimiento de la urbanización pronto hará que estos retos sean cada vez más inmanejables. Solo una buena y responsable gobernanza y la determinación individual producirán el cambio tan necesario. “La iglesia en India tiene una gran oportunidad de tomar la iniciativa, en cooperación con la iglesia mundial, para inaugurar proyectos que no solo aborden el problema del agua sino también provean soluciones duraderas a la crisis del agua, en línea con su compromiso de demostrar un amor como el de Cristo a los afectados”, concluyen.

“Entre 1910 y 2010, la cantidad de misioneros creció de 62.000 a 400.000.  Sin embargo, a pesar de este aumento, las agencias de misión y de desarrollo aún luchan por alcanzar a los no alcanzados con el evangelio”, escribe Ben Thomas (director de Kigali International Community School). El autor sostiene que una de las razones clave para esto es que muchas organizaciones están operando desde un modelo internacional, en vez de un modelo mundial. Las organizaciones mundiales son más efectivas en representar la diversidad del cristianismo mundial, y es más probable que alienten la contextualización local del evangelio. Las organizaciones mundiales operan en múltiples países, a menudo con una estructura matricial, en la que cada filial comparte información y pericia deliberadamente con otras y con la sede central, y aprenden una de otra cómo servir mejor a sus integrantes en cada país. Las ideas y prácticas se comparten a través de las fronteras. Los integrantes y los líderes del Sur global deben ser escuchados, ya que son los que están más cerca de los retos de las personas no alcanzadas. Los procesos de cooperación intencionales son vitales para la capacidad de aprendizaje de una organización. Cada líder y organización debería considerar hacer un breve autoestudio para determinar si son mundiales o internacionales. ¿Cuál es aquella área en la que pueden avanzar para ser más mundiales? “Como resultado de implementar algunos de los principios de liderazgo mundial que se mencionan arriba, que más hindúes, musulmanes, budistas y otras personas que aún no son creyentes lleguen a conocer a Jesús a través de relaciones personales con seguidores de Cristo”, concluye.

“¿Cuánta integridad tiene usted? Si es como la mayoría de las personas, su respuesta será categórica: ‘¡mucha!’”, escriben Kelly y Michele O’Donnell (psicólogos consultores con Member Care Associates). Pero las autoevaluaciones de integridad pueden verse seriamente influenciadas por nuestras distorsiones autocomplacientes: a saber, racionalizando las inconsistencias entre nuestros valores presuntos y nuestras acciones reales. Este artículo destila algunas de las lecciones que los autores han aprendido a lo largo de 15 años de promover la integridad y confrontar la corrupción. ¿Por qué nos cuesta vivir de acuerdo con nuestra aspiraciones morales y éticas? Reflexionan sobre la realidad de la disfunción y la desviación, destacan el problema del autoengaño, describen recursos contra la corrupción y llaman a la comunidad iglesia-misión (CMC) a un movimiento de integridad mundial caracterizado por la rectitud y la pertinencia. La integridad mundial es totalidad moral en todos los niveles de nuestro mundo. Vivir en integridad mundial es esencial para compartir las buenas nuevas y las buenas obras entre todos los pueblos. Nuestra identidad común y responsabilidad compartida como cristianos que somos ciudadanos mundiales puede ser aprovechada para integrar la integridad a los niveles individual-institucional-internacional, y todo lo que está en el medio. Es un tiempo propicio para invertir en la integridad mundial a través de un movimiento de integridad mundial, creciente y sostenible. La integridad mundial exige una reflexión continua y honesta en todos los niveles. Como el carácter y la virtud en la que está incorporada, es refinada en el caldero de los duros retos y elecciones de la vida. Nosotros somos la luz —o la oscuridad— del mundo. “Podemos ser claves para influenciar la integridad moral para todo un mundo”, concluyen.

“La ‘estrategia de la gracia’ hacia los musulmanes … representa los atributos más nobles de la fe cristiana”, escribe Jenny Taylor (escritora, periodista, consultora). Sin embargo, es una estrategia que solo puede emerger de la verdad. Todo lo demás abarata el costo. Una capacidad con ojos bien abiertos para enfrentar y relacionarnos con “el lado oscuro” del islam es nuestro llamado misionero en una cultura demasiado acostumbrada a su comodidad. Sin embargo, está resultando difícil equilibrar la verdad con la gracia. Prevalece una tendencia homogeneizadora en la cultura occidental. Todas las creencias no son iguales, y sus devotos están expuestos a influencias enormemente disonantes que podemos pasar por alto con demasiada facilidad, especialmente si caemos en la trampa de “anglicanizar” el islam. Otros, menos bondadosos, lo llaman “colonialismo”, y atribuyen al islam y a sus seguidores motivos y formas que colonizan sus mundos pensantes, haciendo que les resulten familiares y, por lo tanto, cómodos para manejar. Con el islam disperso ahora por todo Occidente, debemos tomar conciencia del belicismo total y constante por parte de los salafistas-yihadistas, ya que el temor que causa, especialmente a los musulmanes mismos, infecta a la población más amplia. La “estrategia de la gracia” hacia los musulmanes reconoce el uso de las escrituras para controlar y aterrorizar, mientras que simultáneamente discierne la necesidad espiritual de los musulmanes individuales, y los desafía con la libertad del temor que Cristo promete en las escrituras que Mahoma mismo ordenó respetar. “Las buenas nuevas de Jesús son el único antídoto al temor y el odio que el islam justifica en ocasiones. La posibilidad de un esfuerzo auténtico y valiente por alcanzar a los musulmanes está disponible”, concluye.

Esperamos que encuentre estimulante y útil este número. Nuestra meta en entregar análisis, información y perspectiva estratégicos y creíbles, para que, como líder, usted esté mejor equipado para la tarea de la evangelización mundial. Es nuestro deseo que el análisis de las tendencias y desarrollos actuales y futuros lo ayuden a usted y a su equipo a tomar mejores decisiones acerca de la mayordomía de todo lo que Dios ha confiado a su cuidado.

Envíe por favor cualquier pregunta y comentario acerca de este número a [email protected]. El próximo número del Análisis Mundial de Lausana saldrá en mayo.

David Taylor

David Taylor trabaja como editor del Análisis Mundial de Lausana. Es analista de asuntos internacionales con un enfoque particular en Oriente Medio. Ha estado durante 17 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del gobierno británico, la mayor parte de ellos centrado en Oriente Medio y el norte de África. Tras ello, pasó 14 años como editor en Oriente Medio y ayudante de editor del Daily Brief del Oxford Analytica. Ahora divide su tiempo entre el trabajo de consultoría para el Oxford Analytica, el Movimiento de Lausana y otros clientes, además de trabajar con Christian Solidarity Worldwide (CSW), Religious Liberty Partnership y otras redes sobre cuestiones de libertad religiosa internacional.