Global Analysis

Una respuesta al problema de Boko Haram

John Azumah Nov 2014

El grupo armado nigeriano Boko Haram (que literalmente significa “la educación occidental está prohibida”) ha ido captando titulares con sus brutales ataques a las fuerzas de seguridad nigerianas, a pueblos, iglesias, mezquitas y colegios en inglés, así como asesinatos estratégicos de destacados clérigos musulmanes en el Noreste de Nigeria. El grupo ganó notoriedad internacional con el secuestro de 200 niñas de un colegio el 14 de abril de 2014 en Chibok, en el estado de Borno.

Entender quiénes son, cuál es su origen y qué es lo que pretenden, ha sido difícil por varios motivos, incluido el clima de miedo e histeria que han creado los ataques dentro de Nigeria y la naturaleza de la política nigeriana que crea y se alimenta de rumores y teorías conspiratorias.

Orígenes

Los orígenes del grupo parten de un grupo de jóvenes de la mezquita de Alhaji Muhammadu Ndimi en Maiduguri, en el estado de Borno al noroeste de Nigeria a mediados de los años 90. Mohamed Yusuf asumió el liderazgo del grupo en aquel momento. Yusuf era alumno de Ja’ far Mahmud Adam, un destacado clérigo Ahlus Sunna residente en Kano, y durante algún tiempo fue considerado el potencial sucesor de Adam.

Yusuf y Adam aparentemente se distanciaron hacia 2002 y Yusuf empezó a retirarse de la mezquita Ndimi para establecer su propia comunidad en un complejo nuevo en Maiduguri, desde donde lanzó lo que ha llegado a conocerse como “Boko Haram”. En la cúspide de las polémicas discusiones públicas entre Yusuf y Adam, este último fue abatido en 2007 durante las plegarias matinales dentro de una mezquita de Kano, aparentemente por órdenes de Yusuf.

Yusuf continuó movilizando y consolidando su grupo hasta julio de 2009 cuando, después de una confrontación con la policía, el complejo y la mezquita del grupo en Maiduguri fueron totalmente destruidos. El mismo Yusuf fue capturado por los militares y entregado a la policía, que al parecer, lo ejecutó. Mataron a algunos miembros y varios escaparon por los vecinos países de Níger y Camerún. Otros fueron a Argelia y Somalia para entrenarse en campos milicianos.  Abubakar Shekau, el segundo de a bordo de Yusuf, asumió el liderazgo y desde 2010 empezó una segunda ola de ataques brutales, aparentemente para vengar la muerte de Yusuf.

Conexiones extranjeras

Después de la muerte de Yusuf, Alqaeda en el Magreb islámico (AQIM) publicó una declaración de condolencia, ofreciendo entrenamiento y armas a los musulmanes nigerianos para luchar contra los cristianos.[1] En 2010 Shekau pidió la unidad de Alqaeda, Alqaeda en el Magreb, ISIS en Iraq y al-Shabab en Somalia. Sin embargo, parece que grupos como Alqaeda y AQIM pueden estar distanciándose por el secuestro de niñas en abril.

Las pruebas concluyentes que respalden la teoría de que Boko Haram recibe fondos del Golfo o de otras fuentes extranjeras son imprecisas, pero Adam y su organización en Nigeria sin duda recibieron fondos de un “trust” islámico de Londres. [2]

Ideología

La ideología de Boko Haram tiene cuatro características principales:

  • oposición a aspectos de la educación occidental;
  • oposición al moderno estado secular de Nigeria;
  • deseo de establecer un califato islámico en línea con el antiguo imperio islámico de Borno   que cubría parte de la Nigeria actual del noreste; y
  • uso de la violencia (Yihad militante) para conseguir sus objetivos.

En agosto de 2014, Boko Haram declaró un Califato Islámico en torno a la ciudad de Gwoza, en el noreste de Nigeria.

La ideología del grupo está enraizada en la historia islámica del norte de Nigeria. Joseph Kenny, un destacado católico romano especialista en el Islam en Nigeria, describe el Islam del norte de Nigeria como “firmemente reformista y separatista respecto a todo lo no islámico”.[3]

El término Boko es una palabra hausa que significa “falso, imitación o no auténtico”, que vino a aplicarse a la educación secular occidental dentro de Nigeria mucho antes de Boko Haram. La suspicacia hacia  la educación secular occidental en la sociedad musulmana del norte de Nigeria está por tanto profundamente enraizada y extendida. En palabras de un intelectual anónimo musulmán nigeriano, “la genealogía de Boko Haram viene en parte de las eternas actitudes negativa hacia la educación occidental entre los musulmanes de Nigeria del norte, y en parte de las tendencias Salafista-Wahhabi nigerianas originadas por las predicaciones de al-Shaykh Abubakar Mahmud Gumi. [4]

La posición del grupo respecto a la educación secular, está más matizada de lo que se refleja en los medios de comunicación:

  • Sobre la base de la tradición islámica, Yusuf denunció aspectos de conocimientos no-islámicos que contradicen al Corán y a la Sunna como haram (prohibidos).
  • Los colegios públicos son considerados haram debido a la mezcla de niños y niñas.

El grupo también rechaza la naturaleza secular de Nigeria como basada en kurf (incredulidad) y apela a los musulmanes para que emprendan la desobediencia civil contra el gobierno, se alejen de sus servicios e instituciones y los quiten del poder por la fuerza, si es necesario, para reemplazarlo por un gobierno islámico. Ve la educación occidental y el secularismo como una “conspiración camuflada” introducida por europeos en las sociedades islámicas para corromper la pura moral islámica y la religiosidad musulmana.

Otras influencias históricas

En estos baremos, Boko Haram no está solo. Gumi, discutiblemente la voz más dominante del Islam de Nigeria del norte en el siglo pasado, habló de la conspiración y naturaleza destructiva del sistema de educación legado por los colonialistas británicos quienes, dice, construyeron escuelas para enseñar la destructiva cultura occidental. Gumi enseñó también que las raíces de los enemigos sociopolíticos y económicos de Nigeria residen profundamente en el concepto de secularismo.

Otro factor que contribuyó al ascenso de Boko Haram es el legado yihadista que data de principios del siglo XIX cuando Uthman dan Fodio dirigió una insurgencia Fulani contra los entonces dirigentes Hausa musulmanes alegando que estos últimos no eran lo suficientemente islámicos:

  • Dan Fodio fundó una teocracia, el califato Sokoto, que estuvo bajo el mandato colonial británico de 1904 a 1960.
  • Mediante un mandato indirecto, los británicos mantuvieron el antiguo régimen y extendieron el mandato de emires musulmanes hasta grupos étnicos no musulmanes.
  • Investigadores occidentales han dado un tinte de romanticismo al Califato considerando que proporciona un gobierno islámico bueno y progresista, ignorando brutalidades inenarrables, esclavitud a gran escala, y un califato nada cohesionado al final del mandato colonial.
  • También se han unido a los yihadistas a la hora de tachar a los estudiosos musulmanes que se oponen a la Yihad de sobornables y corruptos, respaldando la interpretación yihadi como representativa de un Islam normativo y despreciando la cara no ideológica y no militar del Islam como “Islam mixto”, “Islam negro” o heterodoxo.
  • Prácticamente todos los musulmanes de Nigeria del norte han llegado a venerar a dan Fodio, mientras que los grupos radicales, incluido Boko Haram, son proclives a convertir en programas políticos el legado yihadista idealizado.[5]

Hechos recientes

Además, el golpe de 1966 que tuvo como resultado la muerte de líderes políticos musulmanes como el primer ministro nigeriano Abubakar Tafawa Balewa y el premier de la región del norte Ahmadu Bello, fue generalmente visto por los musulmanes del norte de Nigeria como un ataque cristiano del sur contra los musulmanes y el Islam. Sucesivos dictadores militares reprimieron los faccionalismos intra- musulmanes que para finales de los 70 llevaron a tensiones cristiano- musulmanas sobre debates en torno a la Corte Federal de Apelación Sharia, fuertemente contraria a los cristianos.

Los años 80 empezaron con violento conflictos internos entre los musulmanes, mientras que los últimos años 80 marcaron el principio de los disturbios y la violencia entre cristianos y musulmanes, la mayoría generados en campus universitarios entre grupos de estudiantes. Estos conflictos persisten y se incrementan en intensidad a lo largo de los 90 y a partir del año 2000. Son las “Décadas de Sangre” de Nigeria, con horribles actos de violencia cometidos por ambos lados.

A principios del 2000, los líderes Salafista- Wahhabi, incluidos Yusuf y Adam, estaban en primera línea de la agitación para la implementación comprehensiva de la Sharía en los estados del norte de Nigeria. El proyecto de la Sharía fue un fracaso abismal debido a  la justicia selectiva, la corrupción y los abusos del sistema, que llevaron a una pérdida de confianza pública y a la desilusión entre el liderazgo de los grupos activistas. Adam mismo renunció a su puesto en la dirección a la que se confió la implementación de la moral islámica en la vida pública en el estado de Kano. La desilusión por el fracaso contribuyó al surgimiento de grupos extremistas como Boko Haram.

Factores actuales

Boko Haram es capaz de explotar diversos problemas actuales para los fines tanto de reclutamiento como operativos, por ejemplo:

  • Instituciones locales, estatales y federales débiles;
  • Ampliación de la brecha entre ricos y pobres;
  • Un clima de rumores y de teorías conspiratorias;
  • Tendencia de los oficiales estatales y federales a negar o restar importancia a  la escala de atrocidades.
  • Fuerzas de seguridad incompetentes o no profesionales;
  • Corrupción rampante y conspiración por parte de la policía,
  • Pérdida de fe en el sistema de justicia; y
  • Una cultura de vigilantes armados e impunidad.

El éxito inicial del grupo fue apoyado por el patrocinio de políticos locales y hombres de negocios prominentes.

Implicaciones

Todos estos factores sirvieron como carburante (más que razones originarias) para el auge de Boko Haram, proporcionando un caldo de cultivo para que prendieran las semillas de fanatismo religioso. Confrontarlas drenaría el pus, pero no necesariamente trataría las causas de la infección.

Respuestas sugeridas

Los cristianos deben resistir la tentación de estereotipar y problematizar el Islam con argumentos como que los grupos como Boko Haram representan la verdadera cara del Islam:

  • Los textos legales del Islam dejan claro que la declaración de la Yihad es una prerrogativa de un dirigente legítimo de un estado islámico.
  • Las tácticas de Boko Haram de declarar a sus hermanos musulmanes incrédulos y asesinarlos fueron rechazadas de plano en el siglo XVII. Los Kharijitas que adoptaron estas creencias fueron suprimidos sin compasión como terroristas herejes.
  • Los líderes musulmanes del mundo han denunciado a Boko Haram como criminales y terroristas.

Sin embargo, más aún, la narrativa de que el Islam o el Corán o Mahoma es el problema, es fútil y resta poder. Si este es el problema, ¿cuál es la solución? ¿proscribir el Islam como religión o prohibir el uso del Corán?

Estereotipar a los musulmanes o criminalizar al Islam solo alienará a los  musulmanes y creará un ambiente de “nosotros” frente a “ellos”, que es exactamente lo que los yijadistas predican y quieren conseguir.

La presión sobre la iglesia nigeriana en general y sobre los cristianos en el norte de Nigeria en particular, es considerable. A corto plazo, los movimientos evangélicos como Lausana deben intentar colaborar con grupos locales ecuménicos internacionales y de distintas creencias en un esfuerzo por terminar con la violencia y tender puentes entre comunidades.

El ciclo de violencia ha extendido el trauma, miedo  y odio entre grandes porciones de cristianos del norte de Nigeria que ven el Islam como una amenaza existencial. Secciones del liderazgo y de la juventud cristiana se han radicalizado, y muchos han recurrido a la violencia y han llamado abiertamente a los ataques vengativos.

Para muchos cristianos del norte de Nigeria, y para la corriente carismática-pentecostal de la iglesia Nigeriana en particular, sería una ayuda el disponer de recursos y consejo para el cuidado profesional y pastoral. También sería una ayuda el tener reflexiones teológicas más profundas sobre un evangelio de la prosperidad muy extendido y que ofrece muy poco en términos de tratar con el sufrimiento, la persecución y la presencia cristiana en situaciones de conflicto.[6]

En último término, los grupos de “de-secularización” como Boko Haram pueden estar llamando a la comunión evangélica a una conversación largamente pospuesta sobre los efectos de la secularización de la sociedad y de la cultura sobre el compromiso religioso. En otras palabras, debe haber una conversación seria sobre lo que significa ser un ciudadano y un creyente en un estado de naciones plurales gobernado por una democracia secular.

Notas

  1. ‘North Africa Qaeda offers to Help Nigerian Muslims’, Reuters, 1 Febrero 2010, accessed 1 Octubre 2014, http://www.reuters.com/article/2010/02/01/ozatp-nigeria-qaeda-muslims-idAFJOE6100EE20100201.
  2. Andrea Brigaglia, ‘Ja‘far Mahmoud Adam, Mohammed Yusuf and Al-Muntada Islamic Trust: Reflections on the Genesis of the Boko Haram Phenomenon in Nigeria’, Annual Review of Islam in Africa 11 (2012): 35-44.
  3. Joseph Kenny, ‘The Spread of Islam in Nigeria: A Historical Survey’, accessed 1 Octubre 2014, http://www.dhspriory.org/kenny/Sist.htm.
  4. Anónimo, ‘The Popular Discourses of Salafi Radicalism and Salafi Counter-radicalism in Nigeria: A Case Study of Boko Haram’, Journal of Religion in Africa 42, 2 (2012): 120.
  5. John Azumah, The Legacy of Arab-Islam in Africa: A Quest for Inter-Religious Dialogue (Oxford: Oneworld Publications, 2001), 7-18.
  6. Nota del editor: Véase el artículo de Kwabena ASamoah- Gyadu titulado “El Evangelio de la prosperidad y sus retos para la misión en nuestro tiempo”, en el número de julio de 2014 de Lausanne- Análisis Global.

Author's Bio

John Azumah

John Azumah es consultor asociado del Movimiento de Lausana y catedrático asociado de Cristianismo Mundial e Islam en el Seminario Teológico Columbia de Decatur, Georgia (EE.UU.). John está especializado en el Islam y en las relaciones cristiano-musulmanas y ha publicado ampliamente en este campo, incluyendo “El legado árabe-islámico en África: una búsqueda del diálogo interreligioso”. “La fe de mi prójimo: el Islam explicado a cristianos”, dos volúmenes co-editados y varios artículos de revistas especializadas y capítulos de libros.

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