Bienvenido al número de enero de Lausanne Análisis Global. Bien esté planeando leer los artículos completos o únicamente los resúmenes de ejecutivo, esperamos que este número le resulte estimulante y útil. Nuestra aspiración es la de proporcionar un análisis estratégico y creíble, información y reflexión, para que como líder esté mejor equipado para la tarea a de la evangelización mundial. Es nuestro deseo que el análisis de las tendencias actuales y futuras y su desarrollo, le ayude a usted y a su equipo a tomar mejores decisiones sobre la administración de aquello que el Señor ha confiado a su cuidado.
En este número examinamos el azote que supone el tráfico de seres humanos, un tema crítico en nuestros días, y analizamos cómo la iglesia puede desempeñar su papel a la hora de afrontar esta forma de esclavitud y ayudar a las víctimas. Evaluamos también la importancia de que los ministerios cristianos se impliquen más deliberadamente en los medios de comunicación y los líderes integren los medios en sus estrategias de misión. Finalmente, abordamos los temas unidos del ministerio a los pueblos indígenas sin alcanzar y la “etnodoxología,” un marco teológico y antropológico para guiar a todas las culturas a adorar a Dios usando sus expresiones artísticas únicas.
“El tráfico de seres humanos es un crimen global que afecta a todos los países en cada región del mundo,” escribe Abey George. Entre 2007 y 2010, se detectaron víctimas de 136 nacionalidades diferentes en 118 países. La iglesia de Dios es el vehículo para adentrarnos en shalom desde el quebrantamiento y la opresión del mundo. La iglesia debe por tanto, ser la voz profética de transformación, mantener viva la esperanza e implicarse en la obra. “La iglesia debe creer que verdaderamente puede ser un agente de transformación en este mundo quebrantado y herido. Si lo hace, se convertirá en una parte inconfundible del proceso por el cual Dios hace nacer su shalom en el mundo,” concluye diciendo.
“Donde quiera que vivamos en el mundo de hoy, la información y las tecnologías de la comunicación, influyen cada vez más nuestra vida humana, el testimonio y los testimonios cristianos,” afirma Lars Dahle. Las cuestiones misioneras relacionadas con la implicación en los medios de comunicación, son por tanto de gran importancia para la iglesia global. Los medios de comunicación son las principales vías por las que las noticias, ideas y relatos se propagan. Así pues, si vamos a “llevar el testimonio de Jesucristo y toda su enseñanza a cada nación, en cada esfera de la sociedad, y en el campo de la ideas” (Compromiso de la Ciudad del Cabo), no podemos descuidar los medios. Tres áreas: conciencia de los medios, presencia de los medios y ministerios de los medios, constituyen una aproximación estratégica para la implicación en ellos, nos sugiere.
“Algo nuevo está pasando en la iglesia indígena de Brasil,” escribe Ronaldo Lidorio. Está creciendo rápido y en áreas y grupos totalmente nuevos. Sin embargo, hay escasez de líderes indígenas maduros, y 121 grupos étnicos están todavía poco o nada evangelizados. Se necesitarán cientos de nuevos misioneros para hacer frente al reto de compartir el Evangelio, plantar iglesias y satisfacer sus necesidades sociales. “Es el momento de colaborar con la iglesia indígena de Brasil, trabajando juntos para llegar a los no alcanzados, traducir la Biblia a sus lenguas, y ver formarse a sus líderes,” nos sugiere. Aquí tenemos también lecciones para la iglesia y el movimiento misionero global, especialmente la necesidad de una mejor comprensión y unidad para conseguir los retos de hoy, concluye.
“La comunicación artística localmente enraizada, es poderosa para la expansión del reino de Dios, sobre todo porque generalmente es de creación y propiedad local,” afirma Brian Schrag, en la entrevista de Robin Harris. No hay necesidad de traducir materiales extranjeros y a los artistas de la comunidad se les da poder para contribuir a la expansión. La etnodoxología incrementa la eficacia de los esfuerzos a la hora de plantar iglesias, desarrollando expresiones de alabanza recogidas de una sana multiculturalidad, el discipulado y la formación espiritual, la evangelización y las campañas misioneras a corto plazo, y ayudando a la gente a reaccionar a las injusticias y los traumas. Si podemos ayudar a nuestros hermanos y hermanas a insuflar una vida nueva y redimida en sus tradiciones artísticas, todas las culturas emplearán finalmente todos sus dones para adorar, obedecer y disfrutar de Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza.
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